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La vida para Dios/¿Quién puede y quién no puede realizar su vida con Dios?

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¿Quién puede y quién no puede
realizar su vida con Dios?

Vladimir Antonov

Las posibilidades de las personas en el Camino del desarrollo espiritual son muy diferentes. Depende, primero que nada, de las habilidades intelectuales de la persona en la etapa actual de su desarrollo evolutivo.

Todas las personas pueden subdividirse en las siguientes categorías* de acuerdo a su nivel intelectual:

9. Avatares.

8. Profetas.

7. Genios.

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6. Personas razonables.

5. Quienes tienen «forma humana».

4. Los «fisiológicamente tontos».

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3. Tarados.

2. Imbéciles.

1. Idiotas.*

Los grupos 1 al 3 pertenecen a la categoría de los retrasados mentales (oligofrénicos).

Los miembros de los tres grupos medios constituyen la mayoría de la población en cualquiera de los países desarrollados.

Los miembros de los grupos 7 al 9 son Aquellos pocos que han avanzado en Su desarrollo al nivel Divino.

* * *

No hay razón para sentir lástima por las personas intelectualmente débiles: estas no sufren por sus capacidades limitadas. Además, su estado no resulta de su mala predestinación (karma) sino del destino de sus padres.

Por ejemplo, estos padres no deberían tener hijos, ya que tiene tareas más urgentes para sus encarnaciones presentes. Sin embargo, su deseo egoísta de tener su propio bebé prevalece…

Entonces, nace un bebé. Y resulta que el bebé es mentalmente deficiente. Esta situación impone una nueva decisión éticamente significativa: ¿Qué hacer? ¿Quitarle la vida al bebé? ¿Darlo en adopción? ¿O tratar de ayudar a esta alma encarnada a avanzar todo lo posible en su desarrollo evolutivo?

Tales almas en sus encarnaciones pasadas estuvieron en cuerpos de animales menos desarrollados. Pero en el futuro deben convertirse en humanos bien desarrollados (no necesariamente en sus encarnaciones inmediatas). Y, la encarnación presente puede servirles para ganar alguna experiencia inicial sobre la vida en un cuerpo humano.

Otro ejemplo es el caso de los niños nacidos de alcohólicos completamente degradados, y otras formas de personas degeneradas. Qué debería hacer Dios en tales situaciones: ¿Enviar almas espiritualmente prometedoras a encarnar en tales condiciones desfavorables? ¡Absolutamente no!

* * *

El término «fisiológicamente tonto» fue usado en la psiquiatría rusa de los siglos XVIII y XIX, en contraposición con el término «patológicamente tonto», es decir, aquellos cuya estulticia está más allá de la norma comúnmente aceptada.

En la vida adulta, los « fisiológicamente tontos» generalmente están involucrados en actividades que no requieren un intelecto desarrollado. Pueden ser reconocidos por las siguientes características: creen en los augurios y predicciones, dependen de las supersticiones, participan en entretenimientos primitivos como lanzar fuegos artificiales, alentar equipos deportivos en los estadios, y con bastante frecuencia tienen inclinación a odiar a los «forasteros» —aquellos que son diferentes de ellos por alguna razón—, sea por el lugar de nacimiento, etnia, etc.; ellos buscan cualquier motivo para el odio…

Su religiosidad, si se les ha enseñado alguna, consiste únicamente en observar mecánicamente ciertas reglas y rituales en la vida cotidiana, que están prescriptas en el ambiente social en el que nacieron. Pueden ser, por dar un ejemplo, reglas sobre cómo uno debe vestirse, qué corte de pelo se debe usar, cuáles movimientos corporales religiosos hay que realizar y otras cosas por el estilo. Y pueden ponerse muy agresivos si se enteran de que alguien viola estas reglas. Además, generalmente repiten constantemente plegarias como: «¡Sálvame!», «¡Bendíceme!», «¡Perdóname!», «¡Dame!», —en vez de mejorarse a sí mismos—.

No son capaces de entender la esencia de las Enseñanzas de Dios y no son capaces de hacer esfuerzos espirituales reales. Tampoco pueden dominar sus propias emociones. Sus apasionados deseos sexuales egoístas pueden convertirse abruptamente en odio, enemistad, violencia y asesinato.

Absoluto egocentrismo y egoísmo, la incapacidad de entender a otras personas y de tomar el interés de los otros en consideración —son todas características bien manifiestas en su comportamiento—.

Ellos fácilmente cometen crímenes varios, —principalmente aquellos tildados de «domésticos»—, es decir, aquellos cometidos bajo la influencia del surgimiento abrupto de emociones negativas violentas.

