English Español Français Deutsch Italiano Český Polski Русский Română Українська Português Eesti 中文 日本

Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
Los encuentros con Sathya Sai
 

Al otro lado del mundo material/Los encuentros con Sathya Sai


Los encuentros con Sathya Sai

En la tarde conversamos durante mucho tiempo con Anna. Yo trataba de aclarar todo y entender lo que era más importante y lo que no lo era tanto. Pedía consejos sobre mis padres, amigos y me atormentaba pensando en la tentación que me podría hacer desviar del Camino. Por ejemplo, ¿qué amor terrenal y pasajero sería capaz de eclipsar a Dios para mí? ¿Qué nidito cómodo o bienestar material podría dar la felicidad más grande que el Amor Eterno en la Unión con el Amado Principal? ¡Aquella Riqueza que obtuve se convirtió para mí en lo único por lo que quiero luchar ahora y vivir!

Anna me propuso que antes de mi partida, visitáramos al sitio de poder de Sathya Sai, que se encontraba cerca de su casa. Ella añadió que era Sathya Sai Quien cuidaba y supervisaba su casa y que otros Maestros, tales como Adler, Babaji o Kair, cuidaban y supervisaban las casas de otros miembros del grupo. Además, resultó que Sathya Sai Mismo estaba sentado cerca de nosotras escuchándonos.

¡Con alegría acepté aquella propuesta!

* * *

Bajo el solecito matutino, estábamos caminando por la ciudad.

Al llegar a la plaza, sentí que automáticamente subí como un Mahadoble. Nos acercamos al árbol cerca del cual uno podía experimentar a Sathya Sai más intensivamente. Yo, después de haber pasado por este lugar, de cabo a cabo, unas 15 veces, me disolví finalmente en el éxtasis. En aquella mañana no había mucha gente, pero aun así tratamos de no llamar la atención.

—Una vez —empezó a contar Anna— yo vi cómo Sathya Sai jugaba con los niños. Había caído una fuerte lluvia y los gusanos salieron al sendero en el parque. Sathya Sai tocaba los anahatas de los niños con Sus brazos, y ellos, inspirados, salvaban estos animales, transportándolos del sendero a la hierba.

Anna me propuso intentar llenar el Mahadoble de Sathya Sai, empezando desde Su Rostro, luego sumergirme, desde Su Anahata, en las profundidades de la multidimensionalidad y experimentar allí la infinitud del Creador.

Haciendo esta meditación, me mareé un poco. Anna dijo que era normal y que después yo aprendería a «bucear» más profundamente.

Caminamos más por la plaza y cerca del río. Anna me mostró dónde se encontraban los Mahadobles de Vladimir y de Adler. Pero con cada minuto se acercaba el momento de mi partida.

Los últimos 15 minutos pasamos sentadas en silencio en una banca.

Me voy.

¡Tantas cosas tengo que aprender, tantas que hacer! ¡Y qué maravilloso es vivir!

<<< >>>





Únete a nosotros:

PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
PDF
 
Página principalLibrosArtículosPelículasFotografíasSalvapantallasNuestros sitiosEnlacesQuiénes somosContacto