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Enseñanzas de Dios para el logro de la Perfección espiritual/¿Quién puede entrar a la Morada del Creador?

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¿Quién puede entrar a la Morada del Creador?

No recuerdo dónde ni cómo escuché estos versos en mi lejana niñez, pero por alguna razón los recuerdo, hasta mis 70 años actuales. ¿Quizás, solo para que fueran incluidos en este artículo?…

«Me duele el corazón, me duelen los riñones,

Mi pecho padece de un gran dolor…

Mis días dorados anteriores,

¡Jamás podré vivirlos de nuevo!…

¡Y pensando y pensando a lo largo del día!…

Me duelen las sienes y la coronilla…

Arruiné mi juventud,

¡Y tan prematuramente!…»

¡Así, tanto ateos como creyentes primitivos arruinan sus vidas, —vidas que sin embargo les fueron otorgadas por Dios para que las perfeccionaran—!

Pero para que las masas populares pasen del ateísmo o el primitivismo religioso a una verdadera cosmovisión religiosa y a realizar verdaderos esfuerzos espirituales para transformarse a sí mismos, se necesita un concepto amplio que describa a Dios y que de significado a nuestra existencia. Además, este conocimiento debe transmitirse a todas las personas a través de los medios de comunicación.

A lo largo de la historia de la humanidad en el planeta —Dios, a través de Sus Mensajeros— ha hablado repetidamente acerca de Sí mismo y acerca de cómo debemos vivir nuestras vidas [2,12]. Pero los agresivos primitivos que se destacan de la multitud, pervirtieron inmediatamente el Conocimiento Divino recibido para adaptarlo a sus propósitos egoístas [6].

Uno de los trucos típicos de tal perversión puede ser algo como cuando dicen:

«¡Dios te condenará al tormento eterno del infierno si no oras apropiadamente por tu salvación!

»¡Pero por desgracia no sabes ni tampoco puedes aprender a orar correctamente! Para ello necesitas tener una bendición especial de parte de Dios, ¡que solo yo y mis ayudantes podemos otorgar! Así que lo mejor será que nos pagues y seremos nosotros quienes rezaremos por ti.

»Repito: ¡no importa cuánto te esfuerces, Dios no escuchará tus oraciones! ¡Porque eres débil e insignificante ante Su Poder y Su Gloria! Además, ¡eres hijo del pecado! ¡Y Él es un Juez Poderoso y Terrible! Por lo tanto, realicen sus pagos pronto y oraremos por ustedes, ¡porque solo nosotros tenemos derecho a hacer esto!

Una persona razonable entiende que no hay ni una pizca de verdad en lo que así se proclama.

¡Además, quien inculca en sí mismo «emociones pesadas» tales como el pecado sin esperanza y la ruina por los sufrimientos post-mortem venideros, haciendo además de esto un hábito, se está programando para ir al infierno!

¡La verdad es muy diferente! Pero para comprenderla, se debe cambiar la cosmovisión propia desde el egocentrismo y antropocentrismo primitivo —al Dios-centrismo—.

En otras palabras, para la formación correcta de una cosmovisión de los intentos por comprender la esencia de los procesos que tienen lugar en el universo y nuestro lugar en ellos, —uno debe comenzar por modificar la perspectiva mirando no desde el «yo» personal, sino desde Dios, el Creador de todos los eventos posibles—.

Existiendo en un universo multidimensional de tamaño infinito y Conciencia Divina eterna, el así llamado Creador, habita en las mismas profundidades de esta multidimensionalidad y es el estrato Más Sutil en comparación con todos los demás fenómenos energéticos. Y —este Creador es Uno, es decir, una Unidad— constituida por el Agregado de Todas Aquellas unidades de vida creadas por Él, que se han desarrollado a Sí mismas hasta la Divinidad, y que se han fusionado en Él a lo largo de la historia de Su existencia.

Esta Conciencia Divina Universal está en un proceso de desarrollo continuo. Y todo lo que observamos en el mundo material está dedicado precisamente a esto. En otras palabras, el mundo de la materia no existe por sí ni para sí mismo, sino que es creado y controlado por el Creador —en concordancia con Su Intención Dios-centrada—.

Y Él otorga a sus creaturas volitivas, para su posible desarrollo personal o degradación, el llamado —libre albedrío—.

También es muy importante entender que Dios no está ahí para nosotros, sino que somos nosotros quienes estamos por y para Él. Y no es Él nuestro Sirviente para ser exigido o para pedirle esto o aquello, ¡muy al contrario —somos nosotros quienes debemos servirle—!

¡Además, Dios dice de Sí mismo ser Amor, no un Castigador Formidable!

