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Connaissance contemporaine au sujet de Dieu, de l'Évolution, et de la signification de la vie.
Méthodologie du développement spirituel.

 
Acerca de los métodos de sanación
 

Comment Dieu Peut-Il Être Connu/Acerca de los métodos de sanación


Acerca de los métodos de sanación

Me gustaría describir aquí algunos resultados de mis estudios sobre el tema de la sanación.

A manera de prefacio, discutamos algunos aspectos de las interacciones bioenergéticas que ocurren cada día, sean las personas conscientes de ellas o no.

Las relaciones entre padres e hijos, profesores y estudiantes, supervisores y subordinados, esposos, así como nuestras simpatías y antipatías dentro de cualquier grupo de gente, etc., están determinadas, en un alto grado, por las características bioenergéticas de los participantes de esas situaciones: las características particulares de las energías que cada organismo emana y las formas en que otros organismos reaccionan a esas emanaciones.

Desde el punto de vista bioenergético, la gente difiere según diversos criterios, de los cuales los más importantes son los siguientes: a) el exceso o falta de bioenergía en el organismo, b) la grosería o sutileza bioenergética, c) la pureza de la bioenergía o su contaminación debido a diversas enfermedades, estilo de vida incorrecto o influencias externas desfavorables, d) el nivel de desarrollo de los centros bioenergéticos del organismo (chakras) y cuáles de ellos predominan en el momento presente. (Hay también otros factores, pero es muy prematuro discutirlos en este momento).

El exceso de bioenergía en una persona no es necesariamente un indicativo de buena salud, como algunos piensan. Por ejemplo, la emanación intensiva de energías patógenas es un fenómeno típico que ocurre durante los estados agudos de muchas enfermedades. Energías perjudiciales pueden ser emanadas cuando una persona experimenta emociones agresivas. La única forma de distinguir cualitativamente las bioenergías es su evaluación por individuos que han desarrollado la capacidad de percibir una amplia gama de tales emanaciones. Por ejemplo, algunos de ellos pueden evaluar el estado de otra persona (al grado de hacer un diagnóstico preciso de sus enfermedades, evaluar la condición de sus chakras y meridianos, etc.) sólo con ropa o cualquier otro objeto que esta persona usó y que guarda trazas de su bioenergía.

La escasez de bioenergía es observada mayormente en pacientes que han sido debilitados por una enfermedad, y en gente con una actitud consumista hacia los demás, sea ésta una persona específica o la sociedad en su conjunto. Esta orientación ética incorrecta obliga a aquellos que la poseen a sentirse constantemente infelices. Comunicarse con ellos es a menudo opresivo para otras personas, ya que aquella persona que siempre quiere algo de alguien ejerce lo que puede denominarse como vampirismo bioenergético, el cual puede ser practicado incluso a una gran distancia. La única manera en que uno puede ayudar a estos «vampiros» siempre infelices es reorientarlos desde la actitud consumista hacia todos y todo hacia una posición activa y creativa en la vida o, en otras palabras, a través de cambiar su orientación viciosa de demandar amor para sí mismas por el deseo de dar amor a otras personas y al mundo en su totalidad.

Las emociones representan el mecanismo más importante para poner en movimiento las bioenergías. Esta es la razón por la cual la autocorrección ética y el dominio de la habilidad de controlar las propias emociones usando los métodos de la autorregulación psíquica le permiten a uno aprender a no lastimar nunca a otras personas con las propias emisiones bioenergéticas no armoniosas o robarles su energía.

Al hablar acerca de las interacciones bioenergéticas entre las personas, no podemos pasar por alto la esfera de las relaciones sexuales. Un intercambio intenso de energía ocurre entre los compañeros durante una relación sexual. Esto implica el intercambio de ambas clases de energías, puras y sanadoras, o groseras, patógenas y perjudiciales. Los lectores pueden sacar sus propias conclusiones de esto.

Los factores bioenergéticos son la causa de muchas desarmonías sexuales, tales como la impotencia y la eyaculación precoz en los varones, y la frigidez y la anorgasmia en las mujeres. Las causas específicas pueden ser las siguientes: el subdesarrollo o contaminación de los chakras (principalmente svadhisthana), el vampirismo por parte de la pareja como consecuencia de su pervertido concepto del amor, es decir, «amor» por él o ella misma, el deseo de recibir para sí mismo en vez de estar dispuesto a dar su amor a la pareja.

