La heredera del anciano Zosima/Cuatro amigos Cuatro amigosZosia, por supuesto le contó a Víctor acerca de Olga. —Me hice amiga de Olga en el instituto. ¿Te acuerdas de ella? Es la chica que conocimos en el refugio. ¡Es una chica increíble! ¡Vayamos de paseo este domingo con ella! —¿Hablas de la chica linda del consejo de administración? ¿No tienes miedo de que me enamore de ella?… ¡Es broma! Déjame invitar a Denis mi amigo de la academia, ¿te acuerdas de él? ¡Vayamos de paseo los cuatro! —¡Buenísimo! … Denis, formaba parte de una familia de marinos. Su padre murió en servicio durante la guerra ruso-turca cuando Denis aún no cumplía el año de edad. Su hermano Sergei, mucho mayor que él, prestaba servicio en la marina desde hacía tiempo. Denis no ingresó al cuerpo de cadetes navales por razones de salud. Y esto fue lo que le impulsó a elegir la medicina como profesión. ¡Ya que definitivamente —haría su servicio en el mar aunque fuera como médico—! La conversación general de un grupo de jóvenes tan diverso en sus puntos de vista, giró ese día acerca del futuro de Rusia, y en cómo mejorar la vida de las personas. Olga inició la conversación. —¿Cómo te imaginas el futuro después de tu revolución? —¿Me preguntas a mí? —dijo Víctor. —¡Sí! —Bien. Nuestro objetivo es dar libertad a las clases oprimidas. ¡Y después, el pueblo autónomamente decidirá cómo organizar sus vidas! ¡Estamos seguros de que todo resultará bien! —¡Vaya, pueblo es una palabra que representa a una multitud de individuos bien diferentes! ¡Incluso resulta difícil llegar a un acuerdo entre quienes buscan dar libertad y derechos a los ciudadanos de un país! »¡Incluso entre nosotros cuatro, el entendimiento de lo que es el bien para los demás es diferente! »Cuando con entusiasmo solía leer a Tolstoi, tomé la decisión de ayudar a unos campesinos; traté de organizarles una escuela y de mejorar para ellos muchas cosas… ¡Y Víctor, al final entendí que yo estaba tratando de mejorar la vida de unas personas que no conocía para nada! No conocía ni sus deseos, ni sus aspiraciones, ni sus tradiciones… ¡Me di cuenta de que estaba tratando de cambiar algo que realmente no entendía! »Y de todos mis intentos, tan solo quedó una escuela rural a la cual solo asisten diez niños y dos adultos. ¡Lo que no es ayuda para casi nadie! Aunque es cierto que todavía funciona… … Olga sonrió con tristeza y continuó: »Allí contraté a un joven realmente inspirado a quien le pago un salario. ¡E incluso si dejara de pagarle, él preferiría morir de hambre que dejar de enseñar! ¡Quizás de todas las personas relacionadas con la escuela el principal beneficiado sea él! »Tú y Zosia conocen el refugio para niños. Allí hay unas chicas jóvenes que dictan los cursos para mujeres… Esto les da un poco de independencia… ¡Sí! ¡Pero los beneficios son mucho menores de lo que yo esperaba! ¡Y si no fuera por el dinero que reciben, ninguna participaría! —¡Ese es el problema; todos esos casos son dádivas de ricos para los pobres! ¡Pero cuando los ciudadanos sean todos iguales, todo cambiará! —dijo Víctor. —¿Y qué pasará entonces? ¿Crees que ya no habrá diferencias entre la gente inteligente y estúpida, amable y codiciosa, trabajadora y perezosa? —continuó Olga. »¡Igualmente no solo los revolucionarios piensan en cómo ayudar al pueblo! Por ejemplo, yo soy partidaria de que a través de la medicina podré brindar un beneficio real a las personas, que aunque humilde —será tangible—. ¡Y aquí sí que no hay titubeo, el pueblo sin duda —se beneficia de los médicos—! … Víctor sonrió. —¡En