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Comprender a Dios/Comentarios de los Espíritus Santos —Madre Divina Emilia y Lada— sobre los principios de la correcta crianza de las almas

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Comentarios de los Espíritus Santos —Madre Divina Emilia y Lada— sobre los principios de la correcta crianza de las almas

(Registrados por Anna Zubkova)

Para que crezcan nuevas generaciones de personas virtuosas con una mente saludable y una esfera emocional correctamente desarrollada, es necesario educar a tales personas de manera apropiada desde la infancia. ¡Esto debería convertirse en la norma del estilo de vida de la comunidad humana! Solo bajo esta condición podrán surgir en la Tierra nuevas olas de almas encarnadas —prometedoras— desde el punto de vista evolutivo de Dios. ¡Así, en condiciones propicias para el desarrollo, las almas más puras y fuertes serán las que finalmente se fundan en Dios!

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Es necesario enseñar a los niños a reflexionar sobre lo que es bueno, lo que es malo y el porqué de esto.

¡También es importante enseñarles a amar, a cuidar y a trabajar sobre sí mismos!

La apertura y desarrollo del corazón espiritual en la infancia puede ocurrir de manera fácil a través de la sintonización con almas de calidad similar, como las de sus padres y educadores. En este entorno, la capacidad de amar y pensar se convierte en una propiedad natural de las almas, y así no se convertirán en un rebaño que obedece ciegamente la voluntad malévola de otros.

Más adelante, cerca de los 20 años, las personas reconsiderarán sus valores de vida y elegirán cómo vivir en la adultez. Sin embargo, si no se siembran las semillas de la ética y la capacidad de pensar a una edad temprana, la habilidad para tomar decisiones y analizar puede no desarrollarse en absoluto en las almas jóvenes. Las excepciones solo se pueden dar en aquellos que hayan desarrollado estas habilidades en vidas anteriores.

Quienes ya han aprendido a amar y pensar, y han adquirido resistencia y fortaleza de carácter —eligen fácilmente el camino correcto en términos evolutivos—.

Actualmente, muchos adolescentes no leen en absoluto. Sin embargo, el amor por la lectura puede establecerse en la primera infancia cuando los padres, abuelos y abuelas le leen cuentos e historias a los niños.

Además, es muy importante qué tipo de libros escuchan y luego leen los niños. De hecho, en muchos sentidos, es a través de los ejemplos de héroes en las historias y cuentos de hadas —que los niños se forman las ideas sobre lo que les gustaría ser, qué lograr, qué aprender—.

¡Por ello es que hemos narrado algunas historias para vuestros libros! [21-31]

¡También, muchos Maestros Divinos, incluyéndome, dedicamos mucha atención al trabajo práctico con los niños, creando libros para ellos y que sirvan de herramientas para quienes trabajan con los niños, enseñándolos y educándolos!

¡Nos preocupamos por asegurar que los cuentos fomenten el desarrollo adecuado no solo de los niños, sino también de sus padres!

¡Soñamos con buenos centros educativos infantiles donde haya maestros capacitados, apasionados por su trabajo y capaces de ser ejemplos para los niños!

¡El trabajo correspondiente con los padres —es también crucial—! ¡Deben comprender que no solo se necesita esfuerzo para criar a niños inteligentes y talentosos, sino que también es necesario establecer una base sólida de verdadera ética en ellos!

¡Y cuánto bien se puede aportar al crecimiento de un infante si se incluye en el ámbito del amor armonioso de los padres y cuidadores! Pero es un tema de conversación aparte. Volveremos a ello con más detalle, comentando la educación de los niños antes de los tres o cuatro años.

Ahora, solo señalaré que los estados emocionales de los padres tienen un impacto enorme en el desarrollo del niño. ¡Es como el suelo para una planta! ¡Tanto las semillas como el suelo son importantes! ¡Son condiciones igualmente significativas para un buen crecimiento y desarrollo posterior!

Si hay discordia, peleas constantes y violencia en la familia, es muy difícil para el niño crecer sano y feliz. Pero si el campo del amor, la alegría y la ternura rodea al niño, ocurre la máxima apertura y crecimiento de lo mejor en el alma, y las cualidades viciosas no reciben energía para desarrollarse y se desvanecen.

