Comment Dieu Peut-Il Être Connu/Las razones de nuestras calamidades Las razones de nuestras calamidadesDios nos creó por Su causa, no por la nuestra. Nosotros somos partículas de conciencia en desarrollo, y de acuerdo a Su intención, tenemos que alcanzar la Perfección y afluir a Él, para enriquecerlo con nosotros mismos de esta manera. Los seguidores de las corrientes religiosas donde este conocimiento se ha perdido no tienen oportunidades para un crecimiento espiritual rápido. En las sectas cristianas masivas, entre otras, este conocimiento está ausente; la información sobre esto ni siquiera no fue incluida en el Nuevo Testamento por sus compiladores [17], a pesar de que Jesús el Cristo lo enseñaba [17,20]. No sé qué es mejor: ser ateo o creer que Dios es… nuestro sirviente que tiene que proveernos con múltiples cosas; tal actitud existe en estas sectas. Para avanzar en el Camino previsto por Dios para nosotros, tenemos que realizar, entre otras cosas, lo siguiente: 1. Aprender a amar, para ser capaces de enamorarnos de Él. 2. Sustituir nuestro egocentrismo con Teocentrismo. 3. Esforzarnos por conocerlo y unirnos con Él en el amor, refinarnos a nosotros mismos como conciencias (ya que el Creador es la Conciencia más sutil) y desarrollarnos a nosotros mismos como corazones espirituales en el aspecto cuantitativo con la ayuda de las prácticas meditativas correspondientes. Solamente haciendo esto, podemos conocer a Dios y unirnos con Él. «Verdad — Simplicidad — Amor — Karma yoga (es decir, servicio a Dios a través del servicio a todas las personas en todo lo bueno, en todo lo que contribuye al progreso evolutivo) — Abandono del yo inferior (es decir, el egocentrismo primitivo) con el propósito de unirse con el Yo Superior del Creador», esta fórmula de desarrollo fue sugerida por el Avatar Babaji. «La pasión sexual, la ira y la avaricia, esta es la puerta triple al infierno», dijo Krishna en el Bhagavad-Gita [20]. Y es fácil ver que estos tres defectos son las principales manifestaciones del egocentrismo humano. Las Enseñanzas de Jesús el Cristo también están dedicadas a esto [20]. Y el mismo conocimiento es traído ahora a la gente moderna por nuestro Mesías contemporáneo, Sathya Sai Baba [17,20-22]. Los destinos humanos se forman dependiendo de si la gente sigue el Camino hacia la Perfección o va en la dirección contraria. Algunos viven en la felicidad siempre creciente del conocimiento de Dios y sienten el gozo de la comunicación con Él. Otros viven en sufrimiento y se preparan para el infierno, este «basurero» de la Evolución… Tomemos, por ejemplo, el problema de la nutrición. A través de muchos Mesías —Gautama Buda, Jesús el Cristo, Babaji, Sathya Sai Baba y otros— Dios sugirió a las personas abandonar la nutrición basada en la carne, la cual es dañina para nuestra salud y nos aleja del Creador. Moisés también recibió de Dios el precepto: «¡No matarás!» Sin embargo, la gente que se considera a sí misma religiosa nunca ha aplicado esta regla a los animales ni a las personas. Imaginemos: si a las personas se les hubiera enseñado desde la niñez a respetar las vidas de otros, se les hubiera enseñado acerca de la regla de no matar (excepto en casos de defensa propia o para defender a otros), ¡cuánto más ética sería entonces la sociedad entera! Hay un fenómeno interesante, que es la tradición humana de dividir los animales en «los comestibles» y «los no comestibles» (¡a pesar de que la vida de cada uno de ellos es sagrada!). Los gallos lira negros, los patos, los grévoles y los urogallos pueden ser matados y comidos, porque ellos son «comida». En cuanto a los cuervos, urracas, arrendajos, grajas (o grajos), pájaros carpinteros y halcones, uno no puede comerlos. Se les puede disparar a los gansos y comerlos, pero no a sus parientes los cisnes. ¿Por qué? No existe una razón objetiva para esto; es sólo una tradición absurda. No obstante, esta tradición tiene un efecto ético muy perjudicial. En cierto momento, los niños en crecimiento aprenden el mismo principio en relación a las personas: éstas son «nuestras», y aquellos son «extraños» (según las diferencias de nacionalidad o religión); ¡uno