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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
La undécima parábola: Lecciones acerca del logro de la Inmortalidad
 

Parábolas de Lao Tsé/La undécima parábola: Lecciones acerca del logro de la Inmortalidad


La undécima parábola:
Lecciones acerca del logro
de la Inmortalidad

Ese día Lao Tsé hizo un largo viaje en su burrito por los senderos de montaña. A menudo, en las laderas empinadas, él se bajaba y caminaba. Así ellos subieron muy alto y luego, agotados, escogieron un lugar para pasar la noche.

El burrito comenzó su cena de hierba fresca, mientras que Lao Tsé reunió algunas ramas secas y, habiendo encendido un pequeño fuego, se puso a contemplarlo.

Huang Di también estaba contemplando este fuego…

Los recuerdos vivos de la vida pasada otra vez desplazaron la realidad de aquel momento…

* * *

Huang Di y Sus discípulos estaban en la cima de una montaña. El cielo nocturno, lleno de estrellas los abrazaba desde todos lados. No había viento. ¡Había sólo silencio y tranquilidad!

A pesar de esto, hacía frío.

¡Huang Di extendió Su mano y un enorme fuego ardió! ¡Era extraordinariamente hermoso! Las lenguas de este fuego parecían estar bailando una danza especial y las chispas volaban al cielo nocturno como hilos ardientes, desde los cuales las estrellas de fuego caían y caían en el espacio de la noche…

Los discípulos se calentaron. ¡Estaban contemplando el fuego, el cual les fascinaba con su belleza!

Huang Di comenzó a hablar en la transparente quietud de la noche. Su suave y profunda voz unía a los que escuchaban, al Que hablaba y lo dicho en uno solo. El entendimiento penetraba en las almas al paso que sonaban las palabras.

—¡Recuerden este fuego! ¡Para ustedes será suficiente sólo recordar esta imagen para que luego, sin importar la situación, puedan experimentarme!

»Así como el interminable cielo estrellado sobre el mundo entero puede siempre hacerles acordar de Mi existencia, de la misma manera este fuego les permitirá acordarse de Mí y del Gran e Infinito Poder de Tao, El Cual, así como Tao Mismo, está por todas partes, debajo de todas las manifestaciones del mundo material. Este Poder es Mi Fuego Creador.

»Ustedes deben acostumbrarse a ver y a reconocer las diversas Manifestaciones de Tao en todas las cosas que se encuentren en su Camino. Tao es el invisible Sostenedor de todo lo que existe. Las personas vienen a la Tierra, nacen y se van, dejando sus cuerpos que han cumplido su propósito; en cambio, Tao siempre existe al otro lado del mundo material.

»¡Si uno ha conocido a Tao, las dudas ya no lo enredan!

»El Sabio Que ha conocido a Tao puede servir a las personas representando el ideal que ellas pueden tratar de alcanzar. El Sabio muestra con el ejemplo de Su vida cómo es posible traer orden y tranquilidad al mundo donde reinan las discordias y el odio y cómo mantener y multiplicar el amor y la pureza en medio de este caos. ¡El Sabio puede hacerlo porque mantiene la Unidad con Tao!

»Los Sabios Que han conocido a Tao pueden mostrar el Camino a los demás.

»¡Con Sus obras Ellos contribuyen al proceso del perfeccionamiento de todo y de todos!

»Ellos desembocan en el Océano de Tao y enriquecen Su Infinidad Consigo Mismos.

»Ellos obtienen la Gran Tranquilidad de Tao y pueden dimanar de Ésta con el fin de llevar a cabo grandes obras.

»Cada cosa o acontecimiento tiene su significado. Los Sabios contribuyen a que las cosas encuentren el mejor lugar y que las acciones ocurran a su debido tiempo.

»¡Tao es Omnipresente y Aquellos Inmortales Que han alcanzado la Unidad con Tao son omnipresentes también!

»Es posible obtener la Inmortalidad, pero no es concedida por medio de Mis milagros. ¡Un trabajo duro, y no milagroso en absoluto, debe preceder a la obtención de grandes logros y facultades!

»Quien está conociendo a Tao se perfecciona ejercitándose en la meditación día tras día, año tras año. Como resultado, tal persona puede alcanzar el estado de un Inmortal.

