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Comprender a Dios/Discusiones religiosas, sectas — y Dios

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Discusiones religiosas, sectas — y Dios

¿De qué habla la gente en relación con la temática religiosa?

— Sobre cuál palabra es la correcta para nombrar a Dios,

— cómo se debe orar por «la salvación»,

— cómo y de qué color se debe uno vestir,

— cuándo es necesario o no usar sombrero «en señal de sumisión ante Dios»,

— qué cortes de pelo, movimientos físicos «religiosos», y rituales son los adecuados,

— qué territorios de la superficie de la Tierra «pertenecen» a mi secta y cuáles a otras, etc…

¡Sin embargo, quien tiene uso de razón entiende que nada de esto puede tener ningún valor en la religión verdadera! ¡Después de todo, Dios propone algo diferente, es decir trabajar interiormente (en relación con las Leyes de los Mundos)! Y cada uno de nosotros seres humanos debería comenzar por:

— comprender qué es Dios y cuál es el Camino hacia Él,

— liberarse de la arrogancia, egocentrismo, falsedad, desprecio hacia otros seres, beneficiarse a expensas de otros, de los celos, la terquedad, la violencia, la ira, la irritabilidad, la capacidad de ofenderse y otras manifestaciones de egocentrismo en uno mismo,

— en contraposición a lo anterior, desarrollar en sí mismo el amor-donación, el amor-cuidado, el amor-tierno, y el amor-perdón.

El sistema de autorregulación psíquica moderna desarrollado por nosotros, publicado en el libro [13] y otros materiales nuestros, puede ayudar a lograr todo esto.

Pero por el contrario, los adeptos de ciertas sectas envenenados de malicia y agresividad, están dispuestos a ir a la guerra y matar o mutilar a otros, con el fin de suprimir a los infieles (es decir, los miembros de otras sectas) y apoderarse de sus territorios…

Y ya sea que haya guerra o no, los masculinos de esas sectas ejercen violencia contra las mujeres, tratándolas a veces peor que al ganado.

Y pueden que ondeen banderas y pancartas con lemas como: ¡«Dios está con nosotros»! Y al hacerlo, creen sinceramente que Dios aprueba sus acciones… Pero en realidad —los demonios, esperándolos en el infierno, se frotan las manos, sonríen y se regodean—…

¡Después de todo, Dios nos enseña precisamente lo contrario, es decir, evitar el conflicto, practicar la sabiduría humilde, vivir en paz, y ante todo, enfocar la mente y el corazón en los esfuerzos personales del automejoramiento, siendo los aspectos más importantes: refinar la conciencia y perfeccionarse a sí mismo en el don del amor!

… Adorar dioses inventados en cuentos de hadas, junto con la disposición a morir por esa «fe»… O ser parte de una secta que celebra bodas eclesiásticas «solemnes» todos desnudos…

¡Lamentablemente… no! ¡Ninguna de estas almas entrarán al Paraíso con esas prácticas absurdas de niños pequeños!

Solo quienes han logrado elevarse por encima de la visión sectaria del mundo, resultan capaces de cumplir verdaderamente la Voluntad de Dios, a saber —alcanzar Su cognición y enriquecerlo con ellos mismos tras haber alcanzado la Perfección Espiritual—.

¿De qué depende esto? ¿Por qué hay quienes son capaces de perfeccionarse con éxito de acuerdo con la Voluntad de Dios, mientras que otros… simplemente odian a todos a su alrededor, y causan daño y dolor mientras se consideran a sí mismos los más justos?

Esto depende de dos factores: a) la edad psicogenética de las almas y b) qué propiedades han desarrollado en sí mismas. Y sin duda, la falta de acceso a las fuentes del conocimiento espiritual genuino fomenta el florecimiento del primitivismo religioso en billones de personas.

…Y Dios, de acuerdo con las Leyes que sostienen el Universo, supervisa el desarrollo de cada alma, trata de ayudarla y apoya con Su Gracia las intenciones y acciones correctas, o —señala los errores a través del dolor y la pena con enfermedades y fracasos—.

… Y alguien se preguntará ¿dónde está ese Dios del que hablas? ¿Cómo es?

Sobre esto hemos escrito ampliamente en nuestros materiales publicados. Pero lo repetiré brevemente una vez más en relación con el tema de este artículo.

Dios, puede ser llamado —en el sentido más amplio de la palabra— el Absoluto.

Dios es el Absoluto, es decir, —Una Unidad Orgánica Macrocósmica Eterna e Infinita de dimensiones espaciales colosales que llena Consigo Mismo y con Su Luz todo el espacio iluminado infinito iluminándolo con Sus Soles y Estrellas (existiendo Todo, única y exclusivamente, dentro de Este Ser Gigantesco)—.

… Nosotros y todos los seres de todos los mundos —cumplimos la función de células diminutas en Su Cuerpo Macrocósmico Universal Super Colosal—.

