Felipe el Apóstol.Cuento-Parábola sobre la Sed de VerdadAnotado por Anna Zubkova, M.A. Editor de la versión rusa Traducido por Corrector de la versión castellana Pablo, finalmente estaba perdido en el desierto sin fin… A todo su alrededor, había dunas de arena hasta donde la vista alcanza. La tormenta de arena había terminado. Pero aquello, que en algo se asemejaba a un camino, había desaparecido sin dejar rastro… Ahora entendió lo vano que fue al no seguir el consejo de esperar a que pasara el mal tiempo y comenzar el viaje más tarde. Le había parecido que un par de horas de manejo no prometerían peligro alguno. Había pensado para sí mismo: «¿Por qué postergar la salida por unos días, cuando simplemente puedo llegar hoy con facilidad?…» Ahora reparar el auto —no era posible—… … Ya más de una semana había pasado desde aquel «hoy» de su partida. Pasó tres días cerca del auto roto y cubierto de arena. Luego decidió irse —irse, confiando en la Voluntad de Dios—. Sus posibilidades de supervivencia —ya casi eran nulas—. No quedaba más agua. Tan solo pensar en cuán estúpido fue al gastar el agua, que traía con él, era insoportable… El camino que tuvo que superar durante ese día, parecía interminable… * * * El desierto —es siempre el desierto—… La civilización moderna tan solo pretende que puede cambiar el desierto. En la tarde —un calor agotador—, en la noche —un frío penetrante—… Los autos y camellos para turistas y viajeros, el hotel con un toque de comodidad europea —todo esto se sentía como si perteneciera a otro mundo—. … Espejismos en el desierto… Consideraba las historias sobre los espejismos como ficción. Porque él mismo, un escritor famoso, escribió también sobre ellos. Ahora estas «ficciones» le perseguían. Cuántas veces vio como si hubiera un lago rodeado de árboles —y caminó hacia este con lo último de sus fuerzas—… Intentó no creer más en los espejismos. Pero, sin embargo, él iría a donde imaginaba estaba la salvación. ¡Era necesario al menos hacer algo! Tan solo sentarse y esperar por la muerte no estaba en su naturaleza. * * * Una tarde, le habló a Dios: «¡Si quieres llevarme, hazlo ahora mismo! ¡Pero si mi vida tiene sentido y es necesaria para Ti —muéstrame el camino a la salvación—!». Pablo ni siquiera sabía a cuál Dios se refería. ¡Tanto había leído en los libros!… Y él mismo, había escrito sobre las creencias y religiones de muchas naciones diferentes… Pero ahora —¿a Quién le gritaba él con toda su alma?—. Incluso casi se rió de este pensamiento. Pero la confianza de que esta es la única manera correcta —se fortaleció en él—: «¡Tiene que existir Aquel Quien es llamado el Padre Celestial, el Creador! …». Pablo Le pidió que le mostrara el camino o terminara su vida ahora mismo. No insistió. Simplemente Le pidió que le diera una respuesta, una salida… hacia la vida o hacia la muerte: «Que Él decida. ¡Si Él existe, el Misericordioso y Todopoderoso, —que me deje saber la respuesta—!». Se fue a dormir con el pensamiento de que, muy probablemente, no se despertaría, aquí en este mundo, en este desierto. … Pero, cuando llegó la mañana, nada había cambiado. La noche fría fue reemplazada por un calor abrasador… Caminó y caminó, sin esperanza, simplemente caminando, perdiendo sus últimas fuerzas por la fatiga y con una sed tan inmensa como el desierto. * * * ¡De repente, vio huellas en la arena, —rastros recientes de pies humanos—! No había nadie alrededor. Pero esto no podía ser un espejismo: las huellas estaban ahí, a sus pies, ¡podía tocarlas con sus manos! Pablo gritó, usando los últimos remanentes de su fuerza. El grito ronco, escapando de su garganta reseca, le pareció débil y miserable. Gritó de nuevo, pidiendo ayuda a la persona que había pasado por ahí recientemente. El desierto le respondió con silencio. Siguió el rastro de la persona desconocida. Era su última esperanza. Pablo, trató de pensar en cómo Dios… ¡Se había manifestado! Él, ¡Le había pedido que le mostrara el camino —y ahora él conocía la dirección—! Estaba oscureciendo, y Pablo no era capaz de alcanzar al viajero desconocido. La esperanza casi le abandonaba: de hecho, ya no era posible distinguir en la oscuridad las huellas que estaban siendo cubiertas con cada vez más arena. Pero otro milagro ocurrió: ¡vio un fuego en la distancia! Pablo se esforzó con lo último de sus fuerzas, repitiéndose a sí mismo, como un mantra, una frase de algún libro sobre desiertos que decía, —los espejismos no ocurren en la noche—. El fuego no desaparecía. * * * Pablo se acercó al fuego en la espesa oscuridad infinita… Finalmente, entró en el círculo de luz de la pequeña fogata. Un hombre estaba sentado junto al fuego. No era árabe. Podría decirse que era europeo. Estaba vestido con ropas de color claro, con una capa de lana por encima. Si el antiguo Pablo, quien podía fácilmente burlarse de todas las personas, hubiera estado ahí en su lugar —entonces, ese «viejo Pablo» diría que este extraño, estaba disfrazado como una especie de actor que representaba a un ermitaño en el desierto de los días de los primeros cristianos—. Pero ahora, Pablo no estaba de humor para el escepticismo o la ironía. El extraño asintió tranquilamente a Pablo a modo de saludo y le miró con sus sorprendentes ojos, en los que uno podía hundirse —y sentir ahogarse, desaparecer—. El hombre le hizo un gesto para que se sentara junto al fuego. Sacó de los pliegues de su ropa un cuenco de barro y