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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
Viaje a la bahía
 

La heredera del anciano Zosima/Viaje a la bahía


Viaje a la bahía

Zosia no se había visto con Víctor desde esa noche y tampoco sabía cómo relacionarse más con él. ¿Hacer como si nada hubiera pasado? ¿Disuadirlo de participar de las reuniones con sus camaradas donde se «cocinaba la revolución»? Y, ¿sería posible que Víctor desistiera? ¡Él seguía creyendo sinceramente en la rectitud y en la justicia de lo que planificaban! ¡Y después de todo, no es posible colocar tu comprensión en la cabeza de la otra persona!

Los exámenes concluyeron y los cuatro aprobaron todo con éxito. Denis entonces los invitó a celebrar el evento en la costa del Golfo de Finlandia. Su hermano Siéryie, como prometió, estaba listo para navegar con ellos. Todos estuvieron de acuerdo y fijaron una fecha.

* * *

El clima estaba soleado y cálido, el viento suave y ligero. Siéryie al timón, observaba con aprobación cómo Denis manejaba la vela.

Cuando entraron en la bahía, el viento soplaba un poco más fuerte. El bote se deslizaba con facilidad y confianza sobre las pequeñas olas.

… Era temprano por la mañana. ¡La sensación de libertad de entrar en el extenso mar se expandía ante ellos! Era como si las alas del alma se desplegaran para comenzar a volar, como lo hacían las gaviotas de alas blancas que acompañaban el velero.

Pasaron algunos asentamientos costeros, en los que había algunas cabañas de madera.

Olga le preguntó a Siéryie:

—¡Cuéntanos de ti! Denis no nos ha dicho casi nada. Mientras que el resto de nosotros, ya sabemos casi todo el uno del otro.

—¿Qué puedo decir de mí? Mar y servicio militar, esa es toda mi vida. Desde niño soñaba con el mar, con las velas, quería, como nuestros grandes navegantes, dar la vuelta al mundo en un velero, ver el mundo entero…

»Pero aún no he podido hacer ese viaje.

»En las prácticas, navegamos durante tres meses por el mar Báltico. ¡Fue genial!… Y ahora, por tercer año consecutivo, he estado al mando de un acorazado.

»Servicio, maniobras… Mi “vasija de hierro”, por extraño que parezca, “ha llegado hasta mi corazón”. ¡Mi barco, mi tripulación… los siento a todos como mi familia! Así es como vivo… También Denis me ha hablado mucho de ustedes. ¡Así que a mí también me parece que los conozco bien a todos!

… Amarraron en la desembocadura de un pequeño arroyo que vertía sus aguas en la bahía.

La playa de arena junto a ellos era pequeña y estaba cubierta de piedras a ambos lados. ¡Era muy incómodo caminar sobre las piedras, pero por otro lado, los enormes bloques de granito que se elevaban sobre el agua, y los pinos de la orilla, —armonizaban tan maravillosamente—!

Los pinos eran altos y fuertes. Habían resistido muchas tormentas marinas severas a lo largo de sus vidas.

Los viajeros se prepararon para acampar. Colocaron sobre unas piedras planas unos tablones anchos de madera que habían sido arrojados a la orilla por las olas, creando así unos amplios y cómodos bancos.

El viento se calmó casi por completo, como si después de haber hecho lo que le correspondía, eligiera tan solo agitar ligeramente las hojas de los pequeños álamos temblones y balancear las ramas de los poderosos pinos.

Olga y Siéryie recorrieron la costa para recoger leña seca para el fuego. Fueron bastante lejos mientras conversaban.

¡Cuando regresaban, Olga radiaba de felicidad! Corrió hacia uno de los altos pinos que se alzaban solitarios en la orilla y lo rodeó con sus brazos.

«¡Mira, qué belleza! ¡Ya él crecía aquí antes de que ninguno de nosotros llegara a este mundo! ¡Y, tal vez, cuando ya no estemos aquí, todavía estará aquí admirando el mar!»

… Olga abrazó el tronco y presionó suavemente su mejilla contra él. Así, permaneció inmóvil por largo rato sintiendo cómo en lo alto de las ramas una suave brisa ligeramente perceptible acariciaba las agujas y los conos.

Zosia se acercó, se paró a su lado y acarició el tronco pardo del pino con las palmas de las manos.

Los tres estuvieron de pie durante mucho tiempo, abrazándose, las dos niñas y el pino…

Olga le dijo pensativa a Zosia:

«¡Esto es como tu hesiquia! ¡Los árboles —conocen el profundo silencio interior—! ¡Permanecen en él y pueden enseñárselo a la gente!…»

… Denis, estaba un poco preocupado viendo como Olga casi no le quitaba los ojos de encima a Siéryie. Trató de fingir que no le importaba. Pero sin mucho éxito.

