La heredera del anciano Zosima/Olga OlgaLas clases comenzaron en el instituto. A Zosia le gustaba estudiar y esto comenzó a ocuparle la mayor parte de su tiempo. También Olga, la chica que les ayudó en el orfanato, empezó a formar parte de la vida de Zosia. Al pasar los días, se fueron haciendo más amigas. Olga provenía de una familia noble y rica. Desde hacía varios años vivía separada de sus padres. Olga se destacaba entre los demás estudiantes por la radiante belleza externa de su apariencia, acentuada por el arte de saber vestirse al mismo tiempo con elegancia y sencillez. Destacaba también por sus amplios conocimientos en varias áreas de la vida y por su flexibilidad mental, lo que le permitía estar siempre entre las primeras en sus estudios. Tenía muchos talentos, dibujaba, componía prosa y poesía, y sabía mucho sobre arte y literatura. También solía ser el centro de atención de cualquier agrupación. Sabiendo siempre interesar a los oyentes en sus declaraciones, y al mismo tiempo sabiendo escuchar a los demás con sinceridad y con atención. Al principio, Zosia no esperaba poder ser de interés para Olga y tampoco esperaba en absoluto convertirse en su amiga. Por otro lado, a los estudiantes del instituto no solo les apasionaban las noticias de la ciencia médica. A menudo discutían los temas en boga entre la intelectualidad de la capital. Un día después de clases, varias chicas reunidas alrededor de Olga discutían la posibilidad y hasta la necesidad de inculcar en la población de la forma más amplia posible no solo conocimiento sobre la medicina, sino también sobre el arte. Luego, la conversación se centró en una fraternidad de artistas itinerantes, creada en su momento con el único propósito de promover el arte. Olga expresó su convicción de que después de la muerte de Kramskói*, las ideas del movimiento ahora se desvanecían rápidamente, y que solo el gran artista Repin* les hacía justicia. Las chicas continuaron hablando sobre la importancia de ciertas obras de arte individuales y su impacto en la mente de las personas. La conversación se centraba en la pintura de Kramskói, «Cristo en el desierto». Y aunque Zosia estaba muy interesada en lo que las estudiantes pensaban sobre Jesucristo y Su Misión en la Tierra, particularmente esta vez permaneció en silencio mientras escuchaba atentamente las opiniones de sus compañeras. Sucedió que durante la conversación, Zosia se sintió como una provinciana sin educación al nunca haber visto la pintura en cuestión. Después de la conversación, las chicas se fueron despidiendo hasta el día siguiente. Olga continuó caminando junto a Zosia durante un rato, y cuando se encontraron a solas, de repente le preguntó: —¿Por qué hoy te quedaste en silencio Zosia? ¡Este es «tu tema»! ¿Y por qué estás triste? … Zosia respondió: —Nunca he visto ese cuadro de Kramskói… —¡Pero querida, eso no es motivo para estar triste! »¡No es vergonzoso desconocer algo en particular! ¡Lo triste sería no querer saber, no querer aprender! »¡Vayamos a Moscú uno de los días libres de la escuela y visitemos la Galería Tretyakov*! Compraré boletos para todos los estudiantes que quieran venir con nosotras. ¿Qué te parece? —¡No, eso sería demasiado caro!… A cuántas personas podríamos ayudar con esa cantidad de dinero… por ejemplo en tu orfanato… y me daría vergüenza ser motivo de ese gasto… —¡Bueno, pero no solo de pan vive el hombre! ¡Las pinturas y los libros se crean específicamente con el propósito de que las personas dispongan también de alimento para el alma! »Pero, si debemos posponer Moscú por ahora, vayamos entonces a mi casa y te muestro una fotografía de la pintura. … Juntas fueron a casa de Olga por primera vez. Zosia, contempló la fotografía del cuadro de Kramskói por largo rato. No podía ser indiferente ante tal imagen de Jesús… —Sí, en esta pintura, es como si todos los pensamientos de ese momento en el tiempo hubieran encontrado expresión… ¡Qué poder y qué tragedia! —¡Sí, la pintura es maravillosa! Al contemplarla, muchas personas pueden llegar a repensar acerca de la dirección de sus vidas y sobre sus decisiones de para qué y cómo vivir… ¿Están dispuestos realmente a sacrificarse por el bien de los demás? ¿Serían capaces de tal hazaña? … Luego pasaron a tomar el té. Olga le mostró a Zosia otras