este punto tú y Zosia deberían seguir la conversación! ¡Ella piensa que no hay mucho beneficio en ayudar al cuerpo sin ayudar al alma! ¡Y que lo más importante en la vida es la transformación del alma invisible! —¡Bueno, Víctor, debes saber que estoy de acuerdo con Zosia en esto! »¡Soy muy afortunada de haber conocido a Zosia! ¡Ahora entiendo mucho más sobre la fe en la existencia de Dios, la humildad y sobre mí misma! »¡En Zosia existe una pureza y sencillez que todos deberíamos tratar de desarrollar! ¡Desarrollar no es la palabra, más bien tratar de purificarnos para revelar las cualidades más íntimas y auténticas del alma! … Zosia intentó detener a Olga, pero Olga continuó. —Por favor déjame continuar Zosia. ¡Estoy diciendo la verdad! ¿Cuándo más tendré la oportunidad de decir todo esto? »¡Toda mi erudición e inteligencia no son nada en comparación con la pureza de alma de Zosia! Es como en la parábola de Tolstoi sobre los tres ermitaños que vivían en una isla. Donde un arzobispo desembarcó para supuestamente enseñarles a orar, y luego, al arzobispo marcharse, vio a los tres ermitaños dirigirse hacia él caminando por sobre las aguas porque se habían olvidado la plegaria… ¡Así es como vive Zosia! ¡Ella es transparente ante Dios! »¡Por lo tanto, creo que lo más conveniente para todos nosotros es estar junto a ella, tomar su mano y luego tomarnos todos de las manos! ¡Quizás entonces en la vida no caeremos, no tropezaremos, encontraremos el camino justo, y aprenderemos lo que Dios revela —solo a los corazones puros—! »Por ejemplo, junto a Zosia entendí mucho sobre mí. Sobre mi orgullo, sobre mis deseos… »Desde pequeña, siempre he tenido el deseo de “ser buena”, y no solo buena, ¡sino “mejor que todas las demás”! ¡Pero lo hacía para que todos me amaran, me admiraran!… »Anteriormente, solo de vez en cuando notaba esto en mí misma. Y cuando lo notaba —intentaba ocultarlo a los demás—. »¡Y yo sabía que no se debe hacer el bien por lucirse, sino más bien hacerlo en secreto, y no jactarse de lo que uno ha hecho! »¡Pero, de todos modos, en mi interior siempre anhelaba que todos admiraran mis hazañas! »¡Por supuesto, la alegría de ayudar a alguien siempre fue, es y será bien grande! ¡Esta alegría sí es real y justa! »Pero dentro de mí, el orgullo permanece. Así es como hoy vivo, sabiendo de mí lo que los demás no pueden ver… ¡Más no puedes ocultarte la verdad a ti misma! »Resulta que obtengo más alegría por la admiración de los demás —que la misma Alegría de Dios— al llevar a cabo estas buenas obras que intento realizar… »¡Y todo esto pude verlo con tan solo estar al lado de Zosia! ¡Lo que ha sido crucial para mí! ¡Y también es crucial que ahora lo pueda mencionar abiertamente! ¡Ya que antes, incluso me daba vergüenza admitir esto ante mí misma! »¡Ahora entiendo que desistí de ser artista o escritora, no por mi pasión por la medicina, sino por ese mismo orgullo, ya que en el arte o la escritura no hubiera podido nunca convertirme en la mejor de todas! … Zosia no pudo soportarlo más. —¡Bueno Olga, ya me halagaste bastante! »¡Sin embargo amigos míos, esto que Olga entendió sobre sí misma y que ahora dice en voz alta ante nosotros resulta similar a las confesiones grupales de los primeros cristianos! ¡Hoy en día, muy pocas personas quieren o incluso pueden actuar de esta manera, es decir, —enfrentando las mentiras que nos justifican—! … Este día, tan solo Denis permaneció en silencio. No era difícil adivinar que estaba fascinado con Olga. ¡El incipiente enamoramiento lo privó de cualquier deseo de