se lo entregó a Pablo., Repentinamente, el cuenco se llenó de agua… Sin saber muy bien lo que pasó, Pablo dijo con los labios secos: —¿Puedo beberla? —Sí, puedes calmar tu sed —la voz del extraño era tan asombrosa como sus ojos—. El infinito de la Paz misma parecía sonar en ella… Pero Pablo sintió todo esto como con sólo una parte de sí mismo, que esta voz, viniendo de las profundidades de lo desconocido, se elevaba y le envolvía con la presencia gentil de algo misterioso… … Pablo recordó cómo un día había querido entrevistar a cierto indio que vivía como ermitaño en una cueva de montaña. En aquel entonces, se había esforzado mucho para hacer un reporte sensacional sobre el yoga de la India. Pero el ermitaño no respondió a sus preguntas. Solo le dijo a Pablo: «¡Aún no estás listo!» Y luego entonó un mantra de un solo sonido… La forma en que sonaba —era el sonido del Silencio infinito—. No sonaba como los cantos de mantras nasales de los «gurús» con los que se había encontrado en la India a cada paso. Pablo escribió algo sobre este tema en su diario, pero luego por alguna razón, casi se olvidó de este episodio en el ajetreo y torbellino de la vida… La voz del extraño era como ese sonido, pero expresado en las más comunes de las palabras. … Pero por ahora Pablo… bebía, bebía, y bebía… Él esperaba que se agotara el agua, pero no se terminaba… —Puedes parar por un rato: el agua no se terminará y siempre estará allí para cuando la necesites —dijo el extraño con una sonrisa. Pablo, con cierta dificultad, se despegó del cuenco y lo puso, todavía lleno, cerca de él. Luego el extraño extendió la mano hacia Pablo, como si le estuviera dando algo. Pablo miró fijamente por unos segundos la grácil palma, iluminada por la luz del fuego, hasta que vio que había pan descansando sobre la palma. El pan ¡—apareció de repente—!… O más bien se podría decir que el pan… se había vuelto visible… Pablo tomó el todavía cálido panecillo con sus manos ligeramente temblorosas y Le dio las gracias. El extraño asintió en respuesta. La fatiga y algo más, como una espesa paz transparente, envolvieron a Pablo desde todos los lados, y no le permitieron sorprenderse o asustarse. Todo era… como normal. Era como si todos los días bebiera agua del cuenco, que no se terminaba, y comiera pan materializado. Luego el Extraño le ofreció a Pablo que descansara. —¿Puedo hacerte una pregunta? —Hazla. —¿Eres —una alucinación—? —Sí, pensé que de todas las preguntas que podrías haber hecho, ¡preguntarías exactamente esto! —Se rio con fuerza y le extendió Su mano a Pablo, sobre la cual recientemente materializó el pan, para que Pablo pudiera tocarla. La mano era increíblemente hermosa, con dedos finos y gráciles. La piel del Extraño estaba cubierta con el suave bronceado dorado de un hombre de piel blanca, que pasa mucho tiempo al sol. El Extraño era de carne, que podía ser tocado. —Sí, este Mi cuerpo es una realidad material en este momento —confirmó—. Pero también hay otra Realidad. Y solo porque no es material, no significa que no sea una Realidad. »Pero, sería mejor si hablamos de eso mañana. Ahora mismo estás más necesitado de descanso. Pablo se acostó junto al fuego. El Extraño lo cubrió con la capa de lana, como si fuera una manta. Pablo se durmió casi al instante… * * * Por la mañana, al abrir sus ojos, Pablo trató de entender si todo lo visto por él era un sueño, o fruto de la sed, el hambre, el agotamiento y la imaginación —o, si realmente fue una realidad—… El asombroso Extraño estaba en el mismo lugar. Le dio la bienvenida a Pablo en silencio —con una sonrisa leve y un movimiento de cabeza—. Pablo Le saludó en inglés, y pensó por un momento en qué idioma estuvieron hablando ayer… Desde su infancia, Pablo hablaba inglés y francés con fluidez, pero recientemente el prefería más el inglés, también escribió sus libros en inglés. —Deberías lavarte —dijo el Extraño en inglés—. »¿O preferirías hablar francés? —Dijo en francés, hablando tan perfectamente como lo había hecho en inglés. —Prefiero el inglés. »Pero lavarse… aquí ¿—dónde—? El Extraño extendió Su mano en dirección a una gran piedra. La piedra con un poco de tensión y un sonido como de tela de algodón siendo rasgada, se fracturó de repente. De las grietas resultantes, el agua comenzó a fluir. Pablo nuevamente bebió, y bebió… Luego, se lavó con el agua fresca y clara que fluía ahora a un pequeño estanque poco profundo cerca de la piedra. Un pequeño lago gradualmente se formaba… —Tus ropas también puedes lavar. Pablo hizo lo dicho. Luego extendió la ropa lavada para secarla en la piedra de donde fluía la fuente recién nacida. * * * Pablo regresó al fuego cubierto con la capa de lana del Extraño. Mientras tanto, el Extraño puso sobre una improvisada mesa de tela de lino puro, —pedazos de pan, frutos secos, y frutas—. Así como también —cuencos con agua y jugo—. Pablo se acercó a la mesa. Se volteó hacia donde se había bañado, verificando: ¿si la maravillosa fuente había desaparecido? Pero la piedra con la corriente de agua clara, que fluía de ella, estaba en el mismo lugar. Junto a ella, había ya un pequeño lago. En la orilla opuesta —aparecidos como de la nada— unos antílopes calmaban su sed. Se sobresaltaron por la mirada sorprendida de Pablo. —No los asustes, quieren beber. Siéntate a la mesa, el desayuno está listo. Y luego podemos continuar nuestra conversación. Pablo vino y se sentó a Su lado. —¿Cómo