EteyYo soy uno de los muchos atlantes que continuaron trabajando sobre la Tierra después de la destrucción de la Atlántida. Me complace participar en este libro, concebido por Thoth. ¡Realmente tengo algo que decir! Grecia y las islas de los alrededores en el Mediterráneo se convirtieron en la esfera de Mi actividad de entonces. Esto ocurrió mucho tiempo antes de la encarnación de Pitágoras. Yo también tomé parte activa en la preparación de Su Misión desde Mi estado no encarnado. Comencé Mi trabajo en Grecia mucho antes de que la Atlántida se hundiera en el océano. Fue fácil porque algunos de los habitantes de la Atlántida ya vivían en esas tierras entre los locales. Mi tarea consistía en tratar de preservar el conocimiento verdadero para los dignos hijos e hijas de esa región. De Mi actividad de aquellos días lo único que quedó en la memoria de las personas que ahora viven son las leyendas Órficas. Yo era el fundador y el custodio de aquel centro del Conocimiento Divino. También era yo el Maestro de Orfeo. (Posteriormente, este nombre se hizo muy común, y se asignó a aquellos héroes de los mitos griegos que tenían la habilidad de cantar y tocar música.) Mi prédica para las gentes estaba tejida a partir de la armonía y la belleza, las guías hacia los mundos de la sutilidad y la Luz Divina. Puse en Grecia el fundamento de lo que las personas comenzaron a llamar el arte de la música, la danza, la escultura… A través de la belleza, educaba a las personas. También ayudé a alcanzar la Unidad con el Creador a aquellos que no lograron hacerlo en las tierras de la Atlántida y fueron reencarnados en Grecia casi de inmediato. Para ellos y para algunos otros que se acercaron a la luz de la Verdad y anhelaban la Unicidad, creé las Escuelas teológicas. Aquellos Quienes superaron el más elevado nivel de educación allí realmente podían calmar las tormentas en el mar por medio del sonido de la lira, puesto que desarrollaron la capacidad de influir en el plano material desde la Divina Unidad. Ellos manifestaron el Poder de Dios en la faceta de Su Poder sobre el plano material. Enseñaron Amor, Belleza y Armonía a aquellos que aspiraban a convertirse en semejantes a Ellos. Sus discípulos practicaban la refinación de las conciencias y el arte espiritual, y no intentaron desarrollar la energía grosera en sí mismos. Yo era el Maestro de aquellos Maestros. Mis Enseñanzas consistieron en el desarrollo del Gran Conocimiento sobre el Poder Creativo del Amor y su aplicación a la vida. De esta manera, recreé en Grecia todo lo mejor de la cultura de los atlantes, con la esperanza de preservarla en la memoria de los pueblos de la Tierra durante siglos.
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