Fanáticos agresivos de clubes deportivos o de varias sectas religiosas, también miembros de bandas criminales crueles, —todas ellas, en su mayoría, son personas unidas por el llamado «efecto de masas»—.

Estos fácilmente se convierten en alcohólicos y adictos a varias clases de narcóticos.

Cometiendo crímenes, mutilan sus destinos. El alcoholismo y la adicción a los narcóticos resultan en la degradación intelectual.

¿Es posible salvar a las personas de este mal? ¡Sí, introduciendo el conocimiento verdadero acerca del significado de nuestras vidas, —empezando desde los programas educativos escolares—!

… En contraste con este grupo, los representantes del grupo 5 poseen una habilidad de pensar desarrollada —al nivel del funcionamiento del chakra ajña— [18]. Y pueden estos realizar exitosamente trabajos positivos socialmente significativos dentro del campo de conocimiento profesional que han dominado. Sin embargo, no poseen todavía la habilidad de estratégicamente comprender con la mente cuestiones realmente importantes o profesionales. Por lo tanto, no pueden ser buenos líderes, a pesar de poder realizar consciente y diligentemente sus deberes sociales —bajo la guía de líderes dignos—.

Su otra característica típica es una firme adherencia a las tradiciones y estereotipos de pensamiento que han aprendido a una edad temprana, también la incapacidad de «tener una visión más amplia», de «elevarse» por sobre la cuestión o el problema, de revisar crítica e independientemente los estereotipos aceptados en su ambiente social, de desarrollar un enfoque más racional para solucionar una tarea.

En cuanto a la religión, estas personas usualmente se convierten en ateos o en seguidores de algún movimiento religioso en particular. Y, no pueden superar por sí mismos la sectaria estrechez mental. Al igual que los representantes del grupo anterior, estos, también, se encuentran esclavizados por dogmas y reglas, creen en la naturaleza «salvadora» de los rituales que practican…

Su religiosidad es como la de un niño jugando a la religión. No son capaces de realizar esfuerzos serios y a largo plazo en su autodesarrollo.

Juan Matus [8,17] llamó a esta clase de estrechez mental con el término «forma humana»*, en oposición a la libertad que el hombre alcanza en el proceso de cognocimiento directo del Absoluto mucho más allá de los límites del cuerpo material. Esta libertad consiste en vivir en el Absoluto no limitado por los apegos al mundo material, y esa vida puede ser obtenida sólo si uno se deshace de la «forma humana», inherente a la mayoría de las personas. Juan Matus llamó a destruir esta estrechez en nosotros mismos.

«¡Vuélvete libre! ¡Sé tan libre que puedas volverte Amor como Yo soy!» [9], —así una vez Dios se dirigió a una de Sus discípulas que se acercaba a una etapa superior de su desarrollo—.

Uno también debe entender que la tarea de destruir la «forma humana» no puede realizarse rápidamente. Y no todos los representantes del grupo considerado están en condiciones de hacerlo en este momento. Sólo pueden hacerlo aquellos de entre ellos que han madurado completamente en las etapas previas de su desarrollo. En cuanto a los otros, uno no debe apresurarlos: puede ser destructivo para ellos. Un abandono muy prematuro de la «forma humana» puede resultar en un comportamiento inadecuado en la sociedad.

También debemos tener en cuenta que debemos madurar para atravesar esta transición, —no sólo en psicogénesis (es decir, en el proceso evolutivo del desarrollo del alma), sino también dentro de la encarnación actual (ontogénesis)—. Después de todo, la «pérdida de la forma humana» no sucede al presionar una especie de botón en el cerebro; requiere alcanzar el nivel adecuado de desarrollo intelectual.

En cada nueva ontogénesis, si todo va bien, uno debe pasar nuevamente por todas las etapas de desarrollo que atravesó en el pasado, —y luego empezar a dominar las siguientes—.

El desarrollo de la habilidad de pensar depende del funcionamiento de los chakras de la cabeza. Es el chakra ajña el que se desarrolla primero, —tanto en la psicogénesis como en la ontogénesis—. Y es la parte de la conciencia relativa a este chakra la que permite al hombre manifestar las cualidades positivas personales en el quinto estadio.

Sin embargo, el éxito en el desarrollo del sexto estadio viene determinado por la madurez del chakra sahasrara también. Con el intelecto desarrollado en la psicogénesis (y en la ontogénesis) tales personas pueden fácilmente comprender todos los temas que desean dominar. Esto les permite planear y prever el curso de los eventos, sacar conclusiones de sus errores, y guiar exitosamente la actividad de sus asistentes.