haces todo esto? —¿Y cómo Jesús alimentó a miles con unos pocos panes? —Pero eso es una leyenda cristiana… —Pero pensé que tú eras cristiano. Incluso llevas puesta una cruz… ¿O es —simplemente— un adorno o un amuleto, como los que llevaban los paganos para «estar del lado seguro» o para protegerse «de un mal de ojo»? —Casi aciertas del todo. Aunque fui bautizado cuando niño, no era un muy buen cristiano, todavía me estoy cuestionando muchas cosas y leo los manuscritos de diferentes naciones sobre sus «dioses» y creencias… —Buscar la Verdad ¡no es un pecado! Leer y aprender ¡tiene sentido! Incluso Jesús pasó años de Su vida para conocer las diferentes fes de las diferentes naciones —antes de comenzar a predicar la Verdad—. »Y tu bautismo, —no importa—… ¡Otro Bautismo debería ser tomado por el alma! »Sin embargo, ahora —la comida—. Y miró con un gesto invitador a los manjares, dispuestos en la tela limpia… Pablo estaba absorto en satisfacer su hambre y su sed, y casi no pensó en lo maravillosamente que había cambiado todo desde la noche anterior… * * * Cuando el desayuno llegó a su fin, el Extraño aún permanecía en silencio. Él no comió mucho y lo hizo lentamente. Luego, Pablo escuchó como una pregunta dentro de sí mismo: —¿Querías solo satisfacer el hambre y la sed, o necesitabas continuar con tu vida para algo más? ¿Por qué te gustaría vivir más en este cuerpo? ¿Qué quieres saber, entender, o hacer? El Extraño dijo lentamente en voz alta las palabras que Pablo acababa de escuchar dentro de sí mismo como alma. Pablo, pensó. Toda su vida, como una tira de película en avance rápido, apareció frente a él para recordarle su infancia de percepción radiante de la belleza y la bondad, estudiando en el instituto, su escepticismo creciente, una carrera como periodista y escritor… Su último libro, —«Itinerarios de un Viajero Solitario» fue un éxito—… Luego hubo una pelea por la distribución y la calidad, y una disputa con el editor… ¿Qué quería él, —cuando escribió el libro—? ¿Dinero, fama, el beneficio de revelar algo desconocido para las personas? ¿Y son todos sus argumentos sobre las enseñanzas secretas del antiguo Egipto, el cristianismo, el islamismo, el hinduismo y los mitos y leyendas religiosas de varias naciones, realmente necesarios para alguien? Todo esto parecía tan importante hace unas semanas. Pero ahora… —Tu próximo libro podría ser más interesante. Ahora tienes la oportunidad de preguntar sobre lo que es importante para ti y obtener respuestas. Puedes preguntar. —¿Quién eres Tú? —No es la mejor pregunta para empezar. Mi nombre es Felipe. El resto, lo aprenderás gradualmente. La siguiente pregunta se congeló en los labios de Pablo, y no se atrevió a decirla en voz alta: —¿Eres Tú, el Apóstol, Seguidor y Discípulo de Jesús? Pero… ¿cómo es posible? Eso fue hace dos mil años, y hasta ahora… ¿Todavía estás vivo? Pero Felipe aún así respondió esta pregunta no pronunciada —como por una voz que Pablo escuchaba dentro de sí nuevamente—. Y luego, Felipe repitió lo dicho, pronunciando lentamente y en voz baja las palabras: —¿Por qué crees que es imposible? Ayer estabas buscando una reunión con Aquel Quien te revelaría el Camino al verdadero conocimiento. Utilizo la palabra Camino, porque es imposible revelar la Verdad a otra alma directamente, del mismo modo que es imposible apagar tu sed dando un trago a otro hombre en lugar de a ti mismo. Cada persona debe descubrir la Verdad Eterna por sí misma. Solo puede haber una pequeña ayuda para encontrar este Camino a través de otros. »Aspiraste a Dios de la misma manera en que tú, aquí en el desierto, te abalanzaste a los espejismos. Un espejismo en la vida fue reemplazado por otro, pero ninguno de ellos te ha acercado a la Verdad. Y una serie de distracciones te persiguieron por todos lados para que te perdieras o incluso te olvidaras de la Meta. »Si muchas personas se siguen unos a otros en la misma dirección, les parece que saben a dónde van. Pero esto no siempre es verdad… … Pablo entendió que, pronunciar los pensamientos en voz alta no era necesario para la comunicación con Felipe. Pero, Felipe los pronunciaba como confirmación: para que así, en la mente de Pablo, no hubiera ninguna duda en el entendimiento de lo que él percibía como respuestas. Pablo solía ser muy aficionado a la pregunta sobre la posibilidad de la telepatía, pero no creía que se pudiera hacer tan fácilmente con él mismo. Felipe continuó: —¿Por qué crees que la aparición en un cuerpo resucitado en la Tierra después de una gran cantidad de tiempo no es posible? Tú mismo crees en la realidad de la resurrección de Jesús en un cuerpo material deificado, ¿no? Incluso escribiste un artículo entero sobre el «Sudario de Turín», que captura el negativo de la forma corporal de Jesús en el momento de la desmaterialización de Su cuerpo. Y tú mismo argumentaste que Aquel Quien era capaz de desmaterializar Su cuerpo —podría fácilmente recrearlo de nuevo—… »¿Por qué crees que Él no querría enseñarle a otros a hacer lo mismo? —¿Y Tú has dominado esto? —Sí, pero no de inmediato. »Y ahora dime: ¿quién eres tú? … Esta pregunta común tomó a Pablo por sorpresa: le parecía que Felipe sabía todo sobre él, y que incluso había leído sus artículos. —Mi nombre es Pablo —Pablo decidió competir con Felipe en brevedad. —¿Por qué tú, una persona que vive en el planeta Tierra, estás aquí? ¿Has pensado sobre esto? —Sí, he pensado en esto… pienso