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Ensayos sobre lo Principio/El comienzo del Camino espiritual

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El comienzo
del Camino espiritual

La mayoría de las personas que se consideran espirituales —se dedican a prácticas que no están relacionadas para nada con lo espiritual—. Tanto los diversos movimientos corporales de los rituales «religiosos», saltar o caminar sobre fuego, el canto coral de mantras rituales con ásperas voces ájnicas*, las suplicas a Dios, el «sexo grupal», la «orinoterapia», el uso de drogas o plantas psicotrópicas en aras de «salir al plano astral», el sacrificio de animales «para Dios», así como cercenar diversas partes del cuerpo humano (corte de prepucios y clítoris) y otros caprichos similares, todos esto y más por el estilo, —no nos hacen mejores ante Dios, y definitivamente Dios no necesita esto de nosotros—.

Para aprender a distinguir las prácticas verdaderas de las falsas, se requiere una comprensión correcta del significado de nuestras vidas en la Tierra y cómo implementarlo. Y lo que es más importante, —se debe tener una idea clara de Qué y Quién es Dios—. Sólo en este contexto es que se puede progresar en el Camino espiritual con éxito.

Dios, no es esta o aquella criatura, ni este o aquel elemento de la naturaleza, ni este o aquel abuelo-poderoso que gobierna desde una nube. Dios es: —el Océano Universal Eterno de Conciencia Viva de proporciones infinitas que subyace tras toda la Creación—. Y nosotros vivimos y tenemos nuestro ser dentro de este Océano inconmensurable.

Los fisiólogos ateos y los descreyentes necios con diversos títulos, han inducido a las masas de personas a creer que el pensamiento, la memoria y las emociones son funciones del cerebro. Pero esto no es así. Todas estas propiedades son funciones de las estructuras no materiales del cuerpo, como el alma y la conciencia. Y el papel del cerebro es asegurar el contacto adecuado del alma encarnada con el entorno material con el que interactuamos y en el que debemos desenvolvernos.

Después de la muerte del cuerpo, cada alma suficientemente desarrollada continúa viviendo, recordando lo importante, y pensando y reaccionando emocionalmente. Y es posible comunicarse con esas almas. Es así que, lamentar la muerte del cuerpo material de alguien es síntoma de ignorancia espiritual y de egocentrismo dados en términos tales como: «¡¿Por qué me dejaste?!», «¡¿Cómo podré vivir sin ti?!».

Dios nos encarna en la tierra con el único fin de darnos la posibilidad de desarrollarnos en el camino ascendente de las almas. Para que, habiendo logrado un alto grado de desarrollo, podamos ser aceptados por nuestro Creador común en Su Ser Divino Universal. Debemos tratar de llegar a ser dignos de esto, principalmente por nuestro amor hacia Él. Y debemos tratar de desarrollarnos de manera tal que —cuando seamos aceptados por Él— lo enriquezcamos con nuestras experiencias.

Ahora bien, basados en este conocimiento, es muy fácil ver cuán dañina es la afirmación de algunas sectas modernas que plantean que ¡cualquier esfuerzo espiritual es inaceptable, ya que uno puede llegar a enorgullecerse de sí mismo! ¡Y el orgullo, dicen, es el peor pecado!

Pero Jesús dijo: «…Aprended de mí…» (Mateo 11:29) y «…¡solo los valientes arrebatan el Reino de los Cielos por su fuerza y se aferran a Él!» (Mateo 11:12).

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Existe el concepto de la Santísima Trinidad. Esto se refiere a la Unidad de Dios-Padre, Dios-Hijo y Dios Espíritu Santo.

Para entender lo que Dios Padre es tenemos los siguientes sinónimos: la Conciencia Primordial, el Creador, Ishvara, Alá, Jehová, Svarog y otros tantos sinónimos que provienen de diversas lenguas.

Dios Espíritu Santo, es un Humano no encarnado, hombre o mujer, que ha alcanzado la Perfección Divina. Y hay infinidad de estos Espíritus Santos. Asimismo, es la Unión de Todos los Espíritus Santos en Un Gran Todo Unido —lo que Dios Padre es—.

Así, Espíritu Santo se usa en un sentido colectivo. Esto debe tenerse en cuenta en nuestras explicaciones.

Si alguien dice que habla con Dios y que recibe instrucciones y consejos de Él, esto suele implicar una comunicación con algún Espíritu Santo específico o el Espíritu Santo en general, y raramente directamente con Dios.

Pero, ¿dónde está la línea entre la verdadera comunicación con el Espíritu Santo y las fantasías o incluso la psicopatología? Los criterios más importantes a considerar son: a) el nivel de sutileza de la conciencia y b) el estado de dicha de quien establece el contacto. Esto es así porque los Espíritus Santos no establecen contacto con seres encarnados agrestes e inquietos.

Recordemos que los Espíritus Santos —son y habitan— el grado más sutil de la conciencia universal. Siendo el infierno —por su violencia y tosquedad—, el extremo opuesto en la «escala universal de sutileza-grosería».

En conclusión: es necesario que dominemos el arte de la autorregulación psíquica para lograr el más alto grado de sutileza. (Detalles en el libro «Ecopsicología»).

… Y Dios Hijo (o Hija) se refiere a un Espíritu Santo encarnado en un cuerpo humano específico, o a un Ser encarnado que ha alcanzado la Perfección en la presente encarnación y que continúa habitando Su actual cuerpo material. Algunos sinónimos para Dios Hijo son: Cristo, Mesías, Avatar…

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Para acercarse activamente a la Perfección, uno necesita desarrollarse en tres áreas principales: Amor, Sabiduría y Poder (y en este orden específico).