revistas de arte contemporáneo. Y conversaron de esto por mucho rato. Olga mencionó que ella tomaba clases de pintura y que le gustaba dibujar. Incluso le mostró algunos de sus trabajos. A Zosia le gustaron mucho: —¡Dibujas muy bien! ¡Podrías haberte dedicado al arte! —Sí, realmente me gusta dibujar y también escribir… Pero cuando reflexioné seriamente en cómo podría beneficiar más a las personas, me incliné por la medicina. ¡Después de todo, en el arte o la literatura solo los verdaderos genios aportan beneficios reales a la sociedad, sin embargo, en la medicina —con tan solo ser una enfermera ya estás dedicando tu vida a ayudar a quienes lo necesitan—! ¿No te parece? —Así es. … Después, Olga habló un poco sobre su afición por las enseñanzas de León Tolstói* y sobre los intentos de aplicarlas en su vida. —Siguiendo la influencia de Tolstói, me esforcé por tratar de mejorar la situación de los campesinos. Pero no tuve mucho éxito en eso. Se ve que ese tipo de trabajo no es para mí. »Una tal vez pueda obligarse a sí misma a hacer algo que no te de satisfacción, simplemente porque es bueno y correcto ¿no?… Pero no pude. La vida en el campo se volvió monótona para mí. Espero al menos que mis esfuerzos hayan sido de algún beneficio duradero para la gente… Por lo menos la escuela para niños sigue funcionando. Es cierto que solo hay doce estudiantes de diferentes edades y al parecer nadie más lo necesita. Más el profesor que enseña allí está perdidamente enamorado de mí, y creo que solo por esto es que aún no se ha desmoronado todo el esfuerzo. »Cuando dejé el pueblo comencé a tomar clases de pintura. Y me gustó mucho. E incluso hoy me sigue gustando. —Yo sé poco sobre arte Olga. Mi padre era médico y un hospital entero estaba a su cargo. Por eso yo crecí dentro del hospital. »Y en el monasterio del pueblo, había un padre anciano ya llamado Zosima. —¿Cómo el anciano Zosima de la novela de Dostoievski?* —Sí, hay algunas similitudes. Probablemente, cuando los genios describen o retratan algo, Dios les ayuda de alguna forma a visualizar los matices de la Verdad. »Y luego continué aprendiendo del discípulo del anciano Zosima, Fr. Alexander. Es un hombre muy bien estudiado y encargó muchos libros para la biblioteca del monasterio. Me dio a leer lo que él consideraba importante para mí. Además, él mismo escribió algunas notas sobre el anciano Zosima… Me las entregó y las transcribí durante el verano. Si alguna vez quieres, te las traigo para que las leas. ¿Quizás también tú puedas escribir un libro como Tolstói o Dostoievski? —No, ni siquiera lo intentaré… ¡Tienes que ser un verdadero genio para escribir libros! ¡Y yo no lo soy, aunque tan mal no lo haga! * * * Ahora Olga y Zosia pasaban mucho tiempo juntas. Olga compartía con Zosia acerca de los artistas y escritores más interesantes, y también sobre las nuevas tendencias en el arte. También permitió que Zosia leyera libros y revistas de su biblioteca. Así, para Zosia, se abría poco a poco otra faceta brillante del mundo en la que la Luz de Dios se refractaba bellamente de una manera especial, como si un rayo de sol brillara en esa área para las personas. Pero no todas las pinturas famosas causaban buena impresión en Zosia. Ella, sin avergonzarse, compartía sinceramente con Olga lo que captaba de la esencia de las imágenes que veía. A Olga le gustaba esta franqueza y honestidad de parte de Zosia. Después de todo, la mayoría de las personas que le rodeaban simplemente repetían las opiniones de moda extraídas de las revistas y las charlas sociales… A veces, en sus conversaciones con Olga, Zosia tocaba cuidadosamente sus temas más íntimos, —Dios y el Poder del Espíritu Santo—. Encontró en Olga una oyente muy atenta. Olga no era profundamente religiosa, pero se mostraba interesada. Ella pensaba en el significado de la vida humana y también trataba de encontrarlo. Las conversaciones con Zosia sobre esto también fueron importantes para Olga debido a la oportunidad de expresar sus pensamientos en voz alta. —¿Por qué nos pasa lo que nos pasa? ¿Para qué sirve nuestra vida? ¿Cuál es el porqué de las alegrías, las tristezas, y los altibajos? ¿Y para qué sirve la creatividad, por ejemplo? »¡En un momento me pareció que el arte era como un escape para mí, —un remanso aparte de las tonterías de