Enseñanzas de Dios para el logro de la Perfección espiritual/Dios, Dioses, «dioses» y el camino espiritual

Dios, Dioses, «dioses» y el camino espiritual

Sobre la palabra Dios

La palabra Dios tiene diferentes significados.

El principal de ellos es Dios en el Aspecto de —la Conciencia Primordial— también llamado el Creador, Dios-Padre, Ishvará, Alá, Tao y otra serie de palabras en diferentes idiomas humanos. Cuando decimos «Dios», queremos darle, en primer lugar, este significado.

Pero Dios también es el Absoluto: el Macro-organismo Multidimensional Integral Único, que conforma la Unidad «Creador y Creación». Él es realmente multidimensional, y puede ser directamente cognoscible por la conciencia humana desarrollada.

Las personas también usan la palabra Dios para nombrar a un Representante del Creador encarnado específico sea —un Cristo, un Mesías, un Avatar—.

Asimismo, es apropiado designar con la palabra Dios a cualquiera de los Espíritus Santos —Representantes no encarnados del Creador—.

Pero nosotros al mismo tiempo debemos entender que cada Representante del Creador es solo una Parte del Uno, consustancial con Él en calidad de Conciencia.

Dios en el Aspecto del Absoluto es universal e infinito en tamaño. Él es el —Uno Unido—.

Igualmente Grande es el Creador, que representa la Parte Más Sutil de la Conciencia Universal. Él es también el —Uno Unido—.

Los Espíritus Santos existen en la Conciencia Primordial en un estado mutuamente disuelto e intercompenetrado. Pero pueden distinguirse de esta Unidad Única Mutua para el cumplimiento de ciertas Voluntades del Uno.

Todo lo anterior no es una hipótesis, ni una fantasía religiosa, sino una Realidad verdaderamente cognoscible, que nosotros conocemos realmente.

El camino hacia el pleno conocimiento de esta Realidad ha sido allanado y trazado por nosotros. Todos pueden intentar caminar por aquella parte de este Camino para la que se tenga suficiente deseo y fuerzas. Si no se logra llegar hasta el final en la vida terrenal actual, se tendrá una base excelente para seguir progresando en la próxima encarnación.

… Sin embargo, sucede que a la gente le da por adorar «dioses» ficticios, sean personajes reales o de cuentos de hadas. Esto caracteriza el nivel de desarrollo intelectual de las personas. Aunque tienen cuerpos adultos, continúan jugando juegos de niños, en este caso «la religión». No hay necesidad de despreciarlos ni condenarlos por esto. Ellos, en su psicogénesis (nivel de desarrollo de las almas), simplemente aún no han madurado lo suficiente para poder entablar una relación adulta con Dios.

Los ejemplos más llamativos de tal «idolatría», en mi opinión, es el dios hindú Ganesha (un hombre con cabeza de elefante) y la imagen de Dios Padre adoptada en países de la «cultura europea» en la forma de un anciano sobre una nube a la derecha de la cual está sentado Jesús.

Pero lo Primordial no tiene forma humana o animal. Él es en tamaño, el Océano Infinito de la Conciencia Universal. Y sentarse a la derecha o en cualquier otro lado del mismo Infinito, ¡no es posible!

En cuanto a Jesús, no es en absoluto un Juez formidable y terrible, como muchos creen. ¡Sino que Él es Amor Tierno y es precisamente esto lo que debemos aprender de Él!

Él es la Luz-Fuego y se manifiesta en las relaciones con las personas encarnadas dignas de ello como —Amor-Ternura y Amor-Cuido— Divinos.

Lo mismo puede decirse de cualquiera de los Espíritus Santos. Después de todo, Ellos se hicieron Santos precisamente porque han dominado estas cualidades y las han desarrollado en Sí mismos.