… Hicieron un pequeño fuego y prepararon té en una tetera. También consumieron algunos de los suministros que habían traído consigo.

Decidieron que pasarían la noche junto al fuego y regresarían a la ciudad recién al día siguiente.

Víctor, guardaba silencio mientras furtivamente observaba a Zosia tratando de ver cómo hacer para continuar juntos. Al rato decidió hablar con ella…

Y le sugirió:

—Zosia, demos un paseo y al mismo tiempo recojamos algo de leña, ya que necesitamos mantener el fuego encendido toda la noche.

—Sí, vamos…

… Durante un rato caminaron en silencio.

Entonces Víctor dijo:

—Mi padre siempre ha querido que nos casemos, él sueña con eso.

»Sabes que te amo… Pero hasta ahora he guardado silencio porque me preocupa involucrarte en la perspectiva que conlleva ser la esposa de un revolucionario. Si me arrestan, es posible que a ti tampoco te permitan ejercer la medicina.

»Realmente quiero que seas feliz, no quiero lastimarte de ninguna manera… Pero resulta que estar cerca de mí se está volviendo peligroso… ¡Y sin embargo, realmente me gustaría que estuviéramos juntos!

»Pero, así como tú nunca renunciarás a tu Dios, yo no puedo renunciar a mis ideales ni a mis sueños de llevar el bien a todas las personas. ¡Es una parte de mí!

»¿Aceptarías amarme como soy y permanecer conmigo? ¿Aceptarías ser mi esposa?

—Víctor, has expresado la situación claramente… ¡Todo es bien complicado! Te amo… Pero somos demasiado diferentes. Y nuestras vidas parecieran fluir en direcciones diferentes ahora. Y no se trata del peligro, —yo no tengo miedo—… ¡Pero no puedo convertirme en tu esposa! En cualquier caso, ¡ahora es imposible!… Y una cosa más, ¿recuerdas que los invité a todos a la casa de mis padres para el verano? ¿Te has decidido ya? ¿Vendrás?

—Sí, lo he decidido. No puedo ir.

… Víctor quedó sombrío. Todos los puntos en la relación ahora estaban colocados.

Regresaron hasta el fuego con varios manojos de ramas secas.

… ¡La puesta de sol sobre el mar fue sorprendentemente hermosa!

Todos admiraron durante largo rato el juego de colores en el cielo vespertino.

Prepararon un lugar cómodo en el bote por si alguien quisiera recostarse a dormir una siesta. A la vez, trajeron unas mantas cerca del fuego para mantenerse calientes.

… Con la puesta de sol, comenzó a bajar la temperatura.

Pero cerca de la fogata era acogedor y muy tranquilo.

La noche parecía disolver todas las complejidades cotidianas de la vida. Parecía tan solo haber un fuego en el crepúsculo transparente de la noche veraniega del norte. Las chispas, se elevaban y se disolvían en las alturas.

Olga dijo pensativa:

—Nosotros, como estas chispas, resplandecemos por un segundo en la calma transparente de la eternidad del universo —para luego desvanecernos—… ¿Y qué viene tras la muerte del cuerpo? ¿El paraíso? ¡Nadie parece saber realmente la verdad! Aquí, amamos, ardemos por nuestros ideales, y luchamos y tratamos de lograr algo en esta vida. ¿Qué será de nosotros tras todo esto?

»¿Y cómo es realmente “del otro lado”?

… Víctor dijo serio:

—Lo mejor es preguntarle a Zosia sobre esto, ella ha tratado de mirar allí.

»A veces, incluso hasta puede hablar con el difunto anciano Zosima.

… Siéryie se sorprendió:

—¿Es esto como una sesión de espiritismo? Ahora se ha puesto de moda. Se reúnen en una mesa y convocan a los espíritus.

… Zosia respondió:

—No, no lo es. Y yo no he oído hablar tanto de las sesiones de espiritismo. Tampoco me gustaría participar de tales actividades. Después de todo, entre los espíritus hay enormes diferencias. Los hay también impuros…

»Y si, por ejemplo, Jesús comenzara a hablar con una persona, ¿se le llamaría también a esto una “sesión de espiritismo”?

… Siéryie sorprendido le preguntó.

—Zosia, ¿tú crees que sea posible que una persona pueda tener una conversación con el mismo Jesús?

—¡Sí, creo que es posible si uno realmente lo quiere con todo el corazón! A menudo el anciano Zosima hablaba con Jesús. Y Fr. Alexander, su discípulo, también Le veía y Le escuchaba…

—¿Y tú?

