Capítulo tres.
Clave del Amor
El amor es la llave que abre para el alma la puerta a la Luz, ¡la puerta al conocimiento del Creador!
Este Camino es el Camino del corazón espiritual. Puede ser representado como una escalera que consta de muchos peldaños y descansillos.
El grado de transformación del alma-conciencia en Amor predetermina qué habilidades le serán confiadas y abiertas a esta alma por los Guías Divinos.
La estabilidad en los estados de amor y paz es lo que debería demostrar la persona que adquiere maestría en los peldaños del Camino de la evolución. Tal persona siempre será probada por Nosotros en la estabilidad de esos estados de conciencia. Cada vez que supera con éxito una de esas pruebas, la llave del Amor le abrirá la siguiente puerta.
Sí, cuando un discípulo se acerca al siguiente nivel de iniciación, las pruebas sobre la estabilidad surgen de inmediato ante él o ella. Sólo si este discípulo puede superar los obstáculos que surgen con la ayuda de la clave del Amor, él o ella será considerado digno de ascender a la siguiente etapa del gradual conocimiento del Ilimitado Uno.
Lo recién dicho es una de las leyes del desarrollo del alma en la Escuela Universal.
Todo lo que el alma consigue antes de obtener la clave del Amor no es más que una etapa preliminar del crecimiento espiritual; es sólo un «parvulario» de la Evolución.
… ¡Deberías saber que la Luz está escondida en tu naturaleza! ¡La oscuridad es sólo la cubierta exterior! ¡Busca Luz en las profundidades de tu corazón espiritual!
¡Únicamente a través del amor es como serás capaz de llegar a la Unidad con el Todo!
¡Derrota a la oscuridad que hay dentro de ti mismo! ¡Desvanece el oscuro velo que te separa de la Luz de la Verdad!
Deberás seguir aquello que comprenderás en tu corazón espiritual debido a que es una morada de la Luz dentro de ti y el nacedero del amor, el cual, cada vez mayor, ¡puede abrazarlo todo!
¡Deja que tu amor sea el heraldo de tu mañana!
¡Deja que tu amor ilumine el comienzo de cada uno de tus días, ardiendo más y más con cada hora como un sol naciente!
¡Haz que cada día de tu vida en la Tierra no pase en vano!
¡Estate abierto con tu luz de amor a las personas que apelan a ti! Y luego permite que cada cual tome de ti, como un regalo, aquello que él o ella pueda abarcar.
Si, por el contrario, la luz de tu amor está cerrada a la gente, ¡esto es tu falta delante de Dios!
¡Derrama la luz de tu corazón como el sol derrama su luz en la mañana! ¡Haz de la llama del amor tu esencia! ¡Y entonces el alma se encenderá con el fuego del amor que abarca a cada cosa y a cada persona!
Si bien tienes que hacer un gran número de esfuerzos para que tú —un alma— puedas volverte pura y ¡arder de manera constante con la luz del amor!