Connaissance contemporaine au sujet de Dieu, de l'Évolution, et de la signification de la vie.
Méthodologie du développement spirituel.

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Comment Dieu Peut-Il Être Connu/Sobre el amor

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Sobre el amor

Para acercarnos a Dios, primero que todo, debemos poseer la capacidad desarrollada de amar «desde el corazón».

¿Qué puede unir a una conciencia con otra? ¡Sólo el amor!

¡Es el amor el que une a una persona con otra y a una persona con Dios! ¡Por lo tanto, es indispensable desarrollar la habilidad de amar!

Para llegar al Creador, uno tiene que aprender a amar primero los elementos de Su Creación: la gente, todos los otros seres vivos y todos los otros componentes del mundo manifestado.

Aprendan primero a amarme en Mi forma «manifestada» (en la Creación material), nos enseña Dios en el Bhagavad-Gita.

Comiencen a dominar el Amor a través de amar a las personas, todas ellas, como son, y sólo después de eso serán ustedes capaces de amar a Dios, enfatiza Jesús el Cristo.

Es imposible empezar a amar a Dios inmediatamente. Primero, tenemos que desarrollar en nosotros mismos la facultad de amar cordialmente.

¡Además, tenemos que aprender a amar apasionadamente! ¡Tenemos que ser capaces de enamorarnos, de manera que en algún momento en el futuro nos volvamos capaces de enamorarnos de Dios!

Estar enamorados de Dios es la esencia del Sufismo, es el bhakti yoga más elevado, es la base de todas las religiones verdaderas.

¡Sí, tenemos que ser capaces de ser apasionados! Desarrollamos esta habilidad aquí en la Tierra, de una forma dramática y larga. Nos amamos unos a otros, amamos nuestros carros, nuestros artículos académicos, títulos terrenales y grados, etc. Objetivamente, esto no es malo (como fenómeno temporario, como una etapa del desarrollo), pero sí bastante doloroso, porque el fruto de las pasiones terrenales es el sufrimiento.

Las pasiones terrenales son rajas. ¡No obstante, es imposible entrar en la guna sattva sin atravesar primero rajas! Sólo es firme y estable aquel estado sáttvico que se basa en el poder personal desarrollado en la guna rajas.

Permítanme atraer su atención al hecho de que Krishna consideró como justos a personas de cuatro categorías: aquellos que buscan apartarse del sufrimiento, aquellos que buscan el conocimiento, aquellos que buscan logros personales y los sabios. Es decir, las personas de las tres primeras categorías no son sabias todavía, pero a diferencia de las personas de naturaleza demoníaca, ellas también están en el camino a la Perfección.

Así que tenemos que llegar a ser apasionados en nuestro amor para que cuando maduremos, podamos redirigir esta pasión hacia Dios. «Madurar» significa alcanzar el nivel cuando el trabajo en la etapa del buddhi yoga se hace posible para nosotros. Y entonces las técnicas del buddhi yoga nos permitirán realmente dirigirnos hacia Dios. Y nuestro amor apasionado por Él nos capacitará para volvernos firmes en este estado y avanzar más aún.

Algunos libros religiosos tratan sobre la falta de apasionamiento. Se le da mucha atención en el Bhagavad-Gita. Pero en sánscrito esta palabra tiene un significado un poco diferente cuando se la compara con el idioma ruso, por ejemplo. En el Bhagavad-Gita, la falta de apasionamiento implica primero la eliminación de las emociones negativas, tales como diversas clases de ira, pesar, etc.; segundo, el abandono de la lujuria, es decir, la pasión sexual*que esclaviza a uno; tercero, abstenerse de expresiones fervientes de emociones positivas (por ejemplo, la exultación); uno debería mantener un estado emocional equilibrado, positivo, y amoroso. Esta es una de las metas intermedias en el camino de la autotransformación espiritual, la cual es bastante difícil de alcanzar para un principiante.

Puede surgir la pregunta: ¿para qué es necesario esto?

Es necesario para dirigir todo el amor-pasión, todo el poder de las propias emociones hacia el Creador, el Objeto Principal de nuestro amor, sin desperdiciarlos en otras cosas.