—Hasta ahora esto no me ha sucedido; al menos no de una forma en la que pueda estar segura de que realmente veo y escucho a Jesús. ¡Pero sé firmemente que es posible! Siento Su Presencia cuando me dirijo a Él por algo importante. Hasta ahora no he recibido respuestas inmediatas de Él en la que yo pueda escuchar Su voz. Pero inmediatamente después de mi pregunta o después de un tiempo, me llega una comprensión; la respuesta exacta sobre lo que trataba mi pregunta, por así decirlo, nace por sí misma desde mi interior…

»¡Y sé firmemente, que al otro lado de la muerte del cuerpo, hay vida! ¡Allí, la vida continúa! ¡Las almas están vivas aunque sin cuerpos! Puedes hablar con ellas y verlas.

»Todavía no sé mucho al respecto. Pero recientemente, el anciano Zosima me dio algunos consejos muy importantes junto a otras palabras de sabiduría.

»En ese momento, yo vi su imagen formada como desde la Luz. Me explicó un poco acerca de la curación. También respondió algunas de mis preguntas sobre otros temas.

… Siéryie escuchaba a Zosia con atención y seriedad, sin escepticismo.

Víctor expresó su opinión:

—Zosia no inventa todo esto. Yo mismo vi cómo curó a una niña moribunda. ¡En ese momento, Zosia perdió el conocimiento, e inmediatamente después, la niña estaba curada milagrosamente! Estoy hablando de esa niña cuya madre llevamos hasta tu orfanato Olga, tratando de conseguirle una ayuda de vida. Por supuesto, Zosia ahora dirá que fue Dios quien la sanó… ¡Más yo no creo en las Fuerzas Celestiales ni en todas esas tonterías de la iglesia sobre un “dios bueno”! ¡Simplemente no lo creo! Pero puedo decir con certeza que Zosia puede interactuar con los mundos intangibles e invisibles. ¡He visto esto más de una vez! ¡Y esto es una realidad!

»¡Y las sesiones de espiritismo —son actuaciones fraudulentas para el público—!

… Olga, continuó con el tema de conversación:

—Tal vez no siempre son un fraude… Una vez mis amigos me llevaron a una sesión espiritista. Había velas, una música especial y una mesa que temblaba. La médium femenina cayó en trance y se volvió como loca. Ella transmitió algunas palabras de algún tipo de espíritu. Y predijo el destino de todos los presentes. Además, predijo una guerra en el Lejano Oriente en un futuro próximo. Básicamente había una sensación desagradable durante todo esto, pero algo realmente sucedía. Aunque no me gustaría ir allí de nuevo.

… Siéryie dijo un poco triste:

—Para predecir la guerra, uno no necesita ser locutor del otro mundo. Está claro que todo va encaminado hacia esto… ¡Es triste!… ¡Y estúpido!…

… Víctor se inspiró:

—Sí, es verdaderamente atroz que por las decisiones individuales de un gobernante, países enteros y muchas naciones inicien guerras sangrientas. ¡Mucha gente se dirige a matar y a morir —por la oportunidad que ven sus gobernantes de influir en la vida de otros países y sus pueblos—!

»¡Pero la gente común no necesita de estas guerras en absoluto! Solo quieren vivir con sus familias mientras trabajan en alguna fábrica o aran la tierra. ¡Pero no obstante son enviados a matar a otros y a morir ellos mismos!

»¡Y a toda esta locura se le llama “patriotismo”! Y luego, dicen cosas como “¡Viva Rusia!”, o “¡Por el Zar y por la patria!”…

»¡No debería ser así! ¡Esto debería cambiar en la gestión de todos los estados!

»¡Necesitamos una revolución mundial, democracia, y un gobierno razonable!

… Denis dijo:

—Siéryie, te dije que Víctor es un apasionado admirador de las ideas revolucionarias…

—Pero también hay guerras justas, ¿no? ¿Y qué será del ejército y la marina? ¿Ya no serán necesarios en este nuevo estado? —Preguntó Siéryie.

—La justicia es un concepto muy relativo… Y el ejército y la marina, por supuesto, serán necesarios al principio, hasta que se instaure la democracia en todos los países. ¡Y entonces ya no habrá necesidad de ellos! —Respondió Víctor.

… Durante largo rato, las conversaciones pasaron de un tema a otro. Y Siéryie contó algunas historias de su vida como marino.

A veces, todos guardaban silencio durante largo rato mientras admiraban el fuego.

Olga, estaba absolutamente fascinada con Siéryie y lo observaba con admiración. Ya estaba enamorada de él, pero trataba de no dar rienda suelta a sus emociones ni mostrar todo esto al exterior, viendo el estado del hermano menor.

… En el este, el cielo empezó a aclarar en un color rosa brillante.

En los arbustos y en las copas de los árboles, los cantos de mirlos, petirrojos, ruiseñores empezaron a escucharse con más fuerza y fervor… Cada vez más pájaros se unieron al coro de pájaros polifónicos.

