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Connaissance contemporaine au sujet de Dieu, de l'Évolution, et de la signification de la vie.
Méthodologie du développement spirituel.

 
Comienzo del Camino espiritual. Sanación
 

Comment Dieu Peut-Il Être Connu/Comienzo del Camino espiritual. Sanación


Comienzo del Camino espiritual. Sanación

En este capítulo comenzaré describiendo cómo Dios gradualmente hizo que volteara mi atención hacia Él.

En determinado momento me encontré en la calle con un viejo conocido. Él me invitó a ir a un curso de hatha yoga.

—No —contesté—, ya lo he practicado y me aburrió.

Unos pocos días más tarde me encontré con él otra vez (¡Y antes no nos habíamos visto por muchos años!).

— Se está organizando una charla sobre sanación —dijo—. Varvara Ivanova vendrá desde Moscú para darla. ¿Vendrás?

—No —contesté—. No me interesa.

Él me dio la dirección donde se dictaría esta charla y se fue.

Inmediatamente me encontré con otra conocida mía y le dije sobre la charla. Ella se mostró interesada y me persuadió de asistir juntos.

Varvara Ivanova era una de las heroínas de aquella época. La parapsicología, de la cual ella era adepta, estaba prohibida en esos años. Agentes de la KGB la vigilaban constantemente. En muchas ocasiones ellos la sacaron del estrado durante sus conferencias públicas. Pero ella continuó su lucha y ganó, de modo que la parapsicología fue finalmente «reconocida» y «permitida» en nuestro país gracias a sus esfuerzos también.

En la conferencia a la que asistimos (por razones de conspiración se arregló que fuera en una casa privada, en las afueras de la ciudad) Ivanova contó sobre sanadores famosos, demostró los métodos de sanación con el uso de las manos, condujo una sesión…

Mi acompañante y yo teníamos algunas dolencias menores.

Ella se recuperó; yo no.

Ella se rehusó a creer en su sanación; yo no.

Para ser más exactos, yo no creí; siendo un experimentador científico, estaba acostumbrado a no aceptar las cosas por fe. Tenía que comprobarlo, hacer un experimento yo mismo.

Hice la prueba y… ¡realmente funcionó! ¡Todos los «trucos» de un científico para hacer el experimento de manera exacta demostraron que había un efecto!

Por ejemplo, dirigir una corriente de energía desde las palmas y dedos de las manos hacia un paciente, permaneciendo en el estado de compasión, conduce, en la mayoría de los casos, a la recuperación: esto quita dolores de cabeza, inflamaciones causadas por quemaduras, parálisis, etc.

Sin embargo, yo era incapaz de ayudar a algunos pacientes sin importar el esfuerzo que hiciera. (Años más tarde entendí la razón: Dios quería que ellos hicieran sus propios esfuerzos de autotransformación).

Galina Vaver se unió conmigo en este tiempo, y por muchos años buscamos la Verdad juntos.

… Un caso de la práctica de sanación se grabó en mi memoria. Una vez, en un pueblo, me pidieron que examine una vaca. Los dueños habían cambiado cuatro vacas, ésta era la quinta, y con todas ellas había ocurrido el mismo problema: su producción de leche se reducía significativamente unos pocos días después de haber llegado a su nuevo establo. Además, regresando de los pastos, las vacas se rehusaban a entrar al establo, y los dueños tenían que empujarlas para entrar con la ayuda de «todo el pueblo», según dijeron. Para ellos era una vergüenza: ¡qué pensarían sus vecinos de unas personas cuya vaca no quería entrar a su casa!

Entré en el establo y vi con clarividencia manchas negras pronunciadas en una esquina y entre los cuernos de la vaca: ¡la estaban deteriorando!

Conseguí lavarlas con un flujo de energía que corría a través de mi cuerpo.

Pero al día siguiente… la vaca cayó enferma: secretaba abundantemente por los ojos y la nariz…

La señora lloraba: a pesar de todos los problemas que la vaca tenía, aún era una vaca, pero ahora estaba muriendo…

Ese día teníamos que irnos: nuestras vacaciones se terminaban. Nos sentimos tristes y confundidos.

Pero unos días más tarde, recibimos una carta jubilosa: ¡la vaca se había recuperado! ¡Ahora entraba gozosa no sólo al establo, sino también a la casa de los dueños cuando ellos no la veían, y después era difícil sacarla!

…Así pues, el fenómeno de la curación bioenergética se convirtió para nosotros en un hecho probado. El deseo médico de ayudar a las personas dolientes empezó a crecer en mí otra vez. Era necesario aumentar nuestras capacidades sanadoras. Siguiendo la invitación de ese yogui, un conocido mío, fuimos donde él para practicar hatha yoga.

A medida que realizábamos sanaciones, nuestras habilidades sanadoras iban creciendo y aparecían nuevos métodos de sanación. Específicamente, resultó que para sanar, uno puede usar los chakras, aparte de las manos. Empezamos a buscar nuevos métodos de desarrollo de los chakras.

Paralelamente, la amplitud de nuestro panorama estaba aumentando, gracias a la lectura de las publicaciones samizdat* sobre bioenergética y yoga.

Con el tiempo tuvimos que separarnos del instructor de hatha yoga, ya que su interés llegaba sólo a las historias sobre el yeti, además, comenzó a beber alcohol, aunque últimamente había predicado sobre el estilo de vida sin alcohol; comenzó a comer carne, aunque antes había predicado lo opuesto… Debido a esto, sus energías pronto se volvieron tan groseras que era desagradable interactuar con él… Esta grosería energética abrumaba a otras personas, lo que le permitió disfrutar de «poder», en especial sobre las mujeres…

Así es como la gente se dirige al infierno…

…Un día lo encontré con una caña de pescar:

—¿Cómo así?

—¿Y qué tiene de malo? ¡Les ayudo a reencarnar!

¿Un yogui asesino?

¿O no era un yogui en absoluto?

Antes de terminar relaciones con él, nos presentó a una mujer médium. A través de ella recibimos los siguientes impulsos para nuestro avance.

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