El Amor, implica ser un corazón espiritual desarrollado, sutil y generoso.

La Sabiduría, es el conocimiento práctico de la naturaleza multidimensional tanto del Creador como de Su Creación. También, el conocimiento de la psicología evolutiva fundamental del hombre y de las otras especies biológicas evolutivas.

Y el Poder o Portento Divino, es el resultado del más alto nivel de Fusión de la individualidad del Espíritu Santo o Avatar —con el Creador Universal—.

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Una vez hayas encontrado el conocimiento correcto acerca de Dios, debes comenzar a estudiar Su Enseñanza, presentada hoy en día tanto en materiales literarios como en videos. Esto incluye los nuestros.

Al mismo tiempo, es importante no solo leer o escuchar las recomendaciones de Dios y estar de acuerdo con ellas exclamando: «¡Qué grande y hermoso lo expuesto!». ¡No! ¡Esto no será suficiente! Uno debe hacer carne estos principios con todas las fuerzas y cambiar la vida propia según ellos.

Y a medida que vayamos descubriendo nuestros propios errores éticos, —debemos arrepentirnos y sentir vergüenza de ellos—. (Más detalles sobre esto en mi artículo «Estuve enfermo de cáncer más de una vez» y en nuestros otros materiales).

A lo que se apunta con aplicar las Enseñanzas de Dios a uno mismo —es a deshacerse de los propios vicios—. Y cada cual debe hacer esto por su cuenta propia. Nadie lo puede hacer por uno. Es un trabajo personal y voluntario.

… ¿Y dónde está Dios? Dios permea todo el espacio multidimensional pero habita en las capas más sutiles del mismo. Por lo tanto, generalmente no Le vemos, pero Él sí nos ve a nosotros claramente.

Él es plenamente consciente de lo que todos y cada uno de nosotros estamos haciendo, deseando, soñando, planeando, lamentando, temiendo, odiando, amando…

Y nosotros no Le podremos ver hasta que no nos hayamos desarrollado lo suficiente espiritualmente. Además, como Dios sabe todo acerca de todos los seres, Él construye sobre esta base el destino de cada cual.

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El más transcendental principio ético es —no hacer daño a ningún ser—. Inclusive llevarlo hasta el nivel de —ni siquiera ser una molestia para nadie—.

En relación a esto, la actitud hacia las demás personas puede basarse en el principio: ¡que cada uno estime a los demás tanto o más que a sí mismo!*

Y para quienes quieren conocer a Dios, pero no pueden dejar de fumar, de alimentarse de animales asesinados, u otros vicios… —tendrán que contentarse con asistir al templo de su preferencia y hacer los movimientos religiosos que se les pida— ya que aún es demasiado pronto para que transiten el verdadero Camino espiritual.

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¿Y cuál es el pensar de la mayoría de quienes se consideran creyentes de Dios? «Condenar a todos los que piensan diferente que yo».

… ¡Pero si Dios —que es Amor— debería ser el centro de atención de cada creyente!

¡Con tales emociones de condena hacia los demás —jamás podrá uno acercársele siquiera—!

Una alternativa a la condena es la tolerancia. Tolerancia hacia quienes piensan diferente que yo.

… Una vez, escuché en una transmisión de radio el final de una conversación con una mujer. Expresaba su opinión sobre lo que ella entendía por libertad. Decía lo siguiente:

«¡Si quiero nadar desnuda, nado desnuda! ¡Si quiero nadar en shorts, nado en shorts!

»¡Y que no me condenen, incluso mentalmente! ¡Que simplemente me admiren si les gusta lo que ven!

¿Y acaso no tiene ella razón, con algunas salvedades?

¿Realmente le importa a Dios si quien nada o medita está vestido o desnudo? ¿Realmente le importa a Dios cómo se viste el devoto que se dirige hacia Él con toda su alma y con todo su amor?

… Los representantes del infierno tienen intolerancia hacia la belleza, dañan tanto a otros seres como a ellos mismos con sus emociones y acciones negativas.

… ¡Gran error cometen quienes dedican su vida a condenar a los demás! ¡Y al contrario, quienes identifican sus propios vicios y se deshacen de ellos —pueden mejorarse hasta merecer una vida en el paraíso—!

¡Es de lo más conveniente y necesario —empezar algún día a mejorarse a sí mismo y seguir esa vía—!

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A continuación, una breve explicación de cómo se debe comenzar a trabajar con el corazón espiritual, y cómo esto se expone en el libro «Ecopsicología» y en nuestros otros materiales.

Primero, para desarrollar el corazón espiritual aprendemos a expandir y limpiar el chakra anahata (junto con los otros chakras y meridianos principales). Luego, nosotros mismos nos convertimos gradualmente en este corazón espiritual, y crecemos, crecemos, abrazando las extensiones sobre mares, montañas, llanuras… y luego, abrazamos las extensiones cósmicas… Al mismo tiempo, recordamos la necesidad de estar siempre en Unión con Dios.

Las meditaciones en la naturaleza y la armonía en la comunicación con nuestros compañeros en desarrollo —también pueden ayudar en esto—.

Uno debe aprender a meditar con los ojos del cuerpo material abiertos. De lo contrario, la clarividencia no se desarrollará.

Todas las meditaciones de los niveles superiores se llevan a cabo con la expansión de la conciencia hacia atrás desde el chakra anahata.