Corazón espiritual/India IndiaCuando los arios llegaron a la India trajeron con ellos una forma ya degenerada de religión en la que la gente tenía que participar en rituales «de salvación» para «nutrir a los dioses» con sacrificios (arroz, agua y otros tipos de alimentos, que se suponía que enviaban a los «dioses» quemándolos en fuego físico ordinario). Y allí, en el Cielo, los «dioses» peleaban entre sí, tenían hijos... (todo esto está escrito en los antiguos Vedas; el mismo tipo de incompetencia se puede ver en las palabras de Arjuna al comienzo de su conversación con Krishna en el campo de Kuru [4, 10]; ver también [60, 70]). El acontecimiento más importante en la historia de la India fue la venida del Avatar Krishna en cuerpo humano. Krishna dio a la gente el Bhagavad-Gita [4, 10] que contenía el conocimiento en cuanto a cómo y dónde se debe buscar al Creador, lo que Dios es, y en qué consiste el propósito de la vida humana. Y un gran número de personas, sin duda, alcanzaron la plena Autorrealización espiritual gracias a estas Enseñanzas Divinas. Sin embargo, las masas humanas, incluso en este país, demostraron ser incapaces de retener la suprema Verdad en sus mentes por mucho tiempo. Entonces el Creador envió a Chaitanya a la tierra de la India. Chaitanya revitalizó las Enseñanzas eternas del Creador y de nuevo mucha gente llegó a la Meta Suprema mientras otros se acercaban a Ella... Pero con el tiempo la gente de la India se deslizó en el primitivismo: comenzaron a poner esperanzas no en el Creador sino en ficticios «dioses» de cuentos, o incluso abandonaron del todo la religión, prefiriendo acumular riqueza terrenal o esclavizar a los demás. Esta última práctica existió, en particular, bajo la forma del sistema de la pertenencia a uno u otro varnas que se pasaba por herencia y en la tradición de quemar vivas a las viudas... Después de algún tiempo, Mahavira —el fundador del jainismo— llegó a la India [39]. Pero incluso el jainismo, que comenzó tan bien, igualmente degeneró hasta la mera «adhesión a las reglas», y poco a poco los monjes jainistas se fueron preocupando no de conocer al Creador, sino, más bien, de evitar que los excrementos corporales lleguen al agua (no tienen derecho a usar los inodoros en los apartamentos urbanos: ¡allí hay agua!) y de asegurarse de que mujeres y hombres no se quedan en la misma casa durante la noche (o incluso ¡en diferentes pisos de los edificios urbanos de muchas plantas!)... [65]. Muchos otros Grandes Iluminados vinieron a enseñar en la India. Sin embargo, el resultado fue siempre el mismo: las almas evolutivamente inmaduras eran incapaces de comprender las Verdades más Altas, y dado que estas almas siempre han constituido la mayoría de la sociedad, la religión habría de degenerar otra vez. Y entonces Dios trajo al territorio de la India a los musulmanes, quienes de nuevo afirmaron para los hindúes que deben buscar al verdadero Dios Universal, Quien es Uno para todos, y que todas las personas son iguales ante el Creador —sin importar su ascendencia o la posesión de riqueza terrenal. Pero dado que el concepto del amor y la compasión no estaba ni podía estar suficientemente representado en el islam, el cual fue originado por Dios entre los ganaderos, los musulmanes no estaban destinados a suprimir el hinduismo, junto con los buenos elementos que sí tenía. * * * Podemos ver que el Creador sigue ayudando al pueblo de la India para hacer revivir su descendente cultura espiritual. En el siglo XX Dios encarnó en esta tierra al menos dos veces: en el cuerpo de Babaji y en el de Sathya Sai Baba [8,10,14].
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