La vida para Dios/Notas de un sufí (Memorias de Al-B'ul sobre Sus Estudios)
Notas de un sufí
(Memorias de Al-B'ul sobre Sus Estudios)
Escrito por
Anton Teplyy
«Tu cuerpo es un grano de arena
en la cresta de una ola.
¡Cuando estás disuelto en la Profundidad,
la Profundidad eres!
Del poema de Olga Stepanets.
«Conociendo Mi Profundidad» [9]
Incluso antes del comienzo de Mi aprendizaje con el Maestro, tuve ya algunas experiencias inusuales e inexplicables para Mí. Ahora entiendo que eran ecos de la experiencia meditativa de Mis vidas terrenas anteriores.
Pero entonces… sinceramente solo busqué, traté de entender… ¡Y todo fue en vano! Alrededor, entre las personas, ¡solo había oscuridad e ignorancia! ¡La gente no sabía nada de Dios y no quería saber! ¡Ellos sin pensar solo repetían sus rituales y oraciones día tras día! Y sus líderes no diferían mucho de ellos…
¡Pero yo estaba en busca de Él!
* * *
Un día, después de otro intento fallido de encontrar la Verdad entre los «sabios» locales, fui al desierto. Caminé por un largo tiempo sin saber adónde y luego, cansado, desesperado, me recosté en la arena y cerré los ojos…
«Alá, ¿dónde estás? Si estás, ¡contéstame! ¡El alma sedienta está de Verdad, como el viajero cansado quiere agua en el desierto!… »
… Pero la respuesta fue solo el silencio…
Así quedé recostado por mucho tiempo, con la esperanza de escuchar al menos alguna respuesta y entender: ¿por qué, para qué vivo?…
Comenzaba a oscurecer. Era necesario iniciar el regreso a casa.
Y luego, me di cuenta de que estaba perdido…
… Caminé y caminé, tratando de encontrar un pueblo, pero todo fue en vano. Y no tenía ni agua ni comida. El frío nocturno del desierto comenzaba a penetrar mi ropa ligera…
Después de una noche casi sin dormir en el frío de la arena, continué de nuevo.
Y esto duró varios días…
«Bueno, tal vez es incluso mejor morir en el desierto que vivir esta vida sin sentido…», pensé.
Finalmente, pasé a estar en coma…
* * *
Me desperté porque unas gotas de humedad dadora de vida cayeron sobre mi cara. Lentamente abrí los ojos y vi gente a mi alrededor vistiendo ropas blancas. Sus caras eran brillantes y amables.
Así entré en la comunidad sufí. Y —mi Camino Recto hacia el Amado Alá comenzó—…
* * *
La comunidad está ubicada en un hermoso oasis, alrededor de un gran embalse. Aquí hay jardines, donde cultivamos varios vegetales y frutas, y también descansamos del calor del mediodía.
Cada mañana la comienzo con algunos ejercicios espirituales simples que me mostraron. Me dijeron que es especialmente importante comenzar el día de esta manera. Debido a que es en la mañana cuando estamos llenos de energía y podemos dirigirla hacia el crecimiento espiritual.
Me levanto temprano, al amanecer, o incluso a veces un poco más temprano, y practico todo lo que podía aprender. Si se hace esto, el resto del día, que comenzó con alegría, calma, felicidad y atención al amado Señor Alá, es mucho más feliz y más intenso.
Luego hablamos con el Maestro. Él, en particular, explicó que la Belleza de Alá puede ser entendida y acomodada solo por aquellos quienes tienen un corazón espiritual desarrollado.
—¿Cómo puede uno desarrollarlo? —pregunté.
—¡Amando desde el corazón espiritual a todo alrededor! ¡En particular, perdonando a todos! ¡Y, abrazando con amor no solo a todos los seres, sino a toda la belleza de la Creación de Alá! —Él respondió.
—¿Con tan poco?
—Sí. Hazlo. Y luego, te contaré más.
* * *
Hoy, traté de amar a todos los seres, como aconsejó el Maestro. ¡Extendí las manos del amor desde el corazón espiritual, tomé a todos los seres en la palma de mi mano, los acaricié!
¡Cuántas almas puras ha creado el amado Dios Creador! Flores, hierba, árboles, pájaros…
Todas ellas podrían ser acariciadas por las manos del alma: ¡las manos del corazón espiritual! ¡Y este amor dentro de mí no paró, sino que aumentó!
