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Sobre el Camino y los viajeros/Sobre los altibajos

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Sobre los altibajos

Uno de los discípulos estaba muy triste debido a que recientemente no estaba avanzando en las meditaciones. No podía comprender por qué esto le estaba sucediendo. Por lo que otros estudiantes le recomendaron recurrir al Maestro en busca de ayuda y consejo.

El Maestro invitó a todos los que deseaban escuchar a unirse a la conversación.

Una vez reunidos comenzaron:

—Dime por qué estás tan molesto y luego intentaremos ver las razones de tus dificultades. Esta conversación también será útil para los demás —dijo el Maestro.

—¡Últimamente, no he podido hacer ninguna de las cosas que usualmente solían ser muy fáciles para mí! ¡Hasta hace poco, todas las meditaciones eran maravillosas! Pero ahora, todo lo que logro es tan débil y pobre… ¿Realmente he perdido la capacidad de sentir a Dios para siempre? ¡Incluso ahora en mi cuerpo hay signos de enfermedades. Durante tantos años hemos estado limpiando las energías de nuestros cuerpos! ¿Por qué me está pasando esto?

El Maestro miró afectivamente al discípulo y respondió:

—Si, esto sucede a menudo… Incluso es un hecho de la vida que los éxitos y los fracasos se alternen.

»Para empezar, les contaré una historia:

»Un día, un luchador cuyo apodo era el Invencible, me pidió ayuda. Durante muchos años participó en muchas competencias y nadie pudo vencerlo. Pero un día, en un torneo muy importante, fue derrotado por un joven contendor. Y para empeorar las cosas, su cuerpo quedo malherido, por lo que en el siguiente torneo no pudo demostrar que era el mejor y así recuperar su fama.

»Estaba completamente desesperado porque consideraba que la situación era una terrible vergüenza para él. ¡En el pasado, fue glorificado y admirado por todos! Pero ahora de repente, todos le daban la espalda y comenzaron a ensalzar al nuevo campeón.

»Entonces, vino a mí en busca de consejo porque no sabía cómo sobrevivir a este evento ni cómo seguir viviendo.

»Consideremos por qué esto le sucedió:

»¡Cuando una persona se ve a sí mismo como el mejor al ser aclamado por el entusiasmo y los aplausos del público —se le hace muy fácil convertirse en objeto de su propia admiración—!

»Incluso, si la gloria y el éxito mundano le son realmente merecidos, sucede que tales personas pierden la comprensión de que detrás de todos los fenómenos en el mundo de la materia —está el Supremo Poder Divino—.

»Pero la mayoría de las personas que viven en la vida mundana ordinaria, ni siquiera piensan que todos estos honores y glorias pueden ser fácilmente reemplazados por el olvido o la “deshonra de los fracasosˮ que dolorosamente quebrarán la inflada autoestima.

»Y es precisamente por esa misma razón que a menudo se añaden fracasos al destino de las personas: para que el amor, la bondad, la humildad y la fortaleza para enfrentar las dificultades y la sabiduría para comprender nuestros errores —puedan crecer en las almas—.

»Los fracasos y las dificultades de la vida, a los cuales se les llama problemas —suelen ser los estímulos para que las almas se desarrollen— y funcionan de manera misteriosa.

»El luchador que vino a mí en busca de consejo, logró comprender que había llegado el momento para que hiciera algunos cambios en su vida y enfocara la fuerza de su alma hacia las batallas espirituales, en lugar de a las batallas mundanas…

El discípulo en cuestión preguntó:

—¡Pero todas mis aspiraciones y deseos han sido dirigidos a Dios! ¿Por qué tengo el mismo destino? ¡Me siento como un perdedor, un estudiante inútil e incapaz! ¿Por qué esto? ¿Cómo puedo superar todas estas dificultades?

—Que una persona se haya embarcado en el Camino espiritual —no implica que de ahora en adelante Dios la salvará de todas las dificultades y problemas de la vida—.

»Comprendamos que un discípulo en el Camino espiritual debe aprender a tratar sus logros y fracasos de diferente manera. ¡Es importante entender que tales etapas de la vida de los buscadores espirituales son normales! ¡Nadie puede volverse perfecto al instante en el momento mismo que uno lo desea!

»En la vida de todo buscador espiritual, hay altibajos, y tras los éxitos se inicia un segmento más difícil del Camino. Esta es una prueba necesaria para establecer la fuerza lograda. También significa que llegó la hora de una nueva acumulación de fuerzas a fin de lograr el ímpetu necesario para alcanzar nuevas alturas.

»Debemos estar vigilantes de nuestros propios errores, los cuales pueden convertirse en las razones de nuestros declives. Por ejemplo, emociones negativas que se admitieron y no se notaron tales como la añoranza, la ansiedad, el resentimiento, o la ira. O, cuando estaba uno en la cima del éxito, se llenó de autosatisfacción y admiración, y comenzó a jactarse o tuvo una actitud de desprecio y condescendencia hacia los demás.

»Probablemente pienses que ya has superado toda esta negatividad en ti mismo, pero seguramente lo que realmente limpiaste del alma fueron las capas más superficiales de estos vicios.

»Es conveniente nunca enojarse y ofender a la otra persona, incluso si te ofende. Tampoco entrar en pánico si te dicen que has perdido alguna riqueza material. Y mucho menos presumir ante tus amigos y compañeros de tus logros —para ser elogiado—…

»También podría haber una connivencia de emociones falsas que se expresan débilmente pero que aún están presentes.

»¡Por ejemplo, tus sentimientos de tristeza debido a tus fracasos, sumados a tu desesperación por tu propia “inutilidadˮ —son precisamente parte de las emociones egocéntricas viciosas que debes aprender a observar—!

»Y son precisamente estos estados emocionales egocéntricos los que te complican que salgas de esta difícil etapa de tu vida.

»¡Tienes la oportunidad hoy de prestar atención a estos vicios con el objetivo de eliminarlos de ti ahora que se han hecho claramente visibles!

»Es necesario entender que cuando esto sucede, las energías patógenas pueden apoderarse de las partes más débiles del cuerpo —y darse luego un deterioro de la salud—. Y esto hace aún más difícil sostener los logros anteriores.

»En tales casos, se debe prestar especial atención a las áreas más vulnerables del cuerpo. Y es de esta manera como Dios nos muestra lo que aún no hemos notado y resuelto en nosotros mismos.

»Cuando resulta así, la forma más fácil de sanarse y restaurarse —es comenzar el Camino desde el principio y repetir todo lo que ya ha sido hecho—. Como si fuera una escuela de repetición.

»Si has cometido un error ético, te tocará arrepentirte y limpiar las energías en tu cuerpo y en tu “capullo energéticoˮ aplicando todos los métodos que conoces.

»¡Regresando una y otra vez como almas a un estado de paz y de amor, aprendemos a vivir en unidad con Dios, y nos fortalecemos en este estado!

»Recuerden que el viajero tras transitar un paso de montaña, tal vez necesite bajar a un valle para luego volver a subir otro paso. Y puede que ahí el camino sea más difícil y empinado.

»También, a veces es necesario detenerse por un momento, para ganar fuerza y superar nuevas alturas.

[Continuará…]