En la esfera del conocimiento religioso ellos pueden aceptar fácilmente:

— que hay un solo Dios común a todas las personas,

— que la esencia de todas las Enseñanzas impartidas por los Representantes del Creador a la gente en la Tierra, es una,

— que los principios de evolución de las almas también son comunes a todos,

— que en realidad, no existe tal cosa como la transferencia mística de la conexión con Dios por medio del ritual de la imposición de las manos; que no existe el «perdón de los pecados», ni la «salvación» a través de las plegarias. El Reino de Dios (es decir, la Morada del Creador) puede ser cognocido solamente a través de los esfuerzos espirituales personales (Mateo 11:12; Lucas 16:16).

Es a partir del sexto estadio del desarrollo intelectual que las personas se vuelven capaces de dominar el Buddhi Yoga.

Y es gracias al Buddhi Yoga que pueden acceder a los tres niveles superiores del esquema considerado.

* * *

En vías de dominar con mayor éxito estas etapas superiores, una persona con un chakra sahasrara desarrollado debe realizar esfuerzos en transformarse a sí mismo en un corazón espiritual en expansión más allá del cuerpo material.* [18-20,39]

Es con el corazón espiritual desarrollado, —sutil y gigante, abierto y poseyendo fuertes brazos de conciencia—, que uno gradualmente puede progresar en la tarea de cognocer a Dios en los Aspectos del Espíritu Santo, del Creador y del Absoluto.

En este Camino, los guerreros espirituales se vuelven similares a los Espíritus Santos. Ahora estos pueden:

— moverse entre los lokas del espacio multidimensional y dominar los más sutiles entre ellos,

— enviar desde estos eones amor-ternura, amor-cariño, amor-poder a otros seres, ayudándoles así en su desarrollo,

— abrazar a los Espíritus Santos, fundirse con Ellos, y así prepararse para entrar en la Morada de la Conciencia Primordial y fundirse con Ella.

Por supuesto, estas habilidades no pueden desarrollarse de improviso: ni en un día, ni en una semana, ni en un mes. El proceso de acercarse al Creador es gradual, —lleva meses y años de una vida éticamente impecable—.

Dios Mismo señala que una de Sus reglas en la relación con las personas encarnadas es la siguiente: Él (Dios) no le da a una persona más de lo que esta persona le da a Dios.

Para cualquier persona razonable debería quedar claro que esta regla no implica que uno deba ir a la iglesia, besar íconos, repetir oraciones, alimentar con comida las estatuas de los «dioses»… Esta regla implica que uno debe dedicar su vida completamente a realizar tareas que contribuyan a la Evolución de la Conciencia Primordial.

Y, entre tales tareas está la difusión del verdadero conocimiento acerca de Dios y acerca de cómo debemos vivir si sabemos de Su existencia.

También, cualquier otra tarea que involucre ayudar a las personas en su existencia justa en la Tierra es agradable para Dios. Esto incluye construir casas, producir alimentos puros, trabajo médico, concebir niños y criarlos adecuadamente, y muchas otras cosas.

Habiéndose acercado desde su estado al estado de los Espíritus Santos y del Creador, habiendo quedado establecido en ese estado, y habiendo probado que son dignos de la próxima etapa, —los guerreros espirituales reciben el derecho a entrar en la Morada de la Conciencia Primordial y comenzar el proceso de fundirse con Esta. De ahí en más, Ellos se convierten en Partes del Creador y Sus representantes en la Tierra para las personas encarnadas.

Sin embargo, las habilidades de tales Personas Divinas no son iguales. Sathya Sai Baba dice lo siguiente respecto a esto [8,17]:

«…(En el principio) uno debe desarrollar su propio intelecto, su propia habilidad para pensar. ¡Y sólo después esta habilidad de pensar con la conciencia* se une con Mi Divina Sabiduría!

»De esta forma, el desarrollo del alma continúa. Primero, debes aprender a ser amor y a crecer como amor. Después aprendes a darme tu amor. Así, gradualmente, dominas la Fusión Conmigo.

»¡Si aún no tienes amor… —entonces no tienes nada con lo que puedas fundirte Conmigo—!

»Luego el amor debe ser suplementado con el aspecto del poder.

»Cuando dedicas toda la fuerza del alma a Mi servicio*, entonces empiezas a dominar la Fusión con Mí Omnipotencia. Este es un proceso muy gradual…

»De la misma manera, gradualmente, puedes aprender de Mí, el Pensamiento Divino.