«El amor se desarrolla a través del amor», —así fue enseñado por el Maestro—.
* * *
El Maestro nos mostró una nueva técnica para desarrollarnos.
En este día, nos levantamos muy temprano en la mañana, antes del amanecer. Y cuando el sol salió por encima de la extensión del desierto —fuimos saturados con la Belleza y la Luz de Alá Quien estaba alrededor—, y Le agradecimos con los labios del corazón espiritual por toda esta Belleza.
Derramamos amor por Su Belleza, —desde nuestros corazones—. ¡Los corazones debido a esto, se expandieron y abrumaron con un amor aún más puro e intenso!
¡Así continuamos aprendiendo a amar a Alá y la belleza de Su Creación!
¡Aún estaba tan solo en la primera etapa, pero realmente quería seguir adelante!
* * *
Soy bueno en todo. ¡El Maestro se regocija con mi éxito! ¡Seguiré trabajando, amando y conociendo a Alá!
* * *
¡El Maestro me va a transferir a un nuevo nivel de entrenamiento! ¡Estoy feliz y orgulloso de mis resultados! ¡Todo es tan bueno! ¡Y he superado grandemente a mis compañeros en el Sendero! ¡Quizás el Maestro hasta me instruya para entrenar a los nuevos estudiantes!
* * *
Hoy, cumplo con los ejercicios con dificultad, por alguna razón… supongo que dormí mal…
* * *
Desde hace varios días ya, mis meditaciones han resultado mal… No puedo entender que pasó… Tengo que preguntarle al Maestro…
* * *
Hoy el Maestro me regañó fuertemente. ¡Dijo que el orgullo contraviene a Alá! ¡Las personas orgullosas no tienen lugar en su escuela!
Estaba muy asustado, pero espero que me perdone. Me di cuenta de que ni hablar de pasar a la siguiente etapa…
Esto fue una lección para mí…
… ¿Dónde nace el orgullo? ¡No está en el corazón espiritual! ¡Está en la cabeza!
¡Debemos aprender a vivir en nuestros corazones todo el tiempo!
* * *
Me di cuenta de mis errores y de nuevo empecé con ejercicios espirituales aún más fervorosos. Los errores a veces detienen el desarrollo del alma, pero si son notados y corregidos a tiempo, entonces todo puede ser ajustado.
* * *
Un día, cuando de repente se volvió «duro para el alma», Alá me dijo:
«¡Abre la puerta de tu corazón! ¡Admite en él la brisa ligera y refrescante de Mi Amor!
»¡Aligera todo dentro de ti con la suave luz del sol de la madrugada! ¡Llena tu corazón con el olor de las flores y el trinar de las aves!
»¡Cultiva el jardín de tu corazón —y entonces Yo podré instalarme en él para siempre—!
* * *
Hoy volvimos a trabajar en nuestro jardín. Pensé que la vida de una persona ordinaria también es como un jardín sin cultivar. Y depende de sí mismo: si crecerá en este una cosecha abundante, alimentando y acogiendo a sí y a otros, o si permanece cubierto de malezas y baches…
Un verdadero sufí cultiva constantemente su jardín del alma, trabaja constantemente en él, cuidando de lo que trae beneficios y deshaciéndose de aquello que duele.
* * *
Al igual que los hilos en las alfombras se entrelazan, así de complejas y entrelazadas por Alá son las vidas de las personas.
¡Alá es como el Gran Tejedor de alfombras! ¡Él conecta los hilos de manera tal que el resultado de tal trabajo sea excelente!
* * *
¡Toda nuestra existencia es la gran Escuela de Alá!
* * *
La vida en nuestra comunidad fluye como un río profundo. Estamos felices, conociendo a Alá y compartiendo con los demás nuevos conocimientos sobre el Camino hacia Él, que Él nos revela.
* * *
Es de tarde… la paz transparente y suave llena el espacio alrededor.
Gradualmente, los sonidos del mundo se desvanecen. Los pájaros empiezan a cantar, suave y calmadamente.
Me cansé de las acciones cotidianas y las meditaciones. Solo quiero sentarme, disolverme en la calma transparente, volviéndome ella…
¡El silencio significa mucho para el sufí! ¡Solo en el silencio del corazón espiritual, el sufí puede escuchar la Voz del Amado Alá!