puede y debe matarlos! Por ejemplo, en la Unión Soviética los cuervos fueron declarados «enemigos de la fauna forestal». Los cazadores estaban obligados a dispararles; ellos tenían que reportar los resultados, los cuales se medían de acuerdo a la cantidad de patas que los cazadores habían recolectado. Y su odio hacia los cuervos a veces los hacía cortar las patas de estas aves y arrojar al ave a morir en sufrimiento: «¡Tú, desgraciado, te lo mereces!». ¿Pero cuál es la razón para odiarlos? Estos animales viven y se desarrollan de acuerdo a sus peculiaridades biológicas específicas. ¡Ellos fueron creados así por nuestro Creador común! ¡Ellos se alimentan de la forma en que se supone que deben hacerlo, al contrario de mucha gente! Sin embargo, existía la orden de matarlos y la tradición correspondiente fue creada, ¡y la gente empezó a odiar y torturar a estas aves! Existe una analogía con la actitud hacia la vida humana: la agresión contra la gente de Afganistán, luego el genocidio en Chechenia… Cientos de miles de rusos durante estas guerras fueron guiados a creer que estos «negros» eran nuestros enemigos; uno debía odiarlos y matarlos. En la radio pasaban citas de los clásicos: «No es un cosaco quien no haya matado a un checheno!». Los fascistas empezaron a escribir en las paredes: «¡Maten a los negros!», «¡Maten a los caucásicos!». ¡Y muchas personas en las ciudades rusas fueron golpeadas o asesinadas simplemente porque tenían la piel oscura! Algunos de aquellos que vivieron este lavado de cerebro abandonaron para siempre la regla de no matar gente. Ellos llegaron a acostumbrarse a saciar sus antojos a través de la violencia desenfrenada. … Leí en un periódico sobre el siguiente caso: un joven acosó a una chica en la calle, pero ella se negó a tener sexo con él. La apuñaló con un cuchillo, la llevó moribunda a su departamento, la violó y luego se durmió cerca del cadáver de ella… Cuántos asesinatos y palizas son cometidos por estos desechos de la sociedad con el propósito de robar a su víctima o sin propósito alguno, sino simplemente porque están borrachos o por costumbre… Tratando de esclavizar a otras naciones, los antiguos gobernantes de Rusia destruyeron espiritualmente —ante los ojos de Dios— a la gente de su propio país… … Sin embargo, no es sólo la guerra la que desarrolla tan terrible egocentrismo en la gente. Uno de mis conocidos se volvió seguidor de una secta religiosa. En esta secta se enseñaba que toda esposa es la esclava de su marido, por lo que él desarrolló la actitud correspondiente hacia su esposa. Ella trató de divorciarse y marcharse, pero él no se lo permitía. Trató de escapar, pero la capturó. Trató de saltar de una ventana, pero él la sostuvo. Trató de ahogarse en la bañera, pero la sacó. Le pregunté: —¡¿Por qué estás haciendo esto?! ¡Esto es tu espantoso egocentrismo! ¡Déjala irse! ¡Divórciate! —¡Pero yo la amo! Y él quemó todos los libros míos que tenía… como un signo de su «divorcio» conmigo… … Otra conocida mía sufrió de amenazas de muerte de parte de su esposo si trataba de dejarlo… Ella logró escapar y estuvo escondiéndose por largo tiempo… … ¡Hay tantos asesinatos en Rusia provocados por la infidelidad sexual!... ¡Y la causa aquí es sostener una actitud hacia la pareja como si se tratara de una propiedad!... … Por cierto, ¿no debería uno buscar la razón para la infidelidad de la pareja (o el abandono de la pareja) en la propia actitud hacia la pareja?... … Ya he relatado acerca de mi asesinato: fue sólo un cambio de estado de ánimo que provocó que una de mis asesinas cambiara su gratitud por mi ayuda por violencia. … Este es otro ejemplo extraído de un periódico. Una joven quería zapatos nuevos. Ella llamó a su amiga; tomaron una lata de gasolina, fósforos y fueron a buscar zapatos… Le quitaron los zapatos a una joven en la playa al atardecer. Y para evitar que las reportara a la policía, trataron de matarla con una piedra, pero no tuvieron éxito. Entonces echaron gasolina sobre la joven y la quemaron… … Un grupo de jóvenes salieron a dar una caminata por el bosque. Un perro pequeño fue con ellos. Ellos prendieron una fogata y comenzaron a freír carne. El