que todos estamos aquí para aprender… —¡Buena respuesta! —¡Sí, estaba buscando la Verdad! Expuse en mis libros todo lo que vi, aprendí, y consideré significativo. También incluí en ellos pensamientos propios sobre lo que vi, sobre las personas que encontré, y sobre las leyendas que escuché… —¿Qué pasará con todo tu conocimiento, cuando el cuerpo muera? —Permanecerá en mis libros… Quizás esto pueda ayudar a otros en su búsqueda… —¿Qué piensas: has vivido antes de nacer en este cuerpo? ¿Y vivirás sin el cuerpo después de su muerte? ¿Y, nacerás en un nuevo cuerpo para seguir mejorando? —¡No es justo! ¡Prometiste responder a mis preguntas, pero en lugar de eso, Tú me colmas de preguntas cuyas respuestas he estado buscando y no encontré! —¡Te ayudo a aprender a encontrar las respuestas correctas! ¡Recién estoy comenzando! »¡Leíste muchas veces las respuestas correctas e incorrectas a estas preguntas, pero no sentiste, no reconociste la Verdad! ¡Muchas veces pasaste por sobre la Verdad! »¡Todo conocimiento externo es solamente la cáscara! Es posible creer o no creer… ¡Pero esta “creencia” no cambia nada en el hombre! »El cristianismo rechaza el conocimiento sobre la reencarnación. El hinduismo…» »¿Y tú mismo? Estoy al tanto de que estás familiarizado con las doctrinas modernas de las diferentes direcciones de la fe, incluidas las de aquellas personas quienes se llaman a sí mismos “cristianos”. Leíste, también, los libros de muchas otras diferentes naciones… Pero te pregunto: ¿qué piensas de esto —tú mismo—? —Pensaba que sería correcto que hubiera una nueva encarnación —para quien cometió errores—,… para quien comenzó a aprender, pero no entendió todo… Creo que es más razonable que el tormento eterno del infierno o la dicha eterna del paraíso. La muerte de un bebé, por ejemplo, no me parece lógica, su vida se interrumpió, casi antes de que comenzara… ¡Debería tener otra oportunidad!… —¡Perfecto! ¡Brillante! ¡Ya estás progresando! —Pero la gente no recuerda sus vidas pasadas. Y esa minoría, quienes dicen recordar, —no pueden probar que esto no sea una fantasía—. Y la Biblia y otros libros no lo explican… —Acabas de pensar en el significado de tu vida y de las vidas de otras criaturas, de la interconexión de las almas, que vienen a la Tierra, y de cómo Dios, si es que existe, debe ser justo, ¿tengo razón? —Sí, has formulado bien mis pensamientos. No entiendo por qué varias personas adoran de maneras tan diferentes a un Poder Superior, Dios, proclamando que solo su fe es verdadera, y que solo “su Dios” existe realmente. Pero están aquellos quienes reconocen una multitud de Dioses o Santos… —Has querido recibir una respuesta fácil de los libros. Pero estabas mirando desde afuera. Pero la Verdad debe ser encontrada adentro. »Primero, y tú ya has hecho esto, —uno necesita establecer una meta y buscarla—. Hay muchos quienes no están interesados en el significado de la vida, simplemente van con la corriente, de acuerdo a sus instintos y reflejos… ¡Pero hay otras personas que están dispuestas a pasar toda una vida buscando la Verdad! »Lo segundo que hay que hacer es obtener cognición directa de la Verdad a través de la experiencia personal. La entrada a estos estados está adentro de ti. »Jesús señaló el Camino para acercarse al Creador: “¡Dios es Amor!”. Es decir, Él puede ser cognocido solo convirtiéndose en amor-alma al desarrollarse uno mismo como corazón espiritual. »Krishna también enseñó al respecto: “¡Sólo el amor puede contemplarme en Mi Esencia más Interna y fusionarse conmigo!”. »Para conocerse a sí mismo como el Atman y el “Yo” Superior, para cognocer la Conciencia Primordial y fluir hacia Ella ¡—uno tiene que convertirse en una conciencia desarrollada y amorosa—! Los hesicastas cristianos creían que esta etapa, —es decir, la transformación de uno mismo-alma en corazón espiritual— es la más importante. »El conocimiento que obtienes al nivel de las palabras, en lugar de desde la base de la experiencia del alma, —permanece externo, es conocimiento superficial—. Es solamente información para pensar, es útil, pero… ¡La Verdad, solo puede ser realmente cognocida a través de tu propia experiencia! Este es el conocimiento adquirido como estados de conciencia en Unión con el Creador. »Inicialmente, estos momentos son breves. Pero es posible alcanzar el nivel de conocimiento, sobre el cual Jesús dijo: “Yo y el Padre somos Uno”. —¿Lograron esto todos los Apóstoles? —Muchos. Algunos de Ellos, rápidamente, otros tomaron más encarnaciones. »Pero no solo Jesús y Sus discípulos han conocido esto. »Aquellos, Quienes han dominado la Fusión con la Conciencia Universal Primordial, el Gran Unido Nosotros, el Cual es denominado por las personas en aras de la simplicidad como Dios, —Ellos pueden extraer conocimiento directamente de la Fuente del Amor, la Sabiduría y el Poder Universales—, los Cuales ahora están a Su disposición. Todo el conocimiento, almacenado en el Absoluto, se le proporciona a Ellos al ser pedido. Y esto está limitado solo por la habilidad y experiencia de la Conciencia que percibe este Conocimiento. —¿Quieres decir que Aquellos, Quienes han logrado la Fusión, también pueden tener restricciones? —¡Estoy diciendo que la posibilidad de mejorar es ilimitada! Esto aplica, también, a la Evolución y Vida del Uno, consistente de una Multitud. »Pero para empezar este Camino, una persona necesita trabajar duro. »No es posible