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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
Capítulo Once: Amor Terrenal y Amor Divino
 

Leyenda de Rada y Alexey/Capítulo Once: Amor Terrenal y Amor Divino


Capítulo Once:
Amor Terrenal y Amor Divino

Todo en la vida de Alexey podría estar ahora bien, rebosante de felicidad… Excepto, aquí estaba el amor por Rada…

¡Su actitud hacia ella era tan sublime!

¡Al principio, Alexey ni siquiera entendía que este amor era real, profundo!

¡Rada era tan hermosa! ¡Pestañas gruesas, ojos claros!… ¡A veces se volvían azules, como el cielo! O a veces —traían a otros paz y los sumergían en silencio—…

¡Qué radiante y entusiasta era su mirada, con la que —sólo estando cerca— ella podía abrazar con amabilidad y calma!

¡Nunca antes pensó Alexey que una persona podría ser como ella! En su opinión, ¡la posibilidad de la existencia de tal Belleza, Pureza, y Santidad podría considerarse sólo en relación con el mundo Celestial, Divino, invisible e incognoscible!

¡Ella le dio a Alexey la oportunidad de percibir mas completa y brillantemente el Mundo Divino!

¡Esto era lo más importante ahora en su vida!

Pero… él no pudo evitar darse cuenta de lo que estaba sucediendo con ellos… El toque ocasional de las puntas de sus dedos, el toque de un mechón de cabello, o una mirada a los ojos del otro —¡eran suficientes para hacer que Alexey se inundara con el mar de la ternura—! Su amor por ella se hizo inmenso —¡como el mar—! ¡Fue la felicidad de dos almas fusionadas en una unidad asombrosa!

Alexey se daba cuenta de que el amor puede existir no sólo por Dios, sino también por Rada. ¡Y este amor no puede ser extinguido, no puede ser arrancado del corazón!

Alexey no sabía cómo debía comportarse ahora… Él —un monje— ¿cómo atreverse a romper un voto?

Alexey decidió ser enseñado más por ella, pero no se permitió pensar en el «amor terrenal». Comenzó a evitar las miradas y los toques… Trató de prohibirse lo que podría ser tan natural para el hombre…

No le contó a Rada sobre todas estas experiencias. Pero ella siempre supo todos sus pensamientos y emociones. Y —ella trató de no apurarse—.

Rada también se había enamorado de Alexey desde su primer encuentro. Ella vio y entendió todo lo que estaba sucediendo en los pensamientos y emociones de su amado. Y —esperó pacientemente—.

Ella aprendió a barrer esas emociones suyas que podrían traer sufrimiento por lo incompleto de su relación.

Aprendió a estar agradecida por la felicidad que el destino ya le había dado. «Lo veré de nuevo, lo abrazaré con el alma, estaré cerca, ¡lo ayudaré!»

* * *

Pero las prohibiciones internas detuvieron a Alexey. No sabía cómo vivir con esto…

¡Tan fuerte y hermoso fue el fuego de amor por Rada que él no era libre de extinguir esta llama, esta lámpara brillante en el alma!

Se volvió hacia Jesús y Le pidió ayuda:

—¡Mi Señor, ya no puedo resistirme a lo que me ha sobrellenado!

»¡Siento claramente que este amor por Rada fortalece mi amor por Ti! Y así que, ¿por qué entonces debería tratar de dejarlo? Pero, ¿cómo se puede hacer esto? ¿Nunca volver a verla? ¡Pero entonces esas Alturas Celestiales no se me abrirán! Me refiero a esas Alturas, que Rada enseña, y a las que aspiro a elevarme a través del alma —¡a acercarme a Ti—!

»¿Es esta mi debilidad? ¿Es mi pecado? Pero… ¡¿cómo puede ser un pecado — ver tal resplandor de almas enamoradas—?!

… Jesús respondió:

—¡En vano atormentas tanto a Rada como a ti mismo! ¿Por qué la privas a ella y a ti mismo de la felicidad que les estoy enviando?

—He hecho el voto de un monje, ¡hice un juramento! ¿Cómo puedo romperlo?

—¡Todas esas “reglas” y ritos son inventados por personas, no por Dios! ¡Ya sabes esto!

