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Connaissance contemporaine au sujet de Dieu, de l'Évolution, et de la signification de la vie.
Méthodologie du développement spirituel.

 
Mis errores
 

Comment Dieu Peut-Il Être Connu/Mis errores


Mis errores

En ese tiempo en Moscú nos hacíamos llamar el Centro Vajrayana. Vajrayana significa Camino Recto, Camino Recto a Mahanirvana, a la Unión con el Creador.

La Escuela estaba creciendo en la forma de una pirámide que consistía de pisos de igual altura. Estos pisos representaban los cursos. En los pisos bajos había miles de estudiantes. Mientras más alto era el piso, menos estudiantes había en él. Todos tenían que tomar de nuestro conocimiento y métodos no más de lo que pudieran abarcar sin perjudicarse a sí mismos. Sólo unos pocos estudiantes podían alcanzar la cima de la pirámide. Y la cima también continuaba elevándose; la pirámide estaba creciendo.

Sin embargo, Dios no me dio estudiantes que fueran realmente maduros en el aspecto psicoenergético: tales personas maduras tenían que crear sus propias Escuelas-pirámides.

…Cada quien tiene su propia velocidad de avance por el Camino espiritual, la cual está predeterminada principalmente por los logros en las encarnaciones previas. Por consiguiente, cuando se sugiere a los estudiantes programas acelerados de aprendizaje de técnicas psicoenergéticas, uno debe tomar en consideración junto con su grado de aspiración al autodesarrollo y su nivel ético e intelectual, también su potencial formado en las encarnaciones pasadas. Este potencial puede ser evaluado tanto mirando la última encarnación del estudiante como por la cantidad de energía Kundalini del estudiante.

Yo tenía dos estudiantes sobresalientes en Moscú (sin tomar en cuenta a Galina Vaver, pues ella tenía su propio Centro). Nombré a uno de ellos como director del Centro, y al otro, como instructor senior.

Aunque ellos eran sin duda los mejores según los criterios intelectual y psicoenergético, el primero de ellos tenía rasgos de irresponsabilidad, egoísmo, falsedad e incluso robaba. También era capaz de calumniar, de traicionar a cualquiera, incluso a su propia esposa, no por algún gran propósito sino simplemente porque le era conveniente en alguna conversación… Cuando yo le señalaba sus actos reprensibles, su reacción típica «para el público» era la siguiente: «¡Mírenlo! ¡Cuán perversamente percibe todo! ¡Él saca conclusiones sólo de rumores! ¿Por qué no me pregunta primero?» Pero él sólo mentía y mentía…

Muchas veces le hice ver sus defectos, él se arrepentía, prometía reformarse, decía que ya se había reformado… De esta forma él creaba una impresión de sinceridad y por largo tiempo me engañó. Sus palabras de arrepentimiento también eran una mentira; él decidió que era más fácil vivir mintiendo…

Nuestras relaciones de trabajo eran de la siguiente manera. Por ejemplo, luego de discutir un plan para los eventos futuros en nuestro Centro y de que todos estuviéramos de acuerdo, yo decía:

—Ahora voy a irme por dos semanas. Y en ese tiempo tienes que hacer esto y lo otro. ¿De acuerdo?

—Sí.

Dos semanas más tarde:

—¿Lo hiciste?

—No.

—¡¿Por qué?!

—Me olvidé.

—…¡Toma, te doy un cuaderno! ¡Escribe aquí todas tus tareas! Escribe ahora: ¡hacer esto y lo otro! Regresaré en cuatro días. ¡Si no lo haces, nuestros planes fracasarán!

Cuatro días más tarde:

—¿Lo hiciste?

—No.

—…?

—Me olvidé.

—¡Pero lo escribiste en tu cuaderno!

—Me olvidé de mirar en el cuaderno…

…Aquí hay otro ejemplo. Él y el instructor senior vinieron a San Petersburgo para trabajar en los sitios de poder. En la mañana, yo tenía muchas cosas que hacer: cocinar el desayuno, darles de comer, preparar comida para nuestro viaje al bosque, ocuparme de que haya comida para nosotros cuando regresáramos del bosque, lavar los platos después del desayuno, barrer el piso, chequear que ellos tuvieran toda la ropa necesaria para el viaje, y muchas cosas más… en otras palabras, yo tenía muchos asuntos que atender, incluyendo no perder nuestro tren.

