Comment Dieu Peut-Il Être Connu/Inicios de una Escuela espiritual Inicios de una Escuela espiritualUna vez, estando en Moscú, visité por vez primera la Galería Tretyakov. La pintura Cristo en el Desierto me impresionó de manera especial. En ésta, el artista I. N. Kramskoy retrató a Cristo decidiendo, a pesar de la amenaza del calvario, salir a salvar a la gente predicándole al Padre Celestial y el Camino a Él, el Camino del Amor. Estuve de pie delante de esta pintura-ícono por largo tiempo tomando la misma decisión. Y le pedí a Dios que me ayudara en esto. Sentí que mi petición fue aceptada. Pero no podía imaginarme cómo llevar a cabo esto en las condiciones de espionaje total, en un país gobernado por una banda de ateos criminales. Después de volver a casa, sentí la urgencia de describir los métodos del trabajo espiritual basados en las técnicas que yo había desarrollado: ejercicios de relajación, de meditación dinámica, para el desarrollo de los chakras y meridianos, para la refinación de la conciencia y, por supuesto, conversaciones sobre ética. Cuando hube terminado, Dios me dijo: —¡Vístete y salgamos a caminar! ¡Yo te guiaré! Me vestí y salí. Él me guió hasta un hogar de ciegos. —¿Quieres —preguntó— ayudar a estas personas? —Sí. Y en unos pocos días, «de repente», conocí a un instructor de un club en una casa de cultura de ciegos. Él me ayudó a conseguir empleo ahí como instructor de entrenamiento autogénico. De esta manera comenzó una extensa puesta a prueba de los nuevos métodos. Di charlas sobre ética, psicología práctica, enseñé los métodos de autorregulación psíquica. Mucha gente asistió a estas clases: los ciegos, sus amigos que podían ver y personas que se enteraron de las mismas. La palabra chakras estaba prohibida en las publicaciones en ese tiempo en la URSS. La posición oficial de los políticos, quienes estaban en control de la ciencia entonces, consistía en la declaración de que «la existencia de los chakras no está confirmada por la ciencia». Pero conseguí encontrar por primera vez en la URSS las palabras correctas y a la vez «científicas» que resultaron apropiadas para legalizar el trabajo con los chakras. Llamé a los chakras zonas reflexogénicas de la esfera emocional-volitivo. ¡De hecho, con sólo mover la concentración de la conciencia hacia una u otra de estas zonas reflexogénicas, podemos obtener estados psíquicos estables, los cuales pueden ser reproducidos por todos los estudiantes exitosos! Esta es la razón por la que, de entre los demás métodos, el trabajo con los chakras es el que genera la transformación más impresionante en una persona en las etapas iniciales del dominio de la autorregulación psíquica. En nuestro trabajo, el chakra anahata fue siempre considerado como el más importante. Este chakra es la «morada» inicial del corazón espiritual, es una estructura conocida desde tiempos antiguos por los místicos ortodoxos hesicastas y también por los seguidores de otras corrientes religiosas. Estos ejercicios desarrollan la capacidad de experimentar el amor emocional cordial. ¡En nuestros cursos las personas se «descongelaban», lloraban de gozo, aprendían las emociones sutiles! Después de varios años publicamos extractos de las respuestas de nuestros estudiantes. Se trata del libro Sistema integral de autorregulación psíquica, el cual está disponible en las principales bibliotecas científicas y médicas. Pero uno debería leerlo sin prestar atención a las frases «de camuflaje» que tuvimos que usar para hacer este material publicable en esos años. Permítanme citar algunas de las declaraciones de estos estudiantes: «Durante los cinco meses del curso yo fui observando como mi estado de ánimo cambiaba: el estado cercano a la neurastenia cambió a una actitud alegre hacia la vida, al placer de comunicarme con las personas; mi capacidad para trabajar ha aumentado significativamente… La irritabilidad y la languidez se han ido así como las reacciones dolorosas a variaciones de la temperatura del aire y la presión barométrica