—Sí… ¡Pero hice mi voto por mi cuenta y esa fue mi propia elección! ¡Nadie me obligó!…

—¡El amor es un regalo de Dios al hombre! ¡Aprendiendo a amar a su prójimo, el hombre aprende a amar a Dios!

»En tales relaciones íntimas entre un hombre y una mujer, quienes se aman, —¡no hay pecado—! ¡Esta cercanía enseña la Gran Ternura y la habilidad de fusionarse a través de las almas! Es más difícil aprender el Amor de Dios en su plenitud y la Fusión con el Creador —¡sin conocer el amor terrenal—!

»Ahora yo, ante Quien hiciste el voto monástico, —¡te libero de este voto—! ¡Llama a Rada! ¡Yo Mismo bendeciré su unión!

No había necesidad de llamar a Rada. Ella se acercó —tranquilamente, suavemente— y se paró junto a ellos…

Jesús los declaró marido y mujer.

* * *

Éxtasis por la fusión de cuerpos y almas… ¡Felicidad! ¡Esto no había estado en sus vidas todavía!

¡Tal felicidad no podía caber en sus cuerpos y se vertió, cubriendo la amplitud del espacio alrededor! Fue —¡como si gotas de rocío de sol volaran—! ¡Y en cada una de esas gotas ardía el resplandor del Amor Divino!

¡Era un mundo de alegría y felicidad —simple y hermoso—, así como todo estaba en la Creación Divina en su prístina Pureza y Armonía!

¡La felicidad fue tan grande tanto en el cielo sobre sus cuerpos, como en la Tierra bajo sus pies, y en toda la belleza alrededor!

… Nada externo había cambiado. El sol y el cielo eran los mismos que ayer y anteayer… Se podría decir lo mismo del lago y de la orilla arenosa, y el gorjeo de los pájaros, y la fragancia de las flores. ¡Pero todo esto parecía haberse transformado de una manera increíble!

… Se bañaron, y entonces volvieron sus cuerpos desnudos con gotas de agua sobre ellos —a los rayos del sol—.

Luego, ¡Rada comenzó a dar vueltas en un baile increíble! ¡Fue un baile de gratitud hacia Dios por el maravilloso e increíble regalo que les fue presentado por el Padre-Creador y Jesús!

Dios llenó todo el espacio circundante con Su Luz y Amor: rayos de sol, reflejos en la superficie del agua, follaje en los árboles, hojas de hierba, flores… ¡Y la misma Luz fluyó en los cuerpos de Rada y Alexey, abrazando desde todos lados —tanto a ella, como a Alexey, y a todo lo que estaba alrededor—!…

Él trató de poner en palabras lo que estaba sintiendo:

—¡Qué increíble es! ¡Y la gente podría vivir así! Para esto, no se necesitan condiciones especiales —para que, así, con Dios—, ¡uno pueda fusionarse en amor y armonía!

»¿Es este el paraíso?

… Rada sonrió con ternura:

—Probablemente…

»Existe en el universo el poder del amor-atracción. Usualmente, las personas tienen sus primeros contactos con esta energía, cuando surge entre ellos una atracción mutua y un deseo de unidad, para la creación de una familia y el nacimiento de hijos.

»Pero, si esta conexión se reduce sólo a los placeres de la carne, entonces esas personas se empobrecen a sí mismas…

»Todo lo que es inherente de la carne, permanece en el mundo terrenal, cuando las almas lo dejan. ¡Pero el amor desarrollado —permanece en la vida eterna de las almas—!

»¡El amor entre un hombre y una mujer —puede ser hermoso—! ¡Fue concebido así por el Creador! Enseña a fusionarse y disolverse —¡al igual que la belleza natural también—!

»Todas las personas, que viven en la Tierra, tienen la oportunidad de experimentar la alegría de estar en tales estados —¡y de desarrollarse a través de estos—!

»Jesús también tuvo una amada… Su nombre era María Magdalena. Ella era Su discípula.

»¡Y Jesús nunca dijo que el amor entre un hombre y una mujer es un pecado!