Y durante todo este tiempo, ellos estuvieron sentados en el sofá conversando. Para ser preciso, él estaba conversando, de manera repetitiva e impertinente, y ella estaba soportándolo. Esto continuó por una hora, mientras yo estaba preparando todo para nuestro viaje. De tiempo en tiempo yo les recordaba cuánto tiempo teníamos antes de salir…

Al fin dije:

—¡Ya es hora! ¡Vamos! ¿Han ido al baño?

—¡No! ¡Iremos ahora!

Como resultado, salimos apurados y casi perdimos nuestro tren…

Más tarde escuché la «profunda» conclusión de uno de ellos: «¡En qué agitación vive Vladimir!».

… Cuando un grupo de otros «mejores estudiantes» venía a verme desde Moscú, ellos se acababan en una semana mis reservas de comida para varios meses. Y cuando regresaban a Moscú me daban una pequeña funda de caramelos como muestra de «gratitud» por mi ayuda.

… En ese tiempo, yo no presté atención a esto; yo simplemente les daba mi conocimiento y todo lo que tenía porque los amaba… yo no comprendía que ellos no merecían tal amor… Como no veía alrededor de mí a nadie mejor que ellos, creí que con mi amor podía cambiarlos…

…Yo no era una persona que me fijara en el costo de lo que comían mis invitados. Por el contrario, yo siempre estaba feliz por el buen apetito de mis amigos, porque la energía de la comida es necesaria para el crecimiento de la conciencia de los estudiantes. Y esto era lo principal para mí: el servicio a la causa de la Evolución mediante el incremento de la energía sutil de la conciencia de todas las personas, en especial de aquellos que Dios me confiaba.

Pero… analizándolo ahora, veo lo siguiente: Dios a través del Bhagavad-Gita [20] sugirió la siguiente ley: aquel que recibe regalos y no da regalos a cambio es ciertamente un ladrón…

* * *

En una ocasión yo tuve que subir una escalera larga para llegar a una estación de tren cargando con una mochila pesada llena de libros sobre mi espalda y con una maleta con libros en mis manos… Sentí que iba a perder el conocimiento por el excesivo esfuerzo… Y ella estaba caminando cerca sin llevar nada, y viendo que yo estaba al límite de mis fuerzas… sólo me «alentó» diciendo:

—¡Vamos! ¡Vamos! ¡Sólo falta un poquito para llegar!

* * *

Intenté transformarla de una criatura de interiores con rinitis crónica y menstruaciones de tres semanas, en una guerrera espiritual; en el aspecto espiritual, antes de venir a mí ella estaba satisfecha sólo con el hecho de conocer a un pastor ortodoxo…

Ella se curó, pero no se convirtió en una guerrera espiritual.

Con su alta educación filosófica, ella fue capaz de enseñar exitosamente la parte metodológica de nuestro programa durante algún tiempo. Pero ella nunca adquirió la habilidad de luchar por el bien de otros, de oponerse a la maldad. Su habilidad para cuidar de otros era casi nula. Ella siempre huía del campo de batalla cuando se encontraba con una fuerza bruta. Por otro lado, ella trató de afirmarse a sí misma mediante caprichos frívolos en su relación conmigo.

… Una vez yo estaba guiando a un grupo de estudiantes por un sendero en el bosque hacia un sitio de poder. Ella se quejó:

—¡¿Por qué seguimos este sendero y no aquel otro?!

—Porque ese sendero ahora está cubierto con charcos. Llovió toda la noche. Conozco este lugar hace muchos años.

—¡No, no hay charcos!

—Bueno, vayamos y veamos…

Nos fuimos al segundo sendero y continuamos nuestra caminata a través de grandes y lodosos charcos…

Pero esto era una nadería. Mucho más importante era el hecho de que ella dejó de tomar en consideración mi opinión con respecto a enseñar a los estudiantes. Estábamos a punto de separarnos…

* * *

Boris Grebenschikov cantaba en una de sus canciones: «… Cuando decidí que no hay humanos entre los cerdos y los pescados…».