reemplazar rápidamente los instintos salvajes propios por la Conciencia Divina. »Las almas gradualmente suben la escalera del desarrollo: desde las formas inferiores de conciencia —hasta la cima—. Esta evolución comienza en las diminutas gotas de conciencia, que crecen, siendo fijadas a las redes cristalinas de los minerales. Luego, estos gérmenes de almas crecen, siendo conectados con los cuerpos de las plantas y luego de los animales. »Solo el hombre, quien maduró en una larga serie de encarnaciones, es capaz de mejorarse a sí mismo-alma —conscientemente—. Esta no es tu primera encarnación en busca de la Verdad, y ahora tienes verdaderas posibilidades de triunfar. »Tú eres vegetariano. Elegiste esto de acuerdo con la convicción de que el hombre no debe cometer el asesinato de ningún animal inocente. Este es —un primer paso serio en el Camino a la bondad—. »Estás haciendo hatha yoga. Sin embargo, estabas haciendo esto solo como un ejercicio para tu salud. Pero incluso en esta versión, ha traído buenos resultados. Las energías de tu cuerpo están limpias y en muy buen estado, en comparación con la mayoría promedio. »Estás preparado para tratar y tomar las etapas superiores del Camino espiritual. ¿Quieres esto? —¿Puede haber alguna duda? ¡Sí! —Para empezar, necesitas explorar las intangibles para la visión habitual, pero muy reales estructuras del organismo: los chakras y los meridianos. Estos, le permiten a uno rastrear las relaciones entre el alma-jiva —y su cuerpo material—. * * * Felipe comenzó a entrenar a Pablo. Le explicó cómo es posible mover la concentración de uno mismo-alma a través de los chakras y meridianos. Pablo realmente sintió, cómo cambia el estado del alma, a través de la simple inmersión, por ejemplo, en el chakra anahata: la paz y el amor se vuelven naturales, y los pensamientos dominantes desaparecen. Pablo consagró unos días a la limpieza de estas estructuras energéticas. La segunda tarea fue aprender a vivir como corazón espiritual. Aquí Pablo tuvo que trabajar mucho más tiempo: de hecho, el hábito de constantemente pensar en algo —lo acostumbra a uno a la vida en los chakras craneales—. Pero Felipe explicó: —Es necesario dominar la existencia continua como corazón espiritual. ¡Es la base fundamental para un alma que se desarrolla correctamente! »El corazón espiritual debe convertirse en mucho más que el chakra anahata, ubicado en el pecho del cuerpo, desde donde este comenzó a crecer. »La capacidad de ser un alma-amor, que se ha vuelto mucho más grande que el tamaño corporal tangible, cambia fundamentalmente el estado de la persona. Esta es la primera etapa del Camino espiritual. ¡Incluso con solo hacerlo —hace el logro del paraíso, el estado natural—! »¡Y este paso también abre la puerta al mundo secreto de la Realidad Divina! »El Camino esotérico entero, es una necesidad solo para las almas maduras y sabias. »Pero la capacidad de vivir como alma-amor —es compatible con cada alma—, no hace daño a nadie. Traerá a todas las almas la luz y la alegría de la vida, incluso cuando la vida del cuerpo termina. ¡Y después de la muerte del cuerpo —permite al alma vivir en la dichosa armonía del paraíso—! * * * Pablo ahora pasaba mucho tiempo en meditaciones, llenando con el alma-amor el espacio por encima de la superficie de la Tierra. El desierto sin fin, que una vez le había parecido un lugar tan despiadado y brutal, ahora… le daba la oportunidad de expandir el corazón espiritual más y más, cubriendo el espacio entero. Sus intentos anteriores de «meditación» —sentando con las piernas cruzadas y concentrado en la cabeza o en las cejas—, ahora parecían como el juego gracioso de un niño que intenta hacer algo, sobre lo cual no sabe nada… Y Felipe gradualmente fue revelando a Pablo los nuevos horizontes: —Ahora ya tienes el entendimiento de que tú eres un alma, no un cuerpo, dotado de una mente y de órganos para la comunicación con el mundo material exterior. Ahora tienes la oportunidad de conocer además que Dios es también la Realidad. Te ayudaré a obtener tu primera experiencia de percepción directa de Dios. »Pero para esto es necesario sentir la realidad de la vida como un alma, sin las limitaciones de percepción que se superponen al cuerpo material. »Un alma, cuando encarna, es conectada con un cuerpo. Este vínculo se forma durante el desarrollo embrionario. Habiendo nacido en el mundo material, una persona aprende —a través del cuerpo— a ver, oír, sentir y pensar. Un niño comienza a interactuar con el mundo de la materia con la ayuda de esta herramienta —el cuerpo material—. »Pero el alma puede hacer todas las mismas cosas sin tener un cuerpo. Puede ver, oír, sentir y pensar en otros planos de existencia en el Absoluto. »¡Hay enormes potenciales para controlar la materia desde el plan Divino de la vida! Pero, para ti, esto es —perspectiva a largo plazo—. ¡Caminar sobre el agua y materializar pan o agua —es posible solo para el alma que ha realizado su Unidad con la Conciencia Primordial, Dios—! Para hacer esto, el alma, libre de las limitaciones de la materia, debe aprender a vivir y actuar en las capas más sutiles del Absoluto. »No todas las Almas Divinas han alcanzado la inmortalidad de Sus cuerpos materiales. No muchos han dominado la deificación completa de Sus cuerpos, como Jesús. Y el cuerpo no tiene que abandonar el mundo material en vías de lograr la Fusión con el Creador. »Entonces, la principal