Connaissance contemporaine au sujet de Dieu, de l'Évolution, et de la signification de la vie.
Méthodologie du développement spirituel.

Comment Dieu Peut-Il Être Connu/Piedras de poder

Piedras de poder

En ocasiones incluso las piedras poseen cualidades energéticas notables.

Por ejemplo, yo tenía un pequeño pedazo de silicio de un sitio de poder favorito de Krishna. En él uno podía ver con clarividencia como si se tratara de un retrato holográfico de Krishna.

En una ocasión encontré un pedazo de granito que contenía una carga de energía que se recargaba sola y que era similar a la energía sutil del anahata. Yo lo usaba para cargar los anahatas de los estudiantes principiantes, como un ejercicio para entrenar su sensibilidad. Era suficiente tomarla en las manos, y su energía fluía por sí misma a través de los brazos hasta entrar en el chakra. Después de eso, la piedra se vaciaba. Pero veinte minutos más tarde podía usarse otra vez.

* * *

Muy a menudo encontraba tales piedras en las montañas de Moravia en la República Checa. Una vez yo estaba caminando ahí con un grupo de estudiantes de uno de los centros espirituales checos. En esta caminata, levanté del suelo algunos pedazos de granito que poseían fuertes propiedades curativas. Varios de los estudiantes tenían órganos enfermos que podían ser tratados con estas piedras. Algunas de las piedras pesaban dos o tres kilos, pero las personas, habiendo sentido su poder, «se aferraron» a ellas, las pusieron cuidadosamente en las mochilas, y las cargaron con reverencia.

Pero entonces vi que los estudiantes se pusieron ansiosos por algo… Hablaban con agitación en checo, mirando y haciendo gestos en dirección a mí… Pronto una «delegación» vino a mí para «negociar». Resultó que los checos estaban preocupados acerca de si yo iba a llevarme estas piedras conmigo cuando me fuera a Rusia…

Yo exclamé en tono de broma:

—¡No! ¡Las piedras checas pertenecen a los checos! ¡En Rusia tenemos muchas piedras propias! ¡¿Cómo pudieron pensar que yo les iba a quitar estas piedras?!

—Es que usted es un «hermano mayor»… (En esa época, era obligatorio llamar a los rusos «hermanos mayores» en todos los países ocupados por el ejército soviético…).