hablar de transformaciones sociales o de la purificación del alma! ¡Olga lo hipnotizó con su belleza, inteligencia, franqueza, y el coraje de sus discursos! … En el futuro, los cuatro amigos se reunirían en más ocasiones. Las charlas versarían sobre el futuro de Rusia, sobre cómo hacer que sean las personas inteligentes, amables y talentosas las que dirijan el desarrollo de la sociedad, cómo hacer que la educación y la cultura sean accesibles al pueblo, cómo superar la desigualdad social, la falta de derechos y la carencia de libertad en la estructura estatal. También hablarían de medicina, la creencia en la existencia de Dios y sobre la necesidad de la religión. Nunca pelearon ni discutieron, sino que expresaban sus opiniones en aras de combinar las mejores ideas y crear, al menos en sus pensamientos, un proyecto social en el que habría armonía y justicia. El invierno pasó rápidamente. La primavera, el calor de mayo y el sol invitaban a pasar tiempo libre en la naturaleza. Un día Olga sugirió. —¡La próxima vez vayamos al parque de la isla Yelagin*! Tal vez podamos dar un paseo en bote por los canales. ¡Es muy lindo! Pero inesperadamente, Denis sugirió. —¡Mejor vamos a la cabaña de mi familia en la isla Krestovsky*! ¡Está muy cerca de ahí! ¡Y la belleza natural es la misma! Nuestra casa, sin embargo, no es grande, es bastante modesta, no es una mansión. ¡Pero tenemos un velero propio muy lindo! ¡Podemos remar, izar las velas, e incluso salir del estuario! Mi hermano me enseñó a navegar desde la infancia. Solo necesitamos obtener permiso y que nos den las llaves. … ¡Zosia estaba muy feliz con tal perspectiva! Recordó los días de verano que pasó junto al mar en esa especialmente vívida cercanía con Dios que antes experimentó. Pensó mucho en cómo compartir con sus amigos ese toque de la realidad del Mundo Divino. A veces, trataba de hablar de ello, pero hasta ahora no lo había conseguido. A menudo, Zosia volvía a sus notas y releía las palabras de Zosima: «¡El amor humano debe ser atento, cuidadoso y activo! »Un amor sin atención por los demás y que no considera a quienes amamos, se basará solo en lo que tú crees que es bueno y conveniente para ellos. Más cuando somos sensibles y atentos a nuestro prójimo, le brindamos la ayuda que realmente necesita. »El amor que no se manifiesta en hechos —es tan solo en embrión— de amor genuino y efectivo. »Y resulta que las acciones materiales no siempre son una manifestación de amor activo. El amor puede también estar en la no-acción y en el silencio, cuando se necesita. »¡El amor es activo no solo al aceptar la Voluntad de Dios, sino también en aplicarla en la vida! »¡No te avergüences del arrebatamiento de tu corazón ante la inmensidad del amor de Dios! »¡No escondas tu fe —frente a quienes no creen—! »¡Pero no muestres tu fe —para avergonzar y humillar a los demás—! »¡Deja que tu amor por Dios sea natural e inmutable, como la respiración, que solo se detiene al cesar la vida en el cuerpo! »¡Y abstente de la inclinación al abatimiento! »¡Aprende invariablemente a mantener en ti —un interminable gozo en el corazón—! »¡Y hay una razón para este gozo, —Dios—! »¡El sentimiento de la conexión viva con Dios es la vía para no caer en el dolor y mantener el gozo en tu corazón! »¡El mundo necesita amor estable e incondicional! ¡Cuanto más damos de esto al mundo, más hermoso se vuelve todo! »¡Ansiedad y discordia es lo que aquí abunda! ¡Y el amor y la paz no son suficientes! Si nosotros mismos vivimos en estado de amor, ya esto hace este mundo un poco mejor. ¡Esto