Cuentos del abuelo Vanya/Cuento acerca del gorro de invisibilidad Cuento acerca del gorro de invisibilidadA Anechka le gustaba jugar al escondite con el abuelo Vanya, pero su juego era peculiar, no era como el que Anechka jugaba con otros niños. La habitación del abuelo Vanya era pequeña, así que no había lugar para esconderse. En ese cuarto había una cama grande, un armario, dos sillas y un sofá. Fue en ese sofá en que ella siempre se escondía. ¡Ella simplemente cerraba sus ojos con las palmas de sus manos, se acostaba sobre su barriga, y se quedaba muy quieta! En ese momento, el abuelo Vanya empezaba a contar hasta cinco y entonces empezaba a buscar a Anechka. El tocaba el vestido de Anechka y decía: —¿Qué es esto? Probablemente mi Akulina dejó su ropa aquí. Después de eso él iba alrededor de la habitación por un largo tiempo como si estuviese buscando donde podría estar escondida Anechka. ¡Él lo hacía en esa forma tan interesante! Él decía en voz alta que no encontraba a Anechka ni en el armario ni bajo la mesa. Y Anechka trataba con todas sus fuerzas de no reír antes de tiempo, incluso respiraba muy calladamente. Entonces el abuelo Vanya decía: —¡Me rindo! Después de estas palabras, Anechka, brillando de alegría saltaba encima del sofá y decía: —¡Aquí estoy! ¡Anechka de hecho se sentía invisible, así que este juego era muy divertido y mágico para ella! Era como si ella adquiría la habilidad de desaparecer del mundo habitual, el cual es visible para todos y se volviera transparente como el aire, y luego aparecer en este mundo otra vez. Un día, cuando Anechka creció un poquito, ella dijo después de jugar: —¡Sería maravilloso ser capaz de desaparecer y aparecer cuando uno quisiera! —¿Para qué necesitarías ser capaz de hacerlo Anechka? —preguntó el abuelo Vanya. Y ellos empezaron a discutir las razones por las cuales la habilidad de ser invisible podría ser útil para las personas. Bien, ¡en definitiva puede ser útil para más que solo jugar al escondite con otros niños de modo que siempre puedas ganar! ¡Ganar siempre seria aburrido! ¿Así que, para que más podría ser utilizado entonces? Resultó de esta discusión que la habilidad de ser invisible no es muy útil en la sociedad moderna. Anechka incluso se molestó. Entonces el abuelo Vanya preguntó: —¿Quieres que te cuente el cuento de hadas acerca del gorro de invisibilidad? —¡Seguro! ¡Me encantaría! —exclamó Anechka emocionada y se puso cómoda en el sofá. —¡Bien, entonces escucha! —dijo el abuelo Vanya, con una sonrisa bajo su gris bigote. Él empezó su historia: —Erase una vez en que vivía el gorro de invisibilidad. El vivió por un muy largo tiempo y ayudó a un gran número de héroes a ganar sus batallas con dragones, a liberar princesas del cautiverio de malvados hechiceros y a lograr otras hazañas heroicas. »Pero los tiempos cambiaron y los héroes y bogatyrs* desaparecieron. »Así que, un día, el gorro de invisibilidad se encontró en un mostrador en un museo acerca del modo de vida de la antigüedad. ¡Yacía dentro del mostrador de vidrio y las personas lo llamaban una “exhibición” y se sorprendían por su bello bordado que consistía en un hilo de oro y patrones intrincados! ¡Sin embargo, nadie sabía que era mágico! »¡Era aburrido vivir de esta manera para el gorro de invisibilidad! ¡¿Qué clase de vida tiene si lo único que hace es yacer de costado?! »Así que, el gorro empezó a pensar acerca de cómo podría cambiar esa monótona vida. »Debe decirse que, puesto que el gorro de invisibilidad era mágico, podía pensar como un humano. ¡Oh sí! ¡Vivió en tantas cabezas sabias diferentes por tantos años que se volvió sabio! »Ocurrió que algunos ladrones fueron a ese museo. Ellos robaron diferentes exhibiciones doradas antiguas y tomaron al gorro de invisibilidad también. ¡Ellos pensaron que lo podrían vender por un muy buen precio, pues era antiguo y tenía patrones bordados con un hilo de oro! »La cantidad de cosas que uno de los ladrones trataba de sostener con sus manos era tan grande que decidió poner el gorro en su cabeza. »Se