Las lecciones de Pitágoras/Capítulo cinco: La Libertad
Capítulo cinco:
La Libertad
¡Pitágoras se convirtió en un padre, maestro y amigo para Hamilcar! ¡Nunca antes en la vida de Hamilcar había pasado esto!
Él creció sin padre y casi no recordaba a su madre. Ella pertenecía a una noble familia fenicia. De adolescente, se enamoró del príncipe de Nubia, quien se volvió como un padre para Hamilcar. Pero esa reciprocidad duro poco, ya que fueron separados por la voluntad de los padres.
Luego, ella se casaría con un noble acaudalado. Vivió por un corto tiempo después de esto… y después de su muerte, el padrastro de Hamilcar envió al muchacho para ser criado en un templo.
Desde entonces, Hamilcar siempre estuvo solo; se bastaba consigo mismo y nunca confiaba en nadie.
¡Hamilcar tan solo deseaba obtener poder y libertad!
¡Quería ser independiente!
¡Incluso, se planteó hacerse sumo sacerdote, ya que le parecía que de esta forma se libraría de la represión de las otras personas!
¡Soñaba con un poder que lo hiciera invencible!
Y no solo soñaba con esto, sino que fue adquiriendo fuerza de cuerpo y poder de alma al aprender de todos quienes llegaban a su vida como mentores.
Sin embargo, no imitó la crueldad de quienes eran crueles y poderosos. Se «aisló» de esto, tratando tan solo de cultivar las habilidades y los conocimientos que le fueran verdaderamente valiosos.
También estudió y practicó los rituales que supuestamente eran necesarios para asegurarse la protección de los «dioses». Pero logró observar cómo esto enriquecía materialmente a los sacerdotes —y no ayudaba a los demás—…
¡Él, estaba en la búsqueda de un Dios Honesto y Confiable!
Y estudió con ese propósito en muchos templos sin éxito…
Pero ahora…
Hamilcar junto a Pitágoras, vivía como en un mundo diferente —en el mundo de la Luz y el Amor—, y no en el mundo donde sus cuerpos eran cautivos. ¡El maestro y el discípulo se habían encontrado mutuamente!
¡El conocimiento de Pitágoras acerca de todo, sorprendía a Hamilcar! Pero lo que más le sorprendía era la apacible ternura y el cuidado que Pitágoras manifestaba hacia quienes le rodeaban. ¡Como si él llenara todo el espacio a su alrededor con un Amor sincero y una Calma increíble! ¡Estados ambos que Pitágoras como alma —creaba y manifestaba—!
… Cada día, Pitágoras abría nuevos horizontes para su discípulo.
—¿Quieres lograr la libertad, Hamilcar?
—Sí… ¡Aunque ya me estoy sintiendo bastante más libre que nunca antes! Todo el tiempo me apresuraba de un lugar a otro, buscando… ¡Más ahora veo la entrada a la Libertad Infinita en donde tú habitas! ¡Tan solo me queda entrar en Ella!
—¿Alguna vez has pensado en lo que es la Libertad verdadera? ¿Y en qué consiste?…
»La búsqueda de la libertad… puede llevar a una persona de una esclavitud a otra durante mucho tiempo. Puede, por ejemplo, cambiar de la esclavitud de la pobreza —a la esclavitud de la riqueza—, que es la esclavitud al lujo y a las comodidades. O cambiar de ser prisionero obligado a obedecer las órdenes de otros, a querer gobernar y esclavizar a los demás, —siendo ambos estados esclavitudes para el alma por sí mismos—…
»¡La capacidad de buscar la Verdadera Libertad se desarrolla gradualmente en el alma!
»¡La mayoría de las personas no están listas para la Libertad! Si los miramos bien, ellos mismos esperan que se les diga cómo actuar y qué hacer. Así, las personas se someten a la autoridad por sí mismos, y al mismo tiempo odian y condenan a quienes los controlan.
»La violencia de los tiranos merece resistencia y oposición, no sumisión.
»Y al contrario, las iniciativas de los gobernantes que sí conducen al progreso, se encuentran generalmente con una multitud indignada por la “usurpación de su libre albedrío”. Aunque no obstante, maldiciendo y condenando a sus gobernantes, la multitud sigue obedeciendo…
»¡Cuando las personas son dejadas sin liderazgo, caen en la pereza y otros vicios!
»¡Entendamos pues que la permisividad, no es libertad para nada!
»¡Y la ociosidad y la pereza, descomponen las almas!
»Este comportamiento —es la medida de las almas pequeñas y débiles—. Las cuales —son la gran mayoría en todas las naciones de la Tierra—. ¡Son como niños que deben madurar y volverse más fuertes, más amables, y más inteligentes! Y este crecimiento no se da rápidamente. ¡Muchas encarnaciones serán requeridas para ello!