… La noche ha llegado. Estoy sentado junto a la fogata. Cruje silenciosamente, sin romper el silencio.
El silencio está tanto dentro del cuerpo como fuera… Me estoy fusionando con él…
* * *
¡Todo en este mundo está lleno del Amor de Alá —tan gentil, que se disuelve—!
Se vuelve perceptible, si se convierte en amor y ternura. Y —cuanto más uno domina esto— más sentirá uno el Amor de Alá a su alrededor y dentro de sí mismo.
Y un día, el amor de uno se fusionará completamente con Su Amor. ¡Y entonces solo Él permanece —el Amado Alá-Amor—!
* * *
En el desierto es primavera. Un delicado aroma de flores abriendo sus pétalos llena todo el espacio.
¡Absorbo la fragancia con el alma, me convierto en ella!
¡Abrazo con las manos del corazón — las flores y todo a mi alrededor—!
¡El delicioso aroma se ha convertido en mi esencia! ¡Estoy en todas partes!
* * *
Ayer, observé en secreto al Maestro durante la meditación colectiva.
¡Qué asombrosamente brillan sus ojos! Parece que el Mismo Alá Amado mira desde ellos, habla con sus labios, crea con sus manos, y el Maestro mismo no es, ¡él no está!
¡Ojalá pudiera lograr tal Fusión con el Amado en vías de desaparecer completamente en Él! Y luego — manifestar Su Luz, Su Amor, Su Júbilo, Su Paz y Pureza—, sin obnubilarle conmigo mismo.
* * *
¡Esta mañana volví a adentrarme en el desierto! ¡Aquí, el arrobo desborda el alma y puedo sentir una libertad ilimitada!
¡Quiero abrazar todo el espacio, llegar por el alma hasta el mismo «borde de la Tierra», desplazarme por sobre este y ahí, disolverme en la Luz!
¡A veces parece que es posible! ¡Y entonces —el entusiasmo y la alegría se vuelven aún más intensos—! ¡Y solo hay un dichoso espacio lleno de brillante Luz Divina! ¡Yo no estoy aquí, no soy!
* * *
Me siento un pájaro libre, suavemente y sin esfuerzo elevándome entre las nubes…
En algún lugar abajo, en la tierra, está mi pequeño cuerpo, y yo, una enorme alma-ave, me elevo… Solo existe la infinitud del cielo azul; solo existe la canción del alma escapando de la jaula que aprisiona el cuerpo…
* * *
¡Con asombrosa ternura y calidez, Alá abraza y envuelve a aquellos quienes van hacia Él en el Camino Recto!
¡En estos Abrazos, hay algo tan nativo, tan tierno!
¿Puede haber alguien más cercano y querido que el Amado Alá?
* * *
Después de los ejercicios espirituales matutinos y conversar con el Maestro, trabajamos una vez más en el jardín.
Sostuve una pequeña semilla en mis manos y pensé: «Puede parecer que esta semilla está muerta y sin vida. ¡Pero si tan solo se nutre con agua y calor de los rayos de Sol, —se despierta a una nueva vida— para un nuevo crecimiento hacia el Sol!
»Así es el alma humana. Descansa, duerme hasta que finalmente las Aguas Divinas del Amor la lavan y empapan, hasta que finalmente la Luz Divina del Amor la calienta.
»Y entonces, ¡el crecimiento comienza hacia la Luz, el Amor, el Sol y el calor! Entonces la semilla-alma comienza a “romper el espesor de la tierra”.
»¡Así que todos los días, el “brote” se hace cada vez más y más fuerte! ¡Y entonces, tal vez, pueda convertirse en el Árbol Universal!
* * *
Me recuesto en la arena y miro las nubes que flotan lentamente… Cierro mis ojos, y me siento como una pequeña nube ligera, avanzando lentamente en el océano del cielo azul. Y alrededor, una calma infinita… En algún lugar abajo, quedó la Tierra con su bullicio y sus problemas. Pero aquí, —sólo una calma suave—…
La luz del Sol suavemente permea la nube, —y esta se deleita, se derrite en sus rayos—.
¡Qué dichosa es!