que me afligían tanto. Relaciono este éxito únicamente a la tremenda efectividad del curso de autorregulación psíquica». «Ha sido un gran cambio para mí desde el punto de vista de la ética. Mi actitud hacia el mundo exterior y hacia la gente ha cambiado significativamente. Entendí que podemos ser realmente felices únicamente si dedicamos nuestras vidas a la sociedad entera en lugar de sólo a nosotros mismos». «¿Quién era yo antes de tomar el curso? Un egoísta de treinta y cuatro años que podía justificar cualquiera de sus propias debilidades y podía perdonarse a sí mismo por cualquier acto no ético (para decirlo suavemente). Las “condiciones” me llevaban a beber vino cada semana (o incluso más seguido), aunque yo estaba seguro de que podía parar de beber en cualquier momento (y así por quince años). Fue lo mismo con el hábito de fumar. Además, muy a menudo no podía (y no quería) detener mis estallidos de ira y grosería; podía humillar y causar dolor intencionalmente. Someter a otras personas con tal de satisfacer mis caprichos se volvió algo natural en mi vida, justificado por mi filosofía. Un poco más y no habría habido vuelta atrás para mí… »Estoy feliz de decir que todo esto y muchas otras cosas han sido cambiadas y corregidas. Tuve la posibilidad de reevaluar esto y me sentí horrorizado, por lo que comencé a trabajar en transformarme a mí mismo. ¡Yo no veo otro camino para mí y espero usar la fuerza ganada gracias a este trabajo para ayudar a otras personas! La mayoría de ellas vive ahora como yo vivía antes… »Sólo puedo sorprenderme por el hecho de que tanto conocimiento bueno y correcto haya sido usado por mí de forma equivocada debido a la ausencia de una base firme en mí. »No quiero decir que los otros estudiantes eran también monstruos como yo, pero si yo pude cambiar, entonces el curso fue aún más útil para los otros…» «Mis antiguas dolencias eran la osteocondrosis, neuralgia intercostal, traqueatitis, laringitis, gastritis y varios otros problemas. Gradualmente todos ellos desaparecieron; recuperé el apetito; en la actualidad ya no tengo dolor; me he vuelto más jovial y activo en el trabajo. Estos últimos meses he estado de un humor positivo… »Este curso trae amor, bienestar, generosidad, altruismo, honestidad, escrupulosidad, fortaleza y muchas otras cualidades positivas esenciales para todo ser humano.» «…Después de muchos problemas emocionales me derrumbé. No quería ver a la gente; sólo quería aislarme y permanecer en silencio. A menudo ni siquiera quería quedarme en casa, así que me escapaba a alguna parte… »Ahora he vencido este problema. Ya no estoy enfermo. Durante el curso me observé a mí mismo y sentí que con cada día de hacer los ejercicios me volvía más confiado y fuerte… ¡Estoy tan feliz de ser un humano otra vez! Veo la vida de diferente modo ahora. ¡Quiero vivir! »… ¡Lo más importante, una experiencia de vida soleada, alegre y juvenil ha llegado a mí! Si me hubieran dicho esto hace un año, no lo habría creído.» «Vine al curso a causa de mi salud y de hecho la he recuperado: me libré de una úlcera de estómago e hipertensión. Pero se nos enseñaron cosas más importantes también. Aprendimos cómo liberarnos de la fatiga física y el estrés, nos dieron los métodos de entrenamiento físico, mental, y espiritual; aprendimos cómo encontrar las decisiones éticamente correctas en situaciones conflictivas. Se nos enseñó a amar a la naturaleza, a ver armonía y belleza en ella, a preservarla. Esto hizo mi vida mucho más rica. Dominamos la importante habilidad de alcanzar un entendimiento con otras personas. Nos enseñaron el arte de comunicarnos con otros, una parte indispensable de la cultura espiritual de una persona. ¡La vida se volvió más gozosa, más armoniosa, pasó a estar llena de amor y belleza!» «Tengo veintidós años ahora. A los diecinueve yo no le veía propósito a la vida, ni estaba interesado en ella. Me olvidé de lo que significaba sentirse alegre. Sólo sentía frío y dolor en el alma. En la niñez el despertar de la