Dios-Centrismo/¡Busca el Tesoro bajo la Pirámide! ¡Busca el Tesoro bajo la Pirámide!«Escuchen y entiendan: la Llama es la Fuente de todas las cosas; ¡todo lo que existe es Su manifestación!» «…¡Mantengan sus pensamientos en unir la Luz con su cuerpo humano!» «¡La Luz es la Fuente de toda vida; ¡nada puede existir jamás sin la Gran Luz!» «Sepan que la Luz es la esencia de cualquier objeto material». «Sepan que todo el espacio está lleno de mundos dentro de mundos». «Profundamente bajo la imagen de la Pirámide, Mi secreto se encuentra. Busquen y encuéntrenlo en la Pirámide que he creado». «¡Sigan esta clave que les dejé! ¡Busquen —y la puerta a la Verdadera Vida será suya—! Búsquenla en Mi Pirámide, en lo más profundo de ella, y en el Muro*». «¡Repito que es a través de la Pirámide, que he creado, que encontrarán el camino secreto a la Verdadera Vida!» Así, entre otras formas, Thoth-el-Atlante [8] describió en la antigüedad el Camino espiritual ofrecido por Dios a las personas encarnadas. Después de leer estas líneas, los ateos sugirieron excavar la arena bajo las pirámides de piedra de Egipto… Sin embargo, Thoth-el-Atlante —el Representante del Primordial— habló de algo completamente diferente; es decir, Él habló de Dios en el Aspecto del Creador Quien es el Tesoro verdadero para las personas. Ya he explicado muchas veces sobre la estructura del Absoluto [3,8,13-16,18-25, et al.], pero ahora trataré de exponer este conocimiento desde otro punto de vista, es decir, desde el comienzo del proceso de creación de nuestro planeta. Hay dos estados básicos, en los que reside Dios en el Aspecto del Creador: estos son la calma y la actividad. El primero de ellos se caracteriza por la más tierna Transparencia (Maestros Divinos tales como Huang Di, Lao Tse, Elisabeth Haich, el Apóstol Felipe, Bartolomé, Emil, y algunos Otros prefieren estar en este estado, y Ellos enseñan cómo dominarlo). El segundo estado se caracteriza por un resplandor activo, que puede tener diferentes manifestaciones y varía de Luz a —Fuego Divino—. Este último es muy tierno, acariciador, y no quema a las personas justas. Espero que mis lectores entiendan que Dios en el Aspecto del Creador (la Conciencia Primordial) no es una personalidad, sino el Unido Nosotros de Todos Aquellos Quienes han alcanzado la Perfección a lo largo de toda la historia de la existencia de Dios. Ellos viven disolviéndose y fusionándose con Ellos Mismos. Por eso es correcto decir que Dios en el Aspecto del Absoluto y en el Aspecto de la Conciencia Primordial es Uno para todo el universo. Sin embargo, también existen Manifestaciones personales de Dios. Ellos son los Espíritus Santos, Quienes pueden obrar desde el Unido Nosotros por algún tiempo. Los Maestros Divinos Perfectos encarnados son también Manifestaciones personales de Dios. Pueden ser llamados Mesías, Avatares o Cristos en diferentes lenguajes humanos. Naturalmente, la creación de nuestro planeta no ocurrió en pocos días calendario, sino en épocas grandiosas (si los miramos desde nuestra posición humana). Comenzó desde el Ardiente —es decir, Creativo— estado de Dios. Para ser más preciso, el proceso de la creación fue confiado a un Espíritu Santo Quien se llama a Sí Mismo — Adler—. Aparte de los relatos de los acontecimientos por Adler sobre este proceso, podemos encontrar referencias a esto en el Tao Te Ching y en el Bhagavad Gita [8,10,17]. En vías de comprender el mecanismo de la creación de la Tierra, es necesario aceptar el conocimiento sobre la multidimensionalidad real del espacio. Estos no son universos materiales insertados uno dentro de otro, como algunas personas sueñan, sino macro volúmenes de energía o estratos espaciales, que difieren por sus niveles de sutileza-densidad y sutileza-grosería. En relación a esto, podemos hablar de los vectores que traspasan estos estratos: uno de ellos va desde el Creador —hasta la materia densa—, y otro desde el Creador —hasta el infierno—. Adler nos mostró (y todos aquellos quienes aprendan a fusionarse con Él, pueden ser capaces de ver lo mismo) cómo Él —desde Su Infinitud Ardiente— sacó afuera una especie de «brote», que estaba compuesto de un estado de energía ligeramente más denso. Este «brote» comenzó entonces a cubrirse con capas más densas con la ayuda de la sustancia del eón del protoprakriti [3,13,19-24, et al.]