la vida—! »Pero luego me di cuenta de que nadie realmente necesitaba las expresiones artísticas de una chica no muy talentosa de veinticinco años. Y el entusiasmo y los cumplidos de la mayoría de mis fans masculinos se basaban en el simple hecho de que querían casarse conmigo. »Veladas mundanas, bailes, luego familia, niños… ¿Debemos las mujeres encontrar el sentido de la vida tan sólo en la maternidad? »Más aun siendo así, todavía no he conocido al hombre con el que me gustaría vivir toda mi vida, tener hijos y criarlos… »¿Y qué si nunca lo encuentro? »Y aquí es donde entra la medicina… ¡Me parece que la vida de un médico brinda la oportunidad de traer beneficios reales para las personas! —A mí me parece —dijo Zosia continuando la conversación— que conocer a Dios y vivir en amor mutuo con Él representa el sentido mismo de la vida humana. Es difícil para mí expresar esto con palabras… Pero cuando estás en los brazos de Dios, te llega la claridad de lo que tiene sentido hacer, es decir, cuáles obras son buenas para Él y para las personas, y cuáles no… Quizás sea presuntuoso pensar que uno entiende la Voluntad de Dios… ¡Pero cuando esto no es solo un pensamiento propio, sino que Dios está realmente en el corazón, te llega entonces un entendimiento claro de todo —un entendimiento puro y querido—! »Y aunque las obras que uno realiza no representan un gran papel para la humanidad toda, sino una modesta labor en beneficio de alguien, ¡tan solo esto puede llenar todos tus días de felicidad! »¡Esto se debe a que Dios nos llena de felicidad cuando Su Amor y nuestro amor por Él —se unen—! ¡Ahí nos llega una gran dicha! »¡Al alma abrazar a Dios, se sucede una felicidad increíble! Incluso, aunque los eventos de la vida material no sean muy buenos… »¡Y si el sentimiento de la Presencia de Dios desapareciera, aunque todo en la vida parezca estar bien, bueno, —adentro solo se experimentará un vacío y lo inútil de todo—! La gente a menudo intenta llenar este vacío con todo tipo de placeres mundanos estúpidos… —Hablas de Dios como si de un ser querido que siempre está presente y que te ama se tratara… »Yo no puedo percibir a Dios de esa manera. ¡Sé que hay un Dios! Yo creo y rezo… ¡Pero Él permanece separado del resto de mi vida! Estamos aquí, pero Él está lejos… Y es como si a Él no le importaran los problemas y sufrimientos humanos, así como tampoco le importa lo que se piense de Él, o cómo las personas interpreten Su Verdad… »Por ejemplo, ahora, usando el nombre de Dios, algunos predicadores, como Georgy Gapon*, le piden a los obreros de las fábricas iniciar cambios revolucionarios, mientras que otros predicadores maldicen cualquier idea progresista y buscan convertir a todas las personas en fanáticos estúpidos. Y aquí en Rusia, León Tolstói fue excomulgado públicamente de la iglesia… ¡Y nuevamente, hay quienes están “a favor” y quienes están “en contra”! »Y así cada uno cree y fomenta su propia interpretación. Y hay predicadores que atraen hacia ellos multitudes enteras, las cuales están listas para abalanzarse contra otros para luchar por lo que consideran ellos ser “la verdadera fe”… * * * En aquellos días, Zosia se preguntaba constantemente por qué no podía transmitir su sentimiento y su comprensión de Dios a Víctor, a Olga, y a otras personas. También se preguntaba si sería posible algún día hacerles ver la alegría de vivir con Dios, con la que ella misma tan a menudo entraba en contacto. ¿Era realmente necesario esforzarse por esto? ¿Tengo derecho a enseñar a alguien? Y, ¿cómo lograr enseñar a otro lo que es tan obvio para ti, pero que no es en absoluto ni visible ni claro para la otra persona? Ella leía una y otra vez las palabras del anciano Zosima: «¡Es mucho lo que debemos entender sobre la Respuesta de Dios y sobre la Ayuda de Dios! »Y sobre, cuándo Dios ayuda, y cuándo no interfiere en los asuntos humanos. »Después de todo, ¡Dios no siempre le responde a las personas con oleadas de Dicha y Amor! ¡Él responde así únicamente a quienes aspiran a Él firmemente! »… Hay una comunicación íntima entre el alma y el Creador. »¡Al principio, puede ser una breve percepción, una sensación penetrante, y una comprensión de la realidad del Poder y el Amor de Dios! »Esto es creado por la Luz, que indica la dirección tanto en la vida terrenal