Al otro lado del mundo material/Krishna. la Combinación de Amor y de Tranquilidad con el Poder Krishna. la Combinación de Amor y de Tranquilidad con el PoderLlegamos al mar, a una de las zonas de trabajo de Krishna. La frescura de la mañana, el susurro suave de las olas del mar, las voces de las gaviotas… ¡Yo aspiraba estas inmensidades a pleno pulmón como si todavía me estuviera faltando el aire! ¡Parecía que todo a mi alrededor me susurraba acerca de la libertad, el vuelo y el infinito amor! Después de quitarnos las mochilas, nos sentamos sobre un tronco cerca del agua. —¿Por qué Krishna escogió este lugar para Su zona de trabajo? —empezó a hablar Vladimir en voz baja sin perturbar el silencio y la armonía de la mañana—. El asunto es que a muchas personas les gusta tomar sol en esta playa. Por eso, en este lugar es posible influir sobre sus esferas emocionales y sugerirles diferentes pensamientos necesarios. Es más fácil hacerlo cuando ellas permanecen en el estado entre el sueño y la vigilia, lo que sucede a menudo cuando la gente toma el sol. »Miremos ahora nuestros cuerpos y capullos y veamos que están rodeados de todos lados por Krishna. »¿Quién es Krishna? ¡Él es uno de los Representantes del Creador más conocidos en la historia del planeta! ¡Su Amor Divino se manifiesta vivamente en combinación con Su Divino Poder! ¡Él es un Maestro de Quien realmente debemos aprender en vez de rendirle culto o dedicarle ritos! »¡Sí, existe la posibilidad de aprender directamente de Él, pero antes es necesario estudiar el Bhagavad-Gita y comprender la metodología del Camino! ¡Y luego uno debe tratar de cumplir Sus Enseñanzas! »¡Destaco que no es suficiente aprender el Bhagavad-Gita aun de memoria, aun en sánscrito! ¡En vez de esto, debemos esforzarnos por cumplir Sus Enseñanzas! ¡Únicamente esto tendrá sentido! »Y cuando los escalones iniciales del Camino hayan sido superados, surge la posibilidad de salir con la conciencia al encuentro con la Conciencia del Maestro Divino, Krishna, y asemejarse a Él directamente. »Ahora nosotros, como conciencias que se han liberado temporalmente de sus cuerpos materiales y que pueden entrar directamente en Krishna, podemos experimentarlo fácilmente en Su sitio de poder. ¡Tenemos el Océano de la Conciencia de Krishna aquí mismo! ¡Y si hemos logrado convertirnos en conciencias libres, se nos hace fácil sumergirnos en Él y llegar a ser Uno con Él! »No estoy diciendo que llegamos a ser “iguales” a Él. ¡No! Por el contrario, cuando nos unimos con la Conciencia Oceánica de Krishna, queda sólo Él, y yo no. »¡Ésta es una de las variantes de la Unión con Dios que nos prepara para la Unión definitiva! »Digamos a Krishna: “¡Te amo!” —Vladimir sonrió—. ¡Y si lo decimos sinceramente, experimentaremos con seguridad Su Divino Amor correspondido! El Amor se une con el amor, y entonces todos los pensamientos de Krishna sobre cada uno de nosotros se vuelven claros. »Si permanecemos en tal Unión con Él, no debemos tratar de hablar con Krishna como con un Interlocutor. ¡Pues durante la Unión no existen dos, sino sólo Uno, sólo Él! »¡Ya no existen dos que conversan entre sí, sino que existe sólo Él! Y en este estado llego a comprender todo lo que Él me propone y quiere de mí. Ya no hay un diálogo, sino simplemente la comprensión directa de Su Voluntad, pues yo y Él nos coincidimos. Yo experimentaba el silencio. No tenía ningún pensamiento. Dentro de mí —una conciencia expandida por todo el sitio de poder— susurraban y se golpeaban suavemente contra la orilla las olas pequeñas e interminables del mar. ¡La ternura me sobrellenaba! ¡Por primera vez pude experimentar a Krishna tan vivamente! ¡Y por primera vez pude verlo! ¡Él estaba sobre las olas, sobre la playa, parado en toda Su Estatura! ¡Tenía una Apariencia gigante semitransparente: los cabellos ondulados hasta los hombros y una vestimenta larga y blanca que ondeaba como si un viento ligero la moviera! Y debajo de Su Apariencia corporal estaba el Océano de la Conciencia de Krishna, Océano Que parecía infinito. —Podemos sumergirnos en el Océano de Krishna o podemos —desde el anahata— entrar en Su Mahadoble. »También existe otra meditación llamada “Pared”. En el estado de “Pared”, podemos activar fácilmente ambos dantianes bajos. »Y si nosotros, permaneciendo en el estado del propio Mahadoble, nos sintonizamos con Krishna y activamos nuestros dantianes bajos, ¡podemos marchar al combate siendo tal “Pared”! ¡Y encima de las manos del Mahadoble, podemos, sonriendo y amando, tener, como encima de una bandeja, a todos los que quieren luchar contra