Fe y conocimientoEl fundamento de la fe es nuestra confianza en aquello que escuchamos o leímos. Esto se aplica igualmente a los temas religiosos. En cuanto al conocimiento, se adquiere, primariamente, a través de la propia experiencia práctica. Hay muchas diferentes clases de fe religiosa. Por el contrario, el conocimiento religioso es uno y universal, aunque existen diferentes niveles, más o menos profundos, de este conocimiento, y puede haber errores de determinados buscadores espirituales. El conocimiento personal de uno mismo y de Dios es lo que capacita a una persona intelectualmente desarrollada para obtener los logros espirituales elevados y supremos. * * * La fe es necesaria para muchas personas en las etapas tempranas de su desarrollo espiritual, porque ella sienta las bases para su aspiración al conocimiento. El ritualismo eclesiástico es la más común forma socialmente establecida que ayuda a adquirir y reforzar la fe. Los rituales religiosos pueden ser más o menos razonables y eficaces. Algunos rituales pueden ayudar a que uno sienta la presencia de Dios. Otros, por el contrario, pueden considerarse criminales; tales son, por ejemplo, los relacionados con los sacrificios sangrientos o los dirigidos a dañar otras personas (los rituales de magia negra). Además, uno debería tener en cuenta que, en el trasfondo del ritualismo, siempre se ofrece a los creyentes algún tipo de ideología característica de ese movimiento religioso. Esta ideología puede variar desde las verdaderas enseñanzas de Dios hasta un odio hacia la humanidad revestido de ropajes religiosos. Pero incluso en el caso de los mejores rituales religiosos, en alguna etapa del autodesarrollo uno empieza a entender que ¡Dios nunca ha enseñado ritualismo a la gente! ¡Son las personas las que inventaron los rituales y los transmitieron a las siguientes generaciones! Por otra parte, ¡Dios no necesita nuestros rituales! Él necesita de nosotros algo completamente diferente: ¡Él necesita que nos desarrollemos nosotros mismos (como almas)! Y el «pan de cada día» que Jesús sugirió pedir a Dios Padre ¡no es el alimento para nuestros cuerpos, sino el más elevado conocimiento espiritual y la guía espiritual del Creador! * * * Que cada persona razonable piense y se formule las siguientes preguntas: ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Qué quiere Él que yo sea? Jesús dijo: «¡Sean perfectos, así como su Padre Celestial es perfecto!» (Mateo 05:48). También dijo: «He conocido al Padre» (Juan 17:25). «Así como el Padre Me conoce a Mí, así Yo conozco al Padre» (Juan 10:15). «Yo y el Padre somos Uno» (Juan 10:30). En consecuencia, «¡Aprendan (esto) de Mí!» (Mateo 11:29). ¿En qué consiste la Perfección del Creador? A fin de hallar la respuesta a esta pregunta es necesario, antes que nada, entender que Dios Padre no es un anciano montado en una nube, tal como a veces le representan. Él es el infinito Océano de la más sutil Conciencia que mora en la profundidad del Absoluto multidimensional. Él es también el absoluto Amor, la absoluta Sabiduría y el absoluto Poder. ¡Esto es lo que debemos aprender de Él! Y nosotros ¡deberíamos pedirle que nos ayude, primera y principalmente, con el cumplimiento de esta tarea! * * * Uno debería comenzar este proceso de aprender de Dios estudiando los principios éticos sugeridos por Él, con el fin de cambiar uno mismo de acuerdo con Su Voluntad. También es importante entender lo que Dios es; entender qué es el hombre; entender cuál es el significado de la vida humana en la Tierra, y cuáles los principios para llegar a hacerlo realidad. Después de esto se pueden usar los métodos para la limpieza del cuerpo y sus estructuras energéticas de la contaminación energética, y comenzar a trabajar en la «apertura» y posterior desarrollo del corazón espiritual. Esto último capacita a los buscadores espirituales dignos para cumplir los mandamientos de Jesús el Cristo anteriormente citados.
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