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Ensayos sobre lo Principio/Alma y conciencia

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Alma y conciencia

El hombre o el ser humano —no es un cuerpo—. Es un alma, una conciencia, que puede estar en estado encarnado o no.

Lo mismo aplica a todas las demás criaturas, incluidos animales y plantas.

Según lo planeado por el Creador, el desarrollo evolutivo de las almas debe darse en toda la multidiversidad de seres encarnados —desde las formas más simples hasta las formas más complejas—. El propósito de este Proceso es, en la medida de lo posible, que cada alma se desarrolle a sí misma hasta la Perfección y se fusione con la Conciencia Primordial Universal, enriqueciéndola consigo misma.

Tal Proceso de desarrollo tiene lugar en una serie de muchas encarnaciones.

Para lograr que este Proceso se complete con éxito sin padecer sufrimientos innecesarios, cada persona debería intentar entender lo arriba mencionado y vivir su vida de acuerdo con este Conocimiento.

Además, cada persona está dotada de la libertad de elegir su propio camino a través de sus propias acciones, ya sea —hacia el Creador (Dios, la Conciencia Primordial)— o en dirección opuesta, con intenciones contrarias a la Voluntad de Dios, que inevitablemente terminarán en actos criminales (desde el punto de vista de Dios).

Así, las criaturas que «por sí mismas» han elegido el camino criminal, una vez desencarnadas y en recompensa, se ven obligadas a habitar en el infierno rodeados de otros criminales como ellos.

Y si es que vuelven a encarnar —será en condiciones de vida verdaderamente difíciles en la Tierra—.

Por lo tanto, queda claro que cualquier ritual religioso o de oración «por los muertos», no cambia en lo más mínimo el destino que ya se han ganado por sus propios actos los seres desencarnados.

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La esencia de cada criatura (humana, animal o vegetal) no es en absoluto su cuerpo material, sino una condensación de energía viva encarnada en cada cuerpo viviente.

Con la muerte del cuerpo, esta condensación de energía se libera de su capa material y comienza la fase no encarnada de su vida. A esto le sigue una nueva encarnación, cuya calidad estará determinada por la calidad de la encarnación anterior.

A estas condensaciones se les llama almas. O, espíritus. Estas palabras son casi sinónimos. Ahora bien, a lo que se le llama fantasmas, no son más que espíritus que se han condensado hasta tal punto que pueden ser vistos con la visión ordinaria.

Las almas pueden ser muy diferentes. Los principales criterios para evaluarlas son a) su tamaño y b) qué lugar ocupan en la escala sutileza-grosería. Las almas sutiles, por su calidad, van al paraíso como su morada «póstuma». Las almas burdas —al infierno—.

Basado en estos criterios, uno puede cambiar su estado propio utilizando las técnicas descritas en nuestros libros y filmaciones.

El comportamiento de las almas encarnadas —pequeñas y viciosas— es impulsado principalmente por sus reflejos e instintos genéticamente inherentes (patrones innatos de algunas formas de comportamiento).

Un alto nivel de inteligencia indica la posibilidad de desarrollo para un alma dada.

El comportamiento de las almas que han superado con éxito una parte importante de su camino evolutivo también está determinado por la capacidad de ser conscientes de sí mismas en situaciones diversas. El término conciencia, es un atributo del alma «consciente de sí misma» en contraste con las almas menos maduras.

Pero, ¿qué es exactamente «ser consciente de sí mismo»? Es la capacidad de observar y evaluar los pensamientos, emociones y acciones propios como si uno imparcialmente los viera funcionar desde afuera, y de comparar su calidad hasta con incluso las Enseñanzas de Dios. Si miramos con atención, se puede ver que muy pocos de quienes nos rodean tienen esta habilidad.

«¿Quién soy? ¿Dónde estoy?» Son preguntas que si a menudo nos las hacemos, ayudan a desarrollar la conciencia.