mí! »¡Soy el Poder del Amor Que permanece en la Tranquilidad! ¡Esto no es un poder grosero, sino un Poder Divino! »A propósito, recordemos que Krishna, durante la batalle en el campo de los Kuru, no mató a nadie, sino que asumió el papel de auriga del carro de guerra. Para mí, la palabra «guerrero» era tan fascinante como la palabra «Libertad». Recordé que en mi niñez me quejaba por ser una niña. ¡Pues esto significaba que no podría emprender un viaje marítimo lejano, ni cruzar los desiertos en búsqueda de las aventuras, ni luchar como un maestro invencible de Wushu! Ni yo misma sé por qué pensaba que no podría hacer todas estas cosas. Con todo, me consolé muy rápidamente asegurándome de que —en cambio— yo podría llegar a ser una bailarina. ¡Ahora me da risa recordarlo! Estas extrañas reflexiones infantiles han quedado en mi memoria hasta el presente. Y ahora yo comienzo a comprender que son los reflejos de los recuerdos de mis encarnaciones pasadas. Por supuesto, no llegué a ser una bailarina. ¡Pero me gustaba muchísimo bailar! ¡Aprendía a hacerlo donde sea y como sea! Sin embargo, no tomé clases de danza, ya que no tuvimos dinero para esto. Simplemente observaba a los demás y aprendía de ellos. Entre otras cosas, a través de la danza lograba liberarme del estrés. Este era mi método que inventé y dominé. Gracias a aquella experiencia, ahora podría practicar nuevas meditaciones al son de la música en mi casa en las tardes después del trabajo. Y al hacerlo de esta manera, no percibía el cansancio. ¡Con todo, ser una mujer guerrera en nuestro mundo es algo tan difícil! Bueno, volvamos al trabajo en el sitio de poder de Krishna. En aquel momento yo experimentaba y veía claramente mis brazos de la conciencia, compuestos de fuego. Con estos brazos, sostenía toda el área visible de la orilla y del mar y también nuestros cuerpos materiales. ¡Cuando me cansé, me di cuenta de que estaba sintiendo envidia del Gurú Nanak-2, quien poseía una tranquilidad tan inmutable! Yo, en cambio, en esta vida, era lo opuesto a mi pasado y me perturbaba con cualquier pretexto e incluso sin éste. ¡Entonces ahora debo, viviendo en un cuerpo femenino, aprender a mantener la tranquilidad como la de Krishna! —Comprendamos que no es posible aprender todo esto experimentándonos como cuerpos —decía Vladimir en aquel entonces—. ¡Todo esto es posible aprender solamente a través del buddhi yoga, es decir, a través de transformarnos —mediante sus métodos— en unas conciencias gigantes, con la particularidad de que debemos crecer como conciencias solamente siendo corazones espirituales! »Pensemos si sería correcto crecer con la cabeza (es decir, con el dantian alto). No creo. »Y si vamos a crecer con el dantian bajo, tampoco podremos, así como en el caso de la cabeza, unirnos con Dios. ¡Él es Amor y acepta en Sí sólo a las personas que se han convertido en Amor! Y las emociones de amor son producidas por el dantian central. Ésta es su función. »El dantian alto y el dantian bajo nunca podrán convertirse en Amor. ¡Podemos experimentar que éstos no sirven para la Unión! ¡Son solamente los componentes auxiliares de la conciencia! Yo seguía trabajando. Krishna me daba la posibilidad de experimentar Su Amor, Tranquilidad y Poder inquebrantables. Y cuanto más trataba yo de alcanzar a Krishna con mi amor, más lograba experimentar estos Estados Suyos, unidos en uno solo. Me sumergía cada vez más profundamente en Krishna dejando mi cuerpo diminuto y cansado en la superficie de la Tierra y luego otra vez regresaba al mundo de la materia donde un arduo camino me esperaba. Cuando terminamos de meditar, pedí a Vladimir tocar el tema del destino. Hasta ahora no entendía el concepto de la «predestinación». ¡Siempre sabía o, mejor dicho, sentía intuitivamente que el hombre puede y debe cambiar su destino! ¿Pero cómo? —Dios observa las decisiones que toma cada persona en cada situación —empezó a explicar Vladimir—. Y de acuerdo con estas decisiones, el destino puede cambiar rápido y radicalmente. »Por esta razón, entre otras, a menudo sucede que con el tiempo Dios cambia totalmente los planes propuestos por Él. Pues el éxito o el fracaso de estos planes depende frecuentemente del uso del libre albedrío por las personas. »En la literatura existe el punto de vista de que todo está predeterminado y que el destino se cumplirá tal como está formado hasta el fin de la encarnación. ¡Pero no es correcto! El destino cambia permanentemente dependiendo de las decisiones tomadas por los poseedores de este destino.
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