…En una ocasión en verano estábamos caminando por un sendero en el bosque junto a un río.

Ya habíamos tenido una ruptura en nuestras relaciones debido a que ella se había desviado de la metodología de enseñanza aceptada en nuestra Escuela. Ella quería tener muchos estudiantes, quería experimentar con las personas. Yo, juzgando por mi experiencia, entendí el peligro de sus intenciones e insistí en que mantuviera la metodología aceptada y probada a lo largo de los años.

Mis objeciones la irritaron, inflaron su deseo de contradecir.

Ella quiso caminar descalza y se sacó los zapatos.

Yo le advertí que podía lastimarse los pies con algún pedazo de vidrio o alambre en el suelo. Ella contestó:

—¡No! ¡Todo estará bien!

E inmediatamente ella pisó una gran pila de heces. Ella trató de limpiar su pie con una ramita seca, pero ésta se rompió y se ensució las manos también…

La llevé a un río a lavarse las manos y los pies.

La orilla del río estaba llena de pescaditos.

Le dije:

—¡No ensucies también a los pescaditos!...

Ella se lavó pero no me hizo caso.

Y más adelante, con su traición al trabajo de Dios, ella causó mucho daño a las personas (quienes entregaron su confianza no a ella, sino a mí como líder del Centro).

* * *

Las características distintivas de ella eran la carencia tanto de habilidades organizacionales como de una actitud de preocuparse por el bienestar de los demás. Por ejemplo, ella no prestaba atención a un foco quemado o al pestillo roto en el único baño del lugar donde se daban las clases.

Una mujer aprende naturalmente a cuidar de otros, lo cual es uno de los principales aspectos del amor, al criar a los hijos. Pero ella no tuvo hijos ni en esta vida ni en la pasada.

* * *

En la vida pasada, ella fue un monje budista en un monasterio tibetano.

Él era un mago pseudosufí de modales rudos llamado «Hombre bala».

Mis intentos de ayudarlos a ser mejores, con la ayuda de sugerencias delicadas y dándoles el ejemplo de otras personas, al principio fueron recibidas positivamente pero después sólo les causaban irritación: «¿Por qué nos edificas? ¡Nosotros podemos meditar tan bien como tú!».

* * *

El centro de nuestra Escuela en Moscú estaba colapsando…

En el cuerpo del director noté un «ocupante», un mono-espíritu. Y él desarrolló una nueva característica de conducta, simiesca y con muecas. A él le parecía divertido… pero para los otros resultaba extraño.

También un espíritu disfrazado de Babaji empezó a cuidarlos. Ellos podían escucharlo pero no lo podían ver. Él fue enviado a ellos como un tentador-bromista. Y ella, en lugar de trabajar en su autodesarrollo, fue cautivada al escuchar sus historias acerca de que ella supuestamente había encarnado junto con Babaji en muchas vidas pasadas…

Al principio, durante un largo tiempo, pensé que podía ayudarlos significativamente a acercarse a la Perfección en los aspectos intelectual y ético del desarrollo. Les confié trabajo importante, les di los métodos de enseñanza, les asigné puestos de liderazgo, les ayudé a escribir artículos científicos, etc. En una ocasión incluso añadí sus nombres como coautores de uno de mis libros, para aumentar el prestigio de ellos ante los ojos de la gente…

Pero ella resultó ser un alma demasiado joven como para ser capaz de amar, ocuparse de los seres amados y luchar por ellos. Y él estaba tan profundamente inmerso en sus defectos de pereza, falsedad, maldad, disposición a traicionar, que aprendió a disfrazarlos muy bien.

En ese tiempo no pude darme cuenta. Además, no quise ver, cuando Dios directamente me señaló su inadecuación para los papeles de instructores de la Escuela.

Dios tenía la intención de preparar Avatares con mi ayuda, no de crear otra «familia grande y amistosa» de niños traviesos jugando a la religión.

