Al otro lado del mundo material/El Viento Divino Rejuvenecedor de Lorenz Bayron
El Viento Divino Rejuvenecedor
de Lorenz Bayron
Este sitio de poder se encontraba cerca del borde del agua.
La marea estaba baja. El mar azul interminable se extendía delante de nuestros cuerpos parados sobre la arena húmeda.
Vladimir me comunicó que ahora con nosotros estaba Lorenz Bayron y luego añadió que Konrad Lorenz también vino. Ellos tienen los nombres parecidos y suelen estar en el mismo sitio de poder, por lo que Vladimir Los llamó simplemente «los Lorenzes».
Estos dos Maestros Divinos me propusieron primero convertirme en un Mahadoble y luego con uno de sus brazos seguir limpiando mi cuerpo.
Comencé a hacerlo, pero de repente escuché el comentario de Vladimir:
—Este oscurecimiento ya está en otro lugar. Se mueve. ¡Es un demonio!
¡Parece que Lorenz Bayron me sostuvo con Sus Brazos; de lo contrario, creo que hubiera caído en todos los sentidos de esta palabra!
Pero no me dejaron entrar en el estado emocional de ayer.
Recordé de los libros de Vladimir que los demonios son las almas de animales pequeños. Estos seres son totalmente vivos y, por lo tanto, es posible hablar con ellos usando el lenguaje del pensamiento e incluso pedirles dejar el cuerpo y trasladarse al otro lugar.
Y lo mismo, en pos de mis pensamientos, repitió Vladimir.
Sin entregarme a reflexiones superfluas, me dirigí inmediatamente a mi «ocupante» ofreciéndole pasar a vivir en un bonito terrón, cubierto de carrizo, que vi en el mar a una distancia de 50 metros de la orilla. ¡Hablé con él con benevolencia, ya que fue Dios Quien lo envió a mi cuerpo! Al final de mi monologo, yo, a pesar de todo, le advertí que no le dejaría en paz y vertería continuamente la Luz sobre él, por lo que él mismo se sentiría desagradablemente.
—¡Oh! ¡Muy bien! —de repente oigo yo. Era Vladimir—. ¡El demonio se fue!
¡Qué alivio experimenté! ¡Una enorme carga dejó de agobiar el alma! ¡Y mi corazón comenzó a llenarse nuevamente con la luz y alegría!
—¡Lorenz Bayron te propone que Le experimentes como un Viento Divino Rejuvenecedor, que te llenes de Él y Le permitas soplar a través de tu cuerpo limpiándolo!
¡Cerré mis ojos y, abriendo los brazos tanto del cuerpo como del alma, dejé que Él me llenara! ¡Otra pequeña victoria!
¡Y el Viento Divino viviente soplaba en mi cara, pasaba a través de mi cuerpo, jugaba con mi cabello y me besaba en los labios!
—¡Lorenz Bayron dice que ahora eres digna de lavarte con Su Viento-Luz! —tradujo Vladimir.
¡Después de mirarme por algún tiempo, Vladimir sonrió otra vez y añadió que mi cara también se estaba transformando día tras día obteniendo cada vez más ternura como consecuencia de tales relaciones con los Varones Divinos!
¡Memoricé bien este Viento Que pasaba a través de mí muchas veces, llenándome de la frescura matutina y del Poder, Poder muy perseverante, Poder de la Libertad! A veces, incluso estando en el departamento, comenzaba a oír el silbido de este Viento en mis oídos.
Con todo, Meniul ya nos estaba esperando en Su sitio de poder, el mismo que visité durante la primavera pasada. Y ahora Él se unió a los Lorenzes recordándonos que era el tiempo de visitarle.