Enseñanzas de Dios para el logro de la Perfección espiritual/Tercer paso Tercer pasoDios —en el Aspecto del Absoluto— es realmente multidimensional. ¡Pero debemos entender que la verdadera multidimensionalidad no coincide con las fantasías sobre la «transición de la tercera a la cuarta dimensión»! Una especie de estructura estratificada del Macroorganismo del Absoluto es la realidad empíricamente reconocible. Estas capas varían en su nivel de sutileza-grosería. La Más Sutil de todas estas capas es la Conciencia Primordial (el Creador), Quien gobierna todo lo Creado —desde las Profundidades de la multidimensionalidad—. En el extremo opuesto de esta escala multidimensional está el infierno, donde las almas que han desarrollado en sí mismas la grosería emocional se reúnen y encuentran ahí su «hogar». En la misma escala, el paraíso se encuentra cercano al Creador. No obstante, existen —entre el paraíso y el infierno— múltiples capas del así llamado «plano astral». Cada uno de nosotros —tiene la oportunidad— de instalarse en una u otra de las capas enumeradas. Pero existe un problema. No hay forma de ingresar a las capas más sutiles de la multidimensionalidad desde un cuerpo contaminado con bioenergías groseras. Por lo tanto, para merecer al menos el paraíso, debe deshacerse uno de lo grosero y acostumbrarse, para empezar, a los estados emocionales armónicos de la naturaleza, como por ejemplo, una mañana tierna, tranquila y despejada, con el aire impregnado de luz solar gentil, el aroma de las flores, el canto de los pájaros y el aleteo de las mariposas y libélulas. Otro poderoso refinador de almas es la ternura que surge de las interacciones sexuales armoniosas [9, 12, 19]. Quienes se han acostumbrado a los estados groseros se encuentran en las capas del «plano astral» o incluso en el infierno, donde se sucede «el llanto y el crujir de dientes» (Mt 8:12). ¡Por lo tanto, queda claro que practicar tanto las variadas «mortificaciones de la carne», así como el odio y la enemistad hacia quienes piensan diferente —no puede acercarnos a Dios—! ¡Más por el contrario, nos aleja precisamente de ese Reino de Dios! … ¡Dicho esto, deberíamos todos al menos desear ingresar al paraíso! Por lo tanto, todas las energías dentro del cuerpo deben purificarse y refinarse adecuadamente para ello. Para lograr esto, es que hemos desarrollado y publicado las técnicas adecuadas [7,11,13,38]. Y en las etapas más altas del perfeccionamiento, será necesario asegurarse de que no quede nada en el cuerpo que difiera del nivel de sutileza —de la Conciencia Primordial en Su Morada y del Fuego Divino—. Esto solo se puede lograr mediante esfuerzos conjuntos con los Espíritus Santos.
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