Existen muchos métodos esotéricos de preparación para ascender a los niveles más altos de la práctica religiosa. Son los asanas, pranayamas, el trabajo con imágenes para refinar la conciencia (visualización), tipos especiales de baile, trote meditativo, yantras, etc. Las personas ignorantes combinan todos estos bajo el término yoga. Pero esto es incorrecto. Incluso aquel que practica diligentemente las asanas del hatha yoga no es necesariamente un yogui, puesto que los ocultistas e incluso los magos negros pueden practicarlas también.

Así pues, ¿quién puede ser llamado un verdadero yogui?

Los criterios son dos. El primero es la religiosidad. El Yoga es el Camino hacia Dios, a la Unión con Él. El segundo criterio es el amor, una aspiración por cultivar y desarrollar el amor en uno mismo.

Quienes practican asanas, pranayamas, etc., con el objetivo de obtener la autoperfección espiritual, con la meta de acercarse a Dios, esas personas son yoguis, aunque su tarea por ahora, mejorar su salud física, es más bien menor. Pero aquellos que hacen los mismos ejercicios, pero no cumplen los criterios arriba mencionados, pueden ser llamados ocultistas, magos, deportistas, pero no yoguis. El Yoga no puede ser ateo o sin amor.

El pseudoyoga místico no espiritual puede resultar en la degradación espiritual más grave. Tales pseudoyoguis pueden ser fácilmente reconocidos. Su característica distintiva es la bioenergía grosera, áspera que ellos irradian y, en general, el cultivo de defectos éticos. Estas son personas demoníacas en el sentido literal de la palabra, porque ellas se están preparando a sí mismas para el infierno, para cumplir el papel de demonios.

Recordemos: si todo lo que hacemos en nuestra vida diaria y en los sistemas de entrenamiento esotéricos especiales es inspirado por el amor y la aspiración a Dios, sólo entonces esto será el verdadero Camino espiritual, sólo entonces esto será yoga.

El desarrollo del corazón espiritual, localizado inicialmente en el chakra anahata (en el dantian medio), es de importancia primordial en el camino para llegar a dominar el amor. Primero este «órgano» del amor emocional debe ser limpiado y desarrollado dentro del cuerpo, después, a medida que avanza la cristalización de la conciencia, uno debe aprender a expandirse como corazón espiritual en el espacio circundante tanto alrededor del cuerpo como en otras dimensiones espaciales más altas. Dios llamó a ésta última la Meditación Correcta de la Paz Eterna y la Disolución. Es sólo por medio de esta meditación que uno puede percibir, habiendo entrado en las dimensiones espaciales más altas, no el espacio vacío (la vacuidad) sino también la Conciencia Divina que mora en ellas, y posteriormente, dominar la Unión con Ésta.

De esta manera uno puede conocer a Dios en el propio corazón espiritual, en el corazón expandido en la Morada del Espíritu Santo y después en la Morada del Creador también.

* * *

Ya hemos mencionado que el autodesarrollo de una persona se realiza a través de tres líneas principales: la ética, la intelectual y la psicoenergética, y que la línea ética es la más importante.

Como Juan Matus lo expuso en [20], Dios nos da de acuerdo a nuestra impecabilidad. En otras palabras, Él nos permite acercarnos a Él, experimentar el gozo creciente, la felicidad por los contactos con Él, y la dicha de la vida espiritual, según avanzamos en términos de nuestro autoperfeccionamiento ético.

Para Juan Matus, impecabilidad significa perfección ética, es decir, corrección (corrección objetiva desde el punto de vista de Dios) de nuestras acciones, palabras, pensamientos y emociones.

También es indispensable entender que el avance en cualquiera de las tres líneas mencionadas de desarrollo contribuye al dominio de las otras dos.

Sin embargo, es la comprensión y observación de los principios éticos lo que sirve como fundamento de toda la práctica. La ética es el núcleo del autodesarrollo espiritual. Es alrededor de este núcleo que se forma y crece todo lo demás que conforma la esencia del buscador espiritual, es decir, el conocimiento, las habilidades, las capacidades psicoenergéticas y otras cualidades. El grado de desarrollo y solidez de este núcleo es de lo que depende el éxito de los esfuerzos espirituales. Es con este núcleo ético que crecemos hacia Dios. Y Dios nos permite acercarnos a Él según sea el grado de nuestra perfección ética.