Para este propósito Él necesitaba enseñarme mucho más pero en un ambiente diferente, lejos de la multitud. Y yo no quería verlo, y me opuse a Su Voluntad.

Entonces Él ordenó cerrar el Centro Vajrayana. Él me dijo lo siguiente:

—El centro Vajrayana ha llegado a su fin. ¡Lo cerraré, con la ayuda de fuerza bruta si no lo haces tú mismo! ¡Las clases en su forma previa ya no son necesarias! Ellas continuarán sobre una base diferente. Puedes considerar que ya no existe el Centro: lo he cerrado. ¡Considéralo cerrado desde este mismo momento! Tú verás más adelante muchos de tus errores sobre el asunto de los apegos a lo terrenal. ¡Desde este momento en adelante, sólo existo Yo, el Centro de todas las almas que aspiran a Mí! ¡Tú ya no necesitas ninguna organización formal sobre la Tierra!

Y después de un tiempo enteré de lo que estaba ocurriendo últimamente en el Centro, lo cual habían mantenido oculto de mí: «seminarios sexuales» para todos los que quisieran participar, que incluían quitarse la ropa en grupo y pintar los cuerpos desnudos de las mujeres de diferentes colores, el pecho pintado de negro y todo bajo él de rojo…

Para este tiempo, llegaron unos productores de cine canadienses. Ellos estaban filmando la película Vida Espiritual en Rusia y registraron este repugnante episodio…

Los cantos en el Centro fueron reducidos a venerar a «dioses» ficticios de un altar de la India, en lugar de alabar a Dios como era la intención al principio…

Todo esto fue acompañado con conversaciones sobre Babaji y acerca de abrir un «Centro de Babaji»…

Por lo tanto, esto había dejado de ser el Camino Directo a Dios, ya no era Vajrayana.

Les dije que ya era tiempo de que nos separáramos y que en el futuro ellos no deberían usar ni mi nombre ni el nombre de nuestra Escuela.

Pero ellos no informaron a los estudiantes sobre esta conversación y trataron de mantener el Centro y su liderazgo en él sin mí, aunque asumiendo el derecho de herencia.

Yo sabía que había cumplido mi misión para con los otros estudiantes de Moscú ya que les había dado a cada uno de ellos aquello que podían abarcar en su nivel actual de desarrollo. Yo sólo tenía que extraer la conclusión.

Decidí que era mi deber juntar a los estudiantes de Moscú y decirles sobre mi actitud hacia estos eventos.

Les dije en concreto:

—El centro Vajrayana está cerrado. Ya no soy responsable por ninguna acción futura de los instructores, los cuales quieren seguir su propio camino. De ahora en adelante ellos pueden organizar clases incluso sobre «masturbación meditativa» o «bestialidad grupal» pero asumiendo su propia responsabilidad ante Dios y ante la gente, sin usar el nombre de Babaji o mi nombre como cubierta para su actividad…

* * *

Esta historia demuestra bien que el éxito en el entrenamiento psicoenergético no asegura la eliminación de los defectos éticos groseros en uno mismo.

Luego (demasiado tarde desafortunadamente) vi la vanidad de mis esfuerzos para reformar estos defectos éticos de los estudiantes con la ayuda del trabajo esotérico serio: en realidad, la pureza ética debe ser un prerrequisito para tal trabajo, un «permiso» para poder realizarlo.

Dios me dijo lo siguiente con respecto a este error mío:

—¡Trataste de traer toda clase de basura a Mí!

… Por otro lado, fue Él quien personalmente me bendijo para comenzar cada nueva etapa de trabajo con ellos…

La razón para este aparente desacuerdo consiste en lo siguiente:

Primero, con la ayuda de estas lecciones Él me enseñó a entender mejor a otras personas. Además, ahora puedo compartir esta experiencia con otros.

Segundo, yo no habría sido capaz de transitar exitosamente el Camino espiritual si lo hubiera buscado sólo para mí mismo. Yo pavimenté un camino para mis estudiantes. Y uno de los principales estímulos para mis esfuerzos era el amor por ellos.

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