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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
Capítulo 6. Viajando con Jesús por primera vez
 

El Evangelio de Marta/Capítulo 6. Viajando con Jesús por primera vez


Capítulo 6.
Viajando con Jesús
por primera vez

Jesús y Sus Discípulos se estaban alistando de nuevo para sus viajes. Yo les estaba preparando provisiones para su travesía.

En eso, me acerqué a Jesús y, con la mirada baja, dije:

—Preparé aquí comida para todos ustedes. No sé… ¿será suficiente? ¿O es necesario preparar más? Perdóname si he juzgado mal Tus deseos…

—¡Está bien! ¡Has hecho un gran trabajo Marta! ¡Pero si era por complacerme, —no había necesidad—! ¡Tú sabes que carezco de deseos mundanos!

»Pero Marta, ¿por qué sigues teniéndome miedo? ¡Tú quieres pedirme algo! ¿O no es así?

—¡Sí, Jesús! ¡Si quiero! Tú ves todo lo que pienso y todo lo que quiero… Yo todavía te tengo un poco de miedo, pero… solo un poco… Y, solo a veces…

—¡Pero tan pronto como comienzas a temerme, dejas de amar!

»¡El miedo no habita en el amor!

»¡El amor no se lleva bien con el miedo!

»¡El amor expulsa el miedo!

»¡Pero el miedo… es capaz de extinguir el amor!

»Bueno, habla con audacia y abiertamente: ¿qué quieres pedirme?

—¡Déjame ahora ir contigo y con todos ustedes!

—¡Es bueno que quieras esto Marta! Pero sería mejor si esto sucediese más adelante: aún no ha llegado tu hora. Vendrá pronto, pero ahora mismo no serás capaz de soportar todos nuestros viajes. Les invitaré a ti y a Lázaro a venir conmigo un poco más adelante: cuando las Escrituras se hayan cumplido y todo lo que se ha profetizado se haya hecho realidad…

—¡Pero, te necesito cerca de mí todo el tiempo! ¡Todo mi trabajo espiritual se detiene cuando Tú sales de nuestra casa y me dejas sola!

—¡Eso es de lo que te estoy hablando!

»¡Para estar cerca de Mí en este Camino, es solo Dios Quien debe permanecer cerca de la vida de tal persona! Él, —el Más Amado, el Más Querido— debe estar siempre cerca. ¡Más no así Mi cuerpo!

—¡Yo puedo sobrellevar esto! ¡Todas las dificultades! ¡Déjame ir contigo y estar cerca de Ti! ¡Después de todo, María pudo! ¡Y yo también podré!

—¡No me entiendes querida Marta!

»¡Pero si esto es lo que quieres, entonces puedes intentar vivir un poco la vida que nosotros vivimos! ¡Que sea bueno para ti y para todos nosotros! ¡Y que esto ayude a fortalecer tu aspiración al Padre Celestial!

»¡Te permito ahora que Me sigas!

»¡Todo sucederá tal y como tú quieres Marta, y como Dios quiere para lo mejor de tú-alma! ¡Todo será bueno para todos!

—¡Gracias Maestro!

… yo ya me había preparado para el viaje.

Lázaro estaba muy sorprendido, pero no obstaculizó mi aspiración.

* * *

Y así, comenzó mi viaje con Jesús y Sus Discípulos.

¡Una alegría sin precedentes e indescriptible ahora me llenaba!

¡Por primera vez, mi vida se convertía en la vida del alma que se transformaba en un brillante —tal un pequeño sol—, corazón espiritual!

Anteriormente, me había sucedido solo por breves momentos. ¡Pero ahora, —cognocí la plenitud y la dicha de la vida que viene de vivir, en un estado casi constante de amor del corazón—!

¡Abrí los ojos del alma! ¡Y como una flor de amor, florecí en mi corazón espiritual!

Por primera vez, observé todo lo que me rodeaba, admirando la belleza, —esa belleza— que antes consideraba como… ¡insignificante y ordinaria!

¡Yo —embelesada—, vi el rocío de la mañana sobre la hierba, las flores, los árboles, la arena, y los olivos del camino!

Como si fuera por primera vez, ¡escuché las canciones de los pájaros y observé cómo volaban sin esfuerzo alguno!

¡También, miré el cielo como por primera vez! ¡Y no podía dejar de llenarme con las nubes ligeras o con lo alto del domo azul despejado sobre nosotros!

Se hizo querido para mí, ¡escuchar el murmullo de un arroyo común y sentir la caricia del agua, moviéndose entre los dedos de mis pies!

En el pasado, solía ir a buscar agua… Y veía tanto los árboles, como la hierba y las flores… ¡Pero en ese entonces, yo… como que ni siquiera les notaba!

¡Y ahora, era como si el «velo de la vida cotidiana» hubiera caído de mis ojos, —y de repente—, todo comenzaba a brillar con una belleza indescriptible!