primavera me llenaba de gozo, pero años después sólo enfatizaba la oscuridad deprimente de mi mundo interno. Sentía desarmonía con la vida; no veía significado en ella; ya no veía ninguna luz… »¡Ahora siento que he nacido otra vez! He llegado a un nuevo camino, el único correcto. ¡He recuperado la luz, la alegría de vivir! ¡Soy capaz otra vez de ver la belleza del mundo, de la naturaleza, del arte! ¡Ahora sé que tengo que compartir el conocimiento supremo con otras personas, que tengo que servir a la gente, tratar de mejorar el mundo; solamente haciendo esto puede uno alcanzar la felicidad más alta y la armonía más elevada con el mundo externo! ¡Uno no tiene que tomar de la gente sino dar! ¡Y ahora yo tengo algo que puedo dar a todos!» «El espantoso sentimiento de deprimente soledad se ha ido… ¡El sentimiento de maravillosa felicidad ha llegado!» «Fui diagnosticado con enfermedad isquémica del corazón, cardioesclerosis ateroesclerótica, estenocardia. Además, espondilosis, el oscurecimiento en el pulmón derecho, bronquitis frecuente, faringitis crónica, otitis, etc. También insomnio crónico e hipertensión. Constantemente tomaba erinit y otros medicamentos para el dolor del corazón y para el edema de la cara y las piernas. También tenía insuficiencia renal crónica. Respiraba principalmente por la boca debido a enfermedades nasofaríngeas crónicas. Tenía también deficiencia de la memoria. Mi estado de ánimo era malo la mayor parte del tiempo. »Tras el curso, el insomnio desapareció después de las primeras clases; me volví establemente calmado, equilibrado, moderado; no tengo presión alta incluso si hago actividad física; para ser honesto, a veces me falta el aire al subir las escaleras hasta el quinto piso; el dolor de cabeza, los vasoespasmos y el edema de las piernas desaparecieron. Al principio del curso los dolores en el corazón permanecieron por algún tiempo, pero ahora no he sentido dolor en el corazón por más de un mes. No tomo medicamentos, ya no los necesito ahora…» «Mi estado hace medio año: asma bronquial (cinco años), frecuentes ataques asmáticos, falta de aire; estaba deprimida, de mal humor, insociable. Vivía gracias a la medicina y la “ambulancia”… Debido a esto, la situación era difícil en mi familia, tenía malas relaciones con mi marido, mis hijos me irritaban… »Ahora no tengo problemas con la respiración. Duermo sin almohada (antes sólo podía dormir sentada). ¡Quiero vivir! Quiero cuidar a los niños, busco actividades creativas. Los niños se sienten ahora mucho más a gusto en casa… Me gusta estar con las personas, me siento bien con ellas. ¡Muchas gracias!» «Después del curso estoy de muy buen ánimo como si el alma y el corazón estuvieran purificados. ¡Siento amor por todo a mi alrededor, y esto es tan maravilloso!...» «Desde que tenía quince años sufría de dolores de cabeza severos, los cuales a veces me hacían vomitar; los ataques duraban varios días… Durante los últimos meses después del curso me siento bien…» «Antes del curso mi estado era horrible: estaba agotada por un dolor insoportable en la columna, la desesperación, la asfixia… ¡Ahora he revivido!» «La vida en el departamento comunitario se volvió muy tranquila. En el pasado, los vecinos me irritaban mucho. A veces los odiaba sólo por el hecho de tener que verlos todos los días». «Mi cuerpo, el cual en el pasado estaba muy enfermo y casi discapacitado, ha perdido veintiocho kilogramos hasta ahora; ¡se ha vuelto activo, dinámico, flexible, ágil! ¡No he tenido enfermedades serias durante el último año! ¡En el pasado, yo pasaba enfermo de tres a seis meses al año! Todos los síntomas peligrosos que asustaban a mis médicos, quienes predijeron que quedaría ciego y tendría parálisis en el futuro cercano, han desaparecido ahora…» «¡El curso me ha dado tal gozo intenso de comunicarme con la naturaleza y con la gente que mi único deseo es compartirlo con otras personas para ayudarlas a realizar sus sueños de vivir en armonía y felicidad!» «¡El mundo alrededor ha cambiado