Anatomía de Dios/¡Estén atentos! ¡Estén atentos!En el libro [13] hemos hablado, entre otras cosas, de las tergiversaciones de las Enseñanzas de Dios hechas por las personas. Esto pasaba antes y pasa ahora. Actualmente una de las causas para tales tergiversaciones es la incompetencia de los traductores. De esta manera fueron tergiversados y cambiados, hasta quedar casi irreconocibles, los textos del Bhagavad-Gita y del Tao Te Ching. Hoy podemos observar lo mismo en las traducciones de algunos de los libros de Sathya Sai (o libros sobre Él). Por lo tanto, desgraciadamente, tenemos que pedir a los lectores que tengan prudencia al leer estos libros, especialmente en lo que se refiere a los términos especiales.* Por ejemplo, algunos traductores, muy distantes de la facultad de percibir aquello que a veces expone Sathya Sai, tradujeron la palabra buddhi como «razón» o «intelecto», los que, según ellos, son opuestos a la mente (o manas). Así, en cierto sentido, resultaba lógico (desde el punto de vista externo): ¡unos tienen una mente pequeña, pero pueden desarrollar una gran razón, un intelecto! ¡Sin embargo, tal error de traducción descarta totalmente la importancia metodológica tanto del desarrollo del buddhi como del buddhi yoga entero! ¿Y qué beneficio puede obtener el lector para su desarrollo leyendo sobre la contraposición entre la mente y la razón? ¡Ninguna! No obstante, muchos pensarán orgullosamente pavoneándose ante ellos mismos: «¡Yo tengo una razón, un intelecto, mientras que estos, desdichados…!». También se han derivado consecuencias graves de la traducción incorrecta de la palabra Atman. Este término textualmente significa «no oscuridad», es decir, la Esencia de cada ser humano Que resplandece con la Luz Divina y Que puede ser conocida por él o ella para que luego esta persona pueda unirse con el Paramatman (la Conciencia Primordial o el Creador). Sin embargo, algunos traductores, quienes no tenían ni siquiera una leve idea de los escalones más altos de la metodología del perfeccionamiento espiritual, en lugar de, por lo menos, dejar sin traducir este término incomprendido por ellos (es decir, escribir simplemente Atman) empezaron a traducir esta palabra al inglés como Self. Quienes luego trataban de traducir esta palabra del inglés al ruso llegaron al absurdo traduciéndola como el «Ego». ¡Resultaba que Dios Mismo nos sugiere desarrollar el Ego! ¡Hurra! ¡En otras palabras, la traducción resultaba ser opuesta, ya que en ruso la palabra ego se relaciona con una autoevaluación muy exagerada, con la arrogancia y con la tenencia de un «yo» inferior «inflado»! ¡Pero Dios nos enseña lo opuesto, esto es, a eliminar el ego en uno mismo! ¡Es una condición indispensable para el conocimiento del propio Atman y para cualquier progreso en el Camino espiritual! Quienes hicieron y publicaron aquellas traducciones ignorantes pensaron, según parece, que estaban haciendo un bien, ¡pero esto dio por resultado una tergiversación completa de las Enseñanzas de Dios! Así pues no es sorprendente que muchas personas razonables, después de leer estos textos alterados, con perplejidad hayan dado las espaldas a tales «Enseñanzas», calificándolas como pertenecientes a una secta absurda y perjudicial. En sánscrito existe el término viveka, que es la facultad de discernir entre la verdad y la mentira. Ramakrishna llamó a uno de sus discípulos Vivekananda, es decir, una Persona Extática Que ha aprendido la viveka. En el Camino hacia el Éxtasis Supremo Que se experimenta en la Unión con la Conciencia Primordial, ¡es indispensable aprender la viveka! ¡Les deseo éxito a todos!
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