. Después de esto, durante mucho tiempo ocurrieron reacciones termonucleares dentro del globo terrenal que se formó. Así, todos los elementos conocidos de la materia fueron creados. Más tarde, aparecieron continentes y océanos, así como cuerpos orgánicos, los cuales gradualmente evolucionaron —bajo la supervisión de Dios— y que fueron necesarios para la encarnación de las almas en ellos. Queda claro que la conglomeración multidimensional descrita es una sola estructura, una Parte del Macro Ser Uno llamado el Absoluto. (Ver las declaraciones de Pitágoras sobre este tema en [8,52,61]). Su base es el Fuego Divino. Una cosa más: basta con que el Creador «extinga» Su Fuego en alguna pequeña o gran parte de la Creación —y esta parte del mundo material desaparece—, su desmaterialización tiene lugar. … ¿Qué es un ser humano y qué es la totalidad de todos los organismos encarnados? ¿Cuál es el significado de nuestra existencia común? ¿Por qué el Creador comenzó todo esto? La respuesta es bastante simple: la evolución de las unidades de conciencia o almas tiene lugar en los cuerpos de todos los seres, incluyendo nuestros cuerpos. Su significado es que aquellos Humanos Quienes alcanzaron la Perfección después de numerosas encarnaciones exitosas en los cuerpos de plantas, animales y seres humanos, —fluyen hacia el Creador, enriqueciéndolo con Ellos Mismos—. También es importante entender que el proceso de desarrollo evolutivo puede ocurrir sólo en el estado encarnado, porque un cuerpo material es una especie de «fábrica» que convierte la energía que sale del alimento material habitual —en energía para las almas en crecimiento—. Ahora, el camino evolutivo que cada alma tiene que recorrer para alcanzar la Perfección —se hace bien evidente—. Si «comprimimos» esta información a un grado significativo, podemos decir que este es el camino de una persona hasta su transformación personal en el Fuego Divino y la Fusión con Él. ¿Cómo es posible lograr esto? Todos deben entender que su desarrollo es observado —¡en cada momento!— por los Espíritus Santos. Si uno no está listo ética o intelectualmente para acercarse a este Objetivo, los Espíritus Santos lo privan de tal posibilidad. Si esta persona está preparada, Le dan indicios sobre cómo desarrollarse a sí mismo según la línea psico-energética del desarrollo [15-16,18-20]. … Así, la creación de nuestro planeta comenzó desde su centro, desde su núcleo. Es por eso que una de las posibilidades de conocer prácticamente al Creador es «sumergirse», como una conciencia, en Él a través del núcleo de la Tierra. (Permítanme mencionar que las profecías, recibidas por Helena Roerich, hablan de lo mismo [8,15]). Obviamente, no hablamos aquí del componente material del núcleo, sino del núcleo en sus componentes más sutiles de la multidimensionalidad. Es muy difícil aprender esto y toma mucho tiempo. En particular, uno tiene que convertirse en una conciencia poderosa, pero este poder depende del tamaño de la conciencia, en primer lugar. Para obtener el poder de la conciencia, es necesario que todas las principales estructuras de energía, ubicadas dentro del cuerpo, estén en buen estado. Estas estructuras son chakras, dantianes y meridianos principales [13,21]. Nos lo enseñaron Babaji de Haidakhan, Jesús, Yogananda, Sathya Sai Baba, Yamamuto, Lao, Han, Dama Danesa Gott, Dama-Sufi, Yasin, Vasilyok, Ushastik, Borovik y Su Divina Madre, Assyris, Radek Volynsky, y Rada. La técnica más eficaz para el crecimiento de la conciencia es su expansión sobre espacios abiertos como mares, estepas y desiertos, así como desde las cumbres de las montañas. Aprendimos esto principalmente de Maestros Divinos tales como Adler, Pitágoras, Konstantinos, Larisa, Thoth-el-Atlante, Ngomo, Odín, Sathya Sai Baba, Babaji de Haidakhan, Krishna, Águila, Yamamuto, Kayr, Helena Sabashnikova, Kurgan-Bashi, Sacral, Ptahhotep, Juanito, Lada, Boris, Manuel, Eremey, Yasin, Bogatyr, Gigante, Luchador, Sofía, Thya, Hajji Bei Murat, Kim, Lorenz Byron, Konrad Lorenz, Sufi el Gran Maestro del Sufismo, Sulia [8,25,46,51,53-56,59-62]. Pídanles ayuda —y Ellos alegremente ayudarán a todos los que se lo merecen—. Es muy importante resaltar que una conciencia individual puede crecer exitosamente sólo en el fondo de su refinamiento progresivo, alineándose hacia la semejanza con los Maestros Divinos. El intento de crecer