para mejor, y ahora es tan maravilloso vivir en este mundo; hay tantas personas buenas y generosas alrededor; y yo quiero darles calor y gozo!» «¡Pensamos que todos deberían tomar un curso así!» «Ahora lo sé: ¡el significado de nuestras vidas consiste en servir a la gente, en hacerles el bien, en dedicar la vida de uno a esto! ¡Sólo para este propósito tiene sentido desarrollarse a uno mismo!» Hubo cientos de testimonios como éstos. Pero uno debe tomar en cuenta que los estudiantes no escribieron sobre sus motivos religiosos, ya que uno no podía escribir acerca de eso en aquellos años. * * * … Conseguí dar varios cursos en esta casa de cultura hasta que dos incidentes ocurrieron casi al mismo tiempo. Primero, el hijo de un borracho tomó nuestro curso y entonces le dijo a su padre que ya no iba a beber más con él. El papá se sintió indignado y se quejó a la dirección de la casa de cultura y al comité de distrito del Partido Comunista de que yo «destruía familias». Segundo, como siempre, yo trataba de sanar a toda la gente enferma que encontraba. En concreto, decidí lavar con flujos de energía los ojos de un estudiante ciego que no podía distinguir ni siquiera entre la luz y la oscuridad. Después de la primera sesión él exclamó: —¡Oh! ¡Veo! ¡Eso es una ventana! Hice lo mismo con otro ciego, un amigo del primero, y él inmediatamente vio mi cara por primera vez. Pero… el primer estudiante empezó a odiarme por recordarle… cuán bueno era tener vista. Se volvió inútil continuar las sesiones de sanación con él. Y al segundo estudiante mi cara le parecía demasiado atractiva para las mujeres, y su odio creció debido a la envidia… ellos se juntaron y escribieron una queja al director diciendo que yo distribuía literatura religiosa. Fui despedido. * * * …Sin embargo, el fundamento del trabajo había sido establecido: me sentí confiado de mis habilidades y del valor de los métodos, y los métodos mismos se habían vuelto famosos. Pronto fui invitado a otra casa de cultura. Había más y más estudiantes. Ejercicios especiales permitían a los ateos experimentarse a ellos mismos como almas, como condensaciones de energía. Este hecho les incitó a buscar las verdades religiosas. Todos los estudiantes que avanzaban exitosamente durante el curso también recibieron el bautismo directo del Espíritu Santo a través de la meditación llamada Pranava. Galina Vaver desarrolló un programa artístico que suplementaba y consolidaba al mío. Incluía clases de música, danza, pintura, ikebana, estudio de los principios de la estética en la creación de paisajes en jardines y parques, y meditaciones para el refinamiento de la conciencia. De esta manera el segundo curso fue formado. Permítanme darles algunas meditaciones del curso, las cuales fueron diseñadas para desarrollar aún más la conciencia como corazón espiritual y establecerse en los estados sutiles: Vamos a sentir la Tierra bajo nuestros pies como un organismo vivo. Sentimos la inmensa masa de la Tierra, y nosotros estamos en su superficie. La Tierra ¡llevando sobre sí tantas unidades de vida! ¡Sumerjámonos en las profundidades de su cuerpo, sintamos la pulsación, el ritmo de la Tierra! ¡Lleguen a resonar con este ritmo!... ¡Llena todo el cuerpo, resuena en cada partícula de la conciencia! ¡Junto con la luz del Sol, la Tierra nutre con energía de vida a todas las plantas que crecen en la superficie de la Tierra! Experimentemos el mundo de las plantas. ¡Expandámonos sobre los campos y praderas penetrando en la vida de la hierba y las flores!... Sientan la melodía del movimiento del viento… Sientan las verdes copas de los árboles… Escuchen el canto de las aves… Miren los bosques, campos, ríos y lagos, el sol elevándose… …Volemos hacia las montañas. Contemplen las laderas de las montañas, las cumbres rocosas, las pilas de piedras. Penetren en el carácter de las montañas, experimenten su estabilidad, su firmeza y persistencia. Cada montaña tiene su propio carácter y su propia canción. Es posible escucharla si uno vuela sobre