conclusión es esta: ¡un alma-hombre encarnada puede comunicarse con Dios! »Ahora, sobre —el cómo—. »Volvamos a nuestro trabajo práctico. Te prometí la experiencia de tal interacción con Dios. »Para hacer esto, el alma debe ser desarrollada como un corazón espiritual, es decir, como amor. Si no —todo está confinado a la fantasía, e imágenes creadas por la mente—. Este es el “escollo”, que ha detenido a muchos principiantes en su búsqueda espiritual. »Entonces, el paso más importante en el Camino —es el desarrollo del corazón espiritual—. »Siéntete completamente a ti mismo en el chakra anahata, como en una habitación. Ahora, abre la ventana frontal —y limpia la “habitación” de todas las sombras e impurezas—. »¡Luego, deja que tu amor, como una luz gentil, brille e ilumine el espacio hacia adelante! ¡Al igual como un reflector o los faros delanteros del automóvil por la noche iluminan el espacio que tienes delante —así, el amor del alma puede iluminar y acariciar el espacio y a todos los que viven en él—! Al principio, ilumina solo el espacio que es visible por los ojos del cuerpo, y luego, más y más lejos… … A Pablo le encantaba conducir de noche en auto por una carretera vacía… ¡Y ahora era muy apto para sentir la luz que ilumina el espacio delante de él! ¡Era como si la luz del corazón estuviera ahora iluminando su camino a través de la vida! Felipe continuó: »Ahora, en la morada primaria corporal del corazón espiritual —el chakra anahata— es posible volver la cara del alma hacia atrás. Puedes abrir otra ventana —hacia el espacio de la Luz Divina—. »Intenta mirar hacia atrás desde el chakra anahata —al igual que mirar hacia delante—… ¿Ves la Luz? —Sí. —¡Ve hacia esa Luz! ¡Sumérgete en Ella, como en un Océano vasto! Disuélvete en Ella, yendo lo más lejos posible… »Ahora trata de mirar desde la Luz a ese lugar en el cuerpo que antes habitabas… »Y de nuevo —¡deja que sea solo la Luz—! »Estabas dispuesto a recibir de Dios la experiencia de la muerte del cuerpo. Ahora —aquí hay una parte de esta experiencia—: la vida en la Luz Divina sin sentir el cuerpo. Si el cuerpo muere —entonces tú—… ¡permaneces! Y continuas viviendo en la Luz, siendo Esta, ¿no es así? »Estando en esta Luz, puedes sentirla entre los dedos de las manos del alma. »O puedes tratar de abrazar —al Infinito— con tus brazos. ¡Esto lleva a un estado de dichosa alegría, y deleite! »Esta Luz consiste de las Conciencias mutuamente fusionadas de Todos Aquellos Quienes la han Alcanzado. »Puedes percibir Sus Deseos e Intenciones. »¡Siente tus brazos de conciencia! Son, —enormes e incluso pueden ser más y más grandes—… Pueden tocar todo con la punta de los dedos o colocar a cualquier criatura en las palmas. »En la tradición cristiana, esta Luz es llamada el Espíritu Santo, en el hinduismo —Brahmán—. »Fusionado con el Flujo de esta Luz, fluye con Ella a través y alrededor de tu cuerpo material, luego, —desde arriba hacia abajo; desde abajo hacia arriba; desde atrás hacia adelante; desde adelante hacia atrás—. ¡Este es el Río del Amor Divino que fluye! ¡Aprende a sentirte siempre en Unidad con este Amor Divino! … Pablo milagrosamente se percibió a sí mismo en fusión con la Luz Divina, y al mismo tiempo… su cuerpo estaba sobre la arena. Ahora él era una Parte de esa Luz. Ahora entendió lo que había leído en el Nuevo Testamento: ¡uno necesita ir con el alma hacia el Dios-Espíritu! ¡Él era infinitamente libre e infinitamente feliz! Pero este estado no duró mucho: la fatiga de las meditaciones lo obligó a regresar al cuerpo. »¡Bueno, ahora realmente has recibido el bautismo en el Espíritu Santo! —Felipe le felicitó—. ¡Ahora puedes ser considerado un verdadero cristiano! »El proceso de transformación gradual del alma en la Luz Divina es llamado Iluminación. Y aquel, fortalecido en el estado de la Luz Divina, es llamado Iluminado. * * * Entre estas meditaciones, Pablo aún se sentía como prisionero del cuerpo. Y esto le entristecía. Una vez, Felipe respondió a estos pensamientos, que no fueron expresados en voz alta: »¡No todo a la vez! Incluso tú —que ya tuviste experiencias espirituales significativas en tus vidas pasadas—, necesitas tiempo para acostumbrarte a los nuevos estados de conciencia. »Necesitarás de mucho tiempo para trabajar en la extensión-crecimiento de ti mismo como corazón espiritual, y en la ulterior purificación de las estructuras adentro del cuerpo, y en llenarlas con la Luz Divina. »Solamente cuando se haya alcanzado la sustitución completa de las energías dentro de tu cuerpo por la Luz Divina —será fácil vivir en esta Luz todo el tiempo—. Entonces la Luz será tu Hogar —el Hogar del Alma—. Uno no necesita salir de este Hogar, a pesar del hecho de que el cuerpo esté en el mundo material. … Todos los días, Felipe le mostraba a Pablo más y más métodos nuevos de trabajo sobre la expansión de la conciencia como amor, y el reemplazo de las energías en el cuerpo. * * * Después de unos días, una noche, Felipe le preguntó a Pablo: —¿Te gustaría hablar con Jesús? —¿Con Jesús? ¿Yo? —¿Por qué estás tan perplejo? ¿No puedes decidir? Pero, crees que Jesús puede escuchar lo que la gente Le dice, ¿no? Y aquellos, quienes recitan plegarias en los templos, ¿acaso probablemente también ellos creen poder ser escuchados por Él? »Muchas personas le lloran a Jesús. Es porque ellos conocen más sobre Él, que acerca de los muchos Otros, Quienes también han alcanzado el estado