Se puede hacer una analogía del Organismo de Dios con el nuestro —donde en cuyo interior existen una multitud de células con autonomía y movilidad, como lo son los espermatozoides o las células sanguíneas en nuestro cuerpo—.

En el Camino Espiritual, una de las tareas de los buscadores es aprender —en la cima de su propia evolución— a fusionarse con Dios, convirtiéndose en Él.

… Pero en la base ideológica de algunas sectas de origen oriental, existe el paradigma de que la Perfección se adquiere únicamente mediante la comprensión mental de lo que acabamos de describir; siendo su versión simplificada algo como lo siguiente: «Existe un Dios Universal, y en Él estoy yo. Y si al mismo tiempo dejo de sentirme a mí mismo y me imagino como Dios en el espacio circundante, yo también soy Dios y esto es la Perfección».

En realidad, esto es una trampa insulsa.

Pero, tratemos de seguir el curso del pensamiento de los adeptos de las sectas que «piensan» así, a saber:

«Si yo soy parte de Dios, entonces todos mis pensamientos, deseos y acciones son también Divinos. Aún más, son la realización de la Voluntad del Dios Universal.

»Por lo tanto, si por ejemplo quiero golpear, robar, violar o matar a alguien, ¡no queda duda de que a través de mí —Dios expresará Su Voluntad—!

En psiquiatría existe un término para esto: «delirium lógico». Y describe que, tras cometer un error lógico en la base de sus reflexiones —sin percatarse de ello—, el paciente continúa el curso de su razonamiento de manera impecable.

¿Y dónde está el error en el falso paradigma que tratamos?

¡Es ver con una mente plana a Dios de una forma plana, cuando en realidad —Dios es multidimensional—!

Es decir, Dios en el Aspecto del Absoluto, tiene una estructura multicapa. Está compuesto por capas multidimensionales, una debajo de otra. Las capas más externas se desarrollan mientras lindan con la oscuridad exterior, poseen menos Luz, y son más densas y groseras. Las capas más profundas son más sutiles y perfectibles. Y Su Morada, la capa más profunda de todas, el «Corazón del Absoluto», es Dios en el Aspecto del Creador, la Conciencia Original, y es Perfecta.

El Absoluto (Dios) —está en constante desarrollo y expansión—. Y al expandirse se perfecciona. (Empuja la oscuridad exterior desde Su Centro y se transforma en Algo más Colosal mientras vence la oscuridad en Sus bordes más alejados —expandiéndose y perfeccionándose a Sí Mismo—).

El ser humano tiene la posibilidad de darse cuenta de su papel en el proceso de Evolución de la Conciencia Original —y ser parte de Ella— viviendo de acuerdo con esa noción en concordancia con Sus Leyes.

La Gran Meta del ser humano es desarrollar su consciencia hasta el mismo grado de sutileza de la Consciencia Original, y al hacerse consustancial con Ella, gravitar hacia Su «Corazón» [la Parte más importante y sutil de Quien todo Es y todo lo controla (Dios)].

Ya examinamos en este artículo cómo millones de personas que viven en la Tierra deforman sus destinos dedicándose a una vida criminal y entendiendo estos actos como acciones justas ante Dios…

Cuando en realidad, Dios espera algo completamente diferente de nosotros.

En el libro [12], se delinea cómo se puede alcanzar la Perfección del alma humana de diversas maneras. Esto puede incluir:

— profundización a nivel monástico en las prácticas espirituales,

— creatividad en el arte dedicado al refinamiento de la conciencia,

— dedicación desinteresada y autosacrificio al proporcionar conocimientos espirituales a los demás,

— participar en hazañas espirituales justas.

… Las personas sumidas en sus vicios han desarrollado ampliamente la conocida concepción de la incognoscibilidad de Dios. ¡Y de hecho, ciertamente para ellos —Dios es realmente incognoscible—!

Mas la situación es diametralmente diferente para quienes han dedicado sus vidas a perfeccionarse en el amor por Él y viven y actúan por y para Él (para estas almas benditas —Dios es fácilmente cognoscible—).

Quienes no viven según la Enseñanza propuesta por Dios (de acuerdo a las Leyes que sostienen los Mundos), alejándose de la comprensión de lo que Dios Es y de lo que Él espera de nosotros, —comienzan a degenerar en sus fantasías religiosas—. A partir de estas fantasías, se forman variantes de «fe», algunas de las cuales llevan a los adeptos al infierno en vez de hacia el Refugio del Creador.

… Recuerdo ahora un caso curioso de mi propia vida. En aquellos días, asistía regularmente a una iglesia ortodoxa mientras que profesionalmente enseñaba la base de la autorregulación psíquica que en aquel entonces llamaba «entrenamiento autógeno». (Las palabras «mente», «psíquico», «psicología» y por el estilo estaban prohibidas en la Unión Soviética atea).