La base de la ética es el amor: el amor principalmente en los aspectos de compasión, capacidad de perdonar, tolerancia, ternura, autosacrificio, etc. El amor tiene muchos aspectos, debemos recordar eso y asegurarnos de que cultivamos todos los aspectos del amor.

Podemos desarrollar el amor «cordial» de dos maneras:

La primera de ellas puede ser llamada exotérica, es decir, natural. Por ejemplo, a través de la maternidad, la crianza de los niños, las relaciones sexuales, el amor por la naturaleza, por los animales, etc.

Para tener éxito, debemos aprender a hacer todo no por nuestro interés personal, sino pensando en los otros, es decir, no de una manera egoísta, sino de una forma altruista.

Si el amor es dirigido de esta manera, uno tiene una oportunidad para avanzar hacia la felicidad creciente, la cual es una consecuencia natural del crecimiento espiritual, en lugar de hundirse más profundamente en el fango de los sufrimientos causado por una creciente carga de deseos insatisfechos. Es decir, que las opciones exotéricas de desarrollo crean oportunidades para el crecimiento natural del «órgano» del amor emocional, el corazón espiritual.

Cada órgano tiene su función. El sistema «un órgano y su correspondiente función» puede desarrollarse a través del funcionamiento normal del órgano, o puede ser desarrollado mediante el entrenamiento directo del órgano.

El ejemplo más ilustrativo son nuestros músculos. Uno puede fortalecer el cuerpo si realiza trabajo físico. En este caso uno desarrolla los órganos (los músculos) a través de hacerlos funcionar; como resultado, todo el sistema se vuelve más eficiente.

Pero uno puede hacer otra cosa, puede ir al gimnasio y entrenarse para «inflar» los músculos levantando pesas, esta puede parecer una actividad más bien tonta que no trae ningún beneficio económico evidente. Pero los músculos se vuelven más fuertes como resultado. Y después de eso pueden usarse para realizar trabajo útil para beneficio de otras personas. Este es un ejemplo que explica el significado y la esencia del enfoque esotérico, lo que en este contexto significa «artificial» o «no natural», para el desarrollo del sistema «un órgano y su correspondiente función».

Este es el enfoque usado por las escuelas esotéricas en su actividad, que consiste en el uso de métodos «artificiales» para el desarrollo de los «órganos» psíquicos, cuya meta es el desarrollo espiritual de una persona.

En la práctica espiritual esotérica, entre tales órganos la mayor importancia debe darse al órgano principal del amor emocional, es decir, al chakra anahata.

Los ejercicios para el desarrollo del corazón espiritual y sus funciones son los fundamentales en el Camino hacia Dios, en el camino del servicio, en el camino a la felicidad.

* * *

Pasando de rajas a sattva, uno entra en el mundo de la ternura, el éxtasis y la paz. Pero la paz no es la pereza e inactividad, sino, más bien, la actividad espiritual intensa en un estado de silencio interior conocido como hesychia.

La palabra hesicasmo se originó de la palabra griega hesychia o silencio interior. ¡Ningún trabajo espiritual en los niveles avanzados es posible a menos que uno haya adquirido el dominio de hesychia! Únicamente cuando hemos dejado de hervir por dentro debido a las diferentes ansiedades y emociones, cuando hemos eliminado los diálogos y monólogos internos, cuando hemos aprendido a refrenarnos de «disparar» con los «tentáculos» de nuestros sentidos, es decir, con los indriyas, a los objetos del plano material, cuando hemos aprendido a vivir sin una televisión o radio permanentemente encendidos, cuando hemos dejado de hablar sin cesar con otras personas «sobre cualquier cosa», sólo por hablar, solamente entonces puede ser posible que realicemos la práctica religiosa real. Para dirigir realmente la mirada —la mirada de la conciencia— en la dirección de Dios, para esforzarnos por la Unión con Él, tenemos que adquirir la paz interior primero.

