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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
¿Por qué observar los Mandamientos de Jesús el Cristo?
 

Vladimir Antonov

¿Por qué observar
los Mandamientos de Jesús el Cristo?

Dr. Vladimir Antonov

Traducido del ruso al español
por Anton Teplyy

Correctores de traducción:
Nicolas Nessi y Micaela Rossi






Jesús vagabundeaba sanando y predicando a Dios en un ambiente humano que Le era hostil. Luego padeció las burlas y el maltrato de personas agresivas y poco desarrolladas en su evolución y recibió la muerte en la cruz.

¡Él no hizo todo esto para que la gente Le rindiera culto, sino para enseñar a las personas a vivir una vida llena del gran significado, es decir, una vida colmada de la participación armoniosa y activa en el Proceso de la Evolución de la Conciencia Divina!

En los últimos años, he oído muchas veces la opinión de que los Mandamientos de Jesús el Cristo se volvieron anticuados y que, por lo tanto, puede prescindirse de ellos.

¡Lamentablemente, en la actualidad predomina esta opinión! ¡La gente está convencida de que para salvarse del infierno, es suficiente sólo con creer que Jesús era el Cristo, participar en los ritos «de salvación» y repetir siempre las mismas oraciones acompañándolas con los movimientos prescritos del cuerpo! ¡Ellos no se esfuerzan por estudiar y observar las Enseñanzas de Jesús!

Él, en cambio, enseñaba a perdonar, a no exigir aquello que nos fue quitado, ser humildes, ser pacíficos en vez de ser belicosos y agresivos, no irritarnos, no condenar a los demás, no ansiar los valores terrenales, no apegarnos a los objetos mundanos, incluyendo a otras personas, reaccionar con amor a las diversas barbaridades de las personas poco desarrolladas, ser solícitos y tiernos en las relaciones con nuestros prójimos y así sucesivamente [1 y otros].

Pero ¿por qué debemos evitar los conflictos, perdonar a todos, no vengarnos y ser sumisos ante los ofensores en vez de luchar contra ellos? ¿Por qué debemos aprender a no alzarnos sobre los demás, sino, por el contrario, ser humildes y no ofendernos?

¿Acaso no sería más apropiado castigar a los malvados para que «no lo vuelvan a hacer la próxima vez»? ¡Pues esto incluso les podría ser muy provechoso!

Sin embargo, Jesús enseñó todo esto para que aquellas personas que siguieran Sus Enseñanzas pudieran realizar el Plan de Dios para nosotros.

Este Plan consiste en que, evitando hacernos más groseros debido a las emociones conflictivas y, por el contrario, haciéndonos más sutiles gradualmente, obtengamos la posibilidad de unirnos, siendo Almas perfectas, con el Creador. ¡Lleguen a ser «perfectos, así como Su Padre Celestial es perfecto», enseñaba Jesús! (Mateo 5:48)

Las emociones negativas hacen que nosotros, como conciencias, nos volvamos más groseros y también provocan la contaminación de nuestros cuerpos con las bioenergías groseras. Esta es, entre otras, una de las causas de nuestras enfermedades. Además, esto nos aleja de la Meta Final de nuestra existencia y contribuye a que las desgracias ocurran en nuestros destinos.

Como vemos, una gran cantidad de personas, incluyendo a aquellas que se consideran cristianos, no saben nada sobre el significado de sus vidas en la Tierra ni sobre para qué Jesús nos regaló Sus Mandamientos.

Pues se puede comprender esto siempre y cuando uno acepte las Enseñanzas de Dios en su integridad y totalidad.

* * *

Hemos examinado muchas veces que el perfeccionamiento espiritual de cada uno de nosotros incluye tres componentes estrechamente relacionados: el componente ético, el componente intelectual y el componente psicoenergético. Todos éstos son necesarios, pero siempre se debe empezar por el primero.

Hay que comprender muy bien todo esto tomando en cuenta además que los Espíritus Santos y las almas no encarnadas, las que se encuentran en diferentes niveles de su evolución y las que están bajo el control de los Mismos Espíritus Santos, observan constantemente el desarrollo de cada uno de nosotros. Todos ellos toman en consideración tanto nuestros logros como nuestros errores éticamente importantes y, dependiendo de esto, los Espíritus Santos forman nuestros destinos.

Dios está directamente interesado en nuestro perfeccionamiento, por eso Él incorpora en nuestros destinos diversas situaciones educativas, las que pueden ser tanto agradables como desagradables para nosotros.

Entonces, cuanto más esmeradamente observemos Sus Enseñanzas, más alegría y felicidad recibiremos y menos pruebas desagradables tendrán lugar en nuestras vidas.

Así es como predeterminamos nuestros destinos, los cuales son realizados luego por Dios.

Cabe mencionar también que nuestros destinos son formados y cambiados constantemente por nosotros mismos. Las causas que los hacen cambiar son nuestras decisiones éticamente importantes, tanto las correctas como las incorrectas. (Las predicciones astrológicas no tienen nada que ver en este caso).

Si recordamos esto permanentemente, podemos aumentar en un grado considerable la cantidad de felicidad en nuestras vidas y disminuir la cantidad de dolor.

Muchos lectores, probablemente, ya han empezado a preguntarse: ¿en qué consisten entonces estas Enseñanzas de Dios? y ¿dónde se puede encontrar la información clara y fácilmente entendible sobre esto?

Respondo que todos nuestros libros, entre otros materiales, están dedicados exactamente a este propósito.

* * *

Ahora examinemos algunos aspectos psicoenergéticos de nuestro desarrollo.