perro también quería un poco y la pidió. Entonces decidieron: «¡Te quemaremos por esto!». Les pareció interesante ver cómo el perro moriría al quemarlo vivo. Ataron sus patas y lo pusieron sobre el fuego. El perro comenzó a llorar de una forma que no pudieron tolerar y entonces simplemente se fueron… … Otras personas crucificaron a Jesús el Cristo. Ellos también querían ver cómo Él sufría al morir… … Después la gente crucificó a los Apóstoles Pedro y Andrés… … Luego los «monjes» de ciertas sectas cristianas en Europa y en Rusia torturaron y quemaron vivos a cientos de miles de «infieles» [17]… … Pero si a estas personas se les hubiera enseñado desde su niñez sobre la importancia evolutiva de la vida de cada saltamontes, araña, hormiga, flor, acerca de lo sagrado de cada vida… * * * No obstante, no es sólo la perversión de las Enseñanzas de Dios, sino también los falsos conceptos psicológicos los que contribuyen al crecimiento del egocentrismo en la gente. Esta tendencia comenzó desde el psicoanálisis ateísta de Sigmund Freud. Él sugirió a las personas buscar las razones de sus problemas y calamidades no en el incorrecto entendimiento del significado de la vida o en la actitud equivocada (egoísta) hacia el mundo, incluyendo a las personas y otros seres vivos, sino en la profunda experiencia erótica que supuestamente tuvo lugar en la infancia y que resultó en la formación de complejos patológicos en el subconsciente. De esta manera los médicos y psicólogos que siguen esta tradición conducen conversaciones con el paciente, a veces por meses, tomando más y más dinero de él o ella, sólo para decirles al final que la razón de sus problemas es su mamá o su papá. Así la causa del problema es desplazada a otra persona, «hay alguien a quien culpar», y supuestamente el paciente debería sentirse mejor después de esto… Como resultado, las víctimas de los conceptos psicoanalíticos freudianos y otros similares excavan más y más profundamente en su egocentrismo y se degradan éticamente ante los ojos de Dios. Pero la solución correcta a este problema es desarrollar el amor cordial altruista y llevar a cabo un análisis penitencial de los propios errores, con el propósito de no volver a cometerlos. Otro absurdo muy perjudicial de la psicología contemporánea es la sugerencia de «amarse a uno mismo». Se sugiere admirar el propio reflejo en el espejo, en lugar de ayudar a otros y olvidarse acerca de los propios intereses. ¡Sin embargo, esto último es lo único que es de valor para la evolución del alma! ¡Es este amor el que Dios nos enseña! Y este es el dilema: amor por uno mismo o amor por los otros, el cual se transforma con el tiempo en amor por el Creador y sienta una base para el conocimiento de Él y la Unión con Él. Por el contrario, el desarrollo del egocentrismo y el amor por uno mismo es un camino que se aparta de Dios, un camino que conduce al sufrimiento y al infierno. Este absurdo moderno es enseñado a muchos estudiantes en las facultades médicas y psicológicas de las universidades. Y ellos continuarán enseñándolo a otros… En la Rusia contemporánea hay otra escuela de lo absurdo que ha capturado con su mentira a mucha gente joven. Vino a nosotros del este, de la India. Esta escuela enseña que uno tiene que buscar a Dios no en el corazón espiritual desarrollado y expandido en todo el universo multidimensional, sino en un punto sobre la cabeza… El método principal del trabajo espiritual en esta secta es el control sobre la mente. Puede ser supuestamente alcanzado no al mover la concentración de la conciencia al corazón espiritual expandido como es sugerido por Dios, sino buscando la raíz de los propios pensamientos… Es claro para un experto que esta perversión disfrazada de religión conduce al desarrollo del egocentrismo, la degradación del intelecto y el desarrollo de defectos del pensamiento… Los métodos de algunas otras sectas de origen indio y tibetano que operan en Rusia también están basados en este concepto absurdo, en buscar a Dios sobre la propia cabeza, a donde uno debe llegar saliendo con la conciencia a través del chakra sahasrara. Los líderes de estas sectas se proclaman a sí mismos Maestros