Comment Dieu Peut-Il Être Connu/Destino y arrepentimiento Destino y arrepentimientoExiste la opinión de que la gente va al infierno o al paraíso debido a sus decisiones o actos. Esto es verdad pero con otro infierno y paraíso, el infierno y paraíso en sentido figurado, es decir, qué pasará en nuestra próxima encarnación. Es decir, esto concierne al destino que cada quien construye para sí mismo mediante sus decisiones y actos éticamente significativos. Dependiendo de esto, el Supervisor de nuestros destinos —el Espíritu Santo (Brahman) Quien controla a todos los espíritus — escoge para cada persona un lugar correspondiente para el siguiente nacimiento y los correspondientes padres, escoge un cuerpo y las enfermedades para la siguiente encarnación, hará que esta persona conozca a determinadas personas, buenas o malas, inteligentes o tontas, etc. Y si en el presente tenemos defectos que nos permiten, por ejemplo, causar dolor y sufrimiento a otros seres, entonces en el futuro nos encontraremos en situaciones en las que experimentaremos el mismo sufrimiento, para aprender mediante nuestro propio dolor a ser compasivos con el dolor de otros. De esta manera al causar dolor físico a otros, programamos este dolor para nuestros propios destinos; robando ahora, construimos nuestros destinos de forma que seremos robados en el futuro. Y la única forma de evitar tales consecuencias es el arrepentimiento sincero, ¡al grado de liberarnos para siempre de la capacidad de cometer tales actos! Y los destinos de aquellos que han aprendido a no causar sufrimiento a otros seres se vuelven mucho más auspiciosos. Existen también defectos tales como la pereza en los esfuerzos espirituales, el egocentrismo y los apegos a lo terrenal. Ellos también obligan a Dios a causarnos dolor para forzarnos a que nos desarrollemos más rápido. Por ejemplo, liberarse de los apegos terrenales, incluyendo el apego al propio cuerpo, puede ser muy doloroso si no comenzamos a combatirlos nosotros mismos por nuestra propia cuenta. Paralelamente, tiene que ocurrir el proceso de desarrollar un apego más noble, el apego-amor por el Creador. Y esto puede llegar a ser posible sólo gracias al trabajo psicoenergético sobre uno mismo: sólo la conciencia desarrollada tanto en el aspecto cualitativo como cuantitativo puede acercarse al Amado y conocerlo. El trabajo intensivo dedicado a la lucha contra los apegos terrenales es apropiado sólo para aquellos que han llegado a la cúspide de la escalera de la ascensión espiritual. Para otros tal trabajo no es aconsejable. Por el contrario, los buenos apegos terrenales de amor contribuyen a la evolución al estimular el desarrollo de la capacidad para sacrificarse uno mismo con el propósito de ayudar a otros. …Uno de los métodos poderosos para liberarse de los defectos es el arrepentimiento. Pero la forma de arrepentimiento sugerida a los creyentes en Rusia no es efectiva y no conduce al éxito. Esta forma es la siguiente: En general pecar es malo, por supuesto. Sin embargo, todos somos pecadores; todos cometemos pecados, y de todos modos no podemos evitar pecar. Además, ¡aquellos que no pecan se vuelven orgullosos! ¡Y el orgullo es el pecado más terrible! Dios es misericordioso; Él nos perdona nuestros pecados. Todo lo que se necesita hacer para recibir Su perdón es venir a confesarse a una iglesia y reportar a Dios a través del sacerdote todos los actos pecaminosos. Después de eso uno puede cometer pecados otra vez, ¿por qué no? Dios es misericordioso; Él nos perdonará otra vez si no nos olvidamos de venir a confesarnos, por supuesto… En la Iglesia católica en la Edad Media esta tendencia fue desarrollada hasta llegar al absurdo: uno podía pagar por anticipado por los pecados que quisiera cometer e incluso obtener un recibo de pago llamado indulgencia. Fue entonces que en la Europa occidental se levantó el movimiento protestante, el