¡Estaba todo permeado con un sentido de Presencia de Dios, —el Padre y Creador—!

¡Y Jesús estaba aquí a mi lado!

¡Sus pies tocaban la misma arena que los míos! ¡Sus miradas, —como pinceladas—, acariciaban todo lo que yo veía: todos estos árboles, arbustos, flores, e incluso el camino polvoriento bajo nuestros pies!

¡Y cuando nos deteníamos, Sus manos aceptaban el tazón con agua o comida de mis manos!

¡Su presencia hacía todo… Santo!

¡Yo estaba tan feliz!

* * *

Sin embargo, me cansaba rápidamente e incluso a veces empezaba a rezagarme… Noté que Jesús, hacía paradas a propósito, mostrando o explicando algo, para que así yo pudiera alcanzarles. Estaba avergonzada: ¡No quería ser una carga! Y traté lo mejor que pude, aunque en los primeros días, la fatiga del cuerpo era bastante grande.

… ¡Y qué maravillosas fueron las noches junto al fuego y las conversaciones con Jesús!

Él, ya estaba preparando a Sus discípulos para el Servicio Apostólico:

—¡Ustedes, amigos Míos, heredarán la Obra, que fue iniciada por Mí en la Tierra! ¡Recuerden que Yo —en este cuerpo— no estaré siempre con ustedes!

»Pero, aun así, ¡Yo estaré en todas partes con cada uno de Mis seguidores, —por la Luz y el Amor Divino—, los Mismos que les enseño tanto a ver, como a escuchar y abrazar con las almas!

»¡Dios está siempre con ustedes y en ustedes! ¡Y el Poder del Espíritu Santo, que fluye a través de sus cuerpos, les permitirá aprender a mostrar este Poder a las personas!

»¡Pero enfatizo que ahora estoy hablando de la Voluntad de Dios y no de la intensidad de sus deseos personales!

»Hay quienes heredan lo terreno y, por lo tanto, deben ser capaces de administrar las propiedades heredadas.

»¡Pero ustedes son elegidos por Mí para heredar no lo terrenal sino lo Celestial!

»Llevar a la gente el conocimiento que han recibido, —será la tarea de su vida— hasta el último día de su estancia en estos cuerpos.

»No todas las personas que han recibido una herencia terrena pueden administrar sabiamente el dinero y las casas, o contribuir al desarrollo de aquellas tierras que tienen a su disposición.

»¡Pero la tarea de ustedes es mucho más difícil y requiere mucha más responsabilidad! ¡Cada acción en su Servicio, debe ser guiada por el Padre Celestial!

—¿Nos darás Tú el poder de sanar y ver el pasado y el futuro? ¿Nos enseñarás a cómo hacer panes y ropa de la nada? ¿Nos enseñarás a volar y caminar sobre las aguas?

—Las aves del cielo pueden volar y los peces nadar en las aguas… Las flores están vestidas con hermosos atuendos… ¿Debo enseñarles las habilidades de las aves, los peces y las flores?

»¡Ustedes heredarán algo diferente, —el Reino de los Cielos—! ¿No es esto suficiente para ustedes?

»Recuerden amigos:

»El que puede controlarse a sí mismo, es decir, —los propios pensamientos y emociones—, ha adquirido una gran ventaja.

»Por ejemplo, aquel quien, sabe guardar silencio, escuchar con atención y hablar solo de las cosas importantes, y en el momento adecuado, —ha dominado una habilidad muy importante—.

»¡Aquel quien ha encontrado el Reino de los Cielos dentro de sí mismo y no ha perdido este Tesoro invaluable debido a las dificultades y las pruebas externas, —es digno de transmitírselo a la gente—!

… Y Jesús además, enseñó a cómo abrirse a la recepción de la Luz Divina del Espíritu Santo y a dirigir esta Luz-Poder a través de las manos corporales —para la sanación—.

Yo, aún no entendía mucho de lo que Jesús decía. Pero aprendí a sentir la Luz-Poder Divina.

… Después de esta conversación, Jesús le dijo a Andrés:

«Mañana háblale a Marta sobre esas siete “lámparas”* que pueden encenderse en el cuerpo humano, —para que el Espíritu Divino— pueda fácilmente llenar ese cuerpo y luego actuar a través de este.»

… A la mañana siguiente, Andrés me comentó acerca de los siete centros en el cuerpo humano que deben ser limpiados y transformados:

«En este momento, tu primera “lámpara” ya está encendida. Es tu corazón espiritual. Y ahora puedes, —desde esta—, encender las otras seis “lámparas”, de modo que los siete centros que guían las fuerzas del alma en el cuerpo puedan volverse puros y conducir fácilmente la Luz Divina.»

… ¡Oh, qué rápido me agoté!…

Viendo esto, Jesús hizo una parada mucho antes de lo habitual.