La corrección óptima del alma a través de influencias externas, es decir, de padres y educadores, es posible especialmente en la edad hasta los 7 años. Luego, el niño aprende mucho por sí mismo, desarrolla su intelecto y utiliza lo que se ha depositado en su alma en edades más tempranas.

Por supuesto, incluso en los años escolares y en la vida adulta, las almas pueden desarrollarse de manera poderosa y correcta, a veces cambiándose radicalmente y dando pasos significativos en su evolución. Se puede recorrer todo el Camino del conocimiento de Dios comenzando el trabajo correspondiente sobre uno mismo incluso en la edad madura. Pero cuánto más fácil y sencillo será este Camino para quienes se les brindaron todas las condiciones para un crecimiento adecuado desde la infancia.

Por lo tanto, cualquier enseñanza verdadera para niños de cualquier edad podría incluir un componente correspondiente de nuestra metodología del desarrollo espiritual. No importa si se trata de enseñar artes, deportes, idiomas o clases de ecología, siempre se debe incorporar suave y bellamente el cuidado del desarrollo correcto del alma en el proceso de enseñanza: la verdadera educación ética, la refinación de la conciencia y el crecimiento en la capacidad de amar y pensar. Madre Divina Emilia [34].

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A aquellos que estén dispuestos a dedicarse al trabajo de cultivar las almas humanas correctamente, les es necesario aprender por sí mismos lo que es el gran amor, la paz y la paciencia.

Ayudar a otros desde estos estados del alma es una hermosa oportunidad para también dominar en sí mismos el Amor-Cuidado Divino.

Quienes se involucran en este tipo de trabajo reciben el máximo apoyo de las Almas Divinas. ¡Después de todo —Dios tiene especial interés— en la correcta educación de las almas humanas!

Debemos aprender a ayudar tanto a los niños como a los adultos, explicándoles la Verdad sobre Dios y Sus Leyes —de manera oportuna según la edad y en la medida adecuada—. Esto es así porque un alumno puede sólo estar maduro para captar los principios éticos más simples, otros están listos para la «apertura» del corazón espiritual, mientras que otros pueden necesitar fundamentos científicos profundos, o algún conocimiento amplio sobre ciertas bases.

Los educadores también deben aprender a hablar con sus pupilos —sin predicar, reprochar sus errores, o dar sermones tediosos—. Tales intentos incorrectos de señalar pecados y defectos solo generan reacciones de rechazo. Y entonces, durante mucho tiempo, el estudiante se cierra a la comprensión y aceptación de los principios de una vida correcta.

¡Es importante buscar o incluso crear situaciones en las cuales el alma que está siendo educada esté lista para escuchar, ver y aceptar algún conocimiento!

¡No debemos intervenir en disputas y peleas ajenas cuando cada uno solo se escucha a sí mismo en medio de las pasiones! En tales situaciones, es mejor permanecer en silencio, creando un campo de tranquilidad.

No debemos hablar de la Verdad cuando esto pueda causar aversión, burlas, ira, irritación o vehementes desacuerdos en las personas.

¡Apaguemos la hostilidad —con nuestro amor—!

¡Y no «alimentemos» conflictos innecesarios!

La confrontación del bien y del mal en el proceso evolutivo de los mundos, es el crisol de la vida que naturalmente educa a las almas —a través del dolor y el sufrimiento, a través de sus errores, y de la voluntad de servicio y sacrificio que desarrollen—.

Ni siquiera debe haber una sombra de descontento si alguien no se comporta como se le explicó. Que cada uno elija su propio destino y, si esa elección es errónea, entonces hay que esperar a que esa elección traiga sus consecuencias. Y solo entonces se puede intentar guiar al alma hacia la comprensión de decisiones y acciones correctas.

Es deseable llevar a las personas a la comprensión de la Verdad utilizando diversos métodos, es decir, influyendo en el ámbito emocional, a través de la comprensión intelectual de fenómenos, situaciones y eventos. A veces, simplemente a través de ejemplos de comportamiento digno y hazañas de aquellos que pueden servir como modelos a seguir.

Esto se puede hacer tanto en el contacto personal como a través de libros y filmaciones.

Dios no interviene en los destinos de las personas —sin necesidad— sino que simplemente crea las mejores oportunidades para su perfeccionamiento.