»Se puede decir que la vida en un cuerpo es la causa de la muerte. No obstante, quien ha muerto o, más exactamente, ha dejado su cuerpo, sabe que esto no es el final, sino el comienzo de la otra vida, la vida sin un cuerpo. Tal vida puede durar siglos, pero el estado en el que esto ocurre puede variar enormemente. El alma mantiene aquel nivel de sutileza o grosería al cual estaba acostumbrada durante la vida en su cuerpo.

»Aquellos que están aprendiendo a meditar, siguiendo el Camino hacia Lo Sutilísimo, también llegan a conocer la vida sin un cuerpo. Dejando sus cuerpos durante la meditación, ellos no mueren, sino que llegan a conocer cómo es la vida de una conciencia que está libre de lo material. Regresando a sus cuerpos después de esto, ellos guardan la memoria de lo Celestial y aprenden a mantener y a desarrollar sus relaciones con Te y Tao.

»Un alma fuerte y desarrollada puede salir fácilmente de su cuerpo cuando lo quiere, dejando sólo una pequeña parte de sí misma en éste. En tal caso, el cuerpo puede seguir caminando, estar sentado o acostado, o reaccionar adecuadamente a lo que ocurre a su alrededor.

»Si actuamos de esta manera, nada malo puede ocurrir con el cuerpo, como lo cuentan las historias sobre los Inmortales. Tal cuerpo no puede ser comido por animales o enterrado por pastores o campesinos que lo han encontrado accidentalmente.

Huang Di propuso a Sus discípulos que comenzaran a llenar sus cuerpos con Su Fuego Creador:

—Llenen todos los chakras y meridianos con este Fuego. ¡Que sus cuerpos y conciencias se conviertan en Éste!

»Cada uno de ustedes puede llenar con esta Llama tanto el cuerpo entero como sus pequeños detalles en particular.

Después de algunos esfuerzos, los cuerpos y capullos de los discípulos se llenaron con el Fuego Divino, y un poco más profundo que esta Gran Llama, ellos percibieron —como la Tranquilidad Transparente, Viva, Profundísima e Ilimitada— el Océano de Tao.

Huang Di ayudó a Sus discípulos a entrar en Éste por un tiempo.

Lao Tsé escuchó las palabras de Huang Di que, como le pareció, estaban dirigidas sólo a él:

—Mientras todo lo superfluo en ti no sea quemado por el Fuego Divino y mientras exista aquel que entra y se convierte en tal Fuego, esto será solamente una meditación de entrenamiento.

»En cambio, cuando aquel que hace esta meditación desaparezca, quedará sólo la verdadera Existencia Unida de todos los Te en la Infinidad de Tao.

Lao Tsé se sumergió en la Ilimitada Tranquilidad de Tao y se disolvió en Ésta.

Huang Di continuó:

—Nosotros, como almas, podemos vivir sumergidos en la Llama de Te o en la Tranquilidad Transparente de Tao.

»¡Entremos en la Tranquilidad Transparente todos juntos! Ahora tratemos de observar nuestros cuerpos desde allí y vamos a empezar a llenar los chakras y meridianos con el estado de Tao.

»A través de esto, pueden comenzar a aprender a controlar sus cuerpos desde Tao, reemplazando gradualmente aquella parte de la conciencia que ustedes han dejado allí para controlar el cuerpo.

»¡Además, comparándose con esta Transparencia de Tao, podrán ver claramente todas sus energías de la conciencia que no son idénticas todavía a lo Sutilísimo!

—¿Cuántos años tomará este trabajo? —preguntó uno de los discípulos.

—Aproximadamente cien años, no menos, y para los vagos, aún más. Por eso no todos los practicantes viven hasta la inmortalidad de sus cuerpos materiales —bromeó Huang Di—. Con todo, lo más importante es la Inmortalidad del alma que obtiene propiedades y cualidades de Tao y Te.

»¡Sólo los Te muy grandes pueden desaparecer totalmente en Tao y luego manifestarse de nuevo en la Creación!

»¡La Transparencia de Tao es totalmente invulnerable a cualquier influencia negativa! ¡Así que aprendan a ser transparentes!