La incompatibilidad de las parejas según el nivel de refinamiento de sus bioenergías también puede jugar un papel importante aquí. Esta puede ser la causa de diversos desórdenes en el sistema energético del miembro de la pareja cuyas energías son más refinadas (más perfectas). Además de problemas de salud, los contactos con una pareja que posee una bioenergía más grosera pueden llevar a la indiferencia sexual, hasta el grado de desarrollar una aversión hacia dicha pareja o incluso hacia el sexo en general.

Con respecto a la incompatibilidad de las energías svadhisthánicas, debo mencionar que si la bioenergía de una mujer es más grosera que la de su pareja, esto puede causar la eyaculación precoz en él, debido a la influencia irritante de tal energía en su svadhisthana. Es decir, uno debería buscar las razones de este tipo de desarmonía sexual no sólo en los varones (como es la costumbre), sino también en las mujeres. Las razones de las desarmonías sexuales que han sido discutidas pueden ser eliminadas usando los métodos del raja yoga [22].

Todos los ejemplos arriba mencionados demuestran la variedad y complejidad de los temas «de todos los días» de las interacciones bioenergéticas entre las personas, lo mismo que la importancia de tomarlos en cuenta. En la mayoría de los casos tales contactos ocurren sin el control de sus participantes, y ellos no son conscientes del origen de sus consecuencias.

Pero existen esferas en las que la gente aplica su conocimiento en bioenergética conscientemente y de manera controlada. Una de ellas es la sanación.

La sanación consiste en el diagnóstico bioenergético y la terapia bioenergética. Hablemos sobre sus formas principales.

El método más simple de diagnóstico bioenergético, el cual los individuos con capacidades extrasensoriales generalmente comienzan a estudiar primero, es el diagnóstico usando la palma de la mano. Este método se basa en el hecho de que el cuerpo de todo ser vivo, incluyendo el ser humano, está rodeado de un campo de energía llamado capullo. Este campo energético es creado por la actividad vital de todas las células del cuerpo; la configuración de los bordes del capullo y la densidad de la energía dentro de él reflejan el estado de salud del organismo. El borde del capullo de un cuerpo humano se localiza generalmente a unos cincuenta centímetros del cuerpo. Pero si el paciente está débil, el borde del capullo puede estar más próximo al cuerpo del paciente y ser difícil de identificar. Y, por el contrario, los bordes de los capullos de personas con una actividad bioenergética alta pueden ubicarse a dos metros o más de sus cuerpos.

Casi todo el mundo puede aprender cómo sentir el borde de un capullo con sus manos. Uno debe practicar primero el sentir la palma de la mano en un ambiente más denso, es decir, como si el aire se hubiera convertido en un líquido transparente y espeso que impide su movimiento.

Luego se empieza a mover la palma de la mano hacia el cuerpo del compañero desde una cierta distancia, haciendo suaves movimientos de palpación. En algún momento, la mano se topa con una barrera invisible, el límite de un espacio más denso. Este es el capullo. Al mover la mano dentro del capullo se produce una sensación de “pinchazos” y de algo parecido a un «viento» de energía que sopla a través de la mano.

Una vez aprendido cómo localizar el borde del capullo podemos proceder a la siguiente fase de estudio. Ahora palparemos el borde del capullo alrededor de todo el cuerpo de nuestro compañero. Si el compañero está sano, el borde del capullo estará a la misma distancia a lo largo de todo el cuerpo. Pero si el compañero está enfermo, entonces se observarán salientes o depresiones sobre las áreas afectadas. Las salientes corresponden a zonas con actividad bioenergética patológicamente incrementada, mientras que las depresiones indican zonas donde la actividad bioenergética está disminuida.

Este método permite identificar también los estados latentes (asintomáticos) de enfermedades, así como los lugares donde se ocultan las enfermedades de lento desarrollo, de las que una persona puede incluso no ser consciente.

Habiéndonos entrenado de esta manera, podemos aprender a identificar aun pequeñas áreas problemáticas como caries dentales o una pústula común cubierta por la ropa.

Este método al igual que los otros también puede ser aplicado para examinar animales o incluso plantas.

En algunos casos (cuando el capullo es demasiado grande, por ejemplo) puede ser más conveniente decidir no realizar el diagnóstico estudiando el borde del capullo sino los cambios en la densidad y otras características del campo de energía dentro del capullo. La palma del sanador debe moverse paralelamente al cuerpo del paciente. Muchos sanadores con capacidades extrasensoriales utilizan sólo la última variante descrita. Pero si los chakras del paciente están desarrollados, sus campos crearán interferencia, lo cual ocasionará que este método sea inaplicable en ellos.

