Sobre el Camino y los viajeros/El escultor El escultorUn día, vino a visitar al Maestro un famoso escultor cuyas obras eran admiradas por muchos. Le dijo: «Probablemente Usted no me recuerde. Nos vimos solo una vez, cuando yo aún era un adolescente. Mas sus palabras cambiaron mi vida entera. Y recuerdo nuestra conversación palabra por palabra. »Me considero su alumno y siempre he soñado en aprender más de Usted llegado el momento. Fue Usted quién me enseño las bases de la artesanía en mi trabajo, y luego aprendí de muchos escultores. El escultor le mostró al Maestro un pequeño fragmento de una copa: —¡Esto lo he guardado desde entonces! —Pero yo nunca enseñé a nadie a esculpir —dijo el Maestro con una amable sonrisa. … Entonces el escultor pasó a contarle al Maestro y a Sus discípulos que ya se habían reunido alrededor con interés, la historia de su vida: —Desde niño, he anhelado a Dios. Durante las grandes fiestas religiosas en la región donde vivía con mis padres, la gente llevaba regalos a los templos. ¡Nosotros vivíamos muy pobremente, pero yo aun siendo un niño, quería hacer algo por Dios también! »Llevé entonces al templo una copa de arcilla que yo mismo había hecho. Mi creación por cierto era imperfecta. ¡Pero, me esforcé tanto! ¡Traté de poner todo mi amor por Dios en mi trabajo! ¡Solo quería que mi regalo fuese agradable para Dios!… »¡En aquel entonces, todavía no entendía que Dios no necesita de regalos materiales! Y soñaba con que mi copa fuera aceptada por el ministro del templo. »Pero el ministro se negó a aceptar mi regalo. Además, me ridiculizó, diciendo: »“¡No insultes el templo de Dios con tu patética ofrenda! ¿En verdad crees que esta creación sin valor podría ser interesante para alguien? Con este ‘regalo’ Insultas a Dios y a nosotros los clérigos. ¿En verdad piensas que a Dios le podría gustar esto?ˮ »Y tras estas palabras, arrojó la copa al suelo, haciéndola pedazos, y luego enojado comenzó a pisotear los trozos esparcidos. »“¡Saca esta basura de aquí!ˮ —me gritó. »Recogí los fragmentos que pude y me alejé… »Sentí como si hubiesen pisoteado todo el amor de mi alma, destruyendo todo lo bueno que había en mí… »Me alejé caminando con la cabeza gacha y no pude contener mis lágrimas. »Y aunque la gente en la plaza frente al templo rebozaban de júbilo. Yo me sentía desterrado, castigado, y privado para siempre de toda esperanza. Como si el tierno brote de todo lo bueno en mí hubiera sido dura y cruelmente arrancado. »De repente Usted apareció cerca de mí y me dijo: »—¡No estés triste! De todos los regalos traídos al templo hoy, tu copa fue la que más Le gustó al Maestro Divino a Quién está dedicado el templo. Él derramó Su Luz en tu copa —y también bebió de ella—. E invitó a Quienes conocen la esencia de los verdaderos Regalos Sagrados a que bebieran de tu copa también. »—¿Cómo sabe Usted esto? —Pregunté. »Usted respondió: »—Yo estuve ahí y lo vi. Y yo bebí de tu copa también. »—¿Cómo es esto posible? ¡Mi copa quedó hecha pedazos! —Repliqué. A lo que usted contesto: »—En los mundos no materiales, donde la Luz y la Compasión reinan Supremos, es imposible destruir lo que ha sido creado con amor. Incluso los versos y los cantos devocionales se pueden escuchar allí, siempre que se pronuncien con un corazón puro lleno de reverencia y amor. »”Para Dios, lo más importante es el estado del alma en el cual fue creada la ofrenda. Después de todo, no hay objetos materiales en Su Reino. Sólo imágenes no materiales que pueden manifestarse en la Luz, —pero en las cercanías a las Profundidades, no hay división ni de nombres y ni de formas—. »”Ahora bien, si alguien quiere que las otras personas encarnadas admiren la belleza en alguna artesanía humanamente creada, entonces tiene sentido lograr la maestría del arte correspondiente. ¡Cuanta más perfección haya en lo creado, más alegría y beneficio brindará a los demás! »”Dios es la Perfecta Conciencia Suprema. Él consiste en una Multitud de Almas que han alcanzado el correspondiente nivel de Perfección —por lo que se han fusionado en una Unidad con Él—. »”Toda la Creación existe solo para dar a las personas y a otros seres la oportunidad de mejorarse a sí mismos hasta alcanzar la Perfección. »¡Oh, qué tan importante fue para mí escuchar todo eso! ¡Fue como un bálsamo vivificante que curó mi alma herida! »Caminamos por el mercado durante un rato apreciando las hermosas cualidades de las