Buddhi yoga
(conferencia impartida en un sitio de poder)
En los sitios de poder como éste resulta muy fácil entender qué es el buddhi, al haberse experimentado como un buddhi.
Permítanme recordarles el significado de este término. Existe la palabra jiva, y existe la palabra buddhi (boddhi). ¿Cuál es la diferencia entre ellas? Ambas palabras se pueden traducir como alma, conciencia individual. Sin embargo jiva es un alma en el sentido habitual de esta palabra. Las plantas, los animales, las personas tienen jivas. Por el contrario, buddhi es el alma que fue desarrollada con la ayuda de métodos especiales de trabajo espiritual, y que es mucho más grande en tamaño que el cuerpo humano material.
También existe el término buddhi yoga. Este es un sistema de métodos de meditación que le permiten a uno desarrollarse como buddhi.
Este es el nivel más alto de la trayectoria del desarrollo psicoenergético de la conciencia en el Camino del yoga.
El término buddhi yoga se utilizó por primera vez —en la literatura conocida por nosotros— en el Bhagavad-Gita. En él Krishna, entre otras cosas, dijo: «Para ellos —siempre llenos de amor— doy el buddhi yoga, por medio del cual me alcanzan a Mí. Ayudándoles, yo disipo la oscuridad de la ignorancia en sus Atmanes mediante el resplandor del conocimiento.» (Bhagavad-Gita, capítulo 10: 10-11).
Pero el conocimiento de este nivel supremo siempre existió en la Tierra —en la Atlántida, en la antigua China, y en otros países, pese a que no estaba disponible para todo el mundo—. La información acerca de esto se puede encontrar en nuestro libro Obras clásicas de la filosofía espiritual y la actualidad.
Y ¿quién es un Buda? Estas palabras —buddhi y Buda— tienen el mismo origen.
Un Buda es un buddhi desarrollado hasta la plena Perfección.
¿Cómo se puede avanzar al estado de un Buda con la ayuda de los métodos del buddhi yoga? Y ¿en qué consiste un buddhi? ¿Cómo puede uno desarrollarlo?
La base del buddhi es el corazón espiritual desarrollado. Comienza a crecer —ya sea en las favorables condiciones de la vida sátvica normal o con la ayuda de métodos auxiliares especiales de trabajo espiritual— desde el chakra anahata en el pecho, y más adelante se hace mucho más grande que el tamaño de un cuerpo material.
Todo lo valioso que fue acumulado por nosotros en otras estructuras del organismo (es decir, fuera del chakra anahata) también queda conectado con el creciente corazón espiritual y afluye a éste; para este propósito uno utiliza métodos especiales del buddhi yoga. El buddhi formado de esta manera también es llamado dharmakaya —el cuerpo para el Camino—.
Resulta esencial recordar que el hombre no es un cuerpo material, sino un alma, una conciencia. El cuerpo es sólo un recipiente temporal de una persona, utilizado para transitar por la actual etapa del desarrollo evolutivo humano. Así pues, nosotros podemos ser tanto pequeñas almas como almas más grandes que aspiran a la Perfección.
La siguiente gran etapa del crecimiento de un buddhi es la consecución de una sutilidad (o sutileza) del mismo nivel que la sutilidad de la Conciencia Primordial (el Creador, Dios Padre) y el fortalecimiento (la «cristalización») de uno mismo en ella. Tales personas son llamadas Mahatmas (Mahaatmas) o Buddhisattvas (Boddhisattvas). La Conciencia Primordial puede ser vista como la más sutil Luz Pura; las cualidades de los Mahatmas-Buddhisatvas son esas mismas. Es por esto que también se les llama los Iluminados, es decir, Aquellos Quienes consisten en Divina Luz.
Pero a fin de convertirse en un Buda, esa persona también tiene que aprender a entrar en el estado de Unión con la Conciencia Primordial, afluyendo a Ella y disolviéndose en Ella. Este estado se llama Nirvana —el estado en el que el «yo» inferior del hombre es destruido, «completamente quemado»—.
* * *
Por consiguiente, los más importantes derroteros del buddhi yoga son: a) el crecimiento del corazón espiritual, b) la refinación de la conciencia, y c) el dominio de los métodos de Unión con la Conciencia Primordial.
La adquisición de maestría en estos tres rumbos de trabajo en el buddhi yoga asegura la capacidad de entrar en el estado de nirvana.