cual protestaba contra tal práctica de profanar la religión y engañar a los creyentes. De esta manera se formaron las Iglesias protestantes, las cuales llamaban a la gente a establecer relaciones personales con el Dios viviente sin intermediarios encarnados o no encarnados [20]. La verdad acerca del arrepentimiento consiste en lo siguiente: la esencia principal del arrepentimiento es un análisis intelectual seguido por el arrepentimiento, por las emociones de arrepentimiento, en lugar de un reporte «formal» o una «disculpa» formal. La esencia del arrepentimiento debe ser la compasión —no hacia uno mismo por el hecho de que Dios me castigará— sino hacia las víctimas de mis actos errados. En general, el objetivo del arrepentimiento es liberarse de defectos concretos (rasgos del carácter, características del alma) los cuales resultan en manifestaciones concretas llamadas pecados. El arrepentimiento correctamente llevado a cabo rinde buenos frutos incluso si no nos dirigimos a Dios sino que nos dirigimos a las víctimas de nuestros pecados con el propósito de hacer reparaciones por nuestros actos errados. Si uno no puede hacer esto, por ejemplo, debido a la muerte de las víctimas, incluso en esta situación uno se puede arrepentir ante ellas: ¡los espíritus de personas y animales pueden percibir muy bien todos los discursos dirigidos a ellos por parte de personas encarnadas! Al desarrollar o destruir defectos en nosotros, construimos nuestros destinos, tanto para la vida presente como para las futuras vidas terrenales. * * * Una vez, uno de mis estudiantes, el cual tenía una vista muy mala, me pidió guiarlo a un lago en un bosque. Era aproximadamente a cinco kilómetros de distancia de su casa de campo. Caminamos por senderos en el bosque de abetos falsos. Alrededor de nosotros había hormigueros gigantes, y todos los senderos estaban llenos de hormigas. Yo caminaba con cuidado tratando de no pisarlas. Pero él no podía ver las hormigas, y a pesar de todas mis advertencias acerca de los sitios con muchas hormigas y los intentos de guiarlo de manera que evitara pisarlos, después de sus pasos muchas hormigas quedaban mutiladas, retorciéndose de dolor en el suelo… Nadamos en el lago y regresamos a casa. Él estaba muy agradecido conmigo y me preguntó: —¿Cuándo volveremos a ir al lago? —Escucha: ¡esta caminata arrebató la vida de muchos miles de hormigas y muchas otras quedaron mutiladas! —¿Y qué con eso? ¿No puedo ir yo al lago debido a ellas? —¿Tú qué crees? Él se sintió tan ofendido que desechó de su vida todo lo bueno que aprendió de mí. Incluso comenzó a comer cerdo… …Pronto un carro lo atropelló. El conductor lo llevó al hospital, le pidió disculpas, se preocupó por él. Él sobrevivió, pero por largo tiempo sufrió por los huesos rotos de la pelvis. Aunque este accidente fue su culpa, decidió demandar al conductor para desquitarse de él. …Yo pude imaginar cómo se retorció su ego al enterarse de que yo me había rehusado a castigar a mis asesinos… …Él hizo todo esto a pesar de lo que sabía sobre Dios. Yo le había leído muchos libros de sabiduría… …Recordemos la parábola de Jesús acerca del Sembrador que salió a sembrar… ¡Tan poca gente se prepara a sí misma como un buen suelo para recibir las Semillas de la Verdad!... * * * Una araña trabaja duro por largo tiempo para construir su red, ¡una obra maestra de arquitectura! ¡Y es tan fácil para nosotros destruirla con un simple movimiento y de esta manera privar a este animal (útil para nosotros) de su medio de subsistencia! De esta manera también construimos nuestro karma negativo. ¡Y si algún día Dios nos priva de nuestra propiedad, entonces recordemos las redes de araña destruidas por nosotros (con intención o sin intención) y arrepintámonos! ¡Pero es mejor arrepentirse antes y nunca ofender a nadie sin una justificación válida!
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