la cumbre y luego se sumerge en el centro de la montaña. La montaña canta desde dentro cuando el sol la calienta y el viento la abanica. Cada montaña tiene su propia canción. Vamos a volar de una montaña a otra, veamos sus cimas dirigidas hacia arriba, ¡a la sutil armonía del cielo! Observemos la interminable arena del desierto y experimentémonos en todos sus granos… Sintamos el musgo tibio y suave y hundámonos en su blanda alfombra… Seamos la hierba ondulante de la pradera… Volvámonos árboles con las verdes hojas agitándose en el viento… Experimentémonos a nosotros mismos como un joven abedul… Lleguemos a ser un arce con muchas ramas… un pino alto lleno con la luz de la tarde… una piedra debajo de un abedul alto, grande y plana, cubierta de verde musgo… Sintamos relajación, calma, frescura… La roca acostada para tomar un descanso bajo un árbol. Cerca, una pequeña piedra, «un niño». Siéntanla. En ella hay una reserva de energía, vitalidad y curiosidad. La pequeña piedra está firmemente conectada con la piedra grande. Ellas son familia. En total armonía la piedra grande enseña a la pequeña sobre la vida… Vamos a volar hacia la costa. En las aguas poco profundas hay muchas piedras. Suaves, lisas, calentándose en el sol… Tierno sendero de olas, canto de gaviotas, y las voces de las piedras hablándose entre ellas… Estamos en la costa. Es temprano en la mañana. La superficie del mar se ondula ligeramente… A través del agua clara uno puede ver las piedras lustrosas, y delicadas algas ascendiendo en el agua… Sumerjámonos en la agradable frescura del agua, sientan su toque suave en la piel… Disolvámonos en el agua, experimentémonos en cada parte del mar… … Un viento suave está soplando, toca ligeramente la superficie del mar… Sientan su ternura… ¡Nos gusta el viento y queremos llegar a ser como él!... ¡Salimos del agua y nos convertimos en viento!... ¡Suban a las alturas del cielo, experimenten el firmamento!... ¡Disuélvanse en el cielo azul!... …El viento sopla sobre rebaños de nubes blancas en el cielo… ¡Nos acercamos a una nube, y nos convertimos en ella! ¡Brillamos con nuestra gozosa blancura!... ¡Acérquense a otro grupo de nubes y únanse a su danza-vuelo grupal! Primavera. La nieve casi se ha derretido completamente. El fragante suelo ha aparecido. Estamos en el bosque escuchando el alegre sonido de un arroyo. ¡Se mezcla con las canciones de los pájaros en una sola sinfonía de primavera!... ¡Todo se ha despertado en el bosque! Del suelo descongelado surgen las primeras hojas de hierba. Los primeros brotes de plantas están apareciendo… ¡Inhalemos la fragancia del bosque en una mañana primaveral! ¡Experimentemos las emociones más sutiles en los olores, sonidos y colores de la primavera! ¡Empapémonos de la frescura de la primavera! …Movámonos hacia el verano. Una mañana de verano; el sol es cálido. Estamos en una pradera llena de flores. Las mariposas están volando una tras otra, los abejorros están zumbando, las abejas están recolectando el néctar de las flores… Las flores y la hierba beben la luz del sol. El aire sobre la pradera está permeado con la languidez del verano… ¡Inhalemos y llenémonos con la fragancia de la hierba dulcemente perfumada! ¡Inundemos la pradera como esta esencia lo hace, y empapémonos del verano!... …El otoño ha llegado. Los árboles en el bosque están vestidos festivamente. Los olores del bosque se han vuelto más penetrantes; atraen y animan a quienes gustan de recoger hongos… ¡El otoño es rico y generoso! ¡Disfruten la gama de colores de las hojas!... Bajo la luz de la puesta del sol y los graznidos de las aves migratorias, podemos escuchar la melodía del otoño… El bosque coloreado por el brillante crepúsculo nos cautiva y nos sumerge en contemplación… …Invierno. La ternura y la pureza de la blanca decoración teñida de dorado por el sol nos dan gozo sutil. Tranquilidad… Los abetos están pasando el invierno cómodamente bajo sus sombreros de nieve… Los esquís chirrían… En el rostro, el reflejo de la TRANQUILIDAD profunda