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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
El bien y el mal. Las causas del odio y del amor
 

La vida para Dios/El bien y el mal. Las causas del odio y del amor


El bien y el mal.
Las causas del odio y del amor

Vladimir Antonov


Existe la moral de las personas primitivas —y la ética objetiva sugerida por Dios—.

Los principios de la primera son los siguientes:

1. Si me están apaleando o matando, ¡es malo! Si yo apaleo o mato, ¡es bueno!

2. Si algo me fue robado, ¡es malo! Si yo he robado algo ¡es bueno!

3. Si alguien hace cosas agradables por mí, ¡es bueno! Si paran de hacerlo, es malo; ¡voy a odiarles y a vengarme por ello!

4. ¡Todos (o casi todos) a mi alrededor (o alrededor nuestro) son enemigos! ¡Les temo y los odio a todos!

Y así sucesivamente.

Permítanme notar que este y otros principios de tales personas primitivas tienen una causa común —el egocentrismo—, es decir, amor por uno mismo, queriendo algo de los demás para uno (muchas veces en detrimento propio).

Tal moral es típica de muchos representantes de los estadios inferiores de desarrollo intelectual. Esto les lleva a: degradación evolutiva, formación de mal karma para el futuro y al infierno.

En cuanto a la ética de Dios, se basa en principios opuestos. Dios señala que en el Camino hacia Él debemos hacernos similares a Él. Y Él es Amor, Sabiduría, Poder y Sutileza.

La primera cualidad que Él nos sugiere dominar es, el amor multifacético, —en tanto a las cualidades de ternura, gratitud, respeto por aquellos que lo merecen, cuidado de los otros, perdón a los otros, considerar los intereses de los demás por encima de los propios, vivir por el bien de los demás, el autosacrificio por el bien de las otras personas—.

Esta es la diferencia entre el bien y el mal.

Debería señalar también que la educación correcta o incorrecta juega un rol importante en introducir ciertos principios morales en la mentalidad de las masas. Esto es importante no sólo en cuanto a los niños sino también a los adultos, —aquellos quienes han alcanzado la edad madura de sus cuerpos, no por la edad del alma—. Esto significa que las personas de los niveles inferiores del desarrollo intelectual son como niños incapaces de elegir un credo de vida por sí mismos. Estos forman sus principios morales imitando a otros o estando sujetos a la autoridad de otros. Y desafortunadamente pasa con bastante frecuencia que es bajo la autoridad de individuos demoníacos bien egocéntricos y primitivos…

¡Es por esto que es tan importante PREDICAR LA VERDAD!

* * *

En cualquier población significativamente grande de personas, siempre existen representantes de diferentes niveles de avance evolutivo. Entre ellos existen los encarnados del infierno, del paraíso, y algunas veces de los eones Divinos.

Otro criterio de diferenciación entre las almas es su tamaño. Es decir, en cada uno de los grupos recién mencionados, las almas pueden diferir en su tamaño [12]. Y, la «masa» de conciencia acumulada determina, en particular, la capacidad propia de influenciar a las personas.

Ahora debe quedar claro para los lectores que no todas las almas que vienen a encarnarse son «pequeños angelitos», las almas son muy diferentes*. ¿De qué depende en cada caso particular? Depende del destino de los padres y el destino del alma que va a encarnarse.

* * *

Una vez llevé a cabo experimentos [3] que fueron muy importantes para entender este asunto.

En estos experimentos, cachorritos machos nacidos de perros mestizos fueron separados de sus madres antes de que abrieran sus ojos. Fueron criados en parejas dentro de jaulas sin contacto visual con los perros de las jaulas vecinas. Las parejas se conformaban de cachorros hermanos.

Al principio, todos los cachorros parecían perritos angelicales, lo cual es bien conocido por aquellos que tienen perros.

Sin embargo, al alcanzar la pubertad, sus caracteres empezaron a diferenciarse. Se subdividieron en tres grupos cualitativamente diferentes: perros con conducta agresiva (especialmente en cuanto al alimento), perros con conducta pasiva-defensiva, y perros con conducta activa-defensiva. Los últimos nunca mostraron agresión por sí mismos, pero se defendían activamente de los ataques de los otros y resultaban victoriosos.

Dado al hecho de que las condiciones de nacimiento y crianza fueron las mismas para todos los perros, la única causa para tales marcadas diferencias en su carácter está relacionada con las cualidades de las almas encarnadas. Es decir, estas cualidades se formaron en estas almas en sus pasadas encarnaciones.

Hubo otra conclusión importante producto de estos experimentos: los animales agresivos que vivían en pareja con un compañero más fuerte que no era agresivo pero que repelía exitosamente todos los actos de agresión, con el tiempo también dejaron de ser agresivos. Entonces su conducta agresiva no se manifestó más, incluso en contacto con perros de otras parejas.

Por lo tanto, la efectividad del principio de coerción a la paz, coerción por medio del poder de vivir en paz con los otros, fue plenamente demostrada en estos experimentos.

Uno debería entender que estas regularidades de la vida social son comunes no sólo a los perros sino a todos los animales y a las personas de niveles bajos de desarrollo intelectual.

* * *

¿Qué debe hacer alguien que quiere volverse mejor a los ojos de Dios pero no sabe cómo hacerlo?

Primero, uno debe estudiar cuidadosamente lo que Dios nos sugiere a este respecto. Entre otras cosas, nuestros libros pueden ser útiles [6-22,28-36,39-40], ya que contienen una colección de textos sobre este tema. Luego, uno puede acelerar significativamente el proceso de autotransformación espiritual con la ayuda de los métodos de autorregulación psíquica [18].

De esta manera todos pueden convertirse en representantes del Bien.

Alguien podría objetar: ¡¿Cómo uno puede realizar esto si hay tanta maldad alrededor?!

Es que el mal también tiene su lugar en el Proceso Evolutivo*. Con su ayuda las personas de Bien conocen cómo no deberían ser. También con la ayuda del mal, Dios corrige la forma de desarrollo de la gente de Bien, creando contactos con los representantes del mal —bajo Su control total—. El autor de este libro, conoce esto muy bien en su propia experiencia de vida (ver [12-13,18]). ¡Probablemente, no hay muchas personas que hayan vivido sus vidas en condiciones tan severas como yo viví! Sin embargo, logré alcanzar la victoria, entre otras cosas, gracias a los representantes de la escoria humana que fueron traídos a mí por Dios para ayudarme*.

¡Ustedes también pueden resultar victoriosos! ¡El Camino ha sido allanado para ustedes!

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