Al otro lado del mundo material/¿después de todo, David era mi mamá o…?
¿después de todo,
David era mi mamá o…?
En aquel día íbamos con Vladimir al bosque para visitar a David Copperfield y a Sarkar.
La alegría y la agitación se mezclaron en mí, porque estaba esperando pacientemente aquel encuentro desde el momento en el que David anunció que yo era Su hija en cierto sentido.
No quería ser molesta, pero dado que Él dijo esto, supuse que Todos esperaban e incluso tenían planificado que yo hiciera mis preguntas.
En cuanto nos acercamos al bosque, Vladimir me comunicó que David ya estaba aquí, aunque hasta su sitio de poder faltaban unos dos kilómetros. Así que, luego nosotros ya estábamos caminando dentro de Él como Conciencia, disfrutando de Su Éxtasis. ¡Y aproximadamente después de media hora, nos encontramos en Su Rostro!
Aquel sitio de poder era pequeño en comparación con otros sitios conocidos por nosotros. Estaba localizado en una senda de bosque donde también pasaba un arroyo que la cruzaba.
Vladimir comentó que David estaba muy contento, sonreía y me abrazaba. ¡Era verdad! ¡Su Ternura llenaba todo mi interior!
«¡Sería maravilloso poder ver a David aquí como Lo vi en el televisor!», pensé yo. Y enseguida vi Su imagen casi material: cabello negro ondulado, una camisa blanca, unos jeans negros. ¡Él sonría resplandecientemente como siempre!
Sin embargo, me dí cuenta de que esto no era todo lo que yo pudiera experimentar. Por ejemplo, Vladimir decía que David estaba acariciando mi cuerpo y me preguntó si lo estaba sintiendo claramente. Era obvio para mí que mis capacidades de ver y de experimentar lo inmaterial todavía requerían más práctica.
¡Por otro lado, lograba disolverme muy bien en David!
—David dice —Vladimir empezó a transmitir Sus palabras— que le gustaría mucho llevarte en Sus Brazos por toda la Tierra. No obstante, Él entiende que no eres solamente Tania, sino también Gurú Nanak-2, uno de los muy dignos Gurús, pero todavía no Divino. También dice que vas a realizar totalmente tus capacidades gracias al «desarchivo» de la Kundalini y a medida que tu poder del alma crezca.
»En otras palabras, debemos seguir trabajando y desarrollando lo que hemos empezado, aunque primero debes realizarte como Gurú Nanak-2 y sólo después como Tania.
»Así que, ahora experiméntate como Nanak. Y entonces, como dice David, serás casi igual a Él.
Al escuchar la última frase, me pareció que me desperté dentro de un cuento de hadas. ¿Es algún tipo de broma? ¡Sé que a los Maestros les gusta mucho bromear, aunque no percibí en aquellas palabras un tono jocoso!
Yo, por supuesto, sé volar… en los sueños. Y hasta atravesaba varias veces las paredes… también en los sueños. Además, Sathya Sai nos enseñaba —en una de Sus zonas de trabajo— a «caer atravesando la tierra» en Su dimensión espacial. En aquella Luz extática era posible volar fácilmente con la ayuda de los brazos-alas y disolverse. ¡Pero ahora estamos hablando de las facultades en el mundo de la prakriti!
Recordé cómo David, durante Sus presentaciones públicas, antes de tomar a las chicas en Sus brazos y levitar con ellas sobre la sala, les preguntaba si ellas volaban en sus sueños.
¡Qué pena que yo no estuviera allí!
Con todo, se supone que ser casi como David significa, entre otras cosas, poseer las mismas facultades que Él posee. Volví a preguntar como si no hubiera oído del todo bien.
—¿Con David? ¿Seremos casi iguales con David?
—Sí.
Vladimir estaba imperturbable, como si para él esto fuera lo más natural del mundo. Él también se alegró por lo que habíamos oído de David, pero no se sorprendió. ¡En cambio, para mí era como decir a un gatito que es un león!
—Estamos hablando del nivel del desarrollo evolutivo que lograste en tu encarnación pasada —continuó Vladimir—. ¡Es un nivel de desarrollo muy estimado por Dios!
»Por lo tanto, ahora debes tratar de aprender a experimentarte como Nanak.
Vladimir se enfrascó en la contemplación de mí en mi encarnación pasada:
—Tenías un cuerpo «de hueso ancho», bien nutrido, pero no gordo, sin una panza sobresaliente. Un gran corazón espiritual predominaba y la tranquilidad de la conciencia era poderosa e inalterable.
»¡Cuando lo recuerdes bien y aprendas a vivir en aquel estado, será para ti un gran paso hacia la Victoria total!
En otras palabras, debes combinar aquel potencial tuyo con las nuevas etapas del desarrollo de la conciencia que estás dominando ahora.
Me asombraba en silencio tratando de abarcar con la mente toda esta nueva información tan estupenda.