y gozosa penetrando profundamente todo alrededor y adentro, ¡hasta el fondo del corazón!... * * * En 1984 me propusieron publicar los métodos del primer curso. Fue así como mi primer libro, El arte de ser feliz, apareció. Fue toda una sensación en esos años. Samizdat multiplicó su circulación considerablemente. Pero la KGB se despertó y fuimos despedidos. Seguidamente recibimos una orden judicial para presentarnos en la oficina del fiscal. Ahí también estuvo presente una reportera de un periódico, una comunista maliciosa y agresiva, una de esas personas que buscan odiar a otros. Ellos me «interrogaron minuciosamente»: ¡¿Cómo me atreví a escribir semejante libro con la palabra Amor con letra mayúscula?! ¡¿Quién me permitió publicarlo?! ¡¿Cómo pude recomendar no comer carne?! ¡¿Por qué llamo a toda esta tontería «espiritualidad» cuando todo el mundo sabe que «espiritualidad» significa ir al cine a ver películas?!... Me defendí citando extractos del Programa del Partido Comunista. El fiscal me «diagnosticó» con «comunismo utópico». Me dejó ir. ¡Buena persona! Pero la reportera publicó un sucio artículo «denunciador». Ella editó nuestro diálogo de manera que mis palabras parecían las de un retardado mental. Tomé la decisión de no preocuparme por «reivindicar mi honor», sino seguir adelante. Me dio lástima sólo por mi madre; ella leyó el artículo y se enfadó mucho. Un ateo o un escéptico tal vez pregunte: «¿Y qué pasó con tu Dios, por qué no te ayudó, no te salvó, no te protegió?» ¡Pero fue Él Quien creó estos cataclismos dirigiendo las acciones de las personas capaces de actos viles! ¡Simplemente la situación tenía que cambiar y nosotros teníamos que recibir nuevos impulsos para avanzar en nuestro desarrollo! Dios planeó crear el tercer curso de nuestro sistema. … Nosotros vivíamos sin empleo ni dinero, almacenábamos hongos, secábamos hierbas para el invierno, recolectábamos y vendíamos botellas vacías para reciclaje. De repente fuimos invitados por un conocido nuestro a tomar un curso sobre lung-gom o trote meditativo tibetano. En Rusia esta técnica fue introducida por J. I. Koltunov, el fundador de una bien conocida Escuela espiritual en Moscú. La esencia de esta técnica es que las meditaciones o pranayamas no son dados a estudiantes que están parados, sentados o acostados, sino a un grupo de estudiantes que corren en un parque o en un bosque. Esto hace el trote más fácil y ameno y hace posible trabajar con algunas meditaciones a un nivel más alto de energía y, por lo tanto, más favorable. Dominamos esta técnica, la modificamos a «nuestro gusto», la suplementamos con natación invernal y nuevos ejercicios para trabajo dentro de un local y pronto se nos ofreció un trabajo en un club juvenil dirigido por un entusiasta quien quería salvar a la gente de nuestro país de su ignorancia espiritual, V. V. Mikhailov. Es interesante que este club también se llamara Cosmos como el club creado por Koltunov. Invitamos a nuestros antiguos estudiantes que habían tomado los dos primeros cursos y comenzamos el trabajo en este nuevo lugar. Para este tiempo nuestros estudiantes habían crecido así que pudimos confiarles la enseñanza de las etapas iniciales. El trabajo basado en nuestros métodos se expandió por la ciudad. ¡Nuevos estudiantes florecieron como flores de primavera!... Eran no sólo adultos quienes florecieron y se sanaron, sino también niños llevados por sus padres al bosque. La natación invernal sanó a los niños de diversas enfermedades, incluyendo una tan típica y seria dolencia como es la incontinencia urinaria nocturna. Estos hechos me hicieron prestar más atención al trabajo espiritual con los niños. Pronto comenzamos a conducir en la Escuela diversas clases de entrenamientos para niños, en concreto, entrenamientos de sanación llevados a cabo en un sanatorio infantil psiconeurológico. La experiencia acumulada en este trabajo fue resumida en la forma de artículos y publicada en el libro [26].
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