Existen diversas técnicas para la consecución de la paz interior. Uno puede comenzar por practicar los ejercicios del hatha yoga, o la gimnasia china dinámica Tai Chi Chuan, o sistemas similares. Pero la solución radical a este problema puede llegar únicamente si se desplaza la concentración de la conciencia desde la cabeza al anahata, seguido por la expansión del corazón espiritual más allá del cuerpo en las dimensiones espaciales sutiles y sutilísimas.

Conocemos por la historia que los místicos greco-eslavos (hesicastas) hacían algo como esto. Me estoy refiriendo a la técnica conocida como la Oración de Jesús.

Pensemos: ¿quién era Jesús para los primeros cristianos? ¡Él era su Salvador! ¿En qué sentido Salvador, cómo deberíamos entender esta palabra? No es solamente porque el nombre Jesús se traduce como Salvador. Los judíos tenían muchos Jesuses, pero sólo Uno de ellos es conocido como el Salvador. ¡Jesús el Cristo fue el Salvador, porque Él dio Sus Enseñanzas salvadoras a la gente! ¡Él les dio Enseñanzas que la gente podía seguir y de ese modo ser salvados de sufrir tanto ahora como después de la muerte del cuerpo, acercarse a la Perfección, a la felicidad de conocer a Dios Padre, a la Unión con Él! ¡Jesús trajo Enseñanzas que eran mayormente nuevas para esa región de la Tierra, las Enseñanzas acerca del poder salvador del amor, las Enseñanzas que declaraban que es el amor el que nos salva del sufrimiento y la degradación en la oscuridad espiritual!

Pero diversos mitos surgieron inmediatamente acerca de que Jesús «descendió» no sólo al infierno terrenal (es decir, a las multitudes de pecadores aquí en la Tierra) sino también al infierno del mundo de los muertos, y que Él sacó a todos sus habitantes de ahí, que Él liberó a todos los cristianos de todos sus pecados por anticipado con Su Muerte en la Cruz, etc.

Cada persona interpreta el mismo evento a su propio modo, según sea el nivel de su desarrollo intelectual y ético. Si uno es éticamente maduro, entonces es capaz de entender las Enseñanzas de manera adecuada y aplicarlas a su propia vida para llegar a ser mejor. ¡Pero otras personas convierten en seguida en ídolo a cualquier líder espiritual y comienzan a orarle, pidiendo y demandando bienestar material para sí mismas… en lugar de poner en práctica sus enseñanzas!

No obstante, sea como sea, los hechos históricos dicen lo siguiente. Cuando comenzaron las persecuciones a los cristianos en el Imperio Romano y las autoridades empezaron a crucificarlos masivamente en los caminos, los cristianos comenzaron a entregarse ellos mismos para ser crucificados, ¡para parecerse a su Maestro al menos en esto!

¡El nombre de Jesús el Cristo es sagrado, tal como ha sido y seguirá siendo! Para toda la gente desarrollada es un sinónimo de Amor. Jesús no sólo predicó el amor y actuó con amor, ya sea acariciando a un niño o haciendo milagros. ¡Él también fue por tres años deliberadamente hacia Su Muerte en la Cruz, sabiendo que Le esperaba este destino si cumplía Su Misión en la Tierra! ¡Él se sacrificó a Sí Mismo por aquellos a quienes Él amaba, por la gente, por nosotros!

¡La imagen y el nombre de Jesús invocaban gratitud, compasión y admiración sinceras en Sus verdaderos seguidores! ¡Su imagen y nombre eran asociados con el concepto mismo del Amor!

Por lo tanto, una técnica emergió que consistía en pronunciar el nombre de Jesús en el chakra anahata, usándolo como un mantra.

En la Iglesia ortodoxa hay un acatisto llamado A Jesús, El Más Dulce. El Más Dulce en el significado eslavo antiguo es «el más amado». Dirijámonos a Jesús:

«¡Jesús, Dulcísimo Jesús, El Más Amado! ¡Ven a mí! ¡Te amo! ¡Ayúdame, oh Señor, a conocerte, a conocer Tu Amor! ¡Ayúdame, oh Señor, a llegar a ser mejor! ¡Ayúdame a aprender Tu Amor!»