Ese día, nos contó Él un poco sobre Sus viajes a otros países y sobre las creencias de las personas que viven allí. Me interesaba todo esto: las costumbres extrañas, los ritos extraños y los nombres desconocidos de los Maestros Divinos…

Jesús habló, en particular, sobre con qué rapidez las personas pierden o distorsionan las enseñanzas de los sabios y profetas:

«Muchas leyendas tienen su origen en el verdadero Conocimiento. Y esto no solo concierne a las leyendas sobre la historia del pueblo judío.

»A veces en estas leyendas, no hay mucho de verdad, sino que más bien se intercalan muchas fantasías o mentiras deliberadas. A veces, incluso sucede que los sacerdotes tratan de “deificar” el mal y establecen cultos de adoración a las fuerzas del mal. Así ellos, —a través del miedo impuesto—, hacen que las personas les obedezcan. Esto lo he visto en muchas de las tierras en las que he estado.

»Me gustaría restituir en la gente, —en la gente más común—, el Conocimiento eterno sobre Dios, sobre las Leyes del universo y sobre el gran y transformador Poder del Amor Divino.

»Por ejemplo, miren a Marta: ¡cómo ella ha florecido en estos pocos días! ¡Yo predico precisamente para tales personas! ¡Y hay muchos de ellos! ¡Para ellos, —se abre el camino puro y claro de la vida, que conduce a la cognición personal del Creador—!

»¡Aquel o aquella que ha adquirido la simplicidad de la vida con Dios, experimenta una gran felicidad! ¡Esta felicidad nunca puede agotarse —siempre que el corazón espiritual de tal persona se encuentre por siempre en el Reino de los Cielos—! ¡Es en Dios entonces, —donde se encuentra la alegría de tal persona—! ¡Y esta alegría del contacto con el Reino de los Cielos es incomparable!

»¡Incluso para las almas que aún son pequeñas y que comienzan su búsqueda modestamente, —es posible alcanzar esta felicidad—!

»¡Cuando Dios mora en tu corazón espiritual, el alma se regocija, canta, brilla y está lista para compartir esta felicidad con todos a su alrededor!

»¡La percepción amable y gentil de todo lo que nos rodea, —entonces se vuelve natural—!

»¡Incluso las almas pequeñas, en contacto con la Pureza y la Dicha de lo Divino, encuentran esta Dicha!

»¡Sintiéndose como niños y, al mismo tiempo, discípulos de Dios, muchas personas pueden comenzar a vivir felices y estudiar el Reino de los Cielos, el Cual se revela a las almas puras y amorosas!

»¡Pero es importante que la aspiración al Creador sea fuerte!

»Si la alegría de vivir junto a Dios desaparece, significa que tal persona ha perdido algo importante en sí misma. Y entonces le toca, a él o a ella, verificar con atención: —eso que se ha distorsionado en mí—.

»Solo las almas puras pueden involucrarse en la vida de Dios.

»Podrán hablarle a las personas sobre Dios-Padre, en particular, que Él no discrimina entre Sus hijos por el color de la piel o el lugar de nacimiento. ¡Dios es Uno para todos, sin importar qué nombres usen las personas para denominarle!

»¡Podrán enseñar sobre el amor y la fraternidad entre las personas, también, sobre cómo sabiamente ayudarse mutuamente, y sobre las tareas asignadas a cada alma!

»¡Solo una pequeña cantidad de bienes terrenos son necesarios para una vida feliz y pacífica!

»¡Qué ridículo se ve: desperdiciar en la acumulación de riquezas terrenales, —el tiempo que se otorga a todos para una vida feliz y el trabajo de mejorarse a sí mismo—!

»La introducción del conocimiento sobre los Principios del Amor Divino Sabio puede ayudar a muchos, —es decir, a aquellos quienes acepten este Conocimiento— y quieran aplicarlo a sí mismos. ¡Ustedes predicarán para tales personas! ¡Es para este propósito —que aprenden ustedes ahora—!

* * *

Y luego, hubo una noche que pasábamos al aire libre cerca del fuego. Jesús y todos Sus discípulos dormían juntos.

El cielo nos cubría con un domo de estrellas.

¡Envuelta en un manto, recostada allí, no podía dejar de mirar! No podía dormir, ¡tal era la belleza que nos rodeaba! Me sentí como un pequeño grano, —en Su increíble Inmensidad—… Y me llegó la idea de que detrás de todo lo que se puede ver, está el Uno Quien lo ha creado todo. Y que toda la Creación está diseñada para el desarrollo de tales pequeñas partículas. Y, que la existencia de cada una de ellas, es significativa para Él. ¡Y que cada alma-partícula es ínfima, pero al mismo tiempo, tan importante para el Todo!

Me di cuenta de que yo no era la única que estaba conectada con el Todo. ¡Todos nosotros —como almas— estamos conectados entre nosotros y con nuestro Creador—!


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