Al otro lado del mundo material/Poemas de Meniul y Besos de Danish Lady
Poemas de Meniul
y Besos de Danish Lady
Siguiendo el sendero, llegamos a la orilla.
¡En aquel lugar era tan maravilloso expandirnos como corazones espirituales sobre la inmensidad del mar!
Descansamos un poco y comimos, escuchando al mismo tiempo a los pájaros y aprendiendo a distinguir sus voces. Sobre todo me maravilló la canción del avetoro. Los sonidos que emitía se parecían a los pitos de un barco de vapor que se alejaba. Si no sabes, nunca adivinarás que éstos provienen de un pájaro.
En el lugar al cual llegamos, yo debía aprender a distinguir claramente las dos «burbujas de percepción».
—Experimentamos cada uno la propia «burbuja alta de percepción» —empezó a explicar Vladimir—. Experimentémosla grande. Luego experimentamos la propia «burbuja baja de percepción», también grande.
»Después examinamos el límite que existe entre éstas. Es un plano horizontal, inclinado ligeramente hacia delante, que pasa un poco más abajo de nuestras vishuddhas.
Mis «burbujas de percepción» ya estaban limpias y transparentes y las podía percibir muy bien. Por lo tanto, me puse a experimentar la inmensidad sobre el mar y a Meniul.
¡A mí me gustaban tanto estas inmensidades! ¡Me volvía de cara y luego de espaldas al mar, disfrutando de la sensación de Libertad, de Alegría y de Ternura de Meniul! ¡Y cuanto más meditaba de este modo, más fuertemente podía experimentarlo a Él!
Poco a poco todos empezaron a acostarse sobre la hierba, sintonizándose con la belleza y armonía que reinaban en aquella zona de trabajo de Meniul.
Yo también me acosté y me puse a contemplar el cielo azul y la verde copa de un abedul, escuchando al mismo tiempo cómo susurraba el viento en la hierba. Siendo arrullada con todo esto, de repente comencé a pensar poéticamente. ¿Cómo así? ¡Nunca me había pasado nada parecido! Agudicé el oído, pero sólo hubo silencio. Me relajé otra vez, me disolví en el deleite de Meniul y entonces de nuevo empezaron a surgir versos:
En el Océano del Eterno Amor
escucho una Voz que me llama.
«¡Te amo —me dice—,
ven y entra en Mí!».
Con alegría esperaba la continuación, pero no logré percibir nada. Probé esforzarme, relajarme, «desconectarme», pero sin ningún resultado. ¡Ya iba a afligirme, pero tampoco lo pude hacer! La Ternura y la Alegría de Meniul llenaron mi interior hasta tal grado que empezaron a «desbordarse». Por esas sensaciones, quise llamarlo a Él con un nombre cariñoso. ¡No obstante, no sabía cómo podía modificarlo de una forma bella! Luego recordé que Le llamaron Alejandro en Su última Encarnación. ¡Entonces, sería Alejandrito! Me alegré muchísimo, aunque no sabía si sería apropiado llamar a Meniul de tal forma y si a Él Le gustaría. Por lo tanto, me prohibí tal trato y solamente sonreía «de oreja a oreja».
Nuestro camino de regreso hacia el tren eléctrico pasaba por el mismo sitio de poder de Danish Lady.
Así que, nos paramos en el mismo cruce de senderos y nos unimos con el Amor del Espíritu Santo.
Danish Lady estaba muy contenta de vernos nuevamente.
De pronto, Vladimir dice:
—Ella te está besando…
—¡Con mucha mucha ternura! —añade Larisa.
¡Traté de corresponderle con lo mismo!