Dios nos invita a acercarnos a Él a través de: a) el desarrollo de nuestras cualidades espirituales, b) el amor tierno y solidario, y c) el abandono de las cualidades groseras.

En cuanto al cielo y al infierno, Él no clasifica a las personas en absoluto dirigiéndolas aquí o allá, sino que las personas mismas predeterminan su futuro póstumo al voluntariamente desarrollar en sí mismas —mientras habitan en la materia— ¡cualidades espirituales celestiales o infernales!

… Es en los cuerpos de plantas, animales y humanos, en una serie de muchas encarnaciones —que tiene lugar el proceso del desarrollo gradual de las almas—. Aquellas almas que alcanzan la Divinidad en su perfeccionamiento, se funden en el Creador, enriqueciéndole así con ellos mismos.

¡Este es el sentido de nuestras vidas!

El siguiente paso en esta secuencia de razonamiento es la búsqueda y el hallazgo del lugar propio en este Proceso Evolutivo. Es decir, ¿qué necesito hacer exactamente para «encajar» armoniosamente en este Proceso?

¡De hecho, tras todo lo expuesto, se hace obvio el sinsentido de llorar por una «pecaminosidad» sin esperanza!

También, cualquier forma de práctica o ritual de oración, sin importar cuán hermosas o «misteriosas» sean sus palabras, puede ser útil solo al comienzo de la formación espiritual de todos. ¡Su significado radica en ayudar a acostumbrarse al hecho de que realmente existe un Dios con Quien necesito aprender a interactuar, y a Quien es deseable dedicarle mi vida entera!

Por cierto, ¡esto hace evidente lo absurdo y nocivo de los intentos de vivir en el parasitismo «monástico»! «Nosotros», dicen, «trabajamos y oramos por ti, por lo cual estás obligado a alimentarnos, vestirnos y honrarnos de todas las formas posibles»… ¡Pero estas sus oraciones no sirven para nada! Cada adulto es personalmente responsable de su propio destino, moldeándolo a través de sus acciones éticamente significativas ante Dios. ¡Y no está previsto por Dios sacar al pecador del infierno —porque reza— para conducirlo al cielo!

Las acciones correctas de cualquier persona son los esfuerzos por mejorarse a sí mismo y en ayudar a otras unidades de vida en su desarrollo evolutivo. Esto segundo es el servicio a Dios.

* * *

Pero vemos gran variedad de depravación en las personas que viven en la Tierra. ¡Y sin embargo, sus problemas tienen su origen en la falta del conocimiento fundamental que ahora exponemos!

Después de todo, el egocentrismo primitivo es la causa de los vicios humanos, tales como el deseo de apropiarse de lo ajeno, de dominar y abusar de otros, el ansia de matar y lastimar a otras criaturas, el engaño, la envidia, los celos, el dañar y burlarse de los demás…

¡Así que debemos rechazar todo esto de nosotros mismos! Aunque tales esfuerzos nos llevarán algún tiempo.

Pero… ¿querrán hacer esto todos?

Lamentablemente no…

Particularmente estarán en contra los líderes sectarios que han logrado altas posiciones en la sociedad.

¡De hecho para ellos, es mucho más fácil, en vías de mantener a su «rebaño» en obediencia, insistir en la observancia de ciertos rituales para su «salvación»!

Rituales tales como exigir a sus creyentes que arrojen piedras al aire supuestamente apuntando al diablo, en lugar de eliminar de ellos mismos sus propias características diabólicas.

O proponer al rebaño, complaciendo sus cualidades espirituales más básicas, que odien y maten a los «infieles», en lugar de desarraigar de sí mismos la capacidad misma de la ira y la violencia…

¡La «cultura» religiosa de las masas en la Tierra es tal ahora que, bajo su influencia, la gente simplemente mutila sus destinos! Y Dios señala acerca de esto —que la humanidad en la Tierra al tiempo presente no cumple con el destino planeado por Él para ellos…— [12].

¡Así, la vida llevada sin entender su significado —se hace insoportable para muchas personas—! Y estos, para al menos olvidarse de sí mismos por un rato, se sumergen en el alcoholismo… La otra solución es el suicidio… La tercera sería el regocijo en la altanería de la violencia hacia los demás…

Además, si las personas no tienen una cosmovisión Dios-centrada, pueden involucrarse fácilmente en tendencias falsas varias tales como la «orinoterapia», que no hace más que diluir las mentes ya débiles de sus seguidores…

O como el caso en la que un hombre poseído por el espíritu de un mono acabó al frente de una secta que reunió a una gran cantidad de participantes. Desde hace algún tiempo, el credo de su vida fue el rechazo de todas las normas de la decencia. Trayendo esto consigo, el emerger de la grosería energética de estas conciencias… ¿Pero por qué reunió a tantos seguidores a su alrededor? Porque construye sus discursos públicos sobre los materiales de mis libros, hasta hacer citas palabra por palabra. Y que sin embargo expone —bajo su propio nombre—.