»Sin embargo, hay algunas almas que han madurado en muchas encarnaciones exitosas, cuya fuerza e inteligencia están mucho más allá que el promedio de la mayoría. Así, pueden esforzarse por la independencia y el desarrollo durante sus vidas, a través de por ejemplo, ayudar a otras almas en esto mismo.
»¡Y lo mejor de estas almas —mientras más puras y llenas de amor estén—, es que son capaces de grandes actos de amabilidad y de creatividad sublime por el bien de los demás! Es así como grandes devotos se han manifestado como grandes poetas y sabios.
»¡Solo las almas maduras empiezan —desde una corta edad— a pensar acerca del propósito de sus vidas y buscan la Verdadera Libertad!
»¡Sí, la Libertad del alma es posible! A pesar de que la habilidad de volverse libre no madura rápidamente.
»El alma puede inclusive en ese punto, aún ser prisionera de emociones y acciones que están arraigadas y que tienen sus raíces en cualidades negativas.
»De aquí que la purificación y la transformación del alma son necesarias.
»¡Además, las almas pueden también estar fuertemente apegadas al mundo terrenal por sus propios deseos, —y librarse de esto ocurre gradualmente—!
»Cada alma, durante la encarnación en el cuerpo, se fusiona con este cuerpo en diferentes niveles de sutileza.
»Este proceso empieza en el vientre materno.
»Después de nacer, el humano aprende inevitablemente a cómo interactuar con las capas densas del Universo con la ayuda del cuerpo. Y los otros humanos y el espacio material alrededor —motivan el desarrollo de los deseos y las habilidades del niño— que se relacionan más próximamente a las densas capas materiales.
»El niño aprende a ver, tocar y escuchar con los órganos del cuerpo. Con su ayuda el niño también come, bebe, camina, y habla. Y así, aprende a vivir en ese mundo que divisa con los ojos del cuerpo, y prácticamente nadie le enseña a interactuar ni a vivir en los mundos sutiles y mucho menos en los mundos aún más sutiles, —los mundos Divinos—. De cierta forma, es así que el alma se apega al mundo material.
»Luego, este apego permanece, e incluso se refuerza con el crecimiento y la madurez del cuerpo.
»Es solo después que estas ataduras pueden llegar a menguar —a través de las aspiraciones conscientes del alma—.
»Y el alma puede estar tan apegada a estos pensamientos, objetivos, emociones y deseos terrenales, que se vuelve similar a una tortuga que se arrastra lentamente por la superficie del suelo —incapaz por virtud de su propia habilidad natural— de enderezarse y elevarse del substrato material.
»Esto es usualmente común en las almas jóvenes. ¡Necesitan vivir muchas encarnaciones en cuerpos humanos para desear tal vez luego la libertad del mundo material y adquirir la aspiración por el mundo espiritual, —por la verdadera Libertad y por la Luz Divina—!
»En la siguiente etapa, el alma puede esforzarse por la Meta más alta mientras mantiene un soporte sólido en el mundo terrestre. Entonces, se hace similar a un hombre que camina armoniosamente y pone sus pies en el suelo uno a la vez; solo levanta una pierna cuando la otra pierna está firmemente asentada en el suelo. Uno de sus pies está todo el tiempo en conexión con la tierra, mientras el otro está buscando una nueva base. Tal alma, mientras avanza, se apoya firmemente en lo terrenal y esto le permite aprender y dominar mucho más en su desarrollo espiritual.
»Cuando el alma ha madurado enormemente y ha adquirido sabiduría a través de cierto numero de encarnaciones, entonces se esfuerza rápidamente hacia la Verdadera Meta, barriendo con todo lo superfluo e innecesario en la vida. ¡Entonces es como un corredor que solo toca el suelo para acelerar su desarrollo! Para tal alma, lo material pasa a ser —las cosas mínimas necesarias que le puedan ayudar a acumular fuerza y sabiduría— con el propósito de alcanzar la Meta principal. ¡Y muy pronto, —tal alma puede aprender a cómo quedar absolutamente libre de todas las cosas terrenales—!
»Entonces, como un pájaro, vuela sobre el denso mundo material sin necesidad de soportes terrenales para su propio movimiento. ¡Y la Libertad, en Unidad con el Gran Todo —se vuelve su gran Victoria—!
—¿Así que es plenamente posible no depender del mundo material para nada? —preguntó Hamilcar.
