Ariadne/Capítulo cinco: Sobre los estados emocionales positivos y negativos
Capítulo cinco:
Sobre los estados emocionales positivos y negativos
Ariadne y Diánte, no se perdieron ni una sola aparición pública de Pitágoras desde entonces.
Además, se les permitió asistir a las charlas que Pitágoras sostenía con los estudiantes seleccionados más prometedores.
… Un día, Ariadne, Diánte, Leonardo y otros estudiantes se reunieron a la orilla de una pequeña bahía al pie de la colina donde se construían los edificios de la Escuela.
Se sentaron sobre unas cómodas piedras planas. Esta sección de la costa estaba protegida por unas rocas de los vientos laterales y de superficie. Formaba como una acogedora terraza con vista al mar. Las rocas fueron traídas y colocadas ahí por los discípulos. Este pequeño anfiteatro natural, en los días con buen tiempo, servía para las conversaciones entre ellos y Pitágoras.
… Se sentaron un rato en silencio, escuchando solo el suave batir de las pequeñas olas y el graznido de las gaviotas.
Entonces, Pitágoras comenzó su disertación:
«Hoy hablé con los residentes de Crotón sobre el papel de los estados emocionales positivos que acompañan a las intenciones correctas.
»Dije, entre otras cosas, que al sintonizarnos —como almas— con buenas obras, invocamos la Ayuda Divina en nuestras intenciones y multiplicamos así el éxito de nuestras acciones por mucho. De esta forma, es posible hacer —con alegría— cualquier buena obra sea grande o pequeña.
»También, es importante entender que —pierden mucho su valor— aquellas obras de bien realizadas en un estado emocional incómodo o molesto. Después de todo, ¡estas emociones negativas reducen significativamente la efectividad de cualquier buena obra!
»Ahora nosotros, Mis queridos amigos, podemos hablar de esto en mayor profundidad.
»Cualquier ejercicio para el cuerpo o para el alma, cualquier trabajo que hagamos, ¡tiene sentido hacerlo en un estado emocional adecuado! Esto aplica por ejemplo a la realización de ejercicios gimnásticos, el estudio de nuevos textos, a los trabajos de construcción, etc. También aplica para las meditaciones.
»Se debe realizar cualquier acción, incluso la más simple, entendiendo que los campos de energía de nuestros estados emocionales se extienden muy por fuera de nosotros e inciden sobre el espacio circundante.
»Por ejemplo, si al cocinar, lo hacemos en el estado emocional adecuado, traerá muchos más beneficios que la misma acción realizada “por inercia” o en un estado emocional negativo.
»Además, si la comida es preparada por ejemplo por una persona irritada, está se llenará de la energía discordante de quien la prepara.
»Por otro lado, lo mejor del alimento no será asimilado si la persona al comer se entrega a las emociones de la codicia por engullir el alimento, o ajetreado traga apresuradamente bocado tras bocado.
»Estos simples ejemplos muestran cómo, una acción cualquiera, realizada en el estado emocional adecuado —asegura el éxito— y realizada en el estado emocional inadecuado —impide la correcta ejecución de las cosas—.
»Me gustaría ahora llamar su atención al hecho de que las personas predeterminan de muchas formas los eventos que les rodean. Al actuar, crean en cada ocasión, una especie de atmosfera separada del universo que les rodea, al llenar su derredor con las variadas energías que le son propias. Y por lo general, ignoran este hecho.
»Y cada pensamiento, cada emoción, cada acción, e incluso cada palabra que se pronuncia, forma parte de esta construcción hecha en el entorno de la persona por y para sí misma —tanto para su presente como para su futuro—.
»También, nuestros estados emocionales afectan la vida de otros seres.
»Por ello, conviene realizar todas nuestras obras con plena conciencia, observando y regulando nuestros estados emocionales a cada momento.
… Pitágoras, guardó silencio por un rato, permitiendo a los discípulos asimilar lo dicho. Luego continuó:
«Las intenciones humanas pueden variar según la calidad y el momento de su implementación.
»Si alguien tiene la intención de comprar aceite o fruta en el mercado, no le será difícil hacer esto. Sin embargo, lo importante será —cómo— la persona hará esto, es decir, si lo hará con alegría y placer, o lo hará como un deber rutinario.
»Es así, que a partir de una multitud de situaciones de este tipo, se forma la vida cotidiana que sustenta la existencia de nuestro cuerpo.
»Por otro lado, en nuestra actividad diaria no debería haber ni excesos ni acciones innecesarias. De lo contrario, la vanidad cotidiana eclipsará lo verdaderamente primordial a realizar.
»¡Después de todo, asumimos metas mucho más trascendentales como personas!
»Por ejemplo, nosotros nos fijamos el Objetivo de hacernos almas similares a los Dioses.
»No deberíamos pues perder el Objetivo primordial de nuestra vida en un sinfín de tareas menores. Si lo logramos, los planes de vida para el día, para el próximo mes, y para los años venideros, se alinean de forma natural y constante en pasos que conducen a ese Objetivo primordial. De esta forma, gradualmente, el hábito de la superación personal conduce a una vida espiritual exitosa, —tanto al devoto como a todos quienes alrededor observan su perfeccionamiento—.
»¡Tal cual un escultor de un bloque de mármol crea una hermosa escultura eliminando gradualmente el exceso y puliendo luego la forma resultante, una persona —en cooperación con los Dioses— puede transformarse a sí misma como alma, acercándose al Objetivo primordial que ella misma se propuso!