Gradualmente, yo-pequeña-nube me disuelvo, desaparezco, —y solo queda una ternura sin límites—…
* * *
Hoy entendí cómo mi percepción del mundo del Espíritu difiere de la percepción del mundo de las cosas materiales. En el mundo del Espíritu, no hay tal claridad, la misma certeza absoluta. Todo es borroso, «como neblina»… De todos modos, para mí sigue siendo así. Tengo que ser muy cuidadoso y atento para no aceptar lo que yo quiera —como realidad—. ¡Necesito no mezclar mis propias fantasías con la realidad de los Reinos Superiores!
* * *
Ayer, le pedí consejo al Maestro sobre cómo puedo distinguir los fenómenos reales del mundo del Espíritu —de las fantasías de la mente—. Él respondió que esto se logra mediante la práctica y por una inmersión cada vez mayor en el mundo del Espíritu. También es necesario alcanzar logros tales que la mente inquieta y a veces distorsionadora de la realidad, se calme por completo.
* * *
En la noche, cuando todos nos reunimos, el Maestro nos habló acerca de la Realidad Superior:
«¡Solo hay una Realidad Suprema! En el mundo de la Creación, toma muchas formas. Y es expresada por diferentes personas en diferentes palabras. A veces es tan distorsionada por la gente que se pierde y es difícil reconocerla. Sin embargo, es una e indivisible. Es similar al Sol, que sigue brillando “detrás de las nubes” de la ignorancia humana.
»Y Su Luz se puede ver en algunas almas.
»Además, cuanto más pura es el alma, más Luz puede transmitir a los demás.
»Al principio, el sufí es como una luna que no tiene su propia luz y solo refleja la luz del Sol. ¡Pero luego este sufí puede convertirse en el Sol!
»Así es como el Mundo del Creador evoluciona gradualmente desde un concepto abstracto indistinto —hacia la Realidad conocida—.
* * *
¡En silencio y paz, la flor del corazón espiritual se abre, y entonces —el aroma del amor llena todo el espacio interior y alrededor—! ¡Es tan sutil, tan suave y esquivo! Pero es una realidad para quien se ha convertido en amor.
El sufí aspira a convertirse a sí mismo en amor, —día tras día—. ¡Cada momento de su vida está dedicado a esto!
* * *
Gradualmente, ceso de percibirme como un cuerpo. ¡Esto —al principio— era tan inusual! Desde la infancia, nos enseñaron todo lo contrario: ¡a sentirnos como un cuerpo!
¡Ahora —a través de la experiencia personal— estoy convencido de que no soy un cuerpo, sino un alma libre del cuerpo! ¡Soy el alma que puede sentir, saber, desarrollarse, —independientemente del cuerpo—!
¡Y mi objetivo es conocer completamente la Gran Alma: el Amado Alá!
¡Es tan bueno! El miedo a la muerte del cuerpo ¡desaparece! ¡Yo soy el alma! ¡Entonces, no moriré cuando el cuerpo de repente, por una razón u otra, muera!
Esa es la cosa, —a través de las prácticas espirituales y la comprensión— uno puede vencer en uno mismo el miedo más poderoso con el que las personas están obsesionadas.
* * *
El Maestro muestra más y más técnicas nuevas que ayudan a acercarse más al Amado Alá y a conocerle más plena y profundamente.
Una de estas técnicas era la de trabajar con el Fuego Divino.
Era posible encender este Fuego en el corazón espiritual, luego expandirlo y abarcar con Este —cada vez más y más espacio—.
Al principio, este Fuego de Amor simplemente desbordaba el pecho. Pero luego, —comenzó a fluir a través de las manos, la cabeza, a través de todo el cuerpo y en todas direcciones—… Flameó más y más fuerte, llenando todo el espacio por dentro y por fuera.
En un punto, con la práctica, el sufí puede sentir que el mundo entero desaparece, —en este tierno Fuego de Alá que todo lo consume—, y la propia esencia separada del sufí, se «quema», disolviéndose en Él.
El Maestro dijo que dominar esto usualmente toma años, y no todos pueden aprenderlo…
¡Depende de cuánto amor por Alá arda en el hombre, —amor que uno debe avivar más y más—! La llama de este amor es sostenida y fortalecida por las constantes prácticas y servicios espirituales para el bien de todos los seres dignos y, por lo tanto —para el bien de Alá—.