—¡Sí, es posible! Hay Quienes incluso tienen control sobre la materia de Sus propios cuerpos y de todos los demás objetos materiales. ¡Esta hazaña puede ser realizada por las Conciencias Divinas que se han unido al Poder y la Voluntad del Todo y han logrado hacer Divinos Sus cuerpos, es decir, los han hecho Inmortales!
»¡Un alma así es capaz de crecer junto al estado de la Calma Transparente y el Fuego Divino! ¡Además, el cuerpo puede ser transformado por estos Estados! ¡“Entonces la materia misma se convierte en Espíritu y el cuerpo no conoce ya la muerte”, como dijo Thoth el Gran Atlante!
»Así es como los Grandes Maestros de los humanos en la Tierra han vivido durante milenios en Sus cuerpos inmortales. Libres y ubicuos, han vivido en Sus cuerpos por siglos, pero sin depender de Sus cuerpos ni de las circunstancias terrenales. ¡Así es que Ellos vienen actuando en el desarrollo de las civilizaciones de acuerdo con la Voluntad de la Conciencia Primordial!
»¡Pero ahora, dirijamos nuestros esfuerzos a la completa libertad del alma y dejemos para después la inmortalidad del cuerpo!
»¡La libertad del Alma Inmortal y la Divinidad en Uno Mismo —deberá ser para ti de ahora en más la principal Meta significativa y real—!
»¡Desarrollarse como el Dios-humano —es el derecho inalienable del alma—!
»¡La Libertad de la esclavitud de la carne corporal y la Unidad con la Luz Divina alcanzada por la propia voluntad del alma, —son habilidades que pueden ser logradas por quienes se esfuerzan en adquirirlas y están listos para ello—!
»¡Habitar un cuerpo humano material, multiplica las posibilidades para que el alma se eleve hacia Dios, penetre en Él, y se funda en Él!
»¡Esto es una realidad! ¡Muchos humanos han atravesado ya este camino, —son Aquellos a Quienes podemos ver y escuchar en la Gran Luz del Todo—! ¡Son las Almas que han alcanzado la Plenitud de la Divinidad!
»Cada uno de Ellos representa la Unidad de Todos —el Unido Nosotros de todos los Perfectos—. ¡Son Aquellos que emergen de la Unidad del Todo Primordial llevando el Fuego Creativo en Sí mismos! ¡Ellos pueden justificadamente ser llamados Dioses porque se encuentran intrínsecamente unidos a la Conciencia Divina Primordial!
»¡Pero pasemos a los pasos prácticos!
»Tú has conocido mucho y como alma eres fuerte. Puedes lograr en breve la libertad del alma de tu denso cuerpo material. ¡Entonces, conocerás esa Calma Transparente —que se vuelve accesible en los estados de paz mental y del gran silencio—!
»¡Yo puedo mostrarte la Verdadera Libertad! Tú como alma, solo estás parcialmente conectado con tu cuerpo. Y puedes pronto adquirir la capacidad del alma para vivir libre del cuerpo. ¡Y una vez logrado esto, —tu cuerpo permanecerá aún vivo y funcionando—!
»Tú ya posees una energía poderosa, limpia y fuerte —tanto en el cuerpo como más allá—. Los ejercicios mágicos de los sacerdotes han desarrollado en ti la voluntad y la fuerza. ¡Y el tamaño de tu consciencia —no es pequeño—! ¡Pero hemos de empezar desde el principio con el fin de crear en ti una fuente del más tierno amor y de la sutileza!
»¡Solo esto permite al alma desarrollarse apropiadamente! ¡La fuerza bruta eventualmente conduce a un callejón sin salida!
»¡El alma debe ser pura con el fin de entrenarse conscientemente bajo la guía de Quienes han logrado ser Ellos Mismos —Dioses Omnipotentes—!
»Dime, Hamilcar, ¿llegaste a pensar en dónde el cuerpo, el alma y la Luz Divina tienen su conexión principal?
—No, nunca pensé en ello. Se me enseñó que la intención y el poder de la voluntad que se haya en el pensamiento humano son las bases de la magia.
—Bien. No obstante, ¡hay un lugar en donde el hombre y el Océano del Gran Poder de Dios que le da vida al todo, encuentran una conexión! ¡Y ese lugar está —en el corazón espiritual humano—!
»Éste no está localizado en el cuerpo material, no está en sus órganos, ni en el cerebro, ni en los pulmones, ni en el corazón físico, ni en los huesos. Este centro está etéricamente localizado en el pecho, aproximadamente en ese lugar donde la persona siente su propio centro cuando respira. Por esta razón es que en las tradiciones de algunas escuelas espirituales se presta especial atención a los ejercicios respiratorios.
»En este centro del corazón, la persona tiene la oportunidad de comprender lo que es el amor.