del Cristo. »Todos y Cada Uno de Ellos pueden ahora ser llamados el Espíritu Santo. »Uno puede apelar selectivamente a Alguno entre Ellos. »¡El Creador consiste en esta Suma de Perfectos! »Su entrada dentro del Creador es similar a las gotas de agua que fluyen hacia el océano y se fusionan allí con aquellas gotas que han fluido al océano anteriormente. »¡Estos, los Perfectos componen el Gran Unido Nosotros! Alguien Le llama Dios-el-Padre, alguien más —Tao—, alguien más —Alá—, pero la diferencia está solo en las palabras. »¡La Conciencia Divina, llamada Primordial —es la Multitud de Conciencias Divinas que mutuamente se fusionaron en Una—! »Pero Cada Una de Ellas puede actuar en la Creación, saliendo desde Ella. Al igual que una ola puede elevarse sobre el océano, mientras permanece siendo una parte integral de este, —así, también, pueden Aquellos, Quienes Lo han alcanzado, manifestarse a Sí Mismos, permaneciendo en la Unidad con el Océano del Creador—. »Entonces, ¿te gustaría hablar con Jesús? —¡Sí! —Dijo Pablo enfáticamente, entendiendo que, si se negaba, luego nunca se lo perdonaría. Algo de su pasado periodístico brilló como un pensamiento extraño: «¡Nunca pensé que sería posible entrevistar a Jesús Mismo!» … Una Luz, similar al sol naciente, se estaba acercando desde las profundidades intangibles. La Luz se acercó. En Ella, la imagen de Jesús comenzó a aparecer. Y ahora —¡Jesús, Jesús vivo!—. Él y Felipe se abrazaron… Luego Jesús se acercó a Pablo a un brazo de distancia. Pablo trató de tocar Sus ropas. Jesús estaba compuesto de Luz, el cuerpo no era material. Jesús dijo: —No es una ilusión. Esta es la realidad. ¿Acaso todavía no estás satisfecho con las palabras de Felipe, Quien te explicó que la diferencia entre materia y Luz —es solo una diferencia de los niveles sutiles de energía—? »¿Por qué necesitas Mi cuerpo material? ¿En vías de escribir un artículo sensacional sobre un encuentro con Jesús? ¿Para que todos, quienes lean tu libro, comiencen a buscar un encuentro con Mi cuerpo materializado? »Bueno, mira: Mi cuerpo puede ser material. Jesús condensó Su cuerpo de Luz y se sentó cerca de Pablo y Felipe junto a la fogata. Jesús continuó: »¡Los milagros, de hecho, no cambian nada fundamental en las almas humanas! Sin embargo, Me complacería, si escribes que cada persona orando en el templo, trajinando en una gran tienda, yendo en un tren o navegando en un barco, puede —pararse, sentarse y hablar— y no notar que Ese, Quien se encuentra cerca, es Jesús. Esto Me ha sucedido muchas veces entre las personas encarnadas, y no Me reconocieron, no Me oyeron… »Sería bueno, si todos supieran que, al empujar a alguien con los codos en medio del tumulto, él o ella puede apartar a Jesús, sin siquiera darse cuenta… »En todo este tiempo, las personas, tampoco han aprendido a ver en cada persona a un hermano o una hermana… »¡Si vengo como antes, y comienzo a hacer milagros —ciertamente me llamarán “falso profeta”—! »Pero aquellos, que Me conocen, —no necesitan de Mi cuerpo, consistente de carne—. —Pero, ¿por qué viniste en cuerpo entonces, hace 2.000 años? —Me enviaron a este infierno de sufrimiento y miseria de la vida terrestre —para indicar la medicina y antídotos contra estos flagelos—. ¡Lo hice, también, presentando a las personas las Enseñanzas sobre el Camino del Amor! »Entre la oscuridad de la ignorancia, encendí la Lámpara de la Verdad. ¡He demostrado la capacidad de ser solo Amor —incluso en medio del odio y otras abominaciones de las almas humanas—! »¡Le mostré a las personas el Camino del Amor! ¡Hablé sobre la posibilidad de salir del infierno —hacia la Luz del Creador—, a la cognición de Él y a la Fusión con Él! »El Camino del servicio a Dios —es ir adonde las cosas están mal, donde serás odiado y asesinado—… ¡Y uno debe ser solo el Amor Puro, en la continuidad de llevar a las personas la Verdad de Dios! ¡Cada uno de Aquellos Quienes vienen desde el Padre Celestial a la Tierra —demuestran esto con Sus vidas—! »En palabras —todo es más fácil—. ¡Pero un Cristo debe vivir de esta manera —cada día y cada hora, cada minuto de vida sobre la Tierra, no permitiendo que la llama del corazón sea extinguida y sin romper la Consubstancialidad con el Padre—! »¿Estás listo para comenzar esto? Después de todo, ¡fue soló por esto que nuestro encuentro fue planeado! —No sé, si puedo hacerlo… —¡No sabrás, hasta que lo intentes! —Dime, ¿le ayudó a alguien Tu Hazaña en la vida terrenal? ¿Fue necesario para las personas? Porque, ¡han olvidado todo de nuevo! —Mis Enseñanzas han ayudado a muchos. ¡Las personas necesitan saber del Camino para alcanzar la Unidad con el Creador! »Aquellos quienes Me entendieron en aquel entonces, —transitaron por este Camino—. Fueron muchos. Y hubo muchos otros, quienes solamente se acercaron y luego siguieron su propio camino. »¡Incluso cuando la oscuridad se espesa y no hay esperanza de que la Luz brillará, —en tales tiempos, es solo el amor que nos salva de la oscuridad y nos permite encontrar una base estable solo en Dios—! —¿Y qué hay del llamado «cristianismo»? ¿Las Cruzadas? ¿La Inquisición? ¡No encajan con Tu descripción! —Cualquier medicina, cuando se usa incorrectamente, puede convertirse en un veneno… »Incluso la palabra o acción más útil, si no se usa correctamente o se usa con malas intenciones, —puede provocar el mal—… »¡No estoy hablando de las distorsiones que fueron agregadas intencionalmente