La gente sigue el ejemplo de sus líderes. ¡Y esto es especialmente importante en el ámbito espiritual! ¡Por lo tanto, debemos ver que nuestro líder sea éticamente impecable! Pero aquí…

Sin embargo, Dios da a las personas esta libertad de elección…

No me da gusto hablar de esto… Pero tengo que hacerlo, ya que particularmente este primate (como se llama a sí mismo) y varios de sus seguidores dicen —ser discípulos míos—. ¡Les aseguro que no hay base para esto, ya que nuestros credos son diametralmente opuestos!

* * *

¿Cuáles son los destinos póstumos de las personas?

Los más subdesarrollados y degenerados desde el punto de vista moral e intelectual, a menudo permanecen con sus cadáveres. Cada uno de ellos experimenta la descomposición de su cadáver como su propia descomposición, como parte de sí mismos… Esto es, entre otras cosas, su infierno.

Así, el infierno no es un territorio localizado en algún lugar del mundo material, sino que son las capas más groseras del espacio multidimensional, donde no existe el amor y abundan la tosquedad, la violencia y la ira. Siendo simplemente estas, las cualidades espirituales que la persona viciosa en cuestión —desarrolló en sí misma durante su estadía en la Tierra—. Estas cualidades permanecen tras la muerte de los cuerpos.

Para aquellos que llevaron al menos hasta cierto punto un estilo de vida decente, tras separarse de sus cuerpos materiales, se instalan en las mismas condiciones promedio en las que vivieron antes de la muerte de sus cuerpos. Pero esto —no es ni cielo ni el Paraíso—.

El caso es que existen variedad de capas en la multidimensionalidad entre el cielo y el infierno que son viables para la vida post-mortem. Se les llama colectivamente astrales, o las capas del plano astral.

Así, el Paraíso llega a ser la morada de las almas que aunque todavía pequeñas, ya se han acostumbrado a los estados paradisíacos de dicha durante su vida en los cuerpos. Esto solo se puede lograr mediante el desarrollo de uno mismo como corazón espiritual, es decir, como amor. Estas personas, tras desencarnar, viven en las capas que incluyen el amor dichoso del uno por el otro.

La siguiente etapa de ascenso espiritual para ellos será el crecimiento cuantitativo de la conciencia, llevado a cabo por los métodos denominados por Krishna, del buddhi yoga [2,4,12]. Estos métodos de desarrollo son universales. Fueron enseñados por Jesucristo a Sus apóstoles [2,12,14], y lo mismo les fue enseñado a los discípulos dignos de las escuelas espirituales de la Atlántida, Egipto, Grecia, Rusia y otros países [12].

Pero los métodos del buddhi yoga pueden ser dañinos si se convierten en propiedad de las personas viciosas. Así es como aparecen los demonios, tanto encarnados como no-encarnados. Pueden hablar palabras hermosas y acertadas acerca de Dios… Pero Dios para ellos no es una Realidad. Además, su principal propiedad es la tosquedad energética que es causa de numerosas enfermedades. (Paradójicamente, a veces pueden «ganarse la vida» asumiendo las funciones de curanderos. De modo que engañan por dinero a quienes buscan deshacerse de sus enfermedades sin separarse de sus propios vicios, —siendo separarse de lo vicios lo correcto a ser realizado—).

… Resaltaré aquí que —es posible transitar el Sendero del «gris astral» a la Divinidad en una sola encarnación—.

* * *

Así, la Perfección Divina es, al menos el conocimiento directo del Creador: a) en Sus estados básicos de Calma Transparente (conocido como estado Turiya) y b) en Sus Manifestaciones de Luz Ardiente (Brahmánica), que reflejan el aumento de la actividad de los Espíritus Santos. También debe dominarse la capacidad de fusionarse con Dios en los estados que a Él le son Propios, entrar en Ellos y convertirse —a través de esto— en Él.

Precediendo a la conquista de estas alturas espirituales hay un estado celestial, que se adquiere más fácilmente en armonía con la ternura de la naturaleza, especialmente en los amaneceres tranquilos y soleados. Este estado debería convertirse, en esta etapa de ascenso, en el principal y más dominante de todos.

Pero esta maestría, solo es posible lograrla a través del desarrollo cuantitativo del alma propia como corazón espiritual, que paulatinamente excederá en tamaño a nuestros cuerpos materiales.

Cómo se puede lograr esto, se describe en nuestros libros y se muestra en nuestras filmaciones.