Ni siquiera sabía qué podría «agarrar» primero con mis pensamientos, qué debería preguntar. En este momento recordé mi pregunta inicial con la cual quería dirigirme a David.
Primero intenté preguntar yo misma. Pero no lograba escuchar la respuesta, ya porque no era capaz o porque Él no contestaba aludiendo a que esta pregunta era insignificante.
En este momento, Vladimir empezó a describir lo que estaba viendo:
—David señala con la mano tu meridiano central con algún fin. ¿Qué quieres decir con esto, David? Él dice que debes tratar de mantener el meridiano central siempre abierto para que los Maestros Divinos puedan entrar en éste e incluso alcanzar tu rostro y ojos. Además, Él dice que debemos seguir caminando, pero al regreso tendremos la oportunidad de conversar más con Él. Con todo, David nos va a seguir acompañando y será posible conversar con Él también durante el camino.
—¿Y puedo hacer a David unas preguntas a través de Vladimir? ¡Es que así resulta mucho más confiable!
—Bueno, aunque lo podrías hacer por ti misma.
—Quería preguntar sobre la «hija»…
—¡Pero ya lo entendiste! ¡No eres la hija en el sentido material! —contestó Vladimir—. El hecho es que simplemente existen las personas que se acercaron muchísimo al Creador según la calidad y el tamaño del alma. Y ellas son tan estimadas por Dios que Él les expresa Su amor, incluso, llamándoles «hijo» o «hija».
»¿Tú, a pesar de todo, quieres preguntar otra vez si eras la hija de David en el plano material? Pero Él no contesta, ríe y te abraza. Debes comprender que el parentesco material no tiene importancia.
—Sí, lo entiendo —me sentí avergonzada—. Claro que esto no tiene mucha importancia, simplemente me daba curiosidad.
—La curiosidad —en esta situación— es muy comprensible. ¡Pero el parentesco físico realmente no tiene importancia!
—Sí, claro. Pero sigo recordando mi reacción emocional cuando tú me comunicaste aquellas palabras de David.
»¡Pues qué “coincidencia” tan maravillosa que cuando llegué a saber por primera vez sobre Quien era David realmente, Él pronto visitara, también por primera vez, mi país con Su espectáculo! ¡Y hasta pude asistir!
»Sólo me da lástima que no me haya atrevido a acercarme a Él en aquel entonces, aunque era muy fácil de hacer, según me dijeron.
»Y después soñé con David frecuentemente.
—Sí, todo esto es bueno —continuó Vladimir—, porque aumentó tu amor por Él.
»Sin embargo, la curiosidad excesiva, dirigida a los cuerpos físicos y no a lo que contribuye al desarrollo espiritual no debe ser estimulada en uno mismo.
»¡Simplemente, experiméntate como una Hija de Dios y sé consciente de que estás ante el umbral de la Autorrealización total!
»Jesús también habló de Él Mismo como del Hijo de Dios, pero en este caso aquella expresión significaba otra cosa: un Mesías Que viene de Dios y que nace, por decirlo así, de Dios en la Tierra.
»Pero en nuestra conversación actual, usamos este mismo término en otra acepción. Lo usamos para designar el estado del “acercamiento a la Unión total con el Creador”. Esta etapa del desarrollo también puede ser denominada como arraigamiento en Dios. Ya la has empezado, puesto que ya sabes entrar en la Unión con los Espíritus Santos y con la Conciencia Primordial en Su Morada. Y aunque son todavía unos episodios muy cortos, a medida que vayas esforzándote, serán cada vez más largos y más fáciles de lograr. Es de esta manera como se realiza el arraigamiento gradual.
»¡A propósito, quiero destacar que los términos unión y arraigamiento no deben ser entendidos como unos actos instantáneos, a pesar de que tal opinión está expresada e impuesta por algunos pseudogurús! Pero no, no son actos instantáneos, sino un proceso gradual y largo de autotransformación. Y la “perdida de la forma humana” es uno de los componentes del proceso del arraigamiento en Dios. ¡Un componente esencial!
»¡Sólo una aspiración correctamente dirigida e intensa permite progresar en las etapas más altas del Camino espiritual! Si uno se relaja diciéndose que ya ha logrado todo lo que es posible lograr y que no hace falta nada más, entonces deja de progresar, lo que inevitablemente provoca una caída desde las alturas alcanzadas.
»¡La Perfección se obtiene solamente si uno avanza constante, empeñosa e inexorablemente!
»¡Para esto se necesita, más que nada, el amor hacia la Meta Final! Ya que si uno no tiene tal amor, ¿para qué va a esforzarse? Mejor voy a tomar una cerveza, ver la tele o charlar con mis amigos sobre los principios del perfeccionamiento espiritual…
Yo escuchaba en silencio. Bueno, si yo no era hija en el sentido directo de esta palabra, ¡que así sea! Casi me resigné. Por lo menos, ahora no tengo que sufrir tratando de combinar dos actitudes hacia David, una como hacia una mamá y otra como hacia un Representante del Creador.