por sí solo —puede contarse como un servicio a Dios—! »Imagina si al menos la mitad de la gente viviera en paz y amor todo el tiempo, ¡qué maravilloso sería vivir en un mundo así! »Dios no vive en las teorías de la transformación del mundo… »La libertad extrema, es decir, hacer lo que a uno le venga en gana, ¡es insostenible en una sociedad! ¡Incluso luchar por brindar tal libertad puede ser peligroso! »¡Que sea la libertad interna el objetivo! »Esta libertad es propiedad de Quien conoce al Altísimo y por lo tanto —nada terrenal le ata—. Quienes aún no la han experimentado, siguen vagando en la oscuridad del sufrimiento. ¡Más quién la conoce, vive en la Luz del Amor y la Sabiduría! »¡Dios lo es todo! ¡Él realmente está en todos lados! »¡Dios —es la Vida en todo—, aquí en este mundo y más allá de los límites de la vida terrena! »¡En Su Infinitud —Dios todo lo penetra—! »¡Para el alma que habita en la Luz del Espíritu Santo, esto se vuelve claro sin palabras! ¡Y llega el entendimiento de que somos partes de la Vida Divina! ¡Y Allí, aprendemos que no somos partes separadas, sino una parte del Todo Divino —que puede manifestarse en cada uno de nosotros—! »¡Y Allí la Vida es alegre, llena de Amor, Eterna! »¡Y en el mundo de la materia, tan solo necesitamos purificarnos y transformarnos como almas para aprender —el amor real y desinteresado que emana de Dios—! ¡Y luego —la Luz, la Alegría y la Belleza— se convierten en partes íntimas de nuestras vidas! … Zosia cerró el cuaderno del anciano Zosima y se dirigió mentalmente a él. «¿Cómo ayudar a quienes aún no han sentido el Amor de Dios? ¿Cómo ayudar a quienes sostienen la fe tan solo por hábito, o a quienes aman en la vida pero sin contar para ello con Dios en absoluto?» … El espacio alrededor de Zosia de repente se volvió especial, como si cada gota de Amor irradiara de repente el Resplandor Primordial. Y Zosia, vio el rostro del anciano Zosima. Éste no era claramente visible, sino que era más bien como una Transparencia de Luz ligeramente vacilante. Más la mirada del anciano estaba viva, y los ojos de Zosima miraban su alma tierna y directamente. Y comenzaron a fluir sus palabras. Eran como si nacieran dentro de ella. «¡Silencio! ¡Enséñales silencio! ¿Recuerdas cómo te enseñé a escuchar el silencio? ¿Y cómo te enseñe a siempre encontrar ese silencio en tu corazón y vivir en él? »¡Sin esto, no importa cuántas palabras digas, —Dios estará lejos—! »¡Es en el silencio absoluto y profundo, en el que la mente se calma y se sumerge en el Amor, —esto es lo que debes mostrarle a las personas—! »Y si uno quiere o no —conocer a Dios en ese silencio— es una elección personal. Esta elección es libre para todas las personas y nadie tiene derecho a interferir. »¡Dios le da a cada persona la oportunidad de acercarse a Él! »Al captar esto, uno puede vivir el Amor de Dios, el Silencio de Dios, —como un respiro—. Inhalas y exhalas Silencio, ¡como si fuera aire transparente! »¡Está tanto dentro como fuera de cada célula del cuerpo y de todo lo que nos rodea en la inmensidad del Mundo Divino, el Cual no tiene fronteras! »¡En cada ser, en ti, en los árboles, en los pájaros, en las flores, en las briznas de hierba, —está el Poder de Dios, que da vida a todo—! »Recordemos cómo un cuerpo sin vida es diferente de un cuerpo con vida, desmayado por ejemplo… ¡Y no hay dispositivo que pueda medir —esa vida—! »Solo el alma —purificada y desarrollada— puede ver la Vida de Dios en todo. »¡Y ver que esa Vida es real!
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