Lamentablemente, algunas personas malinterpretan el término nirvana. Por ejemplo, existe una opinión de que el Nirvana implica la desaparición total y definitiva de la individualidad. No, esto es un error. Es sólo el «yo» inferior que habita en el chakra ajna en la cabeza, el que desaparece. En lugar de él, uno gana el «Yo» Superior —el «Yo» de la Conciencia Primordial—. Y tal Divina Individualidad puede manifestarse Ella Misma de nuevo en el mundo de las almas encarnadas como un Maestro Divino, un Representante de la Conciencia Primordial.
La declaración anterior es confirmada con la máxima brillantez por nuestras conversaciones con el Fundador del budismo, Gautama Buda, Quien no desapareció de la existencia: Se Le puede ver; uno Le puede abrazar, puede comunicarse con Él y unirse con Él. Nuestras conversaciones con Él, por cierto, están publicadas en el libro Obras clásicas de la filosofía espiritual y la actualidad.
* * *
¿Cuáles son las condiciones y limitaciones de nuestro avance en el Camino hacia la Perfección? ¿Y cuáles son los otros —más pequeños— pasos en ese Camino que tienen que ser destacados?
Hemos hablado de esto en detalle en muchos de nuestros libros (en Ecopsicología, principalmente), en artículos y en conferencias filmadas. Por tanto ahora sólo voy a mencionarlos de manera breve.
En primer lugar, una persona que quiera andar el Camino espiritual tiene que aprender y aceptar la teoría del desarrollo espiritual incluyendo sus fundamentos —la ética de las relaciones con otras personas, con todos los seres vivos, y con Dios—.
También es importante tener conocimiento acerca del Objetivo de nuestros esfuerzos espirituales; este Objetivo es Dios en el Aspecto de la Conciencia Primordial, el Creador. En consecuencia, uno tiene que entender lo que Dios es y dónde puede uno encontrarle a Él. Si no existe tal comprensión, entonces ello resulta en lo que podemos ver en muchas sectas y círculos esotéricos: caminar sin avanzar; Felipe el Apóstol, en Su Evangelio, comparó esto con la actividad de un burro que gira en torno a una piedra de molino: el burro caminó en círculos el día entero y, llegada la noche, se halló en el mismo lugar…
Otra cosa importante que tenemos que entender es que muchas personas, incluso muy buenas, no son capaces de comprender lo que exponemos aquí: son almas jóvenes, demasiado jóvenes en su desarrollo evolutivo. Para ellas es demasiado pronto para que puedan participar en un trabajo espiritual serio. Dejemos que ahora se desarrollen en una actividad mundana normal; dejemos que aspiren a enriquecerse con varios tipos útiles de conocimiento, que ayuden a otras personas en todo lo bueno, que se esfuercen por evitar hacer aun el más leve daño a los demás. Asimismo permitamos que desarrollen los corazones espirituales; esto no puede causarles ningún daño; al contrario, ¡pueden beneficiarse mucho por ello!
Nadie puede resultar perjudicado a causa de desarrollar el corazón espiritual. ¡Pero el beneficio podría ser genial!
La siguiente etapa, no adecuada para todo el mundo, es el uso de los métodos del raja yoga para la limpieza y el desarrollo de las principales estructuras energéticas del organismo. Gracias a estos esfuerzos, uno puede, entre otras cosas, deshacerse de muchas enfermedades crónicas. Pero lo más importante es que sin lograr la pureza bioenergética en el cuerpo no se puede avanzar en la tarea del refinamiento de la conciencia. (El crecimiento cuantitativo de la conciencia que viva en estados emocionales groseros es el camino en el sentido opuesto al Creador: hacia el infierno).
Y a continuación el buscador espiritual exitoso adquiere la capacidad para iniciar el avance rápido en el Camino Recto hacia la Meta. Este Camino, en términos generales, consiste en el desarrollo cualitativo y cuantitativo de uno mismo como corazón espiritual —hasta, en particular, la Unión con el Corazón del Absoluto, Quien es la Conciencia Primordial.
Y permítasenos intentar ver que, a lo largo de toda la historia de la humanidad en la Tierra, Dios trató de explicar a la gente esto mismo. Esto es lo que fue enseñado por los Maestros Divinos de la Atlántida, por Pitágoras, Huang Di, Lao Tse, Krishna, Gautama Buda, Jesús el Cristo, Babaji de Haidakhan, Sathya Sai Baba… Aún así, las gentes inventaron sus propias variantes de religión y crearon diversas sectas donde las Enseñanzas de Dios fueron pervertidas, en ocasiones, hasta convertirse justo en lo contrario…
Así pues, ¡estudiemos y cumplamos lo que Dios nos sugiere!