como en la vida espiritual. »Es importante ayudar a una persona a sentir la Presencia y la Respuesta de Dios, ¡aunque sea por un corto tiempo! ¡Cuando el alma ya ha conocido a Dios al menos en esta medida inicial, —puede entonces comenzar una verdadera vida espiritual—! »¡Esta oleada de amor por Dios y la Respuesta de Su Amor son muy importantes! ¡Una vez dado esto, la persona puede comenzar a anhelar a Dios y realmente apresurarse a conocerlo! ¡Y es fácil para Dios ayudar a un alma así! »Pero también sucede que una persona siente tal grandeza y luego se olvida… Como si encontrara y luego escondiera un tesoro invaluable en algún lugar para luego olvidarse. Y así el secreto yace ahí inútilmente… Y la persona vuelve a vivir como antes, como si Dios no existiese… »Y puede suceder otra cosa. A veces, exteriormente parece que una persona vive para Dios, pero en realidad, solo busca la admiración y el respeto de los demás por la forma en que realiza los rituales, hace ayuno, etc… —y lo único que realmente venera es su propio ego—. »Y en lugar del amor, es un ego muy discreto lo que se desarrolla en tal persona. Parece que la persona se siente satisfecha consigo misma mientras los demás le alaban y le honran… Pero el Dios Viviente no puede encontrar lugar en una vida así. Esto es muy triste… Pareciera que tal persona siente agradar a Dios y piensa que se ha elevado por encima de los demás en la vida espiritual… ¡Más él mismo no vive en Dios para nada! »Sin amor, todo está muerto y resulta falso… En los Evangelios, a tales personas se les llamaba fariseos. Y hoy incluso la situación es la misma… »Muchos necesitarían hoy en día escuchar estas palabras. Pero por alguna razón no las escuchan y más aún —no comprenden su esencia—… »Algunos no aceptan las Enseñanzas de Dios porque una simple visita a la iglesia durante las vacaciones se considera suficiente para sentirse cristianos y creer firmemente en su propia “salvación” venidera. »Además, están quienes han rechazado completamente tener fe en la existencia de Dios debido a la falta de sentido de los rituales y al pensamiento egoísta de los ministros particulares de las iglesias… ¡Y cada vez hay más y más ateos! »¡Cuántos santos y profetas proclamaron las palabras que yo mismo digo ahora! »Quizás todos quienes comprenden a Dios y la Unidad de Vida en el Reino Celestial, llegan a este entendimiento de manera un poco diferente, y sus palabras pueden diferir ligeramente. ¡Más el significado en el fondo de las palabras —es el mismo—! »Hasta que la Verdad no entre en el entendimiento, en la conciencia del alma, no hay mayor beneficio en los esfuerzos espirituales… Las palabras sabias permanecerán como semillas que sostienes en tus manos, pero que aún no se han asentado en el suelo del alma —y aún no han brotado, aún no han echado raíces—… »Hay a la mano palabras sabias, pero vivir superficialmente de acuerdo con esas palabras no funciona… »Las palabras sabias deben penetrar en nuestro interior y convertirse en comprensión. ¡Y luego, —convertirse en experiencia del alma—! ¡Solo entonces, el verdadero Conocimiento Espiritual aparece en ti, —Conocimiento que nadie te quitará y que nadie podrá sacudir—! »¡Una gran felicidad te abarca cuando Dios te concede el entendimiento de la Verdad! ¡Y parece que en mi caso se dio en profundidad! »Pero vivir de acuerdo con este entendimiento no siempre resulta fácil… »¡Entre la comprensión y la capacidad de vivir en la Unidad, —hay una gran brecha—! ¡Y se necesita trabajar arduamente para construir un puente para cerrar esta brecha, de modo que el devoto vaya desde el lado donde recibe el entendimiento de Dios hasta el lado donde toda la vida se vive en —Unión con Dios—! »El devoto construye el puente sobre este abismo a partir de su propia experiencia. ¡Y solo después de haber construido este puente de experiencia espiritual, es que puede llegar al lado donde prosigue la vida en Unión con Dios, donde todo está de acuerdo con Su Voluntad, y donde todo está en Armonía con Él! »Entonces, tanto el Poder como el Amor de Dios se pueden manifestar a través de tal devoto. Pero esto ocurre solo si Dios lo necesita. »Y mientras Dios no intervenga, —Su Gran Poder permanece dentro de tal devoto en reposo—.
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