Ser consciente —es señal de conciencia—. Una persona consciente de sí misma se da cuenta de sus propios errores éticos, se arrepiente de ellos, y lucha por corregir su comportamiento. Más la persona inconsciente, en su descaro, se ve a sí misma como éticamente acertada y desde su interior clama, ¡arrepiéntanse ustedes, horda de pecadores!

… La capacidad de ser consciente de sí mismo también se puede observar en representantes específicos de especies animales desarrolladas, como por ejemplo, en los perros.

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En el esoterismo, las palabras alma y conciencia no suelen diferir, se habla indiferentemente de alma o de conciencia. Pero la diferencia entre estos términos existe en un examen más exhaustivo.

En la tradición espiritual india, jiva es el término para alma, y buddhi para conciencia. Un alma que se desarrolla con éxito, se va gradualmente haciendo consciente de sí misma, es decir, se va transformando en conciencia.

Existe una metodología para el desarrollo del alma hasta el estado de buddhi y más allá. Se denomina Buddhi yoga y la exponemos en detalle en nuestros libros y filmaciones.

Con la ayuda de las técnicas del Buddhi yoga, uno puede refinar la conciencia de sí mismo con relativa facilidad hasta el nivel de los Espíritus Santos, y crecer en el aspecto cuantitativo del desarrollo hasta dimensiones planetarias y más aún. Una vez hecho esto, la Conciencia Primordial te invita a entrar en Su Morada y a fusionarte con Ella para siempre.

… Pero se debe comenzar el camino del desarrollo propio, no con el Buddhi yoga, sino con una profunda purificación en sí mismo de las cualidades espirituales negativas de las que hablamos en cada uno de nuestros libros (www.swami-center.org).

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Los fisiólogos ven en el cerebro, el único órgano capaz de inteligencia. Lo que es falso y lleva a un callejón sin salida.

Después de todo, los seres no encarnados piensan y transmiten sus pensamientos, opiniones e impulsos, por ejemplo, a otras almas encarnadas. ¡También experimentan emociones vívidas y su memoria es incluso mejor que cuando estaban encarnados! Uno puede aprender a comunicarse con ellos, abrazarles, hablarles, regocijarse juntos, y no de peor forma que con otros seres amigos encarnados humanos o animales.

¡Y no hay necesidad de explicar cuán bendita y significativa es lograr esta comunión con los Espíritus Santos, —los Representantes del Creador—! ¡Puedes aprender a fusionarte con Ellos y a sentirlos constantemente como tus Maestros Divinos personales!

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¿Y qué es la telepatía? Los científicos que intentan entender el mecanismo de este fenómeno buscan el secreto en el cerebro, en su radiación. ¡Pero lo conveniente sería que se desarrollasen a sí mismos como conciencias, y entonces todo se aclararía para ellos por su propia experiencia! De hecho, durante los contactos telepáticos, las conciencias se conectan transitoriamente, y la información así transmitida se vuelve común para dos o más individuos, sean estos personas o animales.

De hecho, la telequinesis, la teletransportación, la levitación, y entre otros, los diagnósticos y las curaciones a distancia —son realidades llevadas a cabo por las conciencias humanas altamente desarrolladas—.

Así, —los Obradores de Milagros Divinos— son Quienes se desarrollaron a Sí mismos en esta o en encarnaciones anteriores, a través de los métodos del Buddhi yoga.

… Y el mencionado cerebro —no es más que un órgano diseñado para garantizar un desenvolvimiento promedio adecuado en el mundo de la materia—.

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En la actualidad, la mayoría de las personas encarnadas en nuestro planeta no reflexionan sobre el sentido de sus vidas. Simplemente se entretienen buscando dinero, placeres y comida —mientras se reproducen—… Y no encontrando suficiente satisfacción en ello, muchos se obsesionan con las drogas, el alcohol, o terminan sus encarnaciones en el suicidio…

¡Pero existe un significado para la vida en la Tierra! ¡Dios lo explica! ¡Y tiene el mayor sentido hacer Su Voluntad!