»Después de todo, ¡estar en Mí significa ser Yo! Por lo tanto, el flujo y la esencia de tus pensamientos deben corresponder a esto. Sugiero que domines el pensar amplio —donde los pensamientos fluyan fácilmente, con suavidad, calma y sean manifestados desde las Profundidades en el plano material—. Luego, uno puede abarcar con la conciencia no sólo bosques, praderas, ríos y lagos con sus habitantes, sino también países, continentes, naciones y comunidades de personas, sintiendo a sus integrantes en conjunto y a cada uno en particular.

»¡Sí, debes aprender de Mí, —a amar, a pensar y a actuar—! El “yo” inferior debe ser sustituido con el “Yo” Superior, —con tu Yo Verdadero Divino, el Cual es coesencial con el “Yo” de Dios—.

»(…) Pero este no es el final del camino. Cada Alma que se ha hecho Una Conmigo continúa desarrollándose en Mí, creciendo y perfeccionando Su servicio, —el servicio para la evolución de la conciencia en el universo—.

»Aquellos de Nosotros Quienes encarnamos en la Tierra tenemos diferencias. Esto no significa que Algunos sean superiores o inferiores respecto a Otros… La diferencia es que Algunos son como brotes que recién han aparecido en la superficie desde el Cimiento infinito —desde el Océano del Creador—, mientras que Otros son como grandes árboles que han estado creciendo por largo tiempo.

»Empero, por más grande que pueda ser cada Uno viniendo de Mí, ¡Él o Ella es sólo una pequeña partícula del Gran Océano Primordial!

»(…) Los Avatares siempre tienen algo que decir a las personas: son Ellos, Flujos de la Energía Divina que viene directamente del Océano del Creador.

»(…) voy a contarles cómo viven Aquellos Quienes se han vuelto Uno con el Padre. Ellos viven ayudando a la gente a conocer su Naturaleza Superior. Ellos viven manifestando al Padre.

* * *

Todos Aquellos Quienes han alcanzado esto, reciben el derecho a no encarnar nuevamente. Pero no todos Ellos lo usan: Su Gran Amor Sacrificado Les atrae a nuevas encarnaciones, porque desde el estado encarnado es mucho más fácil para Ellos explicarle la Verdad a las personas.

Pero habiendo encarnado, durante los largos años de la niñez terrenal algunos de Ellos pueden olvidarse de Dios y de Su propósito al encarnar en cuerpos terrenales… Es una cualidad de la memoria —el olvidar cosas pasadas—… Y si no aparecen en un ambiente religioso sensato, viven… como ateos. Y algunas veces también realizan acciones que no son de naturaleza Divina. Uno de tales ejemplos es el famoso poeta ruso Alexander Pushkin…

Ellos se olvidan de Dios, olvidan sobre la posibilidad de comunicarse con Él, de sumergirse en Él con la Conciencia… Ellos no esperan dirección ni instrucciones de parte de Él…

Sin embargo, Dios no se olvida de Ellos y Les guía cuando es necesario. Ellos perciben Sus pensamientos como Suyos propios. Pueden llamarlo «inspiración repentina» o «intuición». Son tales Individuos los que traen a las personas encarnadas importantes descubrimientos científicos, crean grandes obras de arte. Son los llamados Genios.

Pero otras Almas Divinas recuerdan a Dios y pueden comunicarse con Él. Son los Profetas. Sin embargo, Sus contactos con Dios no son constantes. Algunas veces, la forma de vida de algún Profeta está separada de la de Dios.

También existe el estado más alto de la Perfección. Es el estadio de los Avatares. Ellos viven en Fusión constante con el Creador. [17]

¿Qué se necesita para ser capaz de vivir en este estado superior de existencia? Se necesita disolver el jiva (es decir, la parte de la conciencia que está conectada con el cuerpo; véanse más detalles en [20]) y sustituirla con el buddhi fusionado con el Creador. En la práctica esto se logra, primero que nada, al tratar al cuerpo y al jiva con el Fuego Divino y aprendiendo a convertirse en este Fuego [20].

Pero en vías de realizar esto, no es suficiente tener el deseo y el conocimiento de esta posibilidad. Uno necesita convertirse en un buddhi bien desarrollado.

Cuando se cumple esta tarea, el cuerpo material junto con todas sus funciones es controlado directamente por el Océano de la Conciencia Primordial. Nada individual permanece. Sólo existe la Transparencia Viviente Ilimitada y Sutilísima del Creador… El cuerpo puede ser trasladado de un lugar a otro, desmaterializándose y materializándose de nuevo en cualquier lugar que sea necesario… [17,38].