creaciones de los artesanos y hablando sobre la belleza y la armonía de los objetos y las almas. »Me dijo Usted entonces que mi copa era hermosa precisamente por el amor con que la hice, pero que su apariencia estaba lejos de ser perfecta. »Mas sin embargo, existía la posibilidad de embellecer el aspecto material de toda artesanía. Esto debe hacerse para que la armonía y la gracia deleiten los ojos, y para que el amor con que el objeto fue hecho, alimente las almas. »Luego, nos acercamos a la plaza del mercado y Usted compró unos deliciosos pasteles para compartir conmigo. »¡Oh! Recordaré por siempre todo eso: Su sabiduría y amabilidad, e incluso el sabor de los pasteles… »Entonces Usted dijo: »“Por ejemplo, la mujer que horneó estos alimentos, lo hizo con amor. Ella usó harina de buena calidad, excelentes manzanas para el relleno, y su habilidad para hornear es igualmente buena. ¡Están deliciosos! Y este alimento, es bueno para ambos —cuerpo y alma—. Después de todo, las partículas de la energía del amor de esta mujer también nos llenaron cuando comimos sus pasteles. »”Pero solo su amor no hubiese sido suficiente para nosotros si las manzanas no fueran sabrosas, o si la harina estuviera rancia, o si los pasteles estuvieran crudos o quemados. ¿Cierto? »”Incluso, en la aparentemente simple habilidad de cocinar alimentos, hay espacio para perfeccionar ese arte. De manera similar, en cualquier trabajo que brinde el bien a los demás, puede uno esforzarse para lograr resultados cada vez más excelsos. »”Y convendría siempre, que el creador de cada obra, la escrudiñe multidimensionalmente, examinándola desde diferentes ángulos para mejorarla. »”Sirviendo a otras personas con el propio trabajo y ayudándoles en todo lo bueno, uno se perfecciona a sí mismo —como alma—. »”Y este perfeccionamiento puede continuar con la ayuda de técnicas meditativas especiales, las que si quieres descubrirás más adelante. »”¡Es bueno cuando las personas están rodeadas de cosas hermosas, cuando tienen alimentos nutritivos, y cuando la ropa y nuestros aposentos están limpios y ordenados! »”¡Pero, lo más importante es la belleza y perfección de las almas! ¡Este es nuestro principal trabajo para Dios, y el que podemos hacer todos los días de nuestras vidas! »”¡Cada una de nuestras acciones, puede brindar armonía, belleza, bondad, amor y paz al mundo! Se puede lograr esto con palabras o hechos, e incluso con simples pensamientos y emociones amables. A través de estos, las almas se perfeccionan y ayudan a quienes viven alrededor a ser mejores también. »”¡Mira qué hermosas flores, pájaros, hierbas, y árboles se hayan aquí! ¡Todas son creaciones perfectas de Dios! »”Y aquí vemos el tronco aún vivo de un árbol que fue mutilado con un hacha. Y aquí hay un ramo de flores que fue arrojado al suelo. Estas flores murieron antes de tiempo en vano —antes de producir semillas o dar vida a otros seres tan hermosos como ellas—. »”Tiene sentido mejorarnos a nosotros mismos en todo lo bueno, en todo lo que hacemos, y en todo lo que le damos al mundo, incluyendo a los seres bondadosos a nuestro alrededor. »”¡A través de esto, nosotros mismos —como almas— nos perfeccionamos, acercándonos más y más a la Perfección de nuestro Creador! »”¡Cualquier trabajo que se hace por el bien de los demás y el de otras criaturas buenas —puede ayudarnos a nosotros mismos y a los demás en el desarrollo de la belleza y la perfección del alma—! »”¡Es decir, esta es la tarea principal para la que todos estamos en la Tierra! »”Después de esta vida en el mundo material —pasaremos a una vida incorpórea— y nuestros cuerpos quedarán atrás para convertirse en polvo, y luego en arcilla. ¡Vamos a quedar como desnudos ante Dios, —y una vez despojados de toda cubierta exterior—, daremos un resumen de quiénes fuimos durante el tiempo de nuestra escolarización aquí, en la escuela de esta vida! »… Desde ese día, me he esforzado por cumplir en mi vida lo que escuché de Usted. ¡Esto me ha permitido trabajar con gran inspiración! He tratado también de enseñar lo mismo a mis jóvenes estudiantes. »Pero, con el tiempo caí en cuenta de que Usted tenía más sabiduría para compartir conmigo. ¡Por ello le pido ahora que me enseñe a como acercarme a la Perfección Divina! —¡Bueno, estaré encantado de ayudarte a dar los siguientes pasos en tu Camino! —Respondió felizmente el Maestro.
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