Por cierto, es muy difícil o incluso imposible hacer cualquier clase de diagnóstico a través de ropa sintética o a veces de lana.

Otra técnica de diagnóstico bioenergético se relaciona con la llamada clarividencia, es decir, ver las energías que no pueden percibirse con la visión regular, en este caso. Algunas personas tienen capacidades clarividentes innatas (es decir, de sus encarnaciones previas), pero virtualmente todos pueden desarrollarlas como resultado de la práctica sistemática de raja yoga [22].

Para facilitar el dominio de esta técnica, se puede ubicar la parte del cuerpo que está siendo examinada en el campo de energía de las manos de uno (entre las palmas de las manos). Recordemos que esta clase de clarividencia se realiza no con los ojos, sino con la conciencia, la que, para mejores resultados, uno debería concentrar en el propio capullo, detrás del chakra anahata o en el meridiano chitrini.

La comprensión científica de este fenómeno es posible solamente a través de la aceptación de los siguientes tres postulados:

El primero de ellos es el hecho de la naturaleza multidimensional del universo entero y también de cada organismo vivo.

El segundo es que la conciencia humana es capaz de penetrar, gracias a métodos especiales de entrenamiento [20-22,25], en las profundidades del universo multidimensional y conocer directamente diversas dimensiones espaciales.

El tercer postulado define que la conciencia es de naturaleza energética; una conciencia individual es portadora de autopercepción y de autoconciencia; evoluciona cambiando tanto cualitativa como cuantitativamente (es decir, por su «masa»).

El pensamiento materialista primitivo que predominó en nuestro país resultó en la actual identificación, tanto en la mente del lego como en los diccionarios pseudocientíficos, de dos conceptos completamente diferentes: mente y conciencia-Esto impidió el desarrollo de la psicología y las ciencias relacionadas con ella.

* * *

En el presente capítulo no describiré los métodos de desarrollo de la conciencia y clarividencia. Sólo permítanme decir que este desarrollo procede a través del refinamiento de la esfera emocional, el trabajo con los chakras y con los principales meridianos.

Los sanadores con capacidades extrasensoriales que hayan dominado la clarividencia obtienen la habilidad de mirar las energías oscuras (grises o negras) dentro de las partes afectadas de los cuerpos de los pacientes; al eliminarlas se logra la desaparición de los síntomas de las enfermedades, inmediatamente o después de algún tiempo.

Aparte de las técnicas que fueron ya descritas, hay otros métodos de diagnóstico bioenergético más complicados. Entre ellos está, por ejemplo, la recreación de la imagen del paciente (el espectro), el cual puede estar físicamente lejos del sanador, y el uso subsecuente de este espectro para hacer el diagnóstico. Uno puede transferir la concentración de la conciencia y ubicarse junto al paciente (sin importar qué tan lejos el paciente esté) y realizar procedimientos sanadores ahí. Sanar sin hacer un diagnóstico primero también es posible, de lo cual hablaremos más tarde.

Sigamos analizando los métodos de la terapia bioenergética.

La primera y más usada terapia es utilizar la propia bioenergía del sanador emitida a través de las palmas de sus manos (ya sea con imposición de manos y dando un masaje, o a cierta distancia del cuerpo del paciente). La característica distintiva de este método es que emplea cantidades considerables de energía que ha sido acumulada en el organismo del sanador. La desventaja de este método consiste en el hecho de que por dar energía al paciente, el organismo del sanador se debilita y, por lo tanto, se vuelve vulnerable a factores dañinos. Para aliviar este efecto negativo el sanador debe comer y a veces dormir bien inmediatamente después de las sesiones de sanación difíciles.

Otra técnica terapéutica es menos propensa a estas desventajas y también crea prospectos más favorables para el futuro progreso del sanador. Este método implica no usar la energía acumulada en el organismo del sanador, sino energía externa. La energía externa puede ser canalizada a través de los chakras del sanador, los cuales en este caso funcionan como lentes de enfoque. La corriente de energía sanadora se canaliza a través del cuerpo del sanador, desde detrás de la espalda hacia delante. El sanador controla la sesión usando clarividencia. La tarea general del sanador en este tipo de terapia es limpiar el organismo del paciente de energías oscuras en todas las dimensiones espaciales a las cuales el sanador tiene acceso. La influencia a través de los chakras puede ser acompañada de manipulaciones con las manos y también del envío de energía a través de ellas.

Debo mencionar que vestir ropas sintéticas vuelve este procedimiento imposible o muy difícil.

El último método contribuye al desarrollo de los sistemas energéticos del sanador y también le enseña a interactuar con diversas manifestaciones del espacio multidimensional. Los sanadores que practican este método generalmente logran una conveniente sintonización preliminar con la ayuda de tipos de meditación adecuados. Como resultado de esto, durante las sesiones de sanación, ellos pueden alcanzar la sensación de que sus organismos están simplemente siendo usados por el Poder del Amor Universal; en tales momentos los sanadores se sienten más como los testigos de un sacramento que toma lugar.

El sanador, en el proceso de adquirir experiencia, descubre que no todos los pacientes pueden ser sanados sólo con «lavar» sus cuerpos con flujos de energía. Esto incita al sanador a buscar métodos de sanación más complejos, por ejemplo, usar imágenes para realizar diversas «cirugías» en las profundidades del organismo multidimensional de la persona. Ahí, es decir, en esas dimensiones del espacio, las imágenes creadas por el sanador usando su poder personal tienen efectividad real, lo cual es confirmado por los cambios instantáneos en la condición del paciente después de haber sido influenciado de esa forma.

Otro ejemplo de una aplicación efectiva de imágenes energéticas en sanación es el uso de yantras médicos especiales (imágenes gráficas) las cuales producen estructuras energéticas tridimensionales sanadoras.

Uno de las maneras de tratar a los pacientes que sufren de enfermedades graves es combinar los esfuerzos de dos o más sanadores. Uno de ellos puede supervisar el proceso usando clarividencia, mientras los otros hacen el papel de «cirujanos».

Los sanadores que han logrado la maestría son capaces de conducir energía con efecto anestésico durante complejas cirugías físicas (y no con instrumentos imaginarios). Y algunos cirujanos de Las Filipinas efectúan cirugías sin dolor insertando sus manos físicas dentro de los cuerpos de sus pacientes, sin el uso de ningún instrumento cortante*.

También es importante entender que las enfermedades infecciosas (a diferencia de aquellas que son causadas por daños energéticos o mecánicos) pueden no necesariamente ser aliviadas completamente como resultado de la influencia del sanador, ya que las bacterias, virus, hongos y otros parásitos no mueren debido a esto. Pero en estos casos la terapia bioenergética permite: a) limpiar el organismo del paciente de las consecuencias energéticas de la inflamación, b) eliminar o aliviar temporalmente los síntomas de la enfermedad, c) incrementar la resistencia del organismo. La forma correcta de tratar las enfermedades infecciosas será la combinación de terapia bioenergética y terapia farmacológica.

Un sanador principiante también debería saber que es peligroso para él o ella intentar curar ciertas enfermedades, tales como la influenza o el cáncer.

Aquí también enumeraremos las reglas de sanación que permiten evitar el causar daño involuntariamente a los pacientes:

Primero, un sanador no debe consumir bebidas alcohólicas ya que la bioenergía del sanador adquiere cualidades patógenas como resultado de tomar alcohol (esto puede observarse como una coloración grisácea de los flujos de energía emanados por el sanador).

Segundo, un sanador que está enfermo no debe intentar sanar a otras personas, ya que en este caso el sanador compartiría la información energética de su enfermedad con el paciente.

Tercero, un sanador no debe influenciar a aquellos pacientes cuya energía es significativamente más sutil en comparación con la energía del sanador, porque puede ser dañino para el sistema de energía del paciente.

Cuarto, un sanador que se alimenta de carne o pescado no debe influenciar a las personas que siguen una dieta «sin matanza», ya que la energía de estos últimos es incomparablemente más pura y sutil.

Quinto, durante las sesiones un sanador no debe entrar en ningún estado emocional negativo, como tampoco debe distraer sus pensamientos del único tema admisible, que es la compasión por el paciente y el tratar de encontrar posibilidades de ayudarlo. Cualquier otro pensamiento o emoción distorsiona y contamina los flujos de energía emanados por el sanador.

Desviarse de las reglas citadas puede conducir a causar daño a la salud del paciente, incluso si el síntoma principal es eliminado como resultado.

También deberíamos mencionar que la arrogancia y el deseo de fama y enriquecimiento personal no contribuyen a la reputación del sanador. Sin embargo, no hay duda de que los sanadores pueden aceptar (si así lo desean) una remuneración material por su arduo trabajo. Y esta clase de trabajo involucra no sólo pérdidas significativas de energía sino también contaminación bioenergética causada por los pacientes, lo cual a menudo conduce al desarrollo de enfermedades en el propio organismo del sanador.

Si los sanadores que se empeñan en adquirir la perfección en el arte de la sanación superan las pruebas éticas que encuentran en este camino, en concreto, si ellos siempre están insatisfechos con su nivel de autodesarrollo, entonces, sanar se convierte en un medio maravilloso de autoperfeccionamiento espiritual para tales sanadores. Mediante la ayuda a otros, ellos desarrollan el amor desinteresado y abnegado, incrementan su conocimiento del mundo multidimensional, incluyendo el conocimiento sobre la naturaleza del ser humano y de los diversos métodos para ayudar a las personas, así como también aumentan su propio poder personal a través del servicio activo.

El uso de los métodos del raja yoga y posteriormente del buddhi yoga para sanar más eficientemente, el dominio de los escalones éticos del karma yoga y bhakti yoga, la acumulación de conocimiento (jñani yoga) permiten a los sanadores acercarse a los métodos más altos de sanación, tales como los métodos demostrados por Jesús el Cristo, Quien incluso no necesitaba conocer el diagnóstico, enviar flujos de energía o crear imágenes de instrumentos quirúrgicos…Tal Sanador sólo necesita saber con absoluta certeza que el paciente merece la sanación y tocar al paciente con la perfecta Conciencia Divina…

Pero para ser capaz de sanar de esta manera, uno debe pasar por los estados de Samadhi, cristalización y Nirvana. Hablaremos sobre éstos en detalle en los próximos capítulos; ahora sólo aclararé brevemente los significados de estos términos.

La palabra Samadhi denota el estado emocional de Éxtasis del más alto grado, el cual uno experimenta por lo general en los primeros contactos con el Espíritu Santo dentro del propio cuerpo. La Cristalización es el proceso de incrementar el volumen de la conciencia individual.

Nirvana es el estado de Unión de la conciencia individual con el Espíritu Santo o con el Creador; le permite a uno dirigir la atención hacia el mundo multidimensional desde el interior de su Profundidad Primordial.

Uno debería entender que la cristalización puede ser falsa o verdadera. La cristalización verdadera es aquella que se realiza en las más altas dimensiones espaciales; la falsa se realiza en los planos más densos del universo. Esta última puede habilitarle a uno a hacer milagros «bonitos» y suprimir la voluntad de otras personas, pero no puede decirse que el estado de quien la posee esté cercano a la Perfección.

* * *

La última pregunta a analizar en este capítulo puede sonar paradójica para algunos: ¿Debería uno sanar? Y si debería, ¿en qué casos?

Ya hemos hablado de que la práctica de la sanación es beneficiosa para el sanador. Pero, ¿es beneficiosa para la persona que está siendo sanada?

Vean ustedes, cualquier enfermedad es el resultado de la salida de la persona de la armonía ecológica, en la mayoría de los casos es una consecuencia de la violación de ciertos principios éticos, de los cuales el más fundamental es el amor hacia todas las personas, todos los seres vivos, el Macrosistema multidimensional entero, incluyendo las Formas Más Altas de Su Conciencia.

En otras palabras, una enfermedad, como regla, es un indicativo para la persona enferma de que él o ella tiene algo que mejorar en sí mismo.

Y la sanación irresponsable (por parte del sanador) a menudo priva a la persona enferma de la necesidad urgente de reflexionar y cambiar.

Por lo tanto, sanando al cuerpo, podemos hacer daño al alma. Así que sería más apropiado ayudar al paciente a entender la causa de su enfermedad y a dirigir sus esfuerzos hacia la autocuración y sólo después de eso ayudarle a sanar el cuerpo, de ser necesario.

Por supuesto, en este tema multifacético y complejo no puede haber ninguna «prescripción» apta para todos los casos. Y la verdad, por lo general, se ubica en el medio de los dos extremos. Por ejemplo, las sanaciones puramente corporales (es decir, aquellas que se efectúan sin explicaciones ni recomendaciones) a veces son percibidas por los pacientes y testigos como un impulso que los despierta de un sueño apático de ignorancia, que estimula sus esfuerzos de búsqueda de verdades espirituales y de adquisición de habilidades sanadoras, para desarrollar a través de este impulso su potencial de Amor.

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