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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
Huang
 

Huang

Parábola sobre el Maestro llamado
Corazón Celestial

Un camino de mil millas

comienza con un solo paso.

Lao Tse


Hubo un maestro. Le llamaban Maestro Corazón Celestial. Fue llamado así porque Su corazón espiritual estaba conectado con el Infinito Tao y porque abrió para los dignos la puerta a la Morada de Tao.

Cuando Él caminaba, Tao estaba con Él y en Él.

Cuando Él se detenía, el pasaje al interior del Infinito Tao se abría en el lugar donde Él se hallaba.

Cuando Él estaba pensando, los Te* estaban allí e iluminaban Sus pensamientos.

Cuando Él se sumergía en la calma, se disolvía y desaparecía en el infinito Océano de Tao.

Cuando Él actuaba, los Grandes Te dirigían Sus acciones, y el Tao Primordial Le confería el poder para cumplirlas.

Fue así con cualquier actividad en la que participó. Y Él no malgastó Sus pensamientos, sino mantuvo la paz y el silencio en la mente, a fin de no interferir innecesariamente en aquello que ya estaba hecho. Así y todo, si Él participaba en la creación e implementación de un plan cualquiera, no había fuerza que pudiera evitar que ese plan se realizara.

Un sabio ve todas las conexiones entre las cosas y los acontecimientos en su unidad, y desde la calma de Tao. Y Él actúa sólo cuando Tao le insta a actuar.

Tal fue el Maestro Corazón Celestial.

Digo «fue» siguiendo la costumbre de la gente de nombrar como «existente» sólo lo que tiene lugar en el mundo material, y como «inexistente» lo que no está revestido con la cubierta material.

Pero para ser honesto, todo debería ser llamado viceversa.

Los Maestros Inmortales viven al otro lado de las cosas y fenómenos del denso mundo material. Pero esto no significa que Ellos no existan.

Pueden tener cuerpos o no tenerlos; ello no afecta a la Su conciencia de Su existencia ni a Su capacidad para actuar en cualquier lugar según sea necesario.

Maestro Corazón Celestial es uno de los Inmortales. Por tanto, Él siempre está en todas partes.

Acude a aquellos que realmente lo necesitan y están listos para aprender de los Maestros Inmortales.

Al mismo tiempo, Él siempre vive donde las cosas y los fenómenos del mundo material no tienen poder, donde la vanidad y los mundanos deseos no pueden perturbar la paz.

¿Dónde está ese lugar? ¡Está en la Infinitud de Tao!

Incluso ahora es posible escuchar las historias acerca de Sus hazañas pequeñas y grandes. Estas historias sobre la sabiduría permanecen en el mundo, donde la ignorancia y el trastorno imperan. Ellos ayudan a aquellos que viajan desde este mundo al conocimiento de Tao.

* * *

Un joven estaba buscando un Maestro Que pudiera ayudarle a entender el significado de la existencia humana en la Tierra y a conocer los misterios de Tao.

Oyó hablar del Maestro Corazón Celestial y decidió averiguar si era o no cierto lo que se decía de Él.

Y esto es lo que de Él decían: «Nunca tiene prisa y nunca se abalanza a ningún lugar. Permanece en un solo sitio toda Su vida, empero todo lo sabe acerca de todo. En todas partes Él se halla y actúa sólo cuando Tao Le pide actuar. Él camina, pero adentro permanece inmóvil. Habla, mientras mantiene el silencio interior. Su paz es transparente, y esto permite que la Grandeza de Tao se manifieste a través de Él».

El joven dio con la modesta casa del Maestro Corazón Celestial.

Le vio sentado junto a un estanque de lotos, inmerso en la Unidad con Tao.

No siendo capaz el joven de ver a Tao ni a Te, decidió así pues asegurarse de que tenía ante sí al verdadero Maestro.

Hasta Él se acercó y preguntó:

—Maestro, ¿puedes Tú equivocarte?

—¿Qué respuesta deseas que te dé?

»Si dijera: “No, ¡nunca me equivoco!”, adorarías Mis palabras y Mi cuerpo, en vez de trabajar tú mismo para lograr la Unión con Tao.

»Si dijera: “Sí, ¡puedo cometer un error!”, te atormentarías con dudas acerca de qué te podría enseñar y sobre Mi conocimiento de Tao, y entonces te irías en busca de otro maestro.

»Finalmente, voy a responderte lo siguiente: si Tao lo desea, puedo cometer un error. Pero será aquel error con el que Tao cumplirá Su plan.

»¿Es para ti suficiente?

»A fin de conocer la Fuente Primordial de todo, el Gran Tao, es indispensable tu aspiración a Tao, ¡y no las propiedades milagrosas de un maestro! ¡Tu éxito depende de tus esfuerzos personales! ¡Ni aun el Más Grande de los Inmortales puede hacer de un discípulo un Iluminado! ¡Habrás de trabajar tú mismo, transformando tu esencia!

»En primer lugar, es preciso dominar la paz de la mente, sumergiéndola en el corazón espiritual. ¡Entonces vivirás sin estar atormentado por las hordas de los pensamientos; no quedarás agobiado por las muchas cosas, y las series de los mundanos sucesos no te implicarán por demás, ni tampoco te esclavizarán!

»¡Despeja en tu corazón espiritual el espacio para Tao! ¡Este será el comienzo de la creación y crecimiento del Corazón Celestial!

»Quien ya ha aprendido a callar su mente y se ha convertido en el amor que se origina en el corazón espiritual obtiene la consecución primera: la vanidad de los pensamientos no desborda a esta persona, los salvajes estallidos de deseos no tienen ya efecto alguno, y el amor a todas las criaturas y a Tao conduce por la vida a este buscador.

»Si quieres, mañana podemos ir a las montañas para empezar a aprender…

—Maestro, ¿por qué tenemos que ir a las montañas si usted posee el poder de Tao y Te y puede traer las montañas hasta aquí?

—No querría molestar a otras criaturas al mover montañas por tu fútil deseo de ver un milagro o a causa de tu pereza que te impide hacer esfuerzos personales.

»Hay una manera más fácil: podemos empezar por mover nuestros cuerpos hacia esas montañas.

»Partiremos y verás cómo cada día las montañas se irán acercando a la vez que se reduce la distancia que de ellas nos separa.

»Lo mismo es con el Camino espiritual: no importa cuán grande sea el Maestro, ¡son Sus discípulos quienes deben recorrer la senda! Muchas veces recorrí este Camino junto a Mis discípulos, y no Me dará pereza recorrerlo contigo nuevamente.

»La Iluminación no es un regalo de un Maestro a un discípulo. Los discípulos deben adquirir la sabiduría, el amor y el poder en el Camino hacia Tao a través de su intenso trabajo e indómito coraje.

»¡Aprende a trabajar con diligencia y a recapitular lo que ya se hizo! ¡Ensarta las perlas de la sabiduría que te han sido dadas en el hilo que las conecta!

»Todo cuanto dominarás en este Camino podrá llegar a ser de tu propiedad sólo si aprendes a aplicar esta sabiduría en la vida de tu cuerpo y alma.»

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