Al otro lado del mundo material/¡El significado de la vida existe! ¡El significado de la vida existe!Hasta allí, yo había estado sumergida en la desesperación total por la falta del entendimiento del significado de mi vida y de todas las cosas que pasaban conmigo. Todo esto —en aquel entonces— me daba una depresión muy profunda. ¡La única cosa con la cual soñé en aquellos años era el amor! ¡El amor en todos los sentidos! Pero este amor, que yo esperaba tanto, no llegaba y no llegaba. Y sólo se presentaban sus insinuaciones muy leves. Y la vida se ponía cada vez más triste y amargada. ¡Yo no sabía para qué me levantaba de la cama cada día, para qué estudiaba, para qué trabajaba, para qué, después de todo, pisaba esta tierra! Siendo una estudiante y sufriendo constantemente de sobrecargas intelectuales, de estrés, de fracasos, ¡me puse a rogar a Dios que me hiciera regresar! ¿Por qué regresar? ¿Y a dónde regresar? Yo no lo sabía. Pero tenía la sensación de que, antes de venir a este mundo de la materia densa, allí estaba muy cómodo, pero aquí, en cambio, era la oscuridad total. Educada por mis padres en la tradición de la iglesia ortodoxa, donde Dios Padre es un abuelito sentado sobre una nube, yo creía que Él no podía enviarme al infierno solamente porque me sintiera tan infeliz. ¡Y, pues, no se dividen las personas únicamente en «santos» y en «pecadores»! A unos, al paraíso, y a otros, al infierno. ¿Y qué hacer con los demás, quienes no son ni «santos» ni «pecadores» o delincuentes? ¡Y ellos son la mayoría! Y si creemos que el hombre vive sólo una vez en la Tierra, ¿adónde va toda esta multitud de personas después de la muerte de sus cuerpos? ¡Pues a lo largo de la historia de la humanidad en la Tierra, si tomamos en cuenta que cada día mueren millones, el espacio que existe entre el paraíso y el infierno debería estar superpoblado! Así reflexionaba y después me propuse el objetivo de encontrar la Verdad, encontrar para qué tanto yo como todas las otras personas aparecieron en la Tierra. ¡Nunca he dudado que Dios nos ama a todos, pero quería saber qué era lo que estaba haciendo mal y qué podía cambiar y mejorar al respecto! Como resultado de aquellas reflexiones, acepté los conceptos de la reencarnación y del karma como los puntos de referencia en mi concepción del mundo. Estos términos fueron asociados en mi mente con el budismo. Así que, habiéndome «aferrado» a esta corriente religiosa, yo decidí «atacar» la biblioteca con el fin de llegar a saber todo sobre ésta. Sin embargo, para suerte mía, me crucé de una vez con el libro de Vladimir Antonov Metodología del yoga. Las palabras «yoga» y «metodología» llamaron mi atención. ¡Esto sonaba científico!
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