»La lujuria es un vicio. La lujuria es el deseo de un ser humano de poseer lo que se desea a toda costa…

»¡El amor es una entrega mutua de felicidad, dicha, ternura, y cuidado! Al dar y aceptar —¡una persona puede dominar el estado más bello del alma—! ¡Este es un modelo del amor del alma hacia Dios! A través de esto — crece la capacidad para comprender a los demás, y para vivir en reciprocidad y unidad—…

Alexey luego vio el rostro de María Magdalena en los destellos de la Luz. Cabello castaño grueso, ojos marrones, manos tiernas… Jesús también estaba presente. Pero ahora María estaba hablando. Ella dijo:

—Ahora estoy con Jesús. A través del amor a Él —¡todo fue transformado en el alma—! ¡A través de eso —me acerqué al Padre Celestial—!

»¡Un amor así no termina con la muerte de los cuerpos! En el Gran Océano de Dios —¡puedes estar por siempre con Aquellos a Quienes amas—!

»¡El verdadero amor entre un hombre y una mujer es hermoso y puro! Debe transformar vidas humanas y acercar a la Perfección.

»Pero la gente ha convertido esta emoción tan hermosa, que surge entre las almas, —a través de sus malos pensamientos y “reglas”— en lo “prohibido” y “pecaminoso”…

»¡Cuántas personas cometen pecados, que son creados como en secreto!… Y que entonces —como gusanos— roen el alma… Este estado de culpa y pecaminosidad eternas se vuelve cada vez más y más persistente…

»Sólo la purificación del alma de los vicios hace posible deshacerse de esos grilletes, y comenzar la nueva vida pura —¡ante Dios—!

»Sucede que, cuando uno no está realmente limpio, —este se cree honesto y justo—…

»Y también sucede que las opiniones de la gente son falsas sobre los pecados…

»Viviendo tanto con miedo como melancolía, en la lucha contra otras personas por poseer lo que se desea —¡muchísimas almas olvidan cómo sentir los matices sutiles del amor, la dicha, la ternura, y el cariño—! ¡Son como si fueran ciegos y sordos, sólo ven oscuridad alrededor! ¡Es como si tales almas fueran paralizadas y no pudieran moverse bajo el peso de sus vicios y crueldad! ¡Como si con un muro impenetrable, la gente se bloqueara a sí misma de Dios! Esto fue, lo que yo era, antes de conocer a Jesús…

»¡Y Jesús les devolvió a las almas ciegas la capacidad de ver, a los sordos —la capacidad de escuchar—, a los paralizados —la capacidad de curarse a sí mismos y avanzar hacia la Luz—!

»¡El despertar principal del alma es la capacidad de amar desinteresadamente! Y muchos de los que han sido despertados así, querrán entonces conocer el Amor Celestial…

»¡Dos seres humanos quienes se aman mutuamente son como dos recipientes, de los cuales el agua, que estaba en ellos, se combinó en una! Antes, había dos recipientes separados —¡y ahora existe un nuevo estado de las almas, que ya no puede encajar en los límites anteriores—!

»Así también, el Alma perfecta fluye hacia adentro el Creador. Es como un pequeño recipiente que vierte sus aguas y —a través de esto— ¡se convierte en Parte del Océano!

»De esta manera, muchos de Sus Devotos Se vertieron en este Océano Divino —como Almas Transformadas y Perfectas— y como resultado de esto se multiplicó el Reino Celestial.

»De esta manera, Jesús también una vez se había convertido en Uno con el Padre Celestial. Y después —Él vino a la Tierra— como el Hijo, Quien es Uno con Dios-el-Padre, —para recordar a las personas que esto es posible, ¡y que sólo por esto viven ellos en la Tierra—!

»En esta Unidad —¡existe una Felicidad superior—, que puede ser conocida por las almas!

»El mundo de la Creación fue creado por Dios para que las personas puedan conocer todo esto y crecer y desarrollarse a través de esto —¡hasta la Fusión con el Amor Divino—!

»¡Cómo Nos gustaría —devolverles la capacidad de vivir en armonía con Dios y con Su Creación—! Entonces —con sólo un poco más—, ¡uno podría sumergirse en las Profundidades! Allí —se abre el Mundo Sin Fin—, el Océano Infinito, donde sólo existe el Creador —¡Uno en la Multitud—, Quien representa por Sí Mismo el Gran Amor, Sabiduría, Omnipresencia, y Omnipotencia!

»Cuando un alma abre para sí misma la vida en el amor del corazón —¡entonces el Camino del crecimiento hacia el Estado de la Divinidad se revela ante esta—! ¡Este es el Camino a la Unidad con el Divino y Total-Creando Todo-Creador Poder!

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