vio en el espejo y no pudo verse. »¡Inmediatamente comprendió lo afortunado que era, pues es muy conveniente robar cuando nadie puede verte! »Así que comenzó a cometer robos astutos uno tras otro. »¡Todo esto disgustó al gorro! »”¡En el pasado ayude a héroes y bogatyrs, y ahora mira donde estoy! ¡Sirviendo a un ladrón! ¡Habría sido mejor quedarme en el mostrador que era como un ataúd de cristal, que sufrir tal desgracia!” —pensó el gorro de invisibilidad. »¡Se sentía enfermo de los pensamientos del ladrón en cuya cabeza tenía que pasar cada noche! Así que, un día, cuando el ladrón estaba robando en una gran tienda, hizo todo lo posible y quedó enganchado en un estante y cató al suelo. »El ladrón no lo notó y continuó haciendo su trabajo pecaminoso como si fuese invisible. ¡Sin embargo, ahora todos alrededor podían ver sus acciones! »¡Así que el ladrón fue capturado de inmediato! »El gorro de invisibilidad fue arrestado con él, pero nadie sabía acerca de sus propiedades mágicas… »Ahora yacía en la oficina del detective como una prueba… »Llegó el otoño y la habitación se puso fría. Hubo una corriente de aire entrando de una ventana… »Así que el detective se colocó el gorro en su cabeza y desapareció instantáneamente. »El no era estúpido. El entendía como esta invisibilidad podía ayudarlo con su trabajo. »El comenzó a atrapar a los criminales con gran habilidad. »Al principio, el gorro de invisibilidad estaba feliz acerca de este cambio en su vida pensando: “¡Aunque mi nuevo dueño no es un bogatyr, el hace un trabajo útil y yo lo ayudo en esto!”. »Sin embargo, más tarde se volvió tan aburrido espiar a los criminales que decidió cambiar su trabajo de alguna manera. »Un día estaban en un hospital en donde el detective fue a examinar un testigo. Le dieron una toga blanca y le dijeron que dejara al gorro y otras prendas en un guardarropa. »¡Ahí fue cuando el gorro de invisibilidad encontró su forma de caer desde el perchero! Y lo hizo tan afortunadamente que se metió en una de las bolsas que eran traídas a los niños enfermos por sus padres. El hospital estaba bajo cuarentena así que incluso los padres no tenían permitido visitar a sus hijos en ese momento. »Así, se encontró entre varias cosas, incluyendo comida, que los padres de un niño enfermo habían traído para él. »Ese niño, sin embargo, no quería comer nada por su enfermedad. Ni siquiera vio dentro de la bolsa. »Estaba tendido y pensando acerca de cómo esconderse del doctor que pronto vendría a ponerle una dolorosa inyección. »Y el gorro de invisibilidad podría entender fácilmente diferentes pensamientos. Pues los pensamientos existen en el mundo que es invisible a los ojos ordinarios, ¡y el gorro de invisibilidad conocía muy bien este mundo invisible! »Así que el gorro fácilmente comprendió lo que el niño enfermo estaba pensando y realmente quería saltar fuera de la bolsa y decir: “¡Aquí estoy! ¡Ponme en tu cabeza ahora!”. »En ese momento el niño notó algo extraordinario entre las naranjas y manzanas de la bolsa. El agarró el gorro de invisibilidad maravillado y se lo puso. »El doctor entró en la sala pero no encontró al niño enfermo. ¡El pánico se esparció por todo el hospital! Enfermeras y asistentes comenzaron a correr y a buscarlo. »Él, por otra parte, regocijado de que el doctor no lo había encontrado, se levantó y empezó a caminar a través de los corredores del hospital. ¡Él tenía muchas ganas de volver a casa, porque extrañaba a su madre y a su padre! »Sin embargo, pronto se sintió mal por su enfermedad y cayó de agotamiento. El gorro de invisibilidad hizo su mejor esfuerzo para caer de la cabeza del niño para que así pudiese ser encontrado lo más pronto posible. »Pensó: “¡Yo causé tal desastre! ¿Qué debería hacer para beneficiar a las personas? ¡Aún no lo sé!” »Desde ese momento, el niño dejó de ponerse el gorro y en vez de eso empezó a hablar afectivamente con él, como con un amigo. Le contó de sus sufrimientos y resentimientos en contra de su muy infeliz vida en el hospital, acerca de sus miedos. Pero