»Para este propósito, es necesario aprender cómo moverse dentro de este centro.
»Comencemos pues. Trata ahora mismo de sentirte en este centro cordial, el cual es como una esfera transparente que puede ser extendida hasta el infinito.
»Trata como de sumergirte por completo en esta esfera, como en una bola donde las paredes pueden ser estiradas y agrandadas por el movimiento de tus manos, —las manos del alma—.
»¡Trata de ver el mundo desde este centro!…
… Hamilcar, con algo de esfuerzo se sumergió en el espacio de luz dentro de su pecho. Este espacio parecía comenzar a expandirse a partir de los movimientos de sus manos de la conciencia. ¡Y su estado de ánimo cambió! ¡El amor y el gozo llenaron a Hamilcar como si la puerta del mundo de la luz se hubiese abierto! ¡Qué dicha es —amar y sentirse amado—! ¡Como si la Madre y el Padre Divinos lo hubiesen abrazado y aceptado dentro de Sus Corazones! ¡Fue como si las cadenas —que no le permitían manifestarse y que retenían ese estado que siempre había estado presente en él de amor y de ternura— cayeran por su propio peso!
Pitágoras continuó:
—¡Bien! ¡Ahora que tu próximo paso sea enviar amor desde este centro del alma a todas las almas que viven en el Universo! ¡Dirige este flujo hacia adelante y envía amor, dicha, ternura, paz y calma! ¡Siente cómo el Poder Supremo, conjuntamente contigo, otorga esta Luz y dicha, como un viento solar que cubre un vasto espacio y cuya corriente ilimitada fluye libremente a todas las criaturas de la Tierra!
»… ¡Bien!
»Ahora dirige este Flujo en todas las direcciones en secuencia. A la izquierda, atrás, a la derecha, arriba y abajo…
»¿Sientes ya cómo estas conectado con la Luz Divina?
»¡No todos pueden hacerlo al primer intento!
»¡Cumplir con esta práctica diaria de enviar amor desde el centro del alma —es esencial para poder refinar el alma y acostumbrarse a ser amoroso—!
»Viniste a esta vida conociendo ya los estados Divinos. Pero en tu última encarnación no tuviste tiempo para comprender todo lo necesario para mantenerte fundido en Unidad con esta Fuente, —no eras lo suficientemente fuerte—. Es por ello que en esta vida, has buscado esto sin entender que esta es la Libertad que te atrae…
… Hamilcar, apenas escuchaba las palabras de Pitágoras. ¡Así de grande era la felicidad de sentir el Amor Divino!
¡Ahí estaba lo que estuvo buscando toda su vida! ¡Resultó ser que la dicha de la Unión con la Conciencia Divina —era necesario buscarla dentro del corazón espiritual propio—! ¡Aparentemente, esto era tan fácil como abrir la puerta de la Verdadera Libertad! ¡Así que de ahora en más si le fuera posible, Hamilcar permanecería en esta Unión para siempre!…
Pero pronto perdió el estado logrado…
Pitágoras, lo confortó:
—Los estados nuevos del alma no quedan establecidos tras el primer intento consciente, no importa si ya fueron experimentados anteriormente.
»Para quienes alcanzan este estado por primera vez, la práctica de sentir el rostro propio en el pecho, incluyendo ojos y labios, puede ayudar a mantener nuestra vida en el corazón espiritual. Y es posible ver el mundo desde el corazón espiritual, así como también girar la vista de la conciencia hacia atrás. ¡Y entonces, hallarás cerca —las vastas extensiones de la Luz Divina— justo detrás de tu cuerpo!
»¡Cuando el alma entra en interacción con la Luz Divina y la Armonía del universo, —una nueza vida comienza para tal persona—!
»¡Esta habilidad de vivir en el corazón espiritual no le hace daño a nadie!
»¡Y este simple ejercicio preliminar también ayudará a tus futuros discípulos!
—¿Discípulos?
—¡Sí, habiendo ya dominado lo que puedo enseñarte, deberías ofrecer el conocimiento que recibiste a otras personas!
»¡Esta es la tarea que debemos llevar a cabo en la Tierra!
»¡Y será para ellos realmente simple dar este primer paso en el Camino espiritual! ¡Y para todo aquel que se esfuerce por la Virtud y haya aceptado los verdaderos principios éticos en su vida —es necesario hacer esto—!
»Lo siguiente que deberás dominar es la habilidad de controlar tus emociones.
»Ay, si tan solo las personas tuvieran el deseo de encontrar esta simple, pura e importante verdad: ¡el Amor es el Poder de Dios en el universo! ¡El Amor —es el único Camino Directo a la comprensión del Todo Divino y a la Unión con el Poder Creativo de Dios—!