por aquellos quienes convirtieron las Enseñanzas de Dios —en una vía para controlar a las personas— por el beneficio de sí mismos! »Bajo la aplicación incorrecta, la fuerza puede convertirse en violencia, la precaución volverse cobardía, la preocupación excesiva convertirse en la supresión del desarrollo. »Además, la creencia en la existencia de Dios puede evitar que una persona haga el mal. Pero los líderes criminales de los movimientos religiosos vuelven a las personas, que han caído bajo su influencia, en perpetradores. »Solo el dominio del amor le permite a uno obtener la Sabiduría necesaria para distinguir entre el bien y el mal —en el nivel en el cual Dios los distingue—. »¡Y todo es tan simple! »¡Ahora todos pueden hacerse Mis discípulos —directamente, sin intermediarios—! »Me gustaría que le digas a las personas sobre eso. »¡Y, para ser Mi discípulo —uno no necesita estar cerca de Mi Cuerpo—! … Jesús disolvió la imagen de Su cuerpo en la Luz… y continuó hablando. Pablo fácilmente entendía a Jesús, Quien ahora solo era Luz-Amor, Luz-Ternura. Este entendimiento era más que solo escuchar las palabras. En la Luz, la voz de Jesús continuó sonando: —¡Soy Omnipresente! ¡Puedo estar ahora mismo cerca de cada hombre! »Todos pueden aspirar a cumplir los principios de la vida, ofrecidos por Dios. ¡Esta será la verdadera cristiandad! ¡No solo Yo, sino que muchos de Aquellos Quienes lo han Logrado ayudarán a tal hombre! »Nota que: ¡ahora tu mente está completamente relajada, y el silencio ha llenado el corazón espiritual! »Dios puede ser percibido solo por el corazón espiritual desarrollado. Solo el alma que se ha convertido en amor puede tocar la Conciencia Divina, la Cual es Amor. Hacia esto, he llamado a la gente desde entonces —con las palabras “¡Dios es Amor!”—. »¡Pero esto no puede pasarse a nadie solamente con palabras! »¡Pero tú —dame un abrazo—! ¡Mi Luz y Amor —te están esperando—! ¡He estado esperando este momento por mucho tiempo! ¡Te amo! … Solamente estaba Jesús —la Luz Dichosa de Dios—, Quien se sumergía y se disolvía en Sí Mismo… La suave voz de Jesús continuó: »Trata de sentir que hay Muchos de Nosotros aquí. »Aquí está, en particular, Felipe. Ahora siempre podrás reconocerle. Y no es necesario para Él estar físicamente cerca de ti —para que continúes siendo entrenado—. … El Espacio de la Luz Divina —el espacio de otra realidad de existencia—, sorprendente primero por Su Ternura, Belleza, Grandeza y Simplicidad —ahora era claramente percibido por Pablo, porque él ahora estaba en Este y siendo Este—. La siempre-evolutiva Conciencia, el Divino Unido Nosotros —consiste en la Suma de las Conciencias Perfectas—. ¡No sabe de decadencia ni de muerte! ¡Y está lleno de Sabiduría y Omnipotencia maduras, fusionadas con una gentil y cariñosa Ternura de Amor Perfecto! * * * El último día de la vida de Pablo y Felipe en medio del desierto había llegado. Felipe dijo: —El tiempo de nuestra estancia conjunta aquí, ha terminado. La etapa de tu entrenamiento con la ayuda de Mi cuerpo material está llegando a su fin. De ahora en adelante, puedes recibir ayuda y orientación para tu crecimiento sin Mi presencia en el plano de la materia. »¿Leíste acerca de la meditación Cruz? La plenitud de esta meditación, incluido el lado “Derecho” e “Izquierdo”, la conocerás más adelante. »Ahora, antes de que nos vayamos, tenemos que hacer una cosa más. En memoria de nuestro encuentro, podemos dar al desierto un nuevo oasis. Y para ser precisos —devolver el paisaje que yacía aquí hace miles de años—. »El agua ya está aquí. Todo lo que queda, es sembrar las semillas. »Toma estas semillas de dátiles y de algunas otras plantas que pueden hacer raíz aquí. … Pablo y Felipe caminaron alrededor del lago recién formado, arrojando las semillas a lo largo del borde. —¿Crees que aquí será capaz de crecer algo? ¡Aquí solo hay arena! —Dijo Pablo. —¡Donde hay una fuente, la vida siempre puede desarrollarse! Los animales vendrán al agua, pronto las primeras plantas germinarán —y luego el suelo se llenará de poder y permitirá que otras plantas germinen—. »Ahora tú también llevas una fuente de la Verdad. »También necesitarás trabajar duro para “cultivar un campo” de tú mismo como conciencia, es decir, para la cognición plena de la Fusión con Dios y plantar un “campo” con muchas semillas. Puedes crecer más y más, y ayudar a otros a hacer lo mismo. Puedes hacerlo donde sea que vivas y trabajes. ¡Y Dios cosechará! »¡Eso es todo! Para nuestros cuerpos, —es hora de partir—. »¡Ya comenzaste a aprender a escuchar por la conciencia y a entender los planes de Dios! »La capacidad de comunicarse por medio de la conciencia con las Conciencias Divinas te ayudará a nunca estar sin la Ayuda y los Consejos Divinos. No solo Jesús y Yo hemos venido a tu vida. Todos los Mensajeros de la Luz siempre están dispuestos a ayudar a aquellos quienes se están volviendo hacia Ellos. ¡Solo llámame! … Se abrazaron. Luego Felipe se fue sin mirar atrás. Una brisa ligera cubría Sus huellas con arena. Pablo llenó la jarra con agua, plegó la tela con el inventario de provisiones dejadas a él por Felipe, y fue hacia las personas… Tres días después, llegó adonde la vida humana ordinaria estaba en pleno apogeo. Y no tenía ninguna evidencia tangible de todo lo que le había sucedido, además del hecho sorprendente de que todavía estaba vivo. |
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