El sol comenzó a salir lentamente. Había llegado un nuevo día.

* * *

Olga, fue hasta el agua para refrescarse y resbaló en una piedra mojada. Se cayó, torciéndose la pierna y gritando de dolor.

Todos corrieron hacia ella.

—¿Tienes mucho dolor? ¿Dónde? ¿En el tobillo? —preguntó Denis alarmado.

Olga asintió en silencio.

Zosia, pasando sus manos sobre la pierna y el tobillo de Olga varias veces, dijo con confianza.

—No hay fractura, solo se desgarraron un poco los ligamentos. ¡Nada grave!

… Zosia, pasó a desatar y quitarle con cuidado la elegante bota a Olga, tratando de no lastimarla. Y se dirigió a Víctor:

—¡Por favor, trae mi maletín del barco!

… Denis, agitado, volvió a preguntar:

—Zosia, ¿cómo sabes que no hay fractura? Puede que te equivoques… Deberíamos aplicarle un poco de hielo para que no se le hinche la pierna. ¡También, aplicarle un vendaje!

… Mientras tanto, Víctor ya había traído el maletín de Zosia y al abrirlo le dijo:

—¡Es tu turno Zosia de ser el médico jefe de campo!

… Zosia con confianza, le aplicó a Olga una venda ajustada.

Y le dijo:

—¡Olga, ten un poco más de paciencia! Ahora, intentaré reducir el dolor.

… Todos miraron con atención a Zosia, quien se quedó inmóvil mientras colocaba las palmas de sus manos sobre la pierna dolorida de Olga.

Después de un rato, Olga dijo sorprendida:

—¡No puedo creer que esto sea posible!… ¡El dolor ha pasado por completo!

… Siéryie, con profunda gratitud, besó las manos de Zosia, que podían aliviar el dolor de una manera tan asombrosa.

Olga comenzó a disculparse:

—¡Perdónenme! ¡He causado tanto alboroto!

»¡Ya no me duele en absoluto! Incluso, creo que podría ser capaz de caminar por mi cuenta.

… Zosia no estuvo de acuerdo:

—¡No Olga, ni siquiera intentes pararte en esa pierna todavía! Necesitas descansar. ¡Y aquí tenemos tantos hombres fuertes! ¡Ellos te llevarán!

… Siéryie levantó a Olga en sus brazos y la llevó hasta el bote. Ella envolvió suavemente sus brazos alrededor de su cuello.

Denis —aún nervioso— caminaba a su lado, llevando en su mano la bota de Olga.

Zosia y Víctor rápidamente reunieron todas las pertenencias que estaban dispuestas alrededor del fuego, las cargaron en el bote, e iniciaron el regreso.

Contra corriente y usando los remos, entraron en el río Fontanka*. Remaron, y remaron, reemplazándose unos a otros.

Al rato, atracaron en un muelle cerca de la casa de Olga.

Víctor se quedó en el bote.

Siéryie cargaba a Olga, mientras Denis le insistía a Zosia de ir al hospital de inmediato. Se decidió que Denis llamaría al padre de Víctor y ver si llevaban a Olga a la clínica de la academia un poco más tarde, como para no armar un escándalo, pero sí para estar seguros de que no hubiera fractura. La academia de medicina incluso tenía una máquina de rayos X experimental que permitiría tomar radiografías.

… Ya en casa de Olga, Siéryie colocó a Olga cuidadosamente en su cama.

Zosia, ubicó la pierna adolorida de Olga de una forma cómoda para ella.

Denis, dijo que pronto conseguiría que el padre de Víctor estuviera de acuerdo con él y que recogería a Olga en un taxi:

—¡Volveré pronto!

… Olga mirando el rostro de Denis, que se había puesto pálido por toda la conmoción, lo detuvo y le dijo:

—¡Denis, no hace falta ir a la clínica, ya todo ha pasado!

… Luego volvió su mirada hacia Siéryie:

—¡Siéryie, quédate conmigo, por favor! Si tú quieres por supuesto…

… Estas palabras sonaron como una clara y abierta declaración de amor. Y, a través de esas palabras, quedó todo claro de inmediato para ambos hermanos.

Siéryie encontró la mirada de su hermano. Fue un diálogo silencioso en el que hubo de todo: un pedido de perdón, una disposición a renunciar a los sentimientos propios por el bien del otro, y la aceptación de los sentimientos de la chica de la que ambos se habían enamorado.

Siéryie asintió en quedarse con Olga.

Zosia preguntó:

—Olga, ¿algo más en lo que te pueda ayudar?

… Olga negó con la cabeza:

—Gracias, no.

… Denis, todavía visiblemente pálido, dijo:

—Olga, aún necesitas visitar la clínica. Siéryie te llevará. Te llamaré cuando consiga que el padre de Víctor esté de acuerdo.

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