espirituales e incluso Avatares… A pesar de que su nivel de entendimiento es limitado por la errónea interpretación de las tareas del raja yoga, que es la etapa en la cual uno trabaja dentro de las estructuras energéticas del cuerpo y del capullo*. Pero la verdad es que uno no puede conocer a Dios en el Aspecto del Creador sobre la cabeza, sino dentro del corazón espiritual, el corazón desarrollado hasta dimensiones que superan el tamaño del cuerpo en millones de veces… …Los psicólogos inventaron también una división de las personas en extrovertidas e introvertidas, y reconocieron que ambos son una norma. Estos términos significan que la atención de los primeros está dirigida hacia fuera, y la atención de los últimos está dirigida hacia adentro. No obstante, esta «clasificación» es tan incompleta que sólo puede llevar a confusión. Por ejemplo, considera como extrovertidos a las personas que no pueden vivir sin una radio o televisión encendidas, sin conversar interminablemente acerca de cualquier cosa. ¡Y en el mismo grupo incluye… a aquellas Almas Grandiosas Que se han dedicado al bien de otras personas y Que viven en constante amor-cuidado por otros! Los primeros de los arriba mencionados viven en sus chakras altos; los últimos viven como corazones espirituales desarrollados. Desde la perspectiva de la evolución espiritual, los primeros y los últimos están en niveles completamente diferentes. Es lo mismo con los introvertidos. Existe una diferencia básica entre aquellos que viven en total egocentrismo y excavando en su basura intelectual, sumergiéndose completamente dentro de ella, dentro de sus cabezas y aquellos que se sumergen a sí mismos en el corazón espiritual desarrollado y se esfuerzan para expandirse desde éste al universo multidimensional entero estudiándolo y conociendo al Creador. …Si los psicólogos no tienen un entendimiento correcto del significado evolutivo de la vida humana, no tienen conocimiento acerca de la estructura multidimensional del universo y del organismo humano, entonces ellos no pueden ayudar a otros. En este caso, su «psicología» permanece estéril o incluso patógena, contribuyendo al desarrollo de la psicopatología. Bueno, ¿qué debería enseñar la psicología? ¿Cómo debería ayudar a la gente? El plan principal de tal ayuda debería ser el siguiente: a) la explicación completa del significado de la vida humana, buscando junto con el paciente los errores en su visión del mundo y sus errores éticos, buscando maneras de corregirlos, b) el desarrollo del corazón espiritual y el dominio de sus funciones a través del amor-cuidado por otros seres que evolucionan; gracias a esto, uno puede librarse del yo inferior egocéntrico. La autoconciencia de una persona que sigue el Camino espiritual tiene que «disolverse» en los objetos de su cuidado, los cuales están representados por los elementos de la Creación, y luego tiene que disolverse en el Creador. Permítanme enfatizar que todo lo dicho anteriormente no es solamente «un juego de malabarismo con abstracciones» sino un Camino concreto y bien investigado, que consiste de etapas que han sido descritas por nosotros [22]. * * * Permítanme concluir este capítulo con un chiste. Probablemente, sepan que los perros de ambos sexos generalmente orinan a menudo y en pequeñas cantidades. Este es uno de sus lenguajes de comunicación intraespecífica. De este modo los machos marcan su territorio, es decir, el territorio que les pertenece a ellos o a todo el grupo. Las hembras también dejan marcas mediante el olor de su orina; estudiando estas marcas los machos pueden determinar si la hembra está en celo y es sexualmente receptiva. En otras palabras, al orinar, los machos dicen: «¡Esto es mío!», mientras que las hembras: «¡Esta soy yo!». … Nosotros, personas que aspiramos a la Perfección espiritual, no debemos tener tales propósitos en la vida. ¡Debemos llegar a estar centrados en Dios! Esto significa que existe sólo Su «Yo», existe sólo Él. ¡Y todo Le pertenece a Él! Por supuesto, en este respecto, como en todo, uno tiene que evitar las exageraciones y los extremos sin sentido.
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