Éste consta de la refinación de la conciencia y de su crecimiento cuantitativo subsiguiente.

La refinación se logra inicialmente a través de la corrección de la propia esfera emocional, lo que implica deshacerse de las emociones groseras y cultivar, en cambio, las sutilísimas. Para ayudar a aprender esto, fue creado el sistema de los métodos de autorregulación psíquica que permite cumplir esta tarea en el plazo más corto posible [3 y otros].

Gracias a la obtención del debido nivel de refinación de la conciencia, el practicante empieza a percibir a los Espíritus Santos directamente con los órganos de percepción del alma, y no del cuerpo.

Con todo, esto es simplemente el comienzo de la comunicación directa con Dios. Luego el practicante puede alcanzar el estado en el cual Dios —en Sus diversas Manifestaciones— se vuelve más real que los objetos del mundo de la materia. Tal persona «se muda» gradualmente del mundo material al mundo donde habitan el Creador y los Espíritus Santos, y cabe mencionar que su conducta entre las personas encarnadas sigue siendo totalmente adecuada, lo que le distingue de los fingidores y los dementes.

Por supuesto, tal «mudanza» no sucede como resultado de una «iluminación instantánea», tal como se describe en algunos cuentos pseudoespirituales poco confiables, sino gracias al trabajo perseverante de muchos años sobre uno mismo. A saber, es necesario crecer como corazón espiritual, llegar a ser grande, aprender a vivir, pensar y actuar lejos del propio cuerpo material y a unirse en el Amor con los Espíritus Santos y con la Conciencia Primordial en Su Totalidad.

* * *

Quiero llamar su atención sobre un hecho importante: nosotros, como conciencias desarrolladas, podemos entrar y luego establecernos sólo en aquellos estratos del espacio multidimensional que se corresponden con la energía dentro de nuestros cuerpos. Desde un cuerpo que contiene energías groseras no es posible entrar en los estratos puros y sutiles de la multidimensionalidad.

También es importante saber que, después de que nuestros Maestros Divinos —los Espíritus Santos— nos muestran el siguiente (según su nivel de sutileza) estrato del Absoluto multidimensional, debemos aprender no solamente a entrar allí, sino también a dimanar de este estrato y entrar en los propios cuerpos realizando en éstos la limpieza pertinente y otras transformaciones de refinación.

Sólo después de cumplirlo podemos esperar establecernos en los siguientes —aún más sutiles— estratos del Absoluto.

Les doy unos ejemplos. Ejercicios muy simples tales como «Dar», «Despertarse» y «Pranava» [3] permiten conocer a los Espíritus Santos sin distinguir Su individualidad, es decir, sin entender Quién de Ellos se comunica con nosotros en ese momento.

Sin embargo, gracias a las técnicas mencionadas (desde luego, a condición de llevar además un estilo de vida éticamente puro), logramos purificar las energías de nuestros cuerpos hasta el nivel en el cual podemos empezar gradualmente a comunicarnos con los Espíritus Santos concretos, lo que se realiza, entre otras maneras, dentro de Sus Mahadobles [4,5].

Los años subsiguientes del aprendizaje con Ellos permiten conocer progresivamente la gradación de Sus estados que va desde la Luz Divina hasta el Fuego Divino de diferentes grados de intensidad, incluyendo «La Blancura Deslumbrante del Fuego» [6].

Explico que los Espíritus Santos se presentan ante Sus discípulos encarnados principiantes como la Luz Divina (y no como el Fuego Divino) para que les sea más fácil percibirlos.

Luego Ellos guían —mediante Sus estados y consejos— a los practicantes espirituales exitosos al conocimiento de estados cada vez más sutiles, incluyendo aquellos en los que permanecen los Espíritus Santos al salir de la Morada de la Conciencia Primordial.

Ellos también enseñan a convertirse en aquel Fuego Divino «deslumbrante» con El Cual se pueden crear y transformar los objetos del plano material.

De manera semejante el practicante llega a conocer la Morada del Creador, en la cual el Unido Nosotros de todos los Espíritus Santos permanece en la Tranquilidad (o Calma) Divina [7].

Así pues, cada vez que conozcamos algo nuevo en este Camino, debemos transformar nuestros cuerpos respectivamente.

* * *

Espero haber logrado convencer a mis lectores de que tiene sentido —a causa de nuestro amor por Dios, es decir, a causa de Él, y también a causa de nuestro propio bienestar— estudiar y cumplir los Mandamientos de Jesús el Cristo. Éstos nos exhortan a no hacer daño, sino, por el contrario, a ayudar a los demás y nos explican cómo construir nuestras relaciones con Dios y cómo perfeccionarnos de la mejor manera.

Literatura recomendada

1. Antonov V.V. — Las Enseñanzas originales de Jesús el Cristo. «New Atlanteans», 2013.

2. Antonov V.V. — Obras clásicas de la filosofía espiritual y la actualidad. «New Atlanteans», 2010

3. Antonov V.V. — Ecopsicología. «New Atlanteans», 2010.

4. Antonov V.V. — Conferencias en el bosque sobre el Yoga Más Alto. «New Atlanteans», 2008 (en ruso e inglés).

5. Tatiana M. — Al otro lado del mundo material. «New Atlanteans», 2012.

6. Antonov V.V. (redactor) — Corazón espiritual. Camino hacia el Creador (poemas-meditaciones y Revelaciones). «New Atlanteans», 2008 (en ruso).

7. Antonov V.V. — Anatomía de Dios. «New Atlanteans», 2010.


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