Uno de los «curas» de esa iglesia antes de pasar a la confesión, proclamaba lo siguiente al final de cada uno de sus sermones: «¡Cuando logren “defecarˮ bien, no digan “gloria a Diosˮ! Ya que no se debe mencionar el nombre de Dios en vano».

Un día decidí intervenir y después de la misa, le pregunté: ¿no sería mejor en su sermón mencionar algo más significativo?

Con un gesto señaló a la multitud congregada: «¡Pero si ellos no entienden nada! ¡Yo aspiro que al menos esto no se les olvide!»

Luego me preguntó sobre mi profesión. Le respondí que era científico biólogo y que enseñaba «entrenamiento autógeno». Él exclamó con alegría: «¡Ah sí, sí! ¡Yo también estudié “soldadura autógenaˮ en su momento, interesante y divertido!»

¡Era un «cura» muy cándido! Pero, por otro lado, ¿realmente él y otros como él hacen de verdadera guía sacerdotal de los hijos de Dios y ante Dios?

… Ya que mencioné esto, muchos de quienes no saben nada sobre Dios, en su soberana ignorancia e inmadurez, comienzan a fantasear y crean métodos de perfeccionamiento espiritual donde se incluyen los desperdicios del cuerpo, como por ejemplo «la orinoterapia»*…

… ¡Espero que hasta aquí haya quedado claro que solo Quienes han conocido realmente a Dios pueden formar un conocimiento completo de Su Voluntad y Sus Leyes!

Recordemos lo que estábamos diciendo al principio del artículo: nuestra tarea como seres humanos es desarrollarnos hasta el punto de ser dignos de fusionarnos con el Creador, aportándole las cualidades positivas-evolutivas que cada uno de nosotros desarrolló (en el caos dado por el libre albedrío en los Mundos), y que son íntimamente valiosas para Él.

Entre esas cualidades pueden encontrarse un alto nivel de competencia en la ciencia, incluyendo la medicina, la biología, la psicología, etc. También, habilidades creativas en el arte que refinan el alma. Aún más, pueden ser maestrías en asuntos militares en el sentido más amplio de la palabra (recordemos que Dios es Luz y Fuego Divinos y lucha contra la oscuridad, la empuja hacia afuera desde Su Centro a través de Sus Soles y Estrellas).

Comenzar el viaje hacia las alturas espirituales es posible a través de cualquier actividad de servicio* beneficiosa para las demás personas. Así, dos principios éticos fundamentales en los cuales convienen englobar la propia vida serían:

— intentar no hacer daño a nadie ni ser motivo de tristeza para nadie,

— y ayudar a todos en todo lo bueno.

Estos principios deben aplicarse en las relaciones no solo con las almas de grado humano (las demás personas), sino también en las relaciones con todos los seres inofensivos y mansos.

… Entonces, —Dios se desarrolla y necesita que nosotros también nos desarrollemos— por ejemplo, adquiriendo la mayor comprensión posible de vida (en estos Mundos alejados de Su Centro), pero sobre todo pide la comprensión de las Leyes de Dios. También, cada persona (alma) debe examinarse cuidadosamente a sí misma desde el punto de vista de sus defectos y liberarse de ellos.

En este contexto, es apropiado, entre otras cosas, sentarse por momentos a elaborar y manuscribir planes personales para el autoperfeccionamiento. Luego, informes a Dios sobre nuestra ejecución. Y finalmente nuevos planes desde los niveles alcanzados.*

El arrepentimiento (práctica espiritual introducida por Jesús el Cristo) es de gran valía en el camino de la purificación del alma. Así —es de lo más conveniente— explorar nuestro pasado reciente o lejano, como un camino trazado por nosotros mismos, donde aquí y allá infligimos intencional o inadvertidamente dolor, ofensas o injusticias a los demás seres, incluidos personas, animales y plantas. Debo incluir aquí, pisotear a mansalva y sin motivo hormigas, caracoles, gusanos y otros organismos rastreros. ¡Podemos no notar el dolor de estos pequeños seres —pero eso no lo hace menos doloroso para ellos—!*

¡Es necesario experimentar emocionalmente el dolor de todos los seres —como nuestro propio dolor espiritual—!

¡Al mismo tiempo, es importante entender que el arrepentimiento genuino no consiste en simplemente pedir perdón a Dios, sino en —genuinamente sentir dolor propio por la falta cometida—, y permanentemente nunca más volver a repetir esos errores («no vuelvas a pecar» dijo Jesús).

¡Quienes ya están purificados de sus vicios y sus estados emocionales groseros —convenientemente deberían dirigir su amor hacia el Creador—! ¡Tras esto, los Espíritus Santos que emanan del «Corazón del Absoluto» recibirán a cada buscador de la Verdad como Su discípulo y lo llevarán con Ellos hasta Su Morada, —la Morada del Creador— (el Corazón de Dios)!