Los hesicastas repetían esta súplica a Jesús primero en sus mentes, por un tiempo muy largo, dedicando todo su tiempo a esto. Si este método era practicado con el debido estado de ánimo emocional, con el tiempo (a veces después de años) esta oración, según decían los hesicastas «descendía al corazón»: cuando la emoción del amor por Jesús estaba alcanzando su punto máximo, la concentración de la conciencia del buscador se trasladaba al anahata.

¡A partir de ese momento, el mundo entero era diferente para tal persona! ¡Era como si la persona comenzara a ver todo a través de «un vidrio color de rosa»: ¡ya no era un mundo hostil y atemorizante que uno debía combatir y temer, sino un mundo lleno de armonía y amor!

Tal persona gradualmente llegaba a ser una verdadera antorcha de Amor, produciendo el correspondiente campo emocional bioenergético a su alrededor. La actitud de otros seres hacia esa persona cambiaba dramáticamente: ¡ellos respondían al amor con amor!

Estos son hechos que nosotros hemos observado numerosas veces: cómo cambiaban las relaciones en las familias, en los lugares de trabajo, en una vivienda comunitaria; los niños son atraídos hacia tales personas, los adultos buscan su compañía simplemente porque uno se siente bien al estar en su proximidad… Tal persona se convierte en una fuente de un campo bioenergético positivo, y la actitud de las personas hacia ella cambia, ya sea que entiendan o no algo sobre cuestiones bioenergéticas o religiosas. ¡Casi todas las personas (excepto una cierta categoría de ellas) responden al amor con amor!

Los estudiantes universitarios que asistían a los grupos que yo estaba conduciendo me preguntaban cómo podían usar esto en los exámenes. Yo les recomendaba que miraran a la persona que tomaba el examen desde el chakra anahata durante el examen. Después, pasado el examen, ellos se acordaban y se reían de como el profesor mismo había respondido en lugar de ellos y les había puesto la nota más alta. ¿Por qué pasaba esto? ¡Uno tiene que entender al profesor también! ¡No es fácil para él tomar el examen cuando cada nuevo estudiante que llega le añade una nueva porción de ansiedad, agotamiento y otras emociones negativas! El profesor se agota en esta atmósfera estresante, pero de repente llega una persona con la que él… ¡se siente bien! ¿Cómo puede el profesor ofender a una persona así poniéndole algo menos que la nota más alta?...

…A principios de los años 80, cuando apenas comenzábamos nuestra actividad, cuando estaba prohibido hablar acerca de Dios, enseñábamos a la gente como trabajar con el chakra anahata, y el efecto era extraordinario: la gente se transformaba, comenzaba a buscar libros religiosos, grupos enteros aceptaban el bautismo cristiano…

Incluso los anahatas de ateos obstinados «se abrían», pero en su caso, el efecto no podía ser duradero, por supuesto. Por ejemplo, conocí a un psicólogo quien se consideraba a sí mismo alguien que «luchaba» contra los defectos de otras personas. Él «hacía añicos» tales defectos de una manera feroz y violenta; ¡cuando él se iba, las personas esperaban no tener que volver a verlo! Pero él creía que esa era la tarea de un verdadero psicólogo…

Intenté enseñarle a trabajar con el chakra anahata. Él alcanzó el efecto y se sorprendió por el hecho de que de repente comenzó a experimentar amor por las personas, cuando antes él las había odiado y despreciado. ¡Él estaba tan sorprendido que incluso me despertó en la mitad de la noche, vino a verme y me contó como había ocurrido! ¡Él estaba tan asombrado!

Pero ¿qué pasó después? Él jugó con este maravilloso método por algún tiempo como un juego psicológico y luego volvió a su estado anterior: su punto de vista y aspiraciones permanecieron iguales, incluso se convirtió en miembro del Partido Comunista, justo antes de que éste colapsara…

La siguiente resolución intelectual debe formarse primero: «¡Quiero volverme mejor y sé que para hacerlo debo aprender a amar!». ¡Únicamente en este caso serán útiles los métodos de la psicología esotérica! Sólo entonces estos ejercicios se convertirán en un peldaño en la gran escalera del ascenso espiritual.