«Burbujas de percepción»/Sobre los principios éticos de nuestra vida en la Tierra

Sobre los principios éticos
de nuestra vida en la Tierra

—¡No matarás!

—¡No robarás!

—¡No mentirás!

—¡No te vengarás!

—¡No envidiarás!

—¡No tendrás celos!

—¡Sé puntual!

—¡Abstente de la ira, de la irritación y de las emociones de condenación!

—¡Perdona las ofensas y las injusticias cometidas contra ti!

—¡No desees el mal incluso a las personas malas!

—Lao Tsé escribió: «¡A los buenos, yo les hago el bien! ¡A los malos, yo también les deseo el bien!» [2,8,12]. ¡Esta es la verdadera bienquerencia! ¡Deseemos sinceramente el bien a todos los seres, incluyendo los animales y las plantas!

—¡Busquemos ayudar a todos en todo lo bueno!

—¡No deseemos algo para nosotros mismos si esto va en detrimento de otro u otros!

—¡Tratemos a los demás amistosamente, con respeto!

—¡La modestia es una cualidad importante ante Dios!

—¡Rechacemos los pensamientos de la propia superioridad sobre los demás!

—¡En las situaciones en las que sea oportuno, seamos cariñosos, tiernos y solícitos!

—¡Debemos preocuparnos del bienestar del otro o de los otros más que del propio bienestar!

—¡Debemos liberarnos de todo tipo de violencia, incluyendo sus diversas formas tales como la molestia (la repetición de los propios pedidos y solicitudes), la imposición a los demás de la música que a uno le gusta, la imposición a los demás de la presencia de uno, el silbar o canturrear las melodías a menos que nos lo hayan pedido especialmente!

—¡Tratemos de evitar reprochar a cualquier persona!

—¡Tratemos de no afligir a nadie con nada!

—¡Busquemos evitar los conflictos a excepción de los casos en los cuales tenemos que proteger a los inocentemente ofendidos! ¡Prestemos atención al hecho de que Jesús nos enseñaba —en lo que concierne a nuestras relaciones con otras personas— a evitar los conflictos y a formar un carácter no conflictivo! [2,8,10,14]

—¡Liberémonos de cualquier grosería en nuestros pensamientos, emociones, palabras y actos! ¡Renunciemos, entre otras cosas, al uso de las palabras groseras! ¡Pues con nuestros estados groseros no solamente hacemos daño a los demás, sino también a nosotros mismos alejándonos del Creador!

—¡Antes de hacer cualquier cosa, reflexionemos sobre si podemos causar daño a alguien con esto!

—¡El no causar daño injustificado con los propios pensamientos, actos, palabras y emociones es una de las reglas más importantes de la vida religiosa!

—¡Tratemos de experimentarnos como los participantes del Proceso universal de la Evolución, la Evolución de la Conciencia Divina! ¡Ayudemos, dentro de nuestras posibilidades, a esta Conciencia en este Proceso! ¡Esforcémonos por vivir para Ella, y no para nosotros mismos! ¡Así reemplazaremos gradualmente el propio egocentrismo con la sensación del Teocentrismo!

—¡Seamos enérgicos en la realización de los asuntos útiles manteniendo al mismo tiempo la tranquilidad interior!

Es necesario estudiar lo que Jesús, Lao Tsé, Krishna, Babaji de Haidakhan, Sathya Sai y otros Grandes Maestros dijeron sobre este tema [1-2,8-9,11-14,17-26 y otros].