Desafortunadamente, en algunos buscadores, este fuego de amor se desvanece muy rápidamente, como una fogata ordinaria se desvanece si no hay leña que la alimente. Esto sucede especialmente a menudo cuando los estudiantes dejan de «apoyar el fuego», al estar demasiado distraídos con diversos asuntos y problemas terrenos.
* * *
¡Qué atractivo es el cielo estrellado en la noche! ¡Miles y miles de estrellas!… Una luz suave y brillante…
Quiero arrancarme de la Tierra y volar a esas estrellas, acercarme a ellas y abrazarlas todas…
Y así, sin darme cuenta, ¡estoy llenando ya el silencio del suave cielo estrellado de la noche! ¡Abrazo las estrellas conmigo mismo! ¡Me expando y expando, perdiéndome en ellas!
* * *
Y en la Profundidad —Mi Amado vive—. Sólo la «envoltura» de mi ser me separa de Él…
* * *
La lluvia sedante y suavemente golpetea en el techo…
Me recuesto y escucho la «música de la lluvia». Parece que la lluvia llenó todo el infinito…
Estoy tratando de alcanzar el «borde infinito de la lluvia» —donde esta no exista y solo haya silencio—…
De repente, la «lluvia interminable» se convierte… dentro de mí, en el enorme corazón espiritual. Cada gota de mi-lluvia se está llenando de Luz, y —alimento todas las vidas con la humedad Divina—…
* * *
Es de mañana. Gotas de rocío sobre la hierba. ¡La luz del sol se refleja en ellas, —y brillan con su ternura—!
¡Es maravilloso sentir a Alá a esta hora!
¡Levanto mis manos para glorificarle, y —la Gracia Divina— se vierte a través de todo el cuerpo y lo llena!
¡Oh, qué bienaventurado es Alá!
¡Y cuán dichoso es quien puede sentirle, percibirle —y llenarse con Su Amor—!
¡Alabado sea Alá, el Señor de los mundos —Amoroso, Compasivo—!
* * *
¡El sufí puede expresar su amor infinito por Alá a través de la danza, —de modo que la Luz de Su Amor se vierte fuera a través del cuerpo— llenando todo el espacio alrededor, más y más ampliamente!
Las danzas sufíes, extendiendo sus manos de amor en el Infinito de Alá…
* * *
Cuando el sufí escucha al verdadero Maestro, dirige su atención y percibe cada palabra como si su vida dependiera de ello.
¡Un verdadero sufí no permite que nada terreno le distraiga de la Fuente de la Verdad Eterna!
* * *
¡La alegría está creciendo con cada día, porque puedo percibir a Alá más amplia y profundamente!
¡De un antiguo concepto abstracto —Él se convirtió para mí en el Amigo Amado, el Ser más cercano y querido—!
¡Qué agradable es estar con Él, sentirle y recibir Su Amor!
* * *
Alá vive en cada ser viviente: en cada brizna de hierba, en cada árbol… ¡Todo, absolutamente todo, está permeado por Su invisible Presencia!
¡Es por eso que el sufí respeta y protege a todos y no dañará a nadie en vano!
* * *
El sufí mira la belleza de Alá, permeado por ella. Y en un punto, el sufí desaparece, fusionándose con esta y con Él.
* * *
Es de mañana. ¡Contemplo la vasta y brillante Luz! En ella, no hay barreras, ni contornos, ni formas. Solo existe el Infinito de la Luz Dichosa disolviendo todo en Sí Misma…
Esta Luz siempre está conmigo, donde sea que vaya mi cuerpo. Se ha convertido en una parte integral de mí, y yo soy Ella.
¡No tengo deseos, excepto que esta Fusión con la Luz de Alá nunca se rompa!
* * *
Han pasado muchos años, pero el Sol todavía se eleva en el desierto, iluminando la tierra con su luz…
Todavía hay mucho que podría recordar y contar sobre…
¡Pero lo principal es el amor por la Creación de Alá y por el Creador Mismo, —el Amado y Maestro Más Grande—!
¡Alabado sea Alá, el Señor de los mundos,
Amoroso, Compasivo!
¡Guíanos por el Camino Recto, en el Camino a Tu Hogar!
¡Es el Camino del amor tierno para con los seres creados por Ti, amor-devoción hacia Ti, admiración por Ti, aspiración a Fundirse contigo! ¡Esto yace en la profundidad que se despliega en la calma de los corazones espirituales desarrollados!