el gorro solo guardó silencio y lo escuchó. Estaba pensando acerca de cómo podría ayudar al niño en su desgracia. »El niño preguntó una vez al gorro: »—¿Eres mágico, cierto? ¿Puedes hacer algo de manera que mi enfermedad deje de verme para siempre? »El gorro de invisibilidad empezó a pensar acerca de eso. »¡Comenzó a observar como una sombra oscura se acercaba al cuerpo del niño en el mundo que era invisible a los ojos de las personas ordinarias, lo atacó y se metió en su cuerpo! Ahí fue cuando él se sintió mal. »Sin embargo, el gorro no sabía cómo expulsar a esta sombra. »El niño empezó a poner el gorro debajo de su almohada para sentirse menos solo y asustado por las noches. »¡Así que el gorro decidió mostrarle sueños mágicos de cuentos de hadas para consolar a su nuevo amigo! »En estos sueños el niño era fuerte, valiente y saludable, y tenía diferentes aventuras interesantes. El luchaba contra el mal y lo derrotaba en cada uno de sus sueños. Él tomaba decisiones correctas y bondadosas y siempre las seguía. Nunca se asustó y nunca lloró, sino que era similar a los bogatyrs a quienes el gorro de invisibilidad ayudaba antes. »¡Después de cada uno de tales sueños el niño se despertaba más fortalecido y lleno de energía! »¡Y él quería volverse la persona que era en sueños! ¡Así que empezó a probar lo mejor de sí! ¡Incluso comenzó a soportar sin miedo dolorosas inyecciones para recuperarse antes! »Poco a poco, todas las energías oscuras desaparecieron completamente de su cuerpo. »Y cuando la sombra maligna volvió para fortalecer la enfermedad, no pudo ver al niño. »¡El gorro de invisibilidad pudo vencer a la enfermedad del niño, la cual todos consideraban incurable! »¡Todos los doctores estaban muy sorprendidos! Y el niño fue dado de alta del hospital pronto. »Antes de ser dado de alta, el niño le dio el gorro de invisibilidad a una niña enferma que estaba en la habitación contigua y le contó como este gorro mágico le ayudo a recuperarse. »El gorro de invisibilidad comenzó a pensar mágicos cuentos de hadas también para esa niña de manera que se sintiera saludable, fuerte, hermosa, amable y tierna. »La enfermedad también se debilitó y luego pasó completamente, porque la niña cambió internamente y dio lo mejor de sí para recuperarse. »A partir de ese momento comenzaron recuperaciones mágicas en ese hospital. »¡Los doctores estaban sorprendidos por lo que estaba ocurriendo! Y los niños se pasaban el gorro entre sí. »Ahora una cosa aun molestaba al gorro: ¡Él no tenía tiempo suficiente para ayudarlos a todos! ¡Pues había muchos niños enfermos en ese hospital! »Sucedió que un pequeño niño que tenía el gorro de invisibilidad debajo de su almohada y al cual el gorro mostraba sueños mágicos, le contó al doctor acerca de ello. »Éste doctor era un hombre serio, ¡e incluso cuando él no creía en un mundo invisible y mágico, los hechos de las recuperaciones eran reales! »Así que tomó al gorro y comenzaron a estudiarlo con la ayuda de diferentes dispositivos. Cortaron su tejido para diversos análisis, sacaron sus hilos… »¡Pero sorpresivamente ese doctor no se lo puso ni siquiera una vez! ¡Si se lo hubiese puesto el gorro habría sido capaz, probablemente, de susurrarle acerca de lo que había aprendido durante su larga vida, es decir, que además de sanar al cuerpo, es necesario ayudar al alma a vencer a la enfermedad! ¡El gorro y el doctor habrían sido capaces de hacerlo mejor juntos! Pero no… »¡Al gorro de invisibilidad no le gustaban mucho todos estos procedimientos! ¡Ya no estaba joven y encima de eso arrancaron su revestimiento y lo empaparon con diferentes sustancias! »Casi se decepcionó con la medicina convencional, aunque entendió que no habría sido capaz de vencer por sí mismo las enfermedades de los niños sin la medicación y los diferentes tratamientos. »¡Sin embargo, el gorro fue de nuevo afortunado! El doctor se lo entregó a un escritor que fue tratado en ese hospital. »El también le contó acerca de las historias de la recuperación que tuvieron los niños, y agregó: »—¡Aquí hay una trama para un cuento! ¡Puedes escribir acerca de eso en tu tiempo libre! »¡El gorro de invisibilidad hizo una fuerte amistad con el escritor! »Él le contaba un cuento de hadas y él lo escribía y lo leía a todos los niños en la mañana. »¡Aquí que empezaron a vivir de esta manera! »A pesar de que muchos niños eran sanados en ese hospital, más de ellos llegaban enfermos todo el tiempo. »Un día un payaso, un joven voluntario, llegó al hospital para hacer felices a los niños. Él les mostró actuaciones divertidas y trató de animarlos. »El gorro de invisibilidad le dijo al escritor: »—¡Entrégame al payaso, por favor! »—¿Pero entonces como escribiré mis cuentos? »—Puedes escribir cuentos sanadores sin mí, porque has comprendido lo más importante: ¡las enfermedades no viven en donde el amor y la luz brillan en las almas! ¡Tales almas rápidamente se vuelven invisibles e invulnerables para cualquier enfermedad! »»¡Este joven y yo haremos magia verdadera! Después de todo, es necesario ayudar también a los niños saludables ¡De manera que ni sus cuerpos ni sus almas se enfermen! ¡Necesitamos ayudarlos a convertirse en verdaderos bogatyrs, y no en villanos! ¡Necesitamos hacer algo de manera que la verdadera magia vuelva a la vida de las personas en lugar de la magia de hadas! ¡Esto será verdadero trabajo para mí! »»¡Y este joven es una muy apropiada persona! ¡Porque incluso el más asombroso gorro mágico no puede hacer nada sin una persona sabia! ¡Solo tal persona puede transformar su vida y ayudar a otros a hacerlo también! »¡El escritor salió a un pasillo y vio al joven payaso fumando y casi llorando! ¡Una sonrisa de oreja a oreja estaba dibujada en su rostro con pintura de grasa, pero sus ojos estaban muy tristes! »El escritor le preguntó: »—Quieres ayudar a los niños, pero no sabes cómo, ¿cierto? »—¡Si, me encantaría ayudar! ¡Me siento tan mal por ellos que no puede evitar llorar! »»¿Sabes cómo ayudarlos? »—Sé algo, ¡pero necesitas dejar de fumar, amigo! ¡Así los niños respirarán menos suciedad! ¡Después de todo, algunos de ellos están enfermos, porque otras personas fuman cerca de ellos! »El joven payaso apagó su cigarro y lo lanzó a la papelera. »—¡Lo dejé! »—¿Para siempre? »—¡Para siempre! ¡Dime ahora como puedo ayudar a los niños! »—¡Tengo un regalo para ti! ¡Es el gorro de invisibilidad! »—¿Estás bromeando? »—¡No, no lo estoy! »El joven se quitó su gorro de pompón, se puso el gorro de invisibilidad, ¡y repentinamente desapareció! »Ahora solo el cuerpo del escritor se reflejaba en un espejo cercano. »—¡Hola! —dijo el gorro de invisibilidad a su nuevo amigo. »El escritor confirmó: »—¡Sí, puede hablar con las personas! ¡Y también puede leer tus pensamientos! ¡Te aconsejará inteligentemente! ¡Y lo más importante es que quiere aprender a ayudar mejor a las personas junto a ti! »»¡Me enseñó a escribir cuentos mágicos y prometió enseñarte muchas cosas! ¡Pienso que será muy útil para ti mostrar espectáculos mágicos a las personas y abrir habilidades mágicas en ellos! * * * El abuelo Vanya miró a su pequeña oyente y terminó: —Bien, Anechka, este es el fin. No sé qué ocurrió después. Esta vez Anechka escuchó a la historia hechizada. Incluso no interrumpió al abuelo Vanya con sus preguntas como era usual. Solo cuando la historia terminó, preguntó: —Abuelo, ¿esta es una historia verdadera o solo es un cuento de hadas? —En parte es un cuento de hadas y en parte es una historia verdadera. Aquel escritor me lo contó. Nos conocimos en ese hospital. El me prometió escribir un libro con cuentos de hadas del gorro de invisibilidad. »¡Pero los autores de cuentos de hadas son inventores más grandes que yo! ¡Así que tú eres quien necesita decidir dónde está la verdad y donde está la fantasía en esta historia! »La magia real no se trata de volverse invisible con la ayuda del gorro de invisibilidad o de volar en la alfombra mágica, ¡se trata de acciones maravillosas que brinden alegría y beneficio a las demás personas!
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