uno mismo sobre el trasfondo de estados opuestos como conciencia significa programarse uno mismo a moverse lejos del Creador. Este es uno de los graves errores típicos cometidos por buscadores espirituales que perdieron su camino. Uno de los métodos meditativos que contribuyen al avance en esta etapa del desarrollo es «los saltos al abismo Ardiente». Otro método, que uno necesita dominar simultáneamente, es la transformación de uno mismo como conciencia en Luz y Fuego a través de la meditación llamada «Sol Divino» o «Sol de Dios» [8]. Adler, Jesús, Surya, Kayr, Sarkar, Assyris, Nikifor, Yamamata y Odín [8,51,53,62] nos ayudaron mucho a dominar esto. Es posible dominar estas meditaciones sólo si el practicante ya ha aprendido a ser un corazón espiritual desarrollado. Además, necesita llevar a cabo la purificación de la bioenergía de su cuerpo a tal grado que el cuerpo se vea completamente transparente en el interior, si uno le mira con la ayuda de la clarividencia desde los lados de todos los segmentos. Tal pureza se logra a través de los métodos presentados en [13,21] y en nuestros otros libros y filmaciones. Las meditaciones con «los saltos al abismo» y con el «Sol Divino» se practican y dominan en sitios de poder especiales: lugares de trabajo de los Maestros Divinos —Espíritus Santos—. Cabe señalar que Carlos Castaneda describió inadecuadamente «los saltos al abismo» en sus famosos libros. Esto sucedió porque no logró, a pesar de todos sus esfuerzos, transformarse a sí mismo en un corazón espiritual desarrollado. Lo que describió en relación con tales «saltos» —no era más que sus fantasías místicas—. Este método nos fue enseñado en diferentes lugares de poder por Kayr, Yamamata, Yogashira, Sathya Sai Baba, Nikifor, Adler, Thoth-El-Atlante, Águila, Eaglestform, Emil, Radomir, Yasin, Volhva, Sulia, Juan Matus y Genaro [8]. Espero que mis lectores no lleguen a la conclusión de que tales «saltos» se realizan con un cuerpo material o que el «abismo» está lleno de fuego material. ¡No, esto no es así! El practicante, como una conciencia (sin cuerpo) «salta a un abismo». La parte principal de tal conciencia es el corazón espiritual desarrollado. El Fuego Divino y el fuego material tienen sólo similitud visual. Las siguientes etapas del trabajo en esta dirección son las meditaciones que pueden ser llamadas en conjunto «Pirámide». Estas son «Pirámide» en sí, «Volcán», «Cono», y «Templo». En contraste con el «Abismo», estas estructuras meditativas tienen un espacio horizontal cerrado dentro de ellas (el cual, sin embargo, puede ser expandido por el practicante). Es por eso que tales meditaciones «piramidales» ayudan efectivamente al practicante (como una conciencia) a estabilizarse en una cierta cantidad de espacio. Esto, a su vez, asegura el crecimiento consecutivo del tamaño de la conciencia. La base, desde la cual sale la «Pirámide», es el Océano del Fuego Divino, y la «Pirámide» crea una entrada fácil-de-usar en este Fuego. Por lo tanto, este Océano se vuelve accesible. Y lo único que uno necesita hacer es aprender a vivir en la Fusión con el Océano Divino y luego a actuar desde Él. Adler, Thoth-El-Atlante, Pitágoras, Cairo, Rossi, Águila, y Khem nos enseñaron estos métodos de la manera más brillante. * * * Esta es una breve exposición de todo el Camino desde el estado de un ser humano —hasta el Creador—. Pueden encontrar más detalles sobre esto en nuestros otros libros y filmaciones. Todas las personas son muy diferentes desde el punto de vista de los procesos de su desarrollo evolutivo. No todo el mundo, que desea esto, será capaz de recorrer todo el Camino en los años previsibles. Sólo unos pocos serán exitosos. Por eso, si alguien tiene dudas o si no está haciendo ningún progreso, es mejor no tener prisa. Para esta persona —por ahora— no es necesario esforzarse por ¡«saltar al abismo»! Es mejor elegir en este caso una manera de servir a Dios que sea adecuada a sus deseos y posibilidades [6-8,11,13-14,18,20,23-24,61]. También pueden purificarse éticamente y en términos de bioenergía, ¡crecer como un corazón espiritual, y desarrollar los brazos de tal corazón, de modo que se hagan enormes, amorosos y tiernos! ¡Entonces será mucho más fácil avanzar más —desde las etapas que ya han dominado—! ¡Les deseo éxito a todos ustedes!
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