»Es posible lograr esto rotando la energía de la conciencia por la órbita microcósmica, técnica que ya les enseñé. Así pueden expulsar del cuerpo todo lo que difiere de la Transparente Tranquilidad de Tao para que sólo Tao esté en el cuerpo.

»¡Recuerden este momento! ¡Ahora ustedes permanecen en el estado de los Te Que existen en la Unión con Tao! ¡Están “saboreando” la Inmortalidad!

»¡No obstante, en el futuro deberán aprender todo esto gradualmente por ustedes mismos!

»¡Que ahora las Profundidades más profundas sean para ustedes el único mundo que perciben! ¡Escuchen y experimenten aquí, en el Océano de la Transparente Tranquilidad! ¡Desde aquí ustedes podrán percibir si alguien desde la Tierra les llama para que le ayuden! ¡Podrán aparecer delante de las personas encarnadas como Almas parecidas a unas Montañas de Luz-Fuego Que se elevan desde el Océano de Tao!

»Luego les enseñaré cómo pueden trasladarse así junto con sus cuerpos.

»Recuerden también que nuestra meta no es enseñar a las personas a creer en milagros. Ya hay suficientes escritores de historietas en las cuales los inmortales pueden hacer lo que quieran. Este es el sueño de muchos: poder satisfacer cualquiera de sus caprichos y deseos.

»¡Sin embargo, aquel que sirve a Tao, nunca satisface sus propios deseos! ¡Para esta persona sólo los Deseos de Tao y Te son la guía para la acción!

»El verdadero taoísta ni siquiera intentará salvar su propio cuerpo de la muerte si esta no es la Voluntad de Tao. Tal taoísta simplemente aceptará, permaneciendo en gran tranquilidad, la muerte de su cuerpo y se unirá, como Alma, con Tao en la Morada universal de todos los Perfectos.

»Después de haber abandonado Sus cuerpos desgastados, los Te sirven a Tao y a las personas dando consejos, controlando el curso de los destinos y mostrando Sus Divinas Apariencias para poder contactarse con los buscadores encarnados de Tao.

* * *

Lao Tsé se encontró de nuevo sentado cerca del pequeño fuego. Su burrito blanco estaba a su lado comiendo hierba tranquilamente.

Ahora para Lao Tsé ya era fácil mantenerse por largo tiempo en el Gran Océano de la Transparencia de Tao.

Huang Di continuó la conversación, como si ésta no hubiera sido interrumpida por el intervalo entre las vidas de Lao Tsé:

—Continuemos la lección que no terminamos en tu vida previa.

»Te hablaré un poco más acerca de tal Unión con Tao que se llama el logro de la Inmortalidad.

»Al comienzo, el alma alcanza la Gran Unidad con Tao. Dejando en la Tierra su cuerpo material durante la meditación o para siempre, tal practicante espiritual se une fácilmente con el Ilimitado Océano de Tao.

»No obstante, como ya lo he dicho, también es posible hacer que el cuerpo sea inmortal. Esto requiere que el practicante haga nuevos grandes esfuerzos y viva durante mucho tiempo en la Unión con Tao. ¡En este caso, su cuerpo se convierte en un maravilloso vaso que está siempre lleno de Tao!

»¡Esta es la Fortuna que realmente vale la pena obtener!

»Un cuerpo humano ordinario es frágil y sujeto a todas las posibles influencias. Se lo puede dañar fácilmente, se hace viejo y luego muere.

»Pero puedes crear un cuerpo inmortal, lleno de la Inmortalidad de Tao. Este cuerpo lleva a Tao dentro de sí, y Tao manifiesta fácilmente Su Poder a través de tal cuerpo. No está sujeto al envejecimiento ni a las enfermedades y puede ser disuelto y recreado con facilidad.

»Sí, es posible vivir en la Unión profunda con Tao y al mismo tiempo tener un cuerpo material.

»Viviendo de esta manera, se puede estudiar sin esfuerzo el mecanismo de la creación de cualquiera de las formas a partir de lo sin forma* y a la inversa, el mecanismo de la disolución de las formas en lo sin forma. En este caso, podrás participar con el Poder de Tao en estos procesos.

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