»Pero si nos distraemos del Objetivo primordial en un sinfín de pequeños asuntos momentáneos, entonces no podremos alcanzar ese Objetivo.
»Cada día puede iniciarse de manera tal que uno pueda fácilmente cumplir con todas sus intenciones. ¡Afinándose a sí mismo tal cual un instrumento musical se afina hasta lograr un sonido perfecto!
»¡Tal cual una lira puede afinarse de acuerdo con la armonía musical, —una persona puede afinarse en los estados de la Luz Divina y el Fuego Creativo—!
»¡Si logamos hacer esto, la inspiración proveniente de los Dioses llenará cada hora de nuestras vidas!
… Pitágoras, volvió a hacer una pausa. Un silencio transparente envolvió a Pitágoras y a Sus discípulos en la orilla.
Y Ariadne, en la suave Luz inmaterial comenzó a distinguir hermosos Rostros y Manos. Ahí se dio cuenta que las Almas Divinas se habían acercado…
Pitágoras, empezó a hablar de nuevo:
«¡El alma puede permanecer en silencio o resonar en sintonía con las Almas Divinas!
»¡El silencio es muy importante! Permite armonizar el espacio que en cada momento rodea a cada alma.
»El silencio también permite al alma unirse con lo Divino.
»Aquí, hay una lira. Cuando no emite sonido, parece contener todos los sonidos posibles en un hermoso silencio.
»Al un intérprete habilidoso tocar las cuerdas, puede extraer de ella melodías asombrosas de gran belleza.
»¡Así, nosotros también podemos con cualquiera de nuestras acciones, traer desde el silencio, Armonía y Belleza al Universo!
»¡Cuando las intenciones del alma se iluminan con nuestra inspiración, —se pueden realizar fácilmente—!
»Pero cuando en el día que nos espera vemos solo trabajo duro y obstáculos insuperables, ¡la suerte de seguro no nos acompañará!
»Incluso, hay veces en que se puede pensar que la acción es completamente imposible…
»En tales ocasiones, estos pensamientos y emociones inhiben y disminuyen la fuerza que debería haberse reunido para la implementación del plan.
»Más, si nos “sintonizamos” con el gozo del trabajo, con la fuerza del alma que supera los obstáculos, y con el amor y la inspiración, —tanto en nuestras tareas como almas como en nuestros asuntos terrenos cotidianos—, atraeremos de esta forma la buena fortuna a nuestras vidas.
»¡Y, si nuestras intenciones no se contradicen con las Intenciones Divinas, —ciertamente se realizarán—!
»Más si en algún lugar cometimos un error en nuestra labor y fracasamos, debemos también aceptarlo con alegría —como una lección enseñada por los Dioses—.
»… ¡Dejemos que la alegría llene de vitalidad tanto nuestro cuerpo como nuestra alma!
»¡Más la alegría no es el único estado emocional que podemos ejercitar… el amor, la paz y la buena voluntad hacia los demás —multiplican y fortalecen también la armonía que traemos al mundo—! ¡Tales pensamientos y emociones en uno activan el poder del alma y brindan energía para alcanzar los resultados!
»También, debemos tener presente que no tiene sentido invertir fuerza e inspiración en intenciones mal concebidas.
»Nuestras intenciones deben nutrirse adecuadamente en el silencio y en coordinación con las Intenciones Divinas. ¡Cada uno de nosotros debe captar esto!
»¡La cumbre de esto es cuando el cuerpo humano se convierte en instrumento de la Omnipotencia, el Amor y la Sabiduría Divinas!
»… Hay dos corrientes en la dinámica de la Creación, una fluye hacia la Perfección, y la otra fluye en dirección a la degradación, el declive y la muerte. Es importante que el humano se incluya en la corriente ascendente de las almas en desarrollo y logre sentir que los Dioses están prestos para apoyarle y ayudarle en ello.
»Esto es fácil de sentir, por ejemplo, en uno de los ejercicios más simples que podemos practicar todas las mañanas:
»¡Levantémonos y sintamos que estamos rodeados por todos lados de un universo maravilloso —la Creación Divina—! ¡Y enviemos amor a absolutamente todo lo que hay en Él!
»Sintamos cada uno en sí mismo, el espacio del corazón espiritual donde nace el amor, y enviemos este estado emocional hacia adelante.
»Sintamos que al más derramar nuestro amor, más nos llenamos del Amor Divino, —esa Fuerza que fluye hacia el corazón espiritual desde atrás, desde las Profundidades—.
»Y en nuestra ofrenda de amor, desaparecemos en este Río de Luz Divina que fluye a través de nuestros cuerpos, sanándolos y transformándolos.
»¡Esta es una vía para entrar en el mundo Divino! ¡En este mundo podemos convivir con las Almas Divinas! ¡Y de Ellas, aprender a ofrendar aún más Amor!
»… Repetimos este ejercicio en todas las direcciones, a la derecha, atrás, izquierda, arriba y abajo.
»Al hacer esto, realmente podemos alcanzar la cognición de cómo un alma que ofrenda amor puro y desinteresado entra en el espacio donde moran las Almas Divinas.
»Y podemos aprender —a través de nuestros esfuerzos de ofrendar amor— a fusionarnos con las Corrientes de la Ternura del Creador, Quien silenciosa y tiernamente lleva Amor a la Creación.
»¡Luego, podremos aprender a entrar en la Unión con el Gran Poder de la Luz Divina, y más tarde, —con el Fuego Divino Creativo—